Nuevas devociones populares

Santos, santas y milagreros que la gente consagra

Tamara Le Gorlois

• Editorial: Grupo Abierto Libros
• Año: 2020
• ISBN del libro electrónico: 9789874723550
• Categoría: Ciencias sociales
• Categoría: Denominaciones cristianas

Apariciones, muertes tempranas y trágicas, milagros expandidos a través de rumores, certezas que da la fe, altares a la vera del camino, flores frescas que se multiplican en una vieja tumba, un ídolo del deporte que arrastra devotos, sanadores, curanderos… 
La fe y la esperanza se unen y dan paso a la consagración. La gente crea sus nuevos cultos, la mayoría surgidos al calor del sincretismo religioso. Nacen santas, santitos, santos, milagreros. Figuras vivas o desaparecidas, evocaciones, recuerdos, fotografías borrosas a quienes invocar, en quienes creer, a quienes rezar, pedir y agradecer.
El mapa de las devociones populares está en permanente transformación: a las ya instituidas, se suman nuevas. Y sobre ellas habla en este libro Tamara Le Gorlois, con enorme conocimiento, con vasta información y con respeto.
El niño Miguel Ángel Gaitán, la Juana Figueroa, Benjamín Solari Parravicini, María Soledad Morales, el Frente Vital, Rodrigo Bueno, Roberto –el sanador de Moreno-, Bertha Smith, la Iglesia Maradoniana y los Curanderos de Dolores son los protagonistas de este libro. Las historias reales se narran con detalle, sorpresa, dramatismo y estupor. De allí nacen creencias, santuarios, ofrendas, nuevas formas de la fe.

CAPÍTULO I

LA IGLESIA MARADONIANA

Los argentinos todavía no habíamos cicatrizado el gran dolor que significó la derrota en la Guerra de Malvinas cuando aquel gol a los ingleses marcó el comienzo de un día de resurrección nacional. “Fue la mano de Dios”, reconocería Maradona aquel mismo año: 1986.

Con esta prédica, los apóstoles maradonianos nos recuerdan uno de los motivos de celebración en la Iglesia Maradoniana: el 22 de junio —casi un solsticio— fecha en que se fes-tejan las “Pascuas Maradonianas”, tiempos de resurrección desde aquel famoso partido de la Argentina contra Inglaterra en el estadio Azteca, en el marco del mundial de México 1986.

Ese día Maradona convirtió dos míticos goles que aumentaron su leyenda: uno fue el de “la mano de Dios”, y el otro, el resultado de la gloriosa zigzagueda entre los rivales anglo-sajones, en la que Diego zumbó cuan etérea saeta a través del aliento del mundo paralizado por el asombro del glorioso momento. Fue un milagro que fluyó en el campo de deportes como sangre de los dioses del Olimpo, a borbotones en las arterias del atleta, que sumó infinitas alegrías con aquellos goles.

Otra celebración es la del 29 de octubre (“Noche Buena”) y el mismo 30 de octubre (“Navidad Maradoniana”), conmemorando el nacimiento de Diego, fiesta en la que no se mez-quina el intercambio de llamadas y saludos para desearse entre los feligreses una feliz navidad maradoniana.

En aquel cumpleaños de Diego Armando, el del 30 de octubre de 1998, la humorada se había subido de tono: el periodista Hernán Amez y Héctor Campomar estaban en pleno homenaje a Maradona cuando comenzaron las bromas que decían que la verdadera Navidad, la del nacimiento del pibe dios, era ese mismo día, natalicio de Diego. Así surgió la idea de convertir ese día en toda una Navidad; una verdadera fiesta de jubileo, actualmente celebrada en el nivel nacional, que trascendió el nivel internacional.

Esa misma noche se sumó “al club” otro periodista, Alejandro Verón, y un año después, Federico Canepa, así quedó constituido el equipo de cuatro rosarinos que consolidarían esta nueva religión para adorar al gran goleador.

El “trance místico” fue potenciado —dirían más tarde— por el consumo de maní y cerveza, y luego de haber recibido el mensaje divino, salieron a predicar, a reunir a los maradonianos bajo la misma bendición y a celebrar misas, con las memorias de Diego Maradona bajo el brazo.

Estos cuatro rosarinos, que materializaron la tendencia argentina de hacer del fútbol algo mucho más que un sentimiento, son la piedra fundacional de la Iglesia Maradoniana o Iglesia de la Mano de D10s, bendecida por el aliento divino maradoniano.

Los rosarinos introdujeron un cómputo maradoniano del tiempo, que no es precisamente producto de una elucubración o un cálculo infinitesimal basado en cartas cosmográficas, pero tampoco es un capricho matemático.

Establecieron un nuevo calendario siguiendo la cronología maradoniana: el ciclo comienza con el nacimiento de Diego, la encarnación telúrica del astro, el 30 de octubre de 1960.

A partir de esta fecha se cuentan los años de este nuevo calendario, lo cual indicaría que el año 2011, es el año 51 d. D. (después de Diego).

Así comenzó a fecharse el calendario desde 1961, considerado el año 1 d. D. como el comienzo de la “era Maradoniana”.

Esta iglesia tiene una palabra sagrada, que es el mismo nombre divino. El nombre del dios se compone utilizando caracteres alfanuméricos, el tetragrámaton D10s, para definir al supremo. A la palabra “dios” se le reemplazan las vocales “i-o” por el número 10 del dorsal de la camiseta albiceleste que Maradona portó en sus años cumbre como jugador. Así, el nombre divino queda D10s. Dicho de paso, no es en vano recordar que la AFA pensó en cierto momento retirar el número 10 de las camisetas, por considerarlo un número digno de portarse únicamente por Diego.

También tienen su biblia, el libro escrito por Maradona en primera persona: Yo soy el Diego de la gente. Este libro es una compilación de la palabra de Diego, sus pinceladas más íntimas, sus frases más renombradas, definidas sin reservas, sus memorias. El libro narra desde sus orígenes en la villa hasta la gloria, destacando cada una de sus muertes y sus resurrecciones, las definiciones sobre sus amigos y sus enemigos.

Es sorprendente el número de maradonianos en el extranjero, bajo la advocación de esta Iglesia se cuentan alrededor de 120 mil feligreses en 60 países: España, México, Italia, y hasta en remotos rincones del planeta como Islandia y Vietnam.

Todos ellos ya recibieron en mano o en sus casas, en forma virtual, el carné de membresía a la Iglesia y llevan a Diego en el corazón, más allá de los lindes de canchas y estadios. Son creyentes y fanáticos de todo el mundo, conscientes de que el fútbol puede traer no pocas satisfacciones espirituales.

Reza su página web “la función de la Iglesia es mantener vigente la pasión y la magia con la que nuestro Dios jugó al fútbol, no olvidarnos de los milagros que realizó en las canchas ante la mirada de todos y del sentimiento que despierta en nosotros, los fanáticos”.

Más de 20.000 congregantes se reunieron en las adyacencias del Centro de Salud Mental (Censam) de La Habana donde se encontraba internado Diego para festejar la navidad maradoniana el 44 d. D. (los 44 años del astro).

De la misma manera, cuando estuvo recuperándose en la Clínica y Maternidad Suizo Argentina por una insuficiencia cardíaca y pulmonar, una multitud se reunió frente al centro asistencial para rezar en cadena y pedir por su salud.

Solo en España, se registran cerca de 10.000 devotos.

Tanto los culés (fans del Fútbol Club Barcelona), como los madridistas indican que Diego tiene adeptos en Barcelona, Madrid, Sevilla, Canarias y Gijón, entre tantos otros lugares, con un número de fieles que se incrementa con la inmigración. Al presentarse Diego ante la plantilla culé en calidad de seleccionador, fue acogido con los brazos abiertos, y tuvo que dirigirle unas palabras al equipo que esperaba ansiosamente cual inspiración del aliento divino.

Alejandro Verón y Hernán Amez dan la bienvenida en su parroquia a los neófitos españoles en su página web: “Gracias por tu interés en nuestra Iglesia Maradoniana y que se entienda bien el ‘nuestra’ porque también es tuya a pesar de los 12.000 km de distancia que nos separan, pero no de sentimiento por el más grande futbolista de todos los tiempos...”.

Tras completar una solicitud de inscripción y efectuar la compra de unas remeras, las prendas serán enviadas por correo con el carné de membresía de la Iglesia Maradoniana para su entrega en el domicilio (carné que también se puede recibir por correo electrónico o a través del sitio oficial en la Web).

En Barcelona, el 10 de cada mes se oficia una pequeña misa en la que la palabra de Maradona pide perdón por los pecados y da gracias.

“Ven a visitar los dos templos de la Iglesia Maradoniana en Barcelona y recoge tu carné de creyente y tu camiseta de la Iglesia al pub Ballbreaker (…). No olvides pedir un tema de Diego y tomate una birra a su salud”. Con esta bienvenida, el blog de la Iglesia Maradoniana Barcelona informa a sus feligreses las buenas nuevas.

Los templos por excelencia son los estadios Azteca, en México D. F., donde una placa recuerda el gol del siglo efectuado gracias “a la mano de Dios”, laureando campeón a nuestro seleccionado nacional en 1986; y la Bombonera, el estadio de Boca Juniors, el gran amor de Diego. Ambos estadios se yerguen como hitos en la memoria y los corazones de los fútboleros maradonianos; templos consagrados por la sublimación de Diego en su carrera.

También hay una santa sede, en Rosario, que es la casa de Amez, donde especialmente el living se acondiciona para las ceremonias. Allí, el “sumo pontífice maradoniano”, se desempeña para cubrir las necesidades espirituales, fútbolísticamente hablando, junto a Verón, su compañero de inventivas.

En la casa del Papa —Amez— proliferaban los retratos de Diego, fotos de los apóstoles jun...

Índice

• Tapa_1
• Agradecimientos
• Inicio
• Introduccion
• 01 - La Iglesia Maradoniana
• 02 - Rodrigo Bueno, el Santo Cuartetero
• 03 - Roberto, el Sanador del partido de Moreno
• 04 - El niño Miguel Ángel Gaitán, el Angelito Milagroso
• 05 - Gilda, la Santa Bailantera
• 06 - Víctor Manuel El Frente Vital, el Santito de los pibes chorros
• 07 - María Soledad Morales, Mito y Santa por equivocarse de amor
• 08 - Berta Smith, la del amor platónico
• 09 - Curanderos de Dolores
• 10 - Benjamín Solari Parravicini, el de las visiones psicográficas
• 11 - La Juana Figueroa, Mártir de las fieles a sí misma
• 12 - Nacho Girón - La Salada, radiografía de la feria más polémica de Latinoamérica
• 13 - Nilda Macías peregrinaciones