Diario de un trasplantado
eBook - ePub

Diario de un trasplantado

Pablo Delgado de la Serna

Compartir libro
  1. 168 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Diario de un trasplantado

Pablo Delgado de la Serna

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

"Descubrí una forma de vivir, una forma de afrontar la vida, llena de fuerza, de esperanza y fe. Tanto es así que a veces parecía mentira esa capacidad de resurgir una y otra vez de las cenizas de la enfermedad, de la ciénaga del dolor" [del prólogo de Carlos Herrera].Dicen que lo más importante es la salud, pero Pablo Delgado de la Serna, partiendo de su propia experiencia como enfermo crónico desde los seis años, nos muestra que lo imprescindible es tener actitud ante la vida. Con el fin de ayudar a superar situaciones como el duro confinamiento por la COVID-19, traza un paralelismo entre este y vivir con una enfermedad crónica. Un tono relajado, coloquial y de diálogo marcan esteDiario de un trasplantado.

Preguntas frecuentes

¿Cómo cancelo mi suscripción?
Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
¿Cómo descargo los libros?
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
¿En qué se diferencian los planes de precios?
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
¿Qué es Perlego?
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
¿Perlego ofrece la función de texto a voz?
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¿Es Diario de un trasplantado un PDF/ePUB en línea?
Sí, puedes acceder a Diario de un trasplantado de Pablo Delgado de la Serna en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Medicine y Medicine Biographies. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2021
ISBN
9788418527302
Categoría
Medicine

Semana 1. ¡Fuerza y esperanza ante el confinamiento!

Mensaje de ánimo y confianza, optimismo ante la adversidad en estos días de cuarentena por el coronavirus.

Buenos días. Estamos a punto de acabar la primera semana de encierro y desde aquí quiero mandaros un mensaje de ánimo, fuerza, esperanza y una serie de consejos que creo fundamentales por mi experiencia en los ingresos, ya que el año pasado estuve tres meses ingresado en distintas fases y todos los días tengo ocho horas de diálisis.
Uno, a la hora de estar encerrado varios días, es fundamental tener horarios, cambiarse y asearse, unas horas para trabajar o para leer, para hacer el pino, para aburrirse, para lo que sea, pero tener una agenda, unas pautas. Asearse y vestirse casi como si uno fuera a salir a la calle, no digo exactamente igual, pero similar, porque eso es lo que nos ayuda a conservar el espíritu, mantenernos animados, permanecer activos.
Luego, pensar en positivo, no podemos estar todo el día reflexionando sobre qué nos va a pasar, si es peligroso, si no. Creo que un error que se está cometiendo y esto habrá que analizarlo después, es que pones la radio y veinticuatro horas al día hablando del coronavirus; pones la televisión y lo mismo. Que está bien, hay que estar informado, no digo que no, y nada más lejos de la realidad.
Pero igual que el enfermo tiene que descansar y oxigenarse de la enfermedad; igual que el acompañante tiene que descansar y oxigenarse de la enfermedad; en estos casos de confinamiento debemos descansar de la causa. Si estamos todo el día pensando en el coronavirus, encima con los bulos que hay, con las cosas que la gente manda, totalmente de forma involuntaria, la gente normal, habrá gente que lo crea, que es mala, pero la gente lo manda de forma involuntaria. Al final se crea una situación psicosis en la que es imposible descansar la mente. Entonces yo creo que es importante, en mi experiencia, insisto, buscarse metas positivas. Hacer un día algo de deporte, otro leer, no sé, encontrar algo positivo de esta situación. El tiempo que estamos juntos, disfrutar de nuestros hijos.
¿Cuántas veces a lo largo del día, en situaciones normales, decíamos, lo que daría por estar con mis hijos?, pues ahora estamos con ellos. Lo que daría por estar con mi mujer, pues estoy con ella. Lo que daría por tener tiempo para leer, tienes tiempo para leer. Lo que daría por poder aburrirme, tienes tiempo de aburrirte.
Aprovechemos las cosas pequeñas, aprendamos a disfrutarlas. La vida va a tal velocidad que al final buscamos siempre placeres efímeros y ahora la felicidad es algo que se puede encontrar. Es complicado, pero hace tiempo que yo digo que hay una mentira que nos han contado, y es que la salud va íntimamente relacionada con la felicidad. Mentira, yo llevo enfermo toda mi vida, ahora estoy en diálisis, y tengo una vida absolutamente plena, absolutamente digna y absolutamente feliz. Yo creo que la felicidad es en parte actitud.
Yo tengo ahora cuarenta y dos años, estoy esperando mi cuarto trasplante, que es complicado encontrarlo; estoy en diálisis ocho horas al día, eso no facilita nada una vida feliz. E insisto, tengo una vida absolutamente plena, absolutamente digna y absolutamente feliz, gracias a una actitud positiva, a una mujer fabulosa, que casi ni me la merezco, es un regalo divino y gracias a una hija que es, bueno, para comérsela, qué voy a decir yo que soy su padre y encima me tiene loco. Mis padres, mis hermanos, la gente que me rodea, gente que no me conocéis y me mandáis muchísimo ánimo. Pero insisto, es actitud.
Pues con el coronavirus hagamos lo mismo, conducta positiva, miremos al frente, vamos a buscar en familia planes que podamos hacer cada día, poner un horario, evitar tener roces, etc. Procuremos evitarlos y, si no podemos, pedir perdón. Lo siento, gracias y por favor paciencia unos con otros, que aquí saltan chispas. Hay estudios con ratas que explican que, si en un metro cuadrado metes a una rata, está encantada, dos también y a partir de la quinta se empiezan a gruñir y a la sexta se empiezan a morder. Si encima estamos mucha gente, o poca, pero mucho tiempo, los conflictos pueden aparecer. Vamos a evitarlos y si no los evitamos, pedir perdón. Perdón, gracias y por favor son palabras claves para la convivencia y más en una situación de estas.
Intentemos sumar. Optimismo. Busquemos cosas grandes, objetivos para hacer en cuanto salgamos de aquí, demos gracias de no estar contagiados; si lo estamos, que sea leve; y si es grave pues a pedir a Dios que quede en nada y podamos salir.
Y nada, desearos fuerza, ánimo; espero que estéis todos bien y vuestras familias, y los que no, pues que se recuperen lo antes posible a Dios gracias y que esto pase rápido.
Como digo siempre, soy y somos unos tipos con suerte, saldremos muy reforzados de esto, y nada, de verdad, que al final veremos cosas buenas.
Y como no hay mal que cien años dure, esto acabará, no sabemos cuándo, pero acabará.
Así que, fuerza, a por todas, saldremos y nada, mucho ánimo y de verdad, que, pasada la primera semana, que suele ser de agobio, pesadez, incluso momentos de ansiedad o depresión, normalmente los encierros suelen ser más fáciles, aunque hay gente a la que puede durarle más tiempo, obviamente. Para eso no todos somos iguales, yo os hablo de mi experiencia. Pasado el muro de la semana, ya todo es más fácil. Se cogen otras rutinas, otros horarios, y ya todo empieza a ser más fácil.
El que quiera que me cuente cómo lo lleva, por si nos puede dar ideas para compartir con los demás. Cualquier cosa que queráis que comente, me lo decís e intento transmitirlo.
Un abrazo muy fuerte.
Gracias.
qr-01semana.png
img-014semana.webp

Semana 2. ¡Ánimo y fuerza!

Lo peor ha pasado. Van avanzando los días de confinamiento por el coronavirus y en teoría esto cada vez debe costar un poco menos. Ánimo.

Buenos días. Ya llevamos dos semanas confinados por el coronavirus, y no sé cómo lo vais viviendo. Quiero contaros un poco de mi experiencia, ojo, aquí no hablo como sanitario, ni como psicólogo, que no lo soy, simplemente como paciente que ha estado muchas veces ingresado.
Si la semana pasada os decía que era importante tener unos horarios, coger unos hábitos, intentar buscar cosas que hacer para llenar los días hasta que nos acostumbremos, lo normal es que esta segunda semana ya hayamos cogido hábitos y el tiempo haya pasado mucho más rápido. Habrá excepciones, gente que no se adapte ningún día, que lo pase fatal y tenga ansiedad hasta el día que nos saquen de aquí. Pero lo normal es que nos vayamos acostumbrando. Poseemos esa capacidad el ser humano, es la suerte que tenemos.
Una cosa que yo recalcaría de esta segunda semana es que si os fijáis Mowgli y Tarzán son dibujos animados. Criarnos solos o estar solos, entre animales o gente de otras especies, animales de otras especies, perdón, es dibujo animado. Nosotros necesitamos relacionarnos. Curiosamente, si veis Instagram, si veis Twitter, si habláis con la gente, y lo estáis haciendo vosotros, la mayoría nos comunicamos más con nuestros amigos o familia de lo habitual.
Con seguridad, casi todos los días hagáis alguna videollamada, ya sea por Zoom, Houseparty, WhatsApp, Skype, me da igual la aplicación que sea, pero estamos hablando todos los días con gente. Antes no, trabajábamos todo el día, llegábamos a casa estresados, cansados, a lo mejor hasta de mal humor algún día y nos íbamos a dormir. Ahora todos los días hablamos con gente. O bien con nuestros padres, con nuestros hermanos, con amigos, con quien sea. Es espectacular. Fijaos qué pasada lo que está consiguiendo el coronavirus. Por supuesto, hay una desgracia detrás, de fondo, y a quien le haya afectado, yo por ejemplo he perdido un amigo de mi edad, cuarenta y dos años, y se me ha hecho muy duro. Tengo gente relativamente cercana ingresada, y esa parte es difícil. Pero como os decía el otro día, vamos a buscar cosas positivas. Yo entiendo que el que tiene un familiar, un padre, un hermano o un abuelo muy grave o incluso lo ha perdido, no es fácil buscar algo positivo. No estoy diciendo que lo sea, pero hay que intentar encontrar el lado bueno, como darnos cuenta de que podemos vivir sin todas las cosas que considerábamos imprescindibles. La felicidad — yo no soy filósofo, pero empecé a cursar este año la carrera de Humanidades, y el otro día estuve estudiando el pensamiento de Aristóteles — no es ni mucho menos lo que nos vende hoy la sociedad: los placeres efímeros. Si os fijáis, la gente que más se deja enganchar por estos, suelen llevar vidas más vacías, y cuando nos los quitan, y no podemos ir a tomar una caña, salir, o hacer lo que se nos ocurra, es cuando nos damos cuenta de que ese objeto o actividad que teníamos por imprescindible, no es tal, y podemos vivir sin ello.
Así que valoremos eso, valoremos la alegría de la vida. Yo os cuento siempre lo mismo. Si yo me pongo a analizar mi vida, es un desastre. Tengo cuarenta y dos años, enfermo, un pronóstico por delante bastante complicado, porque un cuarto trasplante es difícil. Llegará, me imagino, pero no sé si en cinco años, en diez o en seis meses. Pero lo normal es que tarde bastante y con el tiempo ese trasplante se perderá y necesitaré otro, y tengo cuarenta y dos años, porque si tuviera ochenta pensaría que ya me ponen otro y este cuarto dura hasta que me muera y ya está. Pero me quedan muchos años por delante, quiéralo Dios.
Por esto, no podemos analizar solo lo malo, o no merecería la pena la vida. Por ello insisto en buscar el lado bueno. Veo en Instagram gente que se está entreteniendo con juegos de toda la vida, parchís, la oca, Monopoly, Hundir la flota, veoveo, etc.
Un montón de cosas, igual que nos unimos todos a las ocho de la tarde a dar gracias a los sanitarios, a los cuerpos de seguridad, a la gente de limpieza, a la gente de los supermercados, a los repartidores. Todas aquellas profesiones, no quiero dejarme ninguna, que hacen que podamos seguir adelante en este momento tan complicado, en esta hora difícil que vive España.
Entonces, recordemos lo bueno, somos gente muy afortunada. El otro día hablaban de Brasil, imaginaos vivir en una favela en la que no hay ningún medio de seguridad, de alimentarse ni forma de aislarse para que no nos llegue el virus del de al lado. Somos muy afortunados de vivir donde y como lo hacemos.
¿Es una desgracia estar encerrados? Lo es. ¿Es un rollo? Lo es. ¿Será dura la vuelta? Lo será. Mi mujer y yo somos autónomos. Es muy complicado, yo prefiero ni pensarlo casi. Será duro, nos tendr...

Índice