I
El quinto período incluye una selección de textos que van aproximadamente desde el año 2007 a 2019. Están agrupados alrededor de la cuestión de las diversidades sexuales o disidencias sexo-genéricas, como se empezaron a nominar un poco después. Se recuperan conceptualizaciones previas referidas a los obstáculos patriarcales de la lógica de la diferencia: identitaria, binaria, jerárquica. Si bien en un principio estas elucidaciones estuvieron referidas a las desigualaciones invisibilizadas de las mujeres, la caja de herramientas configurada entonces se recupera aquí para pensar las bases epistémico-conceptuales-clínicas de las patologizaciones apresuradas con que muchos y muchas psicoanalistas abordaron en un primer momento estas cuestiones.
Se puntualizan en estos escritos algunas bases epistémicas para el pasaje de una lógica de la diferencia propia del orden sexual moderno () a una lógica de las multiplicidades que permita abordar las diversidades sexo-genéricas por fuera de los mal-decires previos. Se aportan también algunos hallazgos de las investigaciones UBACyT en estas temáticas.
Los primeros escritos de este período fueron realizados cuando todavía no se habían promulgado las leyes de Matrimonio Igualitario e Identidad de Género que pusieron estas cuestiones y sus debates en las agendas políticas y académicas. Mirando desde hoy, recién puedo dimensionar la ajenidad, la extranjería que presentaban estos tópicos –salvo honrosas excepciones– en el mundo académico profesional de entonces.
Es también muy fuerte ver en tan pocos años todo lo que removieron estas leyes. Las políticas públicas que incitaron, el avance de la idea de las diversidades y disidencias sexo-genéricas como un derecho, las salidas del closet que al legitimar ese derecho habilitaron existenciarios más dignos. Complejos y dolorosos pero también jubilosos procesos del secreto al orgullo.
Es importante subrayar que tanto los escritos que aquí se presentan como las investigaciones UBACyT de ese período no hubieran sido posibles sin la apertura a las experiencias y conceptualizaciones que ya habían empezado los colectivos de las disidencias sexo-genéricas.
A su vez, las invisibilizaciones patriarcales respecto de las mujeres que aparentemente las dogmatizaciones habían conseguido pilotear, años después se encontraban frente a las diversidades sexo-genéricas y los estudios queer que en sus radicalidades disidentes han desquiciado el orden sexual moderno y han interpelado los discursos que de una u otra forma legitiman tal estado de cosas. Tropezaban una vez más con su propia piedra –su Roca Viva– identitaria, binaria, jerárquica. Sumado el feminismo-multitud, que pobló las calles tiempo después, ya no pudieron sostenerse. En la política, en la academia, en la clínica las lógicas de la diferencia se volvían lógicas estalladas. También las lógicas colectivas de la representación.
II
Los textos seleccionados para este período retoman recursivamente cuestiones referidas a la problematización de la diferencia, en tanto diferencia desigualada, para pensar la clínica de estas problemáticas. Las elucidaciones de los períodos anteriores permiten aquí avanzar hacia la temática de las diversidades sexo-genéricas y las dificultades epistémico-clínicas de las conceptualizaciones más clásicas en estas temáticas.
Como decía líneas arriba, los dos primeros fueron escritos algunos años antes de la sanción de las leyes de Matrimonio Igualitario e Identidad de Género. Aportaron insumos básicos para las investigaciones UBACyT sobre diversidades sexuales que empezarían años después, en 2011. Otro insumo muy importante fue la compilación La diferencia desquiciada () que realizamos en 2013 con Wiliam Peres –colega y amigo brasileño con quien nos habíamos conocido en la Universidad de las Madres–.
El capítulo 14, “Las diferencias desigualadas y sus violencias biopolíticas”, recupera conceptualizaciones de sus versiones previas referidas a los procesos socio-subjetivos por los cuales en el mismo movimiento en que se distingue una diferencia, se instituye una desigualdad. Para esta publicación se abre un nuevo apartado que trabaja las implicaciones en la clínica de invisibilizar-naturalizar la dimensión de las diferencias desigualadas de género(s). Refiere a un modo de problematizar la clínica –es decir, abrirle preguntas– que hace unos años he denominado “clínica de la clínica”.
En el apartado referido a la transdisciplina se recupera y amplia los planteos epistemológicos presentes en los escritos anteriores de referencia y agrega ahora, con la experiencia adquirida en las triangulaciones de hecho en-el-entre de los trabajos de campo y la clínica, cuestiones referidas a las prácticas transdisciplinarias. Es decir, plantea cómo configurar los equipos que aspiran a un pensamiento transdisciplinario y sus dificultades. Que el capítulo esté fechado 2007-2019 buscar resaltar el proceso continuo que implica trabajar problematizando recursivamente.
El capítulo 15, “Más allá de la diferencia… las multiplicidades sexo-genéricas”, si bien fue escrito en 2007, es decir, con anterioridad a los textos que forman el capítulo 14, he elegido privilegiar aquí un modo de secuencia temática, en lugar de cronológica. Su primerísima versión es la conferencia “De la diferencia a la diversidad: género, subjetividad y política” dictada en Bogotá en 2005, que luego formó parte del libro ¿Uno solo o varios mundos?() A diferencia de los anteriores, deliberadamente se han realizado mínimas correcciones, intentando trasmitir ese cierto clima intelectual político-filosófico latinoamericano de los primeros años del siglo del que he tenido la fortuna de participar.
A partir de un punteo genealógico desde el mundo antiguo de la configuración de las homosexualidades modernas, avanza en la importancia de la herramienta deleuziana de multiplicidad para pensar las com-posiciones sexo-genéricas. Pensar más allá de la diferencia es pensar desde categorías que puedan dar cuenta de la diversidad de múltiples desujeciones identitarias. Es pensar desde lógicas rizomáticas, corporalidades que habían sido estigmatizadas desde lógicas identitarias.
Una primera versión del capítulo 16, “Amores diversos. En-el-entre de los trabajos de campo y la clínica”, formó parte de una compilación realizada por Herminia Gonzálvez Torralbo, de la Universidad Alberto Hurtado, Chile. Ya toma cuestiones que permitieron las elucidaciones de los trabajos de campo de las investigaciones UBACyT de ese momento.() Con respecto a la primea versión, avanza en consideraciones referidas a algunas transformaciones subjetivas tanto en los existenciarios que desnaturalizan la inferioridad de las mujeres como en aquellos que se configuran más allá de la heteronorma, y abre nuevas interrogaciones: ¿cuándo se trata de democratizaciones en los vínculos o de nuevas modalidades de control biopolítico? ¿Cuándo la invisibilización-naturalización de estas complejidades puede conducir insensiblemente en el trabajo clínico a constituirse en efector de las nuevas estrategias biopolíticas de control?
El capítulo 17, “Binarismos, multitudes, lógicas desidentitarias”, es también la reelaboración de algunas versiones previas. De allí que también mantenga el fechado doble (2017-2019). Y podría decir que está aún en permanente reelaboración. Básicamente de lo que allí se trata es de puntualizar algunas modalidades en que se producen las transformaciones sociohistóricas que fueron desquiciando el orden sexual moderno y las lógicas colectivas sexuales () que se fueron inaugurando. En mi opinión, no se trata de meros cambios de época, sino de todo un giro epistémico-político-subjetivo-existencial que necesariamente ha ameritado reformulaciones clínico-conceptuales. En eso estamos. Todo un cambio de paradigma.
Han surgido nuevas modalidades de acción de los colectivos involucrados, y lo que no es menor, acontecen performatividades de los cuerpos y las subjetividades inimaginables hasta hace pocos años atrás. No se trata de suponer que la lógica de la diferencia ha desaparecido y ha sido reemplazada por una lógica de la multiplicidad. En algunas performatividades sí, pero en otras da la impresión de que coexisten, a veces en “raras” combinaciones performáticas. Algunas se com-ponen al modo identitario y otras no. Otras producen configuraciones aparentemente identiarias, pero nómades o transitorias, etc. Todo a pensar…
El texto establece distinciones entre estas lógicas colectivas sexo-genéricas producidas por “la imaginación colectiva y anónima”, como diría C. Castoriadis,() organizadas ya desde una episteme de la multiplicidad y las lógicas de la sexuación específicas del psicoanálisis. Deja entonces abierta la interrogación sobre la pertinencia o no de pensar cómo se entramarían estas dos lógicas, qué puede interpelar una a la otra, etc.
El capítulo 18, “A veinticinco años de La mujer de la ilusión”, con el que cierra este período es una entrevista que me realizó Mauricio Clavero en Montevideo con motivo del seminario que dicté allí, Género y Psicoanálisis: la Clínica Revisitada, organizado en 2017 por la Asociación Uruguaya de Psicoterapia Psicoanalítica (AUDEPP). Inevitablemente viene el recuerdo de las primeras actividades que realicé en Montevideo en esta temática. Estaba realizando una intervención institucional por la que viajaba periódicamente. Aprovechando estos viajes, un grupo de colegas me propuso realizar un grupo de estudio sobre cuestiones de género y psicoanálisis. Eran aproximadamente unas diez o quince personas. Agrupó psicoanalistas de muy buena formación y feministas militantes de distintos espacios. Nos reuníamos los sábados a la tarde en una antigua casa que el GRECMU (Grupo de Estudio sobre la Condición de la Mujer en el Uruguay) nos había facilitado. Era raro que alguien faltara. Funcionó de 1989 a 1991. Tengo un recuerdo muy especial de ese grupo. De la profundidad y el respeto de sus debates que podían seguir por largas horas después de terminada la reunión. Con algunas de ellas se fue entramando una amistad que dura hasta hoy.
III
En este quinto período ya empiezo a hablar de psicoanálisis pospatriarcal-posheteronormativo. La expresión, empleada inicialmente por Débora Tajer,() aunque gratamente, me había sorprendido… La llamé por teléfono y le pregunté: “¿Te parece que ya lo estamos haciendo?”. Ella, que tan bien conoce mi dificultad de apropiarme de lo que pienso –tenemos anécdotas muy graciosas al respecto–, se rio… Más allá de que tuvimos una larga conversación, su risa fue toda una intervención que me habilitó a usar el término. ¿Qué entendemos desde los Estudios de Psicoanálisis y Género(s) por “psicoanálisis pospatriarcal-posheteronormativo”? Desde ya el “pos” no significa que el patriarcado haya terminado. Tampoco que todes les psicoanalistas ya hayan visibilizado las marcas patriarcales con las que piensan y trabajan. Quiere decir que en la larga historia de ese movimiento de ...