José María Sorando Muzás
La geometría de las ciudades
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La geometría de las ciudades
ISBN: 978-84-1352-022-3
E-isbn: 978-84-1352-069-8
DEPÓSITO LEGAL: M-20.108-2020
THEMA: PDZ/PB/PBM/AMVD
este libro ha sido editado para ser distribuido. La intención de los editores es que sea utilizado lo más ampliamente posible, que sean adquiridos originales para permitir la edición de otros nuevos y que, de reproducir partes, se haga constar el título y la autoría.
Introducción
Existe un vínculo entre el tipo de organización de una sociedad y el espacio donde se desarrolla. Es por ello que el pensamiento geométrico se ha aplicado reiteradamente para resolver los problemas que presentaba cada tipo de ciudad.
Unas veces eran problemas nacidos de los intereses del grupo dominante (defensa, reafirmación de la autoridad, control social, etc.), estableciendo un orden simbólico o funcional a través de las líneas y las formas geométricas en el trazado urbano. Así, cuando el emperador Napoleón III encomendó a su ministro el barón Haussmann la drástica remodelación del trazado viario de París no fue la razón principal dar más aire y luz a sus calles, ni tampoco fue un visionario del futuro tráfico rodado, sino que buscaba ante todo sofocar posibles revueltas venideras. Se derribó un 60% de la vieja ciudad y se trazaron amplias avenidas rectilíneas bajo el mandato imperial de que por ellas “pueda disparar un cañón y avanzar un batallón”. No se debían repetir los hechos de las pasadas revoluciones de 1830 y 1848, cuando los insurrectos lograron hacerse fuertes tras barricadas que bloqueaban las angostas callejas de la ciudad antigua. Y se consiguió el objetivo: la Comuna de 1871 fue vencida fácilmente con las tropas que llegaban por ferrocarril de las provincias a las estaciones parisinas, desde las que parten las amplias avenidas donde también se ubicaban los cuarteles, por las que avanzaron hasta el corazón de la ciudad.
Otras veces, los problemas urbanos nacieron del intento por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos (abastecimiento, salubridad, movilidad, etc.), buscando optimizar recursos, minimizando esfuerzos y maximizando beneficios, de forma equitativa, como escribe Gabriel García Márquez en Cien años de soledad: “José Arcadio Buendía, que era el hombre más emprendedor que se vería jamás en la aldea, había dispuesto de tal modo la posición de las casas, que desde todas podía llegarse al río y abastecerse con igual esfuerzo, y trazó las calles con tan buen sentido que ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor”.
Conoceremos unos y otros problemas urbanos a lo largo de la historia, así como sus soluciones geométricas. Promovidas por la ambición del grupo dominante o por el bien común, esas soluciones no se adoptaron de forma espontánea, fueron planificadas desde el poder en sus diferentes versiones, unas veces más duro y otras más amable (cacical, feudal, imperial, del despotismo ilustrado, financiero, militar, democrático, etc.). De hecho, en las concentraciones urbanas no planificadas, producidas por movimientos migratorios espontáneos, no existe orden geométrico alguno aparente, sino un crecimiento orgánico, una aglomeración demográfica en lucha por la supervivencia: chabolas en...