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CAPÍTULO 1
La revolución (ecosocialista y ecofeminista) tendríamos que haberla hecho ayer
La circulación del dinero como capital es […] un fin en sí, pues la valorización del valor existe únicamente en el marco de ese movimiento renovado sin cesar. El movimiento del capital, por ende, es carente de medida.
Karl Marx
La gente vive ahora [después de la Segunda Guerra Mundial] como lo hacía antes, […] y está claro que no han aprendido nada de los horrores que han tenido que superar. Las pequeñas intrigas con las que se complicaban la vida antes vuelven a ocupar la mayor parte de sus pensamientos. Somos una especie muy extraña.
Albert Einstein
El imperativo de crecimiento del capitalismo no tiene nada que ver con filosofías, modelos, paradigmas, éticas o con los números en los que se centran expertos y economistas. Ni se puede “reinventar”, como algunos piensan, para que sea algo ecológicamente sensato y socialmente justo. Al contrario, es un sistema económico que tiene fuerzas internas básicas —sobre todo la búsqueda de beneficio y la competencia entre empresas— que operan de tal forma que promueven el crecimiento exponencial provocando simultáneamente enormes efectos negativos tanto sociales como ecológicos. Y cuando el crecimiento en este sistema falla, lo que Herman Daly define como “una economía de crecimiento fallida”, las formas más crueles de austeridad prevalecen, dando lugar a condiciones cada vez más desiguales y formas más brutales de explotación tanto de los seres humanos como de la Tierra.
Fred Magdoff
Algunos científicos sugieren hacer planes para adaptarnos a un mundo de 4 °C más cálido. Si bien es prudente, uno se pregunta cuál es la parte de la población que vive ahora que podría adaptarse a un mundo así, y mi opinión es que es solo unos pocos miles de personas que busquen refugio en el Ártico o la Antártida.
Ira Leifer
Creo que la supervivencia humana decente está en juego. Las primeras víctimas son, como siempre, los más débiles y los más vulnerables. Todo eso ha sido evidente incluso en la cumbre mundial sobre el cambio climático que acaba de concluir en Varsovia, con poco resultado. Y hay muchas razones para esperar que esto continúe. Un historiador futuro —si lo hay— observaría el espectáculo actual con asombro. En la iniciativa de tratar de evitar la probable catástrofe están las llamadas “sociedades primitivas”: las Primeras Naciones en Canadá, los pueblos indígenas de América del Sur y así sucesivamente en todo el mundo. […] Aquellos que lideran la carrera hacia el precipicio son las sociedades más ricas y poderosas, con ventajas incomparables, como los EE UU y Canadá. Justo lo contrario de lo que la racionalidad predeciría, aparte de la loca racionalidad de la “democracia capitalista realmente existente”.
Noam Chomsky
¡Ay de mí! Yo lo sabía, y mis vecinos también, y cada judío,/todos nosotros, del mayor hasta el más chico, del más viejo al más joven, lo sabíamos,/pero no dejábamos que aflorase a la boca… ¡Sh! Nos cuidábamos de nosotros mismos, lo acallábamos en el pensamiento, lo sofocábamos en el pecho.
Itsjok Katzenelson
Digamos la sagrada sílaba que contiene la vida./Digamos no, radical y democráticamente,/empecemos a decir no al tiempo de la muerte,/pongámonos del lado de la apropiación,/la deriva, la constelación, la inversión,/la desmaterialización, la deflación del yo/en la que tal vez aparezca algo realmente interesante.//Imaginémoslo cuanto antes/porque tal vez pronto no quede nadie para imaginar,/para entender este dolor.//Amanecer sin amo, quédate en mi corazón.
Antonio Orihuela
Incluso procesos como la fotosíntesis y la polinización están hoy amenazados
En China, ese paradójico país ultracapitalista gobernado por el Partido Comunista chino, el nivel de contaminación atmosférica en muchas zonas es tal que la falta de luz afecta ya a la fotosíntesis de las plantas, amenazando la producción agrícola. Las noticias que llegan desde Pekín son dantescas:
La grave situación […] provoca la muerte prematura de miles de personas en el país cada año y ha empeorado el número de casos de cáncer de pulmón en la capital, [pero además] tiene otra derivada con potenciales consecuencias catastróficas sobre la agricultura y la alimentación. He Dongxian, profesora en la Universidad de Agricultura de China, en Pekín, asegura que un experimento realizado en la municipalidad durante meses recientes ha mostrado una ralentización drástica del proceso de fotosíntesis, según informa el diario de Hong Kong South China Morning Post. En las pruebas, el crecimiento de semillas de pimientos y tomate, que normalmente emplean veinte días en convertirse en plantas de semillero con luz artificial en un laboratorio, tardaron más de dos meses en germinar en una granja-invernadero en uno de los distritos de las afueras de Pekín. He asegura que las membranas y contaminantes que se pegan a la superficie de los invernaderos reducen la cantidad de luz que llega a las plantas a la mitad. […] La investigadora afirma que la mayoría de las plantas que germinaron eran débiles o estaban enfermas, lo cual “reducirá la producción agrícola este año”. También advierte que, si la niebla tóxica continúa o se intensifica, la producción de alimentos en China “sufrirá consecuencias devastadoras”. […] Algunas empresas están estudiando instalar equipos de iluminación artificial, y muchas granjas han incrementado de forma importante el uso de hormonas vegetales para estimular el crecimiento de las plantas, afirma el periódico.
La fotosíntesis es el proceso de base para la vida sobre la Tierra. Su intensa perturbación en regiones planetarias enteras nos indica la gravedad de la interferencia humana que está teniendo lugar en esta fase final del capitalismo a la que los geólogos nos proponen desde hace ya un tiempo llamar Antropoceno; la mortandad masiva de insectos polinizadores —comenzando por las abejas— apunta en el mismo sentido. Las cuatro quintas partes de los alimentos que cultivamos son polinizados por insectos: pero “todos ellos corren peligro” en el siglo XXI, apunta Marla Spivak, de la Universidad de Minnesota.
Para reconstruir la actualidad de hoy podríamos releer ventajosamente algunas páginas de La situación de la clase obrera en Inglaterra de Friedrich Engels: aquel reportaje y tratado sociológico de hace casi dos siglos nos situaría en un mundo muy cercano al que describe el artículo del South China Morning Post en 2014. El capitalismo en su infancia explotaba a las personas...