Día 1
Antes de hacer cualquier otra cosa, te invito a presentarte delante de Dios en oración; Él es quien abre nuestros ojos para que podamos verlo y nos transforma a través de Su Palabra.
«Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley».
Salmos 119:18
Lee la carta completa de Colosenses. Esto te permitirá tener una idea general sobre el libro que estudiaremos.
Una vez que hayas leído la carta completa, lee el capítulo 1 de Colosenses por lo menos dos veces, para que puedas familiarizarte con el texto. En tu lectura de este primer capítulo, procura contestar lo siguiente:
¿Qué palabras importantes se repiten?
¿Qué ideas se repiten?
¿Qué atributo de Dios se enfatiza o exalta?
¿Hay alguna idea que pareciera confusa?
¿Cuáles temas encuentras en el primer capítulo?
Día 2
PREPARA TU CORAZÓN
Usa este salmo para orar al Señor:
«¡Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, los que andan en la ley del Señor! ¡Cuán bienaventurados son los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan! No cometen iniquidad, sino que andan en sus caminos».Salmos 119:1-3
ANALIZA EL PASAJE
Pasaje del día: Colosenses 1:1-8 Los siguientes puntos te ayudarán a marcar el camino en el proceso de entender este pasaje.
Temas
¿Cuáles son los temas principales de este pasaje?
Estructura
¿Cuáles son las distintas partes de este pasaje?
Contexto
¿Cómo este pasaje se relaciona con los versos anteriores y los que le siguen del libro?
CRISTO EN EL TEXTO
¿De qué manera puedes ver la obra o el carácter de Cristo revelados en este pasaje?
Tema unificador
¿Cuál crees que es el tema unificador de este pasaje?
PROFUNDIZA EN SUS VERDADES
«Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre» (vv. 1-2).
Pablo comienza la carta a los colosenses con el saludo habitual de sus epístolas. Estos primeros versos nos muestran la autoría de Pablo de la carta y su posición de autoridad apostólica, y deja claro que su apostolado le fue dado por Dios. Los versos de la introducción continúan y, luego de presentarse a sí mismo, nos presenta a esta iglesia llamándolos fieles y santos en Cristo.
Pablo les llama santos porque por la obra de Cristo fueron separados del pecado y consagrados para Dios, y fieles para indicar cuál es el origen de esa separación: la fe para salvación.
Luego del saludo a sus hermanos en Cristo, en los versos 3-8, encontramos una celebración de gratitud por esta iglesia, y en el principio del verso 3 vemos a quién va dirigida: «Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo…». Con esta introducción, Pablo está reconociendo que toda la gloria y todo el mérito de lo que él dirá a continuación le pertenece solamente a Aquel de quien proviene toda dádiva, incluyendo la salvación (Ef. 2:8-9). Luego de la fuente de su gratitud nos da la razón:
«... orando siempre por vosotros, al oír de vuestra fe en Cristo Jesús y del amor que tenéis por todos los santos, a causa de la esperanza reservada para vosotros en los cielos…» (vv. 3b-5a).
Pablo celebra en ellos tres virtudes cristianas exaltadas a lo largo de la Escritura: su fe, su amor y su esperanza.
¿Qué nos enseña 1 Corintios 13:13 sobre estas virtudes?
Veamos cada una de ellas:
Fe
Lo primero que Pablo menciona sobre estos creyentes es su fe, porque apartados de la fe no hay experiencia cristiana. Escuchar a las personas decir que tienen fe es algo muy común. En medio de una situación difícil, hemos oído frases como «Tengo fe en que todo saldrá bien», «Tranquila, ten fe». La pregunta sería ¿fe en qué? ¿Fe en que las cosas saldrán como espero? ¿Fe en la misma fe? El problema que encontramos en estas frases es el fundamento de la fe.
Pero Pablo es muy específico en el objeto de esa fe, porque no tiene su valor en sí misma, sino en su objeto, y la fe de ellos era en Cristo Jesús. La salvación no viene de creer por creer ni viene de creer en un grupo de ideas o doctrinas; la salvación solo viene a través de Jesucristo, por Su muerte en la cruz por nuestros pecados. Esa es la verdadera fuente de la fe.
Amor
Ahora bien, esta fe tiene resultados. La respuesta natural del evangelio que impacta en una vida es dar frutos, y uno de los frutos más firmes...