Cómo Adam Smith puede cambiar tu vida
eBook - ePub

Cómo Adam Smith puede cambiar tu vida

  1. Spanish
  2. ePUB (apto para móviles)
  3. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Cómo Adam Smith puede cambiar tu vida

Descripción del libro

Con La riqueza de las naciones, su obra más famosa, Adam Smith ha sido considerado el santo patrón del capitalismo. Sin embargo, muy pocos saben cuánto tenía que decir el filósofo escocés sobre el comportamiento humano: sobre cómo nos percibimos a nosotros mismos, cómo nos relacionamos y qué decisiones tomamos en nuestra búsqueda de la felicidad. Smith desarrolló sus ideas sobre la naturaleza humana en una obra genial, La teoría de los sentimientos morales. La mayoría de los economistas nunca la han leído, y durante mucho tiempo el economista Russell Roberts no fue una excepción. Pero cuando finalmente se adentró en este libro del fundador de su disciplina, se dio cuenta de que probablemente se encontraba ante la mejor obra para conocerse a sí mismo que hubiera leído jamás.En Cómo Adam Smith puede cambiar tu vida, Roberts examina esta obra maestra relegada a menudo a un segundo plano y desvela el valioso tesoro de una sabiduría práctica e intemporal. La descripción que hace Smith de la naturaleza humana es tan relevante hoy como hace doscientos años. ¿Qué puede hacernos verdaderamente felices? ¿Conseguir la fama y la fortuna o el respeto de nuestros amigos y nuestra familia? ¿Se puede hacer del mundo un lugar mejor? Las inesperadas respuestas de Smith, cuando las enmarcamos en el rico contexto actual, la literatura, la historia y la cultura pop, resultan ser profundas y paradójicas, a la vez que enormemente entretenidas.

Preguntas frecuentes

Sí, puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento desde la pestaña Suscripción en los ajustes de tu cuenta en el sitio web de Perlego. La suscripción seguirá activa hasta que finalice el periodo de facturación actual. Descubre cómo cancelar tu suscripción.
Por el momento, todos los libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Perlego ofrece dos planes: Esencial y Avanzado
  • Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
  • Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Ambos planes están disponibles con ciclos de facturación mensual, cada cuatro meses o anual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¡Sí! Puedes usar la app de Perlego tanto en dispositivos iOS como Android para leer en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso sin conexión. Perfecto para desplazamientos o cuando estás en movimiento.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Sí, puedes acceder a Cómo Adam Smith puede cambiar tu vida de Russell Roberts en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Économie y Théorie économique. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2015
ISBN del libro electrónico
9788494610332
Categoría
Économie
Capítulo 1
Cómo Adam Smith puede cambiar tu vida
¿Qué significa vivir bien? La religión, la filosofía y los actuales libros de autoayuda abordan esta cuestión, pero la respuesta es escurridiza. ¿Qué significa ser feliz? ¿Tiene que ver con la riqueza y el éxito profesional? ¿Qué papel desempeña en ello la virtud? ¿Significa ser buena persona? ¿Significa ayudar a los demás y convertir el mundo en un lugar mejor?
Hace doscientos cincuenta años un filósofo moral de origen escocés se planteó estas mismas preguntas en una obra con un título tan poco atractivo como La teoría de los sentimientos morales. En este libro, Adam Smith intentaba explicar el origen de la moral y de por qué somos capaces de comportarnos con honradez e, incluso, virtuosamente en situaciones en las que obrar así entra en conflicto con nuestros propios intereses. Es una mezcla de psicología, filosofía y lo que hoy en día se llama economía del comportamiento, salpimentada además con las opiniones de Smith sobre la amistad, la búsqueda de la riqueza, la felicidad y la virtud. A lo largo de sus páginas, Smith cuenta a sus lectores qué significa vivir bien y cómo conseguirlo.
En su época el libro fue un éxito, pero actualmente La teoría de los sentimientos morales casi ha caído en el olvido, eclipsado por la reputación que obtuvo Smith con su segunda obra. Con Una investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones, publicado en 1776, Adam Smith consiguió una fama perenne y dio origen a la ciencia económica. A pesar de que hoy en día no haya muchos lectores que se acerquen al libro, La riqueza de las naciones es, sin lugar a dudas, un texto célebre, un clásico, cabría decir; pero todavía son menos los lectores que se embarcan en su otra obra, La teoría de los sentimientos morales, que es poco conocida.
Yo pasé sin leerla la mayor parte de mi carrera profesional, lo que resulta un tanto embarazoso de confesar para un economista. Se supone que debería haber leído las dos obras más importantes del fundador de mi disciplina académica, pero hasta hace poco no sabía mucho sobre La teoría de los sentimientos morales. De hecho, durante la mayor parte de mi carrera no escuché a nadie mencionar el otro libro de Adam Smith, el que no era famoso, aquel tan raro y con ese título tan poco atractivo que no parecía tener mucho que ver con la economía.
Mi actitud respecto de La teoría de los sentimientos morales cambió el día en que mi amigo Dan Klein, de la Universidad George Mason, me propuso que le hiciera una entrevista centrada en el libro en mi programa semanal de radio en podcast, EconTalk. Me pareció bien y me dije que sería una buena excusa para leerlo por fin. Tenía, además, un ejemplar que había comprado hacía unos treinta años, ya que pensaba que un economista estaba obligado, al menos, a tener en propiedad los dos libros de Adam Smith. Lo cogí de la estantería, abrí el libro por la primera página y comencé a leer:
Por más egoísta que se pueda suponer al hombre, existen evidentemente en su naturaleza algunos principios que le hacen interesarse por la suerte de otros, y hacen que la felicidad de éstos le resulte necesaria, aunque no derive de ella nada más que el placer de contemplarla.1
Cuarenta y siete palabras: un razonamiento demasiado largo para lo que se acostumbra hoy en día. Tuve que leer la frase inicial del libro de Smith dos veces para entender qué estaba diciendo: que incluso a pesar de que podamos ser bastante egoístas, nos preocupamos por la felicidad de los demás. Tiene sentido. Continué con la lectura: leí la primera página, luego la segunda y después la tercera. Cerré el libro. Segunda confesión: no tenía ni idea de lo que Smith quería decir. El libro parecía comenzar a mitad de camino. A diferencia de La riqueza de las naciones, cuya prosa resulta deliciosa y cautivadora desde el primer momento, La teoría de los sentimientos morales avanza con mucha lentitud. Empecé a ponerme nervioso: quizá no debería haber aceptado hacer la entrevista. No estaba seguro de poder hacerme una idea clara sobre el contenido del libro. Iba a quedar en evidencia y en situación incómoda, y pensé en pedirle a Dan que canceláramos la grabación.
Pero perseveré, esperando encontrar algo a lo que agarrarme. Volví a empezar por el principio. Finalmente comencé a intuir qué era lo que Smith se llevaba entre manos. Cuando tenía leído un tercio del libro, me enganché. Me lo llevé a los partidos de fútbol de mi hija y lo devoraba durante el descanso, cuando mi hija no estaba jugando. Comencé a leerles extractos en voz alta a mi mujer y a mis hijos a la hora de cenar, esperando despertar en ellos el interés por las ideas de Smith acerca de cómo relacionarse con los demás. Los márgenes del libro comenzaron a llenarse de estrellas y signos de exclamación señalando los pasajes con los que más había disfrutado. Nada más terminar el libro quería subirme al tejado y gritar al mundo entero: «¡Es una maravilla, un tesoro oculto! ¡Tenéis que leerlo!».
El libro hizo que cambiara mi forma de considerar a los demás y, lo que quizá sea más importante, cambió mi forma de considerarme a mí mismo. Smith me hizo percatarme de que nos interrelacionamos de maneras que me habían pasado desapercibidas hasta entonces. Da consejos intemporales sobre cómo debemos lidiar con el dinero, la ambición, la fama y la moral. Indica al lector dónde encontrar la felicidad y cómo relacionarse con el éxito y el fracaso materiales. También describe el camino que conduce a la virtud y la bondad y por qué es un camino por el que merece la pena transitar.
Smith me ayudó a entender por qué Whitney Houston y Marilyn Monroe fueron tan desdichadas y por qué sus muertes entristecieron a tanta gente. Me ayudó a entender el afecto que les tengo a mi iPad y a mi iPhone y también por qué nos tranquiliza hablar con extraños acerca de nuestros problemas o por qué somos capaces de imaginar atrocidades, pero rara vez las llevamos a cabo. Me ayudó a entender también por qué adoramos a algunos políticos y de qué modo la moral está inscrita en la estructura del mundo.
A pesar de que es el padre del capitalismo y escribió el libro más célebre —y quizá el mejor— acerca de por qué algunas naciones son ricas y otras son pobres, en La teoría de los sentimientos morales Adam Smith hizo gala de una elo-
cuencia inusitada sobre la futilidad de tratar de acu-
mular dinero con la esperanza de encontrar la felicidad. ¿Cómo reconciliar esto con el hecho de que nadie se haya esforzado tanto como Adam Smith para hacer del capitalismo y del egoísmo algo respetable? Esta es la madeja que trataré de desenredar hacia el final de este libro.
Además de percibir el vacío que acompaña al exceso de materialismo, Smith entendió nuestra capacidad para engañarnos a nosotros mismos, los peligros que entrañan las consecuencias involuntarias de nuestras acciones, el atractivo de la fama y el poder, las limitaciones del pensamiento racional y las causas ocultas que hacen que nuestras vidas sean tan complejas y, a pesar de ello, en ocasiones tan ordenadas. La teoría de los sentimientos morales es un libro que observa y analiza nuestras motivaciones. Pero además, como propina y casi de pasada, Smith nos cuenta cómo llevar una vida buena en el sentido más pleno de la expresión.
Los acontecimientos que marcan la propia vida de Smith son bastante anodinos. Nació en la localidad
de Kircaldy, Escocia, en 1723, unos pocos meses después del fallecimiento de su padre. A los catorce años, Smith ingresó en la Universidad de Glasgow, luego en Oxford; regresó a Escocia para impartir docencia en la Universidad de Edimburgo y en 1751 fue nombrado profesor de lógica de
la Universidad de Glasgow, donde más tarde pasó a impartir filosofía moral. Su madre y su tía soltera se mudaron a vivir con él en la casa que le proporcionó la universidad. En 1763 dejó de lado la vida académica por un empleo más lucrativo como tutor del rico y joven duque de Buccleuch.
Este cambio de rumbo debió de ser bastante drástico para Smith, que contaba entonces cuarenta años, pues le permitió observar de cerca los hábitos de vida de los ricos y famosos de su época. Durante dos años y medio, Smith viajó por Francia y Suiza con el joven duque y, en sus idas y venidas, conoció personalmente a algunos de los grandes intelectuales europeos de su tiempo, entre ellos a Voltaire, François Quesnay y Anne-Robert-Jacques Turgot. Tras su regreso del continente, pasó los siguientes diez años en Kircaldy y luego en Londres, trabajando en La riqueza de las naciones.
En 1778 se trasladó de Londres a Edimburgo para vivir allí con su madre y algunos familiares. Ese mismo año se convirtió en una de las cinco personas elegidas para desempeñar el cargo de comisario de aduanas en Escocia, y encabezó un organismo burocrático dedicado a la persecución del contrabando y a recaudar aranceles. Quien posiblemente fuera el más influyente defensor del libre comercio de toda la historia de la economía política pasó los últimos años de su vida reduciendo el flujo de bienes de contrabando y cobrando aranceles para el gobierno.
Aparte de su estancia en Europa, parece que Smith llevó lo que la mayoría de nosotros consideraría una vida insulsa. Fue lector, profesor y tutor: tres empleos que se tiende a ver como alejados de lo que podríamos llamar el mundo real. Joseph Schumpeter escribió: «Ninguna mujer, a excepción de su madre, desempeñó un papel importante en su vida: tanto en este como en otros aspectos, los atractivos y pasiones de la vida no eran para él sino materia literaria». Schumpeter exagera un poco, pero Smith nunca contrajo matrimonio. Falleció en 1790, a los sesenta y siete años.
Esa fue la vida pública de Smith, pero ¿qué hay de su vida interior? Ninguno de sus cuadernos ni diarios sobrevivieron a su muerte: solicitó expresamente que todos sus papeles íntimos fueran destruidos. A excepción de unas pocas, todas sus cartas son sobrias y están redactadas en un tono formal, hasta las que intercambió con su mejor amigo, el gran filósofo y compatriota suyo David Hume. ¿Cómo es posible que un hombre con una experiencia vital aparentemente tan limitada como Smith fuera capaz de sondear las profundidades de las relaciones humanas y arreglárselas para sacar a la luz tan penetrantes observaciones?
Sabemos que lo logró porque disponemos de La teoría de los sentimientos morales. Publicado por vez primera en 1759, el libro se reeditó en seis ocasiones, la última en 1790, el mismo año del fallecimiento de Smith, cuando llevó a cabo una revisión a fondo del texto. Cabría decir, en cierto sentido, que La teoría de los sentimientos morales fue el primer y el último libro de Smith.
Creo que he entendido por qué lo revisó al final de su vida, en una época en la que apenas estaba realizando tareas académicas serias de las que tengamos noticia. En cuanto uno comienza a darle vueltas a lo...

Índice

  1. portadaAdam
  2. portadilla
  3. creditos
  4. dedicatoria
  5. sumario
  6. Cap.1
  7. Cap.2
  8. Cap.3
  9. Cap.4
  10. Cap.5
  11. Cap.6
  12. Cap.7
  13. Cap.8
  14. Cap.9
  15. Cap.10
  16. agradecimientos
  17. bibliografia