La Atlántida al descubierto

El rostro del dios olvidado del continente perdido

Jesús Cervantes Estrada

• Editorial: ibukku, LLC
• Año: 2019
• ISBN:
  9781640864306
• Edición: 1
• Categoría: History
• Categoría: World History

Quizás en mucho tiempo no se había realizado un descubrimiento tan importante como el que aquí se muestra con imágenes, sobre lo que probablemente sea la Atlántida, el continente perdido, el que ha inspirado infinidad de leyendas, libros y películas. Del que se había pensado que solo era un mito, ya que por mucho tiempo ha sido buscado y nunca encontrado, porque no se exploró en el lugar correcto: en América.

Estas y otras teorías sobre quiénes realizaron las construcciones, su posible relación e influencia con las grandes culturas en América y Egipto, principalmente, y su desaparición hace 12 000 años, se presentan para que usted sea quien forme sus conclusiones.

Usted será testigo de lo que muchas generaciones habrían querido conocer.

Podrá ver en imágenes reales los colosales rostros de sus dioses, su increíble arquitectura, sus pirámides, sus casas, lo que podría ser una esfinge, un adoratorio con una esfera en su cúspide, la escultura gigante de lo que probablemente sea un animal extinto, sus avances tecnológicos, sus naves, en ­fin, una serie de imágenes sorprendentes, nunca antes publicadas en ningún medio de comunicación, pero sobre todo, usted puede observarlas directamente desde donde se localizan.

EL ROSTRO DEL DIOS OLVIDADO

DEL CONTINENTE PERDIDO

LA ATLÁNTIDA
AL DESCUBIERTO

Jesús Cervantes Estrada

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El contenido de esta obra es responsabilidad del autor y no refleja necesariamente las opiniones de la casa editora. Todas las imágenes fueron proporcionadas por el autor, quien es el único responsable sobre los derechos de las mismas.

Publicado por Ibukku

www.ibukku.com

Diseño y maquetación: Índigo Estudio Gráfico

Copyright © 2019 Jesús Cervantes Estrada

ISBN Paperback: 978-1-64086-429-0

ISBN eBook: 978-1-64086-430-6

ÍNDICE

Mi encuentro con la imagen del rostro del dios olvidado del continente perdido

Las teorías

El continente americano es la Atlántida

¿Son los olmecas descendientes de los atlantes?

Similitudes entre los olmecas, Quetzalcóatl y El rostro del dios olvidado

El rostro y las culturas árabes y orientales

Las dimensiones de El rostro del dios olvidado

Otras imágenes con perspectivas diferentes del rostro

Acercamiento al rostro del dios olvidado

Diferentes perspectivas de la imagen del rostro

La pirámide

Los dibujos de las imágenes

Las otras construcciones alrededor del rostro

El rostro del faraón

¿Pirámides bajo el mar?

El avión

¿Condensador en el mar?

Entrada a cueva con pilar artificial

Objetos raros en el mar

Una muralla en el mar

Mi encuentro con la imagen del rostro del dios olvidado del continente perdido

Mientras viajaba en el metro de la CDMX, me dispuse a buscar en Google Maps una dirección a la que tenía que acudir. Cuando terminé, y por tedio, comencé a explorar el golfo de México. Después de varios minutos vi algo que llamó mi atención: un trazo semejante al símbolo del número dos arábigo (2) en el fondo del mar. Como no lo podía creer, fui agrandando la imagen con el zoom para ver qué era y conforme me iba acercando ese número dos se dispersó y desapareció, pero en su lugar observé algo parecido a un rostro humano con barba y bigote. Pensé que podría tratarse de alguna ilusión óptica o una pareidolia.

Al llegar a casa, usé Google Earth para visualizar la imagen con más detalle y desde diferentes ángulos, incluso en 3d noté que no variaba, al contrario aparecían más detalles que no había visto. De inmediato, supuse que algo así ya había sido descubierto por lo que averigüé por internet y otros medios, si existía alguna publicación referente a esta imagen, pero hasta el momento no he encontrado información. Proseguí analizándola pensando en que solo era una casualidad y que podría ser producto de la naturaleza. Sin embargo, el rostro no estaba hecho de una sola estructura, sino que se componía de varias edificaciones diferentes que en conjunto lo formaban, además de que existían alrededor otras edificaciones, por lo que deduje que pudiera tratarse de algo más complejo como una ciudad, y el rostro era parte de un centro ceremonial religioso. Como quise conocer su tamaño, utilicé las herramientas de Google Maps y no podía creer que midiera 1.04 km de ancho por 1.77 km de largo.

Este magnífico descubrimiento, avivó mi curiosidad y me llevó a continuar investigando. Sin embargo, conforme se me revelaban más detalles, más dudas me generaba su veracidad por lo que decidí mostrársela a familiares y amigos para confirmar que se trataba de un rostro y que no era el único que lo veía, por fortuna todos llegamos a la misma conclusión.

Por supuesto que sentí que me había sacado la lotería sin comprar un billete en junio de 2018, un golpe de suerte, pues no podía creer que existiera una estructura enorme en forma de rostro humano sumergida en el mar, tan perfectamente conservada y definida. Pero ¿a quién pertenecía?, ¿quiénes la habían construido?, ¿por qué se encontraba en el fondo del mar?, ¿será una construcción muy antigua?

Supongo que en algún momento debió estar en la superficie y posiblemente quedó bajo el mar después de la última glaciación o de una gran catástrofe, como lo mencionan muchos textos antiguos, ¿podría ser la Atlántida, el continente perdido? La posibilidad de que sea la Atlántida es alta, ya que existen investigadores que la sitúan en lo que hoy conocemos como el continente americano, por lo que no dudo que las imágenes mostradas páginas más adelante pertenezcan al tan buscado continente perdido.

Después de entender lo importante que podría ser este hallazgo, traté de darlo a conocer al público por medio de las redes sociales. Así que publiqué las imágenes, pero no hubo respuesta, ni se compartieron en las redes. A los pocos que las vieron, o no les llamó la atención o no entendieron lo que eran. Lo mismo pasó con los medios de comunicación (periódicos y noticieros de tv), no les interesó, es más, ni siquiera revisaban la información que les enviaba o llevaba, en el más cercano de los casos quedaron en comunicarse, pero nunca lo hicieron. Mandé fotos a noticieros y a expertos, pero no contestaron. Por tal razón decidí escribir este libro para dar a conocer estas maravillas y que no permanecieran en el olvido.

Al analizar más detenidamente el rostro y las edificaciones que se encuentran alrededor, supuse que el rostro formó la parte principal de un centro ceremonial de una cultura muy avanzada, que debió sucumbir tras una enorme catástrofe mundial (que los inundó y sumergió bajo las aguas), acabando casi con todo vestigio...