Capítulo 1
La transición epidemiológica
El economista de Oxford, Max Rosen (5), sobre la base de documentos fuentes reconstruyó la expectativa de vida en Londres desde 1547 a la actualidad (Gráfico 1). En los gráficos publicados en el sitio Our World In Data se observa que hasta el año 1800 la expectativa de vida era de aproximadamente de 40 años.
Gráfico 1. Esperanza de vida al nacer en el Reino Unido, 1543-2015
Fuente: OurWorldInData.org.
A partir del siglo XIX hasta la actualidad, se comienza a incrementar hasta casi duplicar la expectativa de vida.
Varios factores han influido en esta mejoría de la sobrevida de las poblaciones: la lucha contra las epidemias, las vacunas y posteriormente la aparición de los antibióticos en el siglo XX. También incidieron la urbanización, las cloacas, el agua corriente, la educación y las ciencias. Esta misma tendencia se observa en los países europeos y en el resto de las ciudades de los distintos continentes, en algunos países de manera más acentuada que en otros (Gráfico 1 y 2).
También la mortalidad infantil (Gráfico 3) acompaña y desciende globalmente en este período. La mortalidad materna desciende drásticamente; en algunas regiones del mundo hace cien años la mujer tenía una probabilidad mayor al 50% de morir durante el parto.
Gráfico 2. Esperanza de vida por regiones, 1770-2015
Fuente: OurWorldInData.org.
Gráfico 3. Mortalidad infantil, 1751-2013
Fuente: OurWorldInData.org.
También se produce el descenso de enfermedades epidémicas y endémicas. Por ejemplo, las muertes producidas por malaria, desde el 2010 al 2015 se redujeron a la mitad (Gráfico 4).
Gráfico 4. Muertes por malaria por región, 2000-2015
Fuente: OurWorldInData.org.
El sida, producido por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es aún una enfermedad que amenaza a las sociedades, sin embargo, la aparición de los medicamentos antirretrovirales disminuyó significativamente la mortalidad. Esta mayor sobrevida de los pacientes aumenta la prevalencia de la enfermedad, que se controla con las campañas de prevención, la detección precoz y el acceso al tratamiento, donde debe intervenir el Estado (Gráfico 5).
Gráfico 5. Número global de muertes relacionadas con el sida, nuevas infecciones y personas viviendo con VIH, 1990-2015
Fuente: OurWorldInData.org.
En conclusión, la mortalidad por enfermedades transmisibles disminuye en todas las regiones del mundo con diferentes impactos. Esto implica que ante la mayor sobrevida de las poblaciones, las enfermedades degenerativas ocupen los primeros lugares en las causas de mortalidad, y las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad con más del 30% de las muertes. Esta modificación de la incidencia de enfermedades, que relega a las enfermedades transmisibles como la primera causa de muerte se denomina transición epidemiológica (Gráficos 6 y 7).
Gráfico 6. Esperanza de vida en la población mundial en 1800, 1950 y 2012
Los países están ordenados en el eje X de forma ascendente según la expectativa de vida. El gráfico contiene datos de casi todos los países, aunque no todos estén etiquetados.
Fuente: OurWorldInData.org.
Un dato importante de la observación es que algunas de las acciones sanitarias dirigidas a poblaciones que se utilizan para las enfermedades transmisibles no tienen la eficacia necesaria para combatir las enfermedades degenerativas. Por ejemplo, las campañas de prevención son imprescindibles, pero no son suficientes.
En el caso de las enfermedades transmisibles existe un efecto que podríamos llamar en forma didáctica “solidario”, por el que, cuando se alcanza el 70% de la población inmunizada para una enfermedad en forma sostenida, se logra con el tiempo un descenso de la morbimortalidad de la enfermedad hasta su desaparición; es decir, los inmunizados favorecen a los no vacunados. Este efecto “solidario” no aparece en el tratamiento de las enfermedades degenerativas.
Para lograr mayor sobrevida y menor morbilidad en estas patologías, como las enfermedades cardiovasculares, oncológicas y respiratorias, es imprescindible mejorar la accesibilidad del paciente al sistema de salud, para tener un seguimiento precoz del riesgo individual y establecer las estrategias de prevención primaria, prevención secundaria, acceso y adhesión a la medicación. Recordemos que patologías como la hipertensión arterial, un factor de riesgo mayor para las enfermedades vasculares, transcurren durante años de forma asintomática. A esta enfermedad se la denomina en forma didáctica la enfermedad de las mitades: la mitad de la población no sabe que es hipertensa, y, de los que saben, la mitad está con un tratamiento insuficiente o baja adhesión a la medicación (Gráfico 7).
Gráfico 7. Principales causas de muerte en la Argentina
Fuente: DEIS. Estadísticas vitales 2017.
Otra información para tener en cuenta es que así como el desarrollo contribuye a la disminución de las enfermedades transmisibles, no es así en las patologías que componen la mayor mortalidad en la transición epidemiológica. Los países con mayor desarrollo tienen mayor porcentaje de muertes por enfermedades cardiovasculares que los países subdesarrollados, y poseen una media más alta que la media mundial (Tabla 1) (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8).
Tabla 1. Epidemia cardiovascular. Número de muertes de origen cardiovascular global
| Todas las causas (en millones) | Enfermedades cardiovasculares (n) | Enfermedades cardiovasculares (%) |
| Países desarrollados | 12 | 5,3 | 44 |
| Países en desarrollo | 40 | 10 | 25 |
| Total en el mundo | 52 | 15,3 | 29 |
Fuente: OMS, Informe sobre la salud en el mundo 2010, Ginebra.
| Pilares para la transición epidemiológica - Conocimiento
- Accesibilidad
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Bibliografía
1. Centro de Investigaciones Sociológicas. España 2015. Situación Social. Madrid, Cristóbal Torres Albero Editor, 2015.
2. Guías ACC/AHA/ASNC para el uso clínico de imágenes cardíacas radioisotópicas. Circulation 2003;103:1044-1418).
3. OMS. Informe sobre la salud en el mundo, 2010.
4. OMS. Enfermedades no transmisibles, nota descriptiva, enero de 2015. Disponible en htt...