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¿POR DÓNDE EMPIEZO?
OBJETIVO DEL CAPÍTULO: Conocer el contexto de la formación, identificar las necesidades formativas y priorizarlas valorando su efecto en el proceso de aprendizaje.
1. SITUÁNDONOS
Hay un fenómeno que no deja de llamarme la atención cuando alguien se encuentra ante el reto de impartir una acción formativa, sobre todo la primera vez o las primeras veces. Es algo que se repite de forma recurrente.
Me refiero al síndrome «cuanto más, mejor», que consiste en acumular compulsivamente cualquier tipo de información sobre la materia que vas a impartir; toda la información que puedas en el formato que sea (libros, artículos, recortes, apuntes, páginas web, etc.); cualquier cosa que consideres que tiene una relación directa o indirecta con el tema que vas a dar y que crees que te podrá venir bien en algún momento.
Si el síndrome «cuanto más, mejor» es una de las peores trampas que nos podemos tender a nosotros mismos, sus efectos son demoledores cuando se mezcla con el «por si acaso», similar a preparar dos maletas de veinte kilos de equipaje para pasar un fin de semana.
Al final, te encuentras con más información de la que puedes digerir, y el resultado es un empacho nada agradable. La imagen de tu sitio de trabajo lleno de libros y apuntes por todos lados no es nada alentadora. La acumulación de materiales físicos o digitales termina por resultarnos abrumadora. Le pegas un bocado a uno, luego vas a otro, mordisqueas, engulles y ni te enteras de lo que estás comiendo. Al final, terminas con una sensación de bloqueo que se convierte en angustia cuando te das cuenta de que el coste de tiempo y energía de esta estrategia acumulativa es mucho mayor del que te puedes permitir.
La creencia «cuanto más sepa, más seguridad tendré» puede llevarnos a devorar información sin masticarla y sin saber muy bien para qué. A ver, por supuesto que cuanto más conocimiento tengo sobre algo más seguro me sentiré, pero sobre todo si sé utilizarlo. Además, normalmente no tenemos tres meses de dedicación exclusiva para preparar y facilitar una formación, así que tenemos que optimizar tiempo, recursos y energías, y empezar a acumular contenidos no es la mejor estrategia... como tampoco es lo mejor empezar haciendo el PowerPoint, aunque de esto hablaremos más tarde. Pero vamos, queda dicho. Tampoco empieces haciendo el PowerPoint, por favor.
A lo largo de los siguientes capítulos vamos a tratar de establecer una secuencia de trabajo óptima. Es importante que te enfoques en cada una de sus fases que respetes los tiempos de trabajo y que tengas en cuenta los solapamientos pertinentes que se darán entre ellas, de forma natural, en el proceso.
La secuencia que vamos a desarrollar es sencilla y estará pautada:
En este capítulo empezaremos por el primer punto… ¡Vamos allá!
2. ¿QUIÉN TE LLAMA? ¿PARA QUÉ TE LLAMAN?
El contexto es la referencia
Nuestra primera tarea será conocer cuál es el contexto en el que vamos a desarrollar nuestra acción formativa.
Plantilla: Contexto y condiciones de contorno
El contexto de la acción formativa vendrá determinado por las circunstancias que desencadenan el proceso formativo y las personas que participarán en él (promotores, gestores y alumnado), además del momento y el entorno en los que ejecutaremos la formación.
A veces, para determinar el contexto de la formación solo tendrás que hacer una simple llamada o reunión por videoconferencia; otras tendrás que ir al lugar de trabajo del cliente. La naturaleza del encargo te indicará cuál de estos movimientos será el más adecuado.
También es posible que el encargo que te estén haciendo ya lo hayas realizado otras veces, así que de manera intuitiva podrás esbozar el contexto de esa formación, ¡PERO OJO!, no es igual «suponer» que «saber»: si supones las cosas es porque las imaginas, y si las sabes es porque las conoces fehacientemente, y créeme: las suposiciones en formación son un error fatal.
También puede ocurrir que cuando trates de conocer el contexto de la formación consigas muy poca información útil, bien porque no te la den, bien porque no la conozcan. Todo puede pasar, así que tranquilidad, ya verás como al final cualquier detalle que captures, por muy intrascendente que parezca a priori, puede resultarte de gran utilidad.
¿Quién te llama?
Responder a esto puede parecer evidente, pero las cosas que parecen evidencias, mientras lo parezcan, son otra forma más de suposición.
¿Quién te hac...