
- 74 páginas
- Spanish
- ePUB (apto para móviles)
- Disponible en iOS y Android
eBook - ePub
La devoción del rosario
Descripción del libro
La devoción del rosario es un auto sacramental atribuido a Lope de Vega. Siguiendo la estela de este subgénero, se articula como un texto teatral de profunda raigambre católica y enseñanza moral, en este caso articulado al uso del rosario cristiano en la Península Ibérica.
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Información
Categoría
LetteraturaCategoría
Critica letterariaJornada segunda
(Salen ARCHIMA AMET y SULTÁN, moros.)
ARCHIMA ¿Qué hacen esos esclavos?
SULTÁN Apenas el sol los ve.
ARCHIMA ¿Y los papas que compré?
SULTÁN Esos blasonan de bravos.
ARCHIMA Hazles peor tratamiento
que a los demás.
SULTÁN Su paciencia
les sirve de resistencia
y de humilde sufrimiento.
ARCHIMA Si te digo la verdad,
sultán, no hay noche ninguna
que en sueños no me importuna
alguna sombra o deidad.
Que Antonio siga hasta tanto
que se vuelva moro, y de esto
anda triste y descompuesto,
y aun después que me levanto,
suele aquesta misma sombra
la imaginación cansarme.
SULTÁN ¡Extraña cosa!
ARCHIMA Y mostrarme
tantas, que el alma me asombra.
(Salen LUCIFER y SATANÁS.)
SATANÁS ¿No hemos de salir con esto?
LUCIFER O no ser yo quien soy
o le habemos de ver hoy
el traje africano puesto.
SATANÁS Cuentas que da cada día
de su devoción a Dios
han hecho que de los dos
no aproveche la porfía.
Llega, y al dueño tirano
este pensamiento infunde
para que en su mal redunde.
LUCIFER ¿Cómo no quieres, villano,
castigar aquel Antonio
hasta que deje su fe?
ARCHIMA De que ya le castigué
su sangre da testimonio.
LUCIFER Apriétale hasta que deje
la ley de Cristo.
ARCHIMA Sí haré.
SULTÁN ¿Con quién hablabas?
ARCHIMA No sé.
LUCIFER Dale, aunque al cielo se queje.
ARCHIMA Hoy, sombra, cualquier que seas,
palabra te doy de hacer
que muera o se ha de volver
a la ley que tú deseas.
Vete en buen hora al lugar
que tienes en tierra o cielo.
LUCIFER No hay en el cielo ni suelo
donde me dejen estar
si entre vosotros no estoy
o con los indios resido,
pues el cielo que he tenido,
el ser que en efecto soy,
no me duró sola un hora;
era corto para mí:
que como cedro subí
y amanecí como aurora.
(Vase.)
SULTÁN ¿Qué tienes?
ARCHIMA No sé, sultán.
Saca luego de los hierros
aquesos cristianos perros
por quien tormento me dan.
SULTÁN Voy.
ARCHIMA Camina.
SULTÁN Aguarda un poco
y lo que pasa verás.
(Vase SULTÁN.)
ARCHIMA Sombra, ¿qué pretendes más,
si no es que me vuelva loco?
¡Vive Alá, papa cristiano,
cualquier que seas, que hoy
has de morir, pues estoy
más esclavo de un tirano
por ti que lo estoy de mí!
(Salen SULTÁN, FRAY ANTONIO, COSME y MARCELA, los tres cautivos.)
SULTÁN Hoy, perros, pienso mataros.
Que quiere ver azotaros
Archima Amet aquí.
ANTONIO Con acabar nuestra vida
acabarás nuestra pena.
ARCHIMA ¿Es buena esta vida?
ANTONIO Buena,
y más si es por Dios sufrida.
ARCHIMA Deja, Antonio, esa locura;
adora en Mahoma y mira
que te amenaza su ira.
ANTONIO ¡Virgen santa, Virgen pura,
Virgen más clara que el sol,
favoreced vuestro esclavo!
SULTÁN Préciase el perro de bravo
más que si fuera español.
¡La ropa fuera ya, perros!
Tiéndanse en tierra.
(Desnúdanse y échanse de bruces.)
COSME ¡Ay de mí!
Padre Antonio, que por ti
vine a verme en estos hierros.
ANTONIO Diga, hermano, que por Dios.
COSME ¿Quién le metió que yo fuese
con él a Sicilia y viese
tanto mal para los dos?
¿No me estaba yo muy bien
en mi santa portería,
donde a mis horas comía,
donde cenaba también?
¡Ay mi huerta de San Marcos!
¡Ay mi santo refectorio!
ANTONIO Otro más raro es notorio
le espera y mil triunfos santos,
donde cenará algún día
a la mesa del Cordero.
COSME Así, padre, en Dios lo espero
pero como yo comía
tan libre de aquestos hierros
en mi refectorio a ratos,
cercado de tantos gatos,
muérome entre aquestos perros.
ANTONIO Ya, hermano, yo estoy desnudo.
SULTÁN Tiéndase, pues.
COSME ¿En qué cama?
ARCHIMA ¿Cuándo te cansarás? Llama
dos calabres...
Índice
- La devoción del rosario
- Copyright
- PERSONAS
- Jornada primera
- Jornada segunda
- Jornada tercera
- Sobre La devoción del rosario