Análisis de políticas públicas:
eBook - ePub

Análisis de políticas públicas:

Teoría y casos

José Luis Méndez Martínez

Compartir libro
  1. Spanish
  2. ePUB (apto para móviles)
  3. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Análisis de políticas públicas:

Teoría y casos

José Luis Méndez Martínez

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

Tras 25 años de desarrollo, el campo de estudio de las políticas públicas ha ya alcanzado un importante desarrollo en México. Este libro reúne 14 textos que muestran buena parte del trabajo de investigación que el autor ha desarrollado en esta área a lo largo de los últimos 30 años, por lo que ofrece un buen mirador para observar la evolución de esta disciplina en nuestro país.De esta obra es posible extraer tres conclusiones: las políticas públicas son procesos complejos e iterativos; se pueden explicar mejor si se toma en cuenta la interacción entre el contexto y los actores, y, en el caso de México, muestran la histórica debilidad institucional del Estado.

Preguntas frecuentes

¿Cómo cancelo mi suscripción?
Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
¿Cómo descargo los libros?
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
¿En qué se diferencian los planes de precios?
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
¿Qué es Perlego?
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
¿Perlego ofrece la función de texto a voz?
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¿Es Análisis de políticas públicas: un PDF/ePUB en línea?
Sí, puedes acceder a Análisis de políticas públicas: de José Luis Méndez Martínez en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Politics & International Relations y Public Policy. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2015
ISBN
9786074628920
1. MODELOS DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL EN AMÉRICA LATINA[1]
INTRODUCCIÓN
Este texto está orientado a proporcionar una visión breve pero integral de lo que es y ha sido América Latina. La discusión sobre América Latina ha implicado, a lo largo de la historia, una variedad de interpretaciones y en este texto se presentan las más recientes. Empero, el conocimiento de la región no puede partir de ellas: ha de implicar un rodeo (inherente, por lo demás, a cualquier conocimiento verdadero). Ello debido a que, si se requiere entender y juzgar las diversas interpretaciones y, eventualmente, arribar a una posición propia, resulta indispensable tener antes un mínimo conocimiento, primero, de los problemas generales del área y de su estudio; luego, del marco físico-geográfico que la constituye y define; y, finalmente, de los hechos y procesos fundamentales que en ella han tenido lugar, cuando menos a partir de la Colonia. Después de esto podrá venir el análisis histórico y teórico de las posturas interpretativas más recientes, en el cual, evidentemente, se volverá a las ideas inicialmente expuestas para ampliarlas o discutirlas, y poder así acercarse a un diagnóstico colectivo y más elaborado de la evolución reciente y de los problemas generales de la zona.
VISIÓN GENERAL DE LOS PROBLEMAS DE AMÉRICA LATINA Y SU ESTUDIO
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), 1983 fue, en la economía, el peor año para América Latina en el último medio siglo. El Producto Interno Bruto (PIB) per capita bajó 5.6%. Este hecho parte de una tendencia iniciada desde principios de la década de 1980 y significó un retroceso histórico de varios años, que, incluso, llegó a preocupar seriamente a los países más desarrollados por sus posibles repercusiones en el orden internacional. Así, parece claro que en la década de 1980 se firmó el acta de defunción de esa utopía tecnocrático-desarrollista a la que América Latina se aferraba con tesón. La limitada perspectiva regional ha aparecido, quizá, más clara que nunca: enorme deuda, enorme dependencia, enorme desigualdad, enorme dificultad para la diversificación y reactivación económica, enorme carencia de divisas y recursos, etcétera.
Empero, 1983 fue, en realidad, un año paradójico: pese al retroceso económico, se dio cierto avance político. En este sentido, parte de América Latina parece haber ya reconocido lo engañoso del argumento de Hobbes, según el cual la única opción efectiva es la dictadura. Con todo, puede afirmarse que la sombra del Leviatán, oculto tras la crisis, sigue oscureciendo el futuro latinoamericano. Los nuevos procesos democráticos se han dado en medio de agudos conflictos internos y regionales, lo que a estas alturas simplemente corrobora la fragilidad tradicional de nuestra democracia. Ya Tocqueville decía que ésta sólo puede mantenerse cuando es una democracia social y que el peligro político puede ser mayor cuando se avanza y luego se retrocede, que cuando simplemente no se avanza.
Estamos en una crisis económica, pero también en una encrucijada política. Actualmente hay quienes han vuelto sus ojos hacia la llamada “democracia burguesa”, aunque ahora ya desencantados respecto de lo que no les podía ofrecer. Nuestra experiencia reciente ha puesto de moda la palabra “realismo”. No obstante, ante la lejana posibilidad de un reajuste económico-expansivo y no recesivo como el actual, también están los que esperan que la prolongación de la crisis les brinde una nueva oportunidad, o aquellos otros que se inclinan por recordar aquella frase famosa en el 68: “seamos realistas, pidamos lo imposible”. Ante todo esto, cabe preguntarse: ¿se logrará imponer el nuevo ciclo democrático? ¿Se abrirá un ciclo revolucionario o acaso un nuevo ciclo militar? En fin, ¿es, de verdad, América Latina un fracaso?
Estas preguntas parecen ser más bien verdaderos enigmas y quizá lo que tengamos que hacer es volver a enfrentar con la mayor lucidez e independencia posibles las grandes preguntas, las más difíciles y fundamentales, como ¿qué es América Latina? ¿En qué medida podemos identificarla, entenderla como un conjunto físico-humano específico con rasgos muy propios y localizar su estadio presente? ¿Podemos, como diría Gramsci, encontrar el sentido de “lo latinoamericano”, la forma concreta en que cristaliza la civilización occidental en la región? ¿Podemos, entonces, formular acaso algún tipo de proyecto histórico adecuado al área, que, a la vez que capte sus rasgos actuales, la empuje hacia adelante?
Como bien ha dicho González Pedrero, muchos de nuestros contratiempos han sido producto de nuestro obstinado desconocimiento del pasado.[2] Por ello, antes que nada hemos de volver a él, recurrir a una historia de América Latina lo más integral posible, dispuesta a rescatar sin temores ni compromisos sus rasgos verdaderos; una historia que, en la medida de lo posible, permita a cada latinoamericano reconocerse tal cual es, con sus semejanzas y diferencias entre sí y respecto a otros, para luego poder entablar un diálogo entre los hechos y las metas. La historia —se ha dicho— es la memoria y la conciencia del ser humano, y hoy día su importancia ha rebasado incluso los marcos regionales para adquirir una relevancia universal. Actualmente parece ya claro que el anterior orden se rompe y todo indica que pronto tendremos una nueva estructura internacional.
Empero, no cabe duda que, en América Latina, la historia halla bastante difícil su labor. En primer término, resulta ya problemático hablar de la región como unidad clara: cuando miramos con cuidado aparecen muchas latinoaméricas. En segundo lugar, el tiempo de la zona siempre ha sido lento, acompasado, como si las remanencias acabaran siempre triunfando sobre el cambio, como si el tan denegado pasado fuera, como decía Marx, una eterna pesadilla sobre el cerebro de los vivos o, en palabras de Kott, como si nuestros muertos se negaran a morir, obligándonos a dar sentido a sus fracasos. En tercer lugar, el latinoamericano ha de quedar enfrentado siempre a una variedad de interpretaciones sobre lo que es y ha sido, las cuales, a veces, más bien lo confunden que sitúan.
Con todo, como ha dicho Carr, la historia, máxime si quiere aportar alguna orientación, está hecha de generalizaciones más o menos fundamentadas sobre las sociedades, su espacio y su tiempo, y lo más probable es que siempre lo esté, ya que bien se ha comprobado la inexistencia de verdades absolutas.[3]
En este sentido, tomando en cuenta que la historia es un estudio movible del movimiento, para América Latina valen algunas generalizaciones. En primer lugar, la mayoría concuerda en que el eje de la historia latinoamericana ha sido su situación dependiente. Ésta se ha prolongado en el área debido a la relación desigual que, desde un principio, se estableció entre el viejo y el nuevo mundo, y por la naturaleza específica de las regiones que entraron en contacto. Así, a partir del siglo XIX se empezó a notar con claridad la existencia de dos Américas, producto de dos Europas. Por un lado, Norteamérica, una zona relativamente vacía, fue colonizada por puritanos ingleses que emigraban buscando libertad para la práctica de su fe y que eran miembros de una potencia en ascenso (Hegel dirá que el protestantismo, al ser una doctrina que rige la vida entera de los hombres, generó un clima de confianza entre los colonos ingleses).
Por otro lado, América Latina fue conquistada por españoles ansiosos de riquezas, miembros de una nación tradicionalista, misionera, fuertemente jerárquica y católica, religión que, según la misma observación de Hegel —valiosa, sobre todo por lo sugerente—, no sería por entero aplicable a la vida y que, por lo tanto, habría fomentado más bien la desconfianza; una actitud que, como lo han señalado algunos estudiosos de nuestras elites políticas, se lleva muy bien con las fuertes y personalistas lealtades hacia un líder o una camarilla, así como con la pasividad política.[4]
De esta forma, puede decirse que, desde el momento mismo de la conquista, se empezó a formar esta larga cauda de atraso económico, autoritarismo y patrimonialismo políticos. En fin, esa heterogeneidad estructural, esa fragmentación, división constante, que fue expresada y reproducida por el fuerte centralismo, por esa suerte de Estado sin sociedad que, según Octavio Paz, fue la Colonia y que, al romperse, dejó a las naciones latinoamericanas a la deriva y a sus pueblos —sin experiencia política alguna— desligados interiormente. De esta suerte, la independencia no podía llevar más que a la desintegración; ...

Índice