!Basta!
eBook - ePub

!Basta!

Pilar Rahola, Ana Mata Buil

Compartir libro
  1. 224 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

!Basta!

Pilar Rahola, Ana Mata Buil

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

La tolerancia de Occidente con las dictaduras y la opresión de la mujer, la connivencia con Qatar y el dinero del petróleo, la incapacidad de denunciar el islamofascismo…Este es un libro para señalar los errores, para sacarnos los colores de vergüenza y ayudar a poner fin, de una vez por todas, a tanta estupidez, tanta tontería, tanta inoperancia, tanta incapacidad. Cinco años después de La República islámica de España, un grito de alerta y advertencia de la necesidad de reaccionar ante el islamismo radical, este reto totalitario ha tomado proporciones gigantescas. Y Pilar Rahola lanza otro grito: ¡Basta!

Preguntas frecuentes

¿Cómo cancelo mi suscripción?
Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
¿Cómo descargo los libros?
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
¿En qué se diferencian los planes de precios?
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
¿Qué es Perlego?
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
¿Perlego ofrece la función de texto a voz?
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¿Es !Basta! un PDF/ePUB en línea?
Sí, puedes acceder a !Basta! de Pilar Rahola, Ana Mata Buil en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Sozialwissenschaften y Aus- & Einwanderung. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Editorial
RBA Libros
Año
2015
ISBN
9788490566718

¡BASTA!

INTENCIONES

Este libro nace de la fatiga. De la fatiga, de la impotencia y de la contrariedad, y quizá también de la rabia. Y nace de todos esos sentimientos negativos porque, a pesar de los años de avisos, de alertas, de signos muy evidentes de las maldades que iban a ocurrir, las reacciones no llegaron. Durante años se ha dejado que la serpiente incubara sus huevos letales, y ahora tenemos a los cachorros dentro de casa. Los tenemos en habitaciones solitarias, donde navegan por las redes del mal, buscando una épica que les dé un sentido vital; los tenemos en las cocinas de sus madres, donde siguen instrucciones precisas y buscan materiales con los que poder construir un artefacto mortífero; los tenemos en los rincones de los templos donde reinan los dioses que no aman a los seres humanos; los tenemos entre nosotros, pero ya no son de los nuestros, privados definitivamente de la razón y de la civilización, habitantes aguerridos del territorio oscuro del fanatismo.
Cuando publiqué La República islámica de España (RBA, 2011), mi primer libro sobre el fenómeno del islamismo radical (que muchos autores denominamos islamofascismo), hice esta reflexión:
Reaccionar pronto es tan necesario como urgente. Y esta es la intención del libro: dar prisa para que el debate no desaparezca a la sombra de la ignorancia, no se diluya en la retórica de la corrección ni se oculte tras la máscara del miedo. O hablamos, analizamos, debatimos y conocemos, o no tenemos ni idea de lo que se nos viene encima...
Por desgracia, fue profético. Continuamos pasando por alto la capacidad mortífera del fenómeno, nos diluimos en la comodidad de la corrección política y dejamos que el miedo impusiera su regla más preciada: la pasividad. Cinco años después de la publicación de ese libro, las cosas han empeorado: el reto totalitario ha adquirido proporciones gigantescas; han muerto miles de personas de la manera más atroz; la amenaza yihadista se ha instalado en el corazón de nuestra casa; y Occidente... se ha echado una larga siesta, cómodamente tumbado en la paja. Y mientras dormíamos el sueño de los inútiles, el enemigo de la humanidad ha conquistado tierras y mentes, y nos ha declarado abiertamente la guerra.
Por eso, me ha parecido necesario escribir este segundo libro, que se añade a los de otros compañeros que claman al mismo cielo, quizá con la misma falta de suerte. Es un libro pensado para señalar los errores, para sacarnos los colores y añadir un granito de arena con la intención de poner fin, de manera definitiva, a tanta estupidez, tanta tontería, tanta inoperancia, tanta incapacidad. Setenta años después de la Segunda Guerra Mundial, todavía late intacto el espíritu de apaciguamiento de lord Chamberlain, quien firmó un infame Pacto de Múnich, gracias al cual Hitler se anexionó los Sudetes. Que aquel político nefasto estuviera nominado al Premio Nobel de la Paz dice cosas muy reveladoras: la primera, que no hacer frente a los retos totalitarios ha sido una tendencia recurrente y cómoda para muchos políticos y dirigentes a lo largo de la historia; y la segunda, que no siempre las grandes instituciones europeas están a la altura, más bien al contrario...
Basta. Hay que decir basta. Basta de ser timoratos, de ser miedosos, de no ser claros. Basta de emular la actitud de Chamberlain, cuando es evidente que el referente es Churchill. Con el totalitarismo no existe el debate, ni el pacto, ni el apaciguamiento. Al totalitarismo no se le convence, se le vence. Y para vencerlo es imprescindible tener claro qué es, dónde estamos, en qué nos equivocamos y de qué forma debemos defendernos. Es decir, hay que hablar claro, poner fin a la confusión y reaccionar con firmeza. Y debemos lograr todo eso mientras preservamos la democracia.

UNA PREVIA

CIVILIZACIÓN CONTRA BARBARIE

El problema de los cristianos es que no son tan buenos como Jesucristo. Pero gracias a Dios, la mayoría de los musulmanes son mejores que Mahoma.
WAFA SULTAN, psiquiatra y
escritora siria amenazada de muerte
Ser mejor que Jesucristo, que Mahoma, ser mejor que todos los profetas de todas las religiones de todos los tiempos. Esta es la idea racionalista que la psiquiatra siria Wafa Sultan lanza con valentía desde la fuerza de su identidad musulmana. Ha elegido reflexionar sobre el islam de modo crítico, y eso le ha costado persecución, amenazas y finalmente el exilio. Como muchas otras mujeres y otros hombres musulmanes que se han plantado ante la locura totalitaria, su biografía es la crónica de un alto riesgo que la acompaña vaya donde vaya, porque está claro que si la encuentran, la matarán. Es el precio por ser una mujer musulmana libre, y eso, en este momento de arrebato violento, se puede pagar con la vida.
Si hablo de ella al principio de este libro es porque Wafa representa, junto con otras personas admirables, el paradigma de lo que sería el primer error que cometemos en el análisis del fenómeno islamista que nos ataca: la idea de que lo que estamos viviendo y sufriendo es un choque entre civilizaciones o religiones, o directamente, un choque entre el islam y Occidente. Cuántas veces se oye el comentario de que es una cuestión de evolución, que el islam va unos siglos por detrás de nosotros, que a medida que se civilicen cambiará, etcétera. ¡Bobadas! Bobadas que hay que desestimar.
Así pues, con el fin de comprender de una vez por todas a qué nos enfrentamos, debemos dejar atrás los tópicos y prejuicios recurrentes que adornan la ignorancia generalizada en la materia. Y lo primero que hay que hacer es, precisamente, interrogarnos acerca de con quién nos enfrentamos. Lo plantearé en forma de preguntas y respuestas:
1. ¿El islam es el enemigo? En absoluto. El mismo islam, que es una amalgama de pueblos y de identidades diversas que incluye más de 1.400 millones de personas, sufre más que nadie el reto totalitario del islamismo, un concepto que no es religioso, sino político e ideológico. Aunque los textos del islam no son dialécticos y dificultan la posibilidad de ser interpretados —dado que se considera que fueron «revelados» y, por lo tanto, son inamovibles—, toda religión puede mostrar su cara luminosa y nada la hace incompatible con la modernidad. La larga tradición de estudiosos coránicos nos ha dotado de centenares de pensadores que interpretan el Corán desde el respeto a los derechos, tal como han hecho, a lo largo de los siglos, las otras religiones monoteístas. Nada impide que la religión musulmana pueda vivirse con la mentalidad del siglo XXI, pese a que los guardianes bélicos de la fe que nos ataquen quieran devolverla al siglo VIII. La prueba de ello son los millones de musulmanes que así lo consideran.
De lo contrario, ¿qué haríamos con todos los musulmanes que se juegan la vida precisamente por adaptar el islam a la modernidad? ¿Los condenaríamos al ostracismo? ¿Dejaríamos que los fanáticos y los degolladores y los asesinos de masas monopolizasen la idea del islam? Y por si todavía no queda claro, quizá valga la pena recordar algún dato histórico: durante muchos siglos, el islam fue una tierra más amable que la propia Europa. El paradigma es el pueblo judío, que mientras era perseguido con brutalidad en Occidente, vivía en paz y prosperidad en las tierras del islam.
Es decir: lo que está ocurriendo no es el proceso «natural» de una religión arcaica que evoluciona lentamente. Lo que ocurre es lo contrario: una regresión a causa de la aparición de una ideología totalitaria que intenta secuestrar la religión, con el fin de dotarse de un cuerpo argumental más punzante y más indestructible. Es cierto que sus ideólogos bebieron de las fuentes del rigor religioso, y también es cierto que el Corán es, de todos los textos sagrados, el que permite una mirada más guerrera y más intolerante. Pero al mismo tiempo, es cierto que la finalidad de ese rigor no es religiosa, sino bélica e imperial. Es decir, la inspira la épica de la guerra, y no la trascendencia de un Dios.
En resumen, el problema no eran los alemanes, era el nazismo. Y obviamente, los nazis eran alemanes, pero también lo eran sus víctimas; asimismo, el problema no eran los luchadores comunistas, era el estalinismo, y muy a menudo las víctimas eran comunistas; ergo, el problema no es el islam, es el islamismo. Y a pesar de que todos los yihadistas son musulmanes (con el fenómeno incorporado y creciente de los conversos), la mayoría de sus víctimas también son musulmanas.
Así pues, ante la pregunta de si el islam es el enemigo, la respuesta es rotunda: NO.
2. ¿Se trata de un choque de civilizaciones? Una vez más, no, no y no. Es un choque entre la civilización y la barbarie. Es decir, es un choque entre quienes quieren vivir con leyes avanzadas que permiten regular derechos y deberes ciudadanos, y quienes quieren imponer el miedo, la represión y la violencia. Y en esta división, las fronteras son muy difusas. ¿Quiénes son los civilizados: Occidente? ¿Los occidentales? Esta idea parte de una mirada etnocéntrica y simplista, que no se corresponde con una realidad que es mucho más compleja. La civilización no es un territorio, ni un continente, ni un país, sino un conjunto de valores que se fundamentan en principios básicos: tolerancia, convivencia, respeto, democracia, ley... Y estos principios florecen por todas partes, tanto como, por desgracia, florecen también sus contrarios.
Pongamos ejemplos muy contundentes. La civilización es la joven musulmana Malala Yousafzai, que ha sufrido intentos de asesinato por el mero hecho de querer ir a la escuela. En 2014 obtuvo el Premio Nobel de la Paz por su lucha en favor del derecho a la educación, y por su coraje y valentía a la hora de enfrentarse a los riesgos que corría. Ella es la civilización, y la barbarie son sus verdugos, los mismos que envenenan las fuentes de las escuelas de niñas, para que mueran si van a estudiar.
La civilización es el director de cine iraní Jafar Panahí, considerado el más sólido en su país, que ha recibido elogios y premios internacionales. Entre otros, el León de Oro del Festival Internacional de Cine de Venecia, o el Oso de Plata en el Festival de Berlín. Panahí es Premio Sájarov 2012, junto con la abogada iraní en defensa de los derechos humanos Nasrin Sotoudeh. Perseguido en su país, que considera que «actúa contra la seguridad nacional y hace propaganda contra el Estado», fue condenado en 2010 a seis años de cárcel y a veinte de inhabilitación por hacer cine, viajar al extranjero o conceder entrevistas. En diversos festivales de cine se pone una silla vacía en el lugar donde debería estar sentado él. Por cierto, los Premios Goya del cine español nunca han mencionado su persecución: no debe de ser el estándar de víctima que gusta a los progresistas españoles. Y si su compañera Nasrin y él, junto con la abogada en defensa de los derechos humanos y Premio Nobel de la Paz en 2003 Shirin Ebadi y el resto de iraníes que luchan por sus derechos, son la civilización, el régimen fascista que impone una tiranía islamista feudal y los persigue sin piedad es la barbarie.
La civilización es la niña yemení Noyud Ali, cuya historia, narrada por la abogada francoiraní Delphine Minoui, la llevó a ser considerada por Hillary Clinton como la «mujer más valiente del mundo». La contracubierta del libro resume su impresionante lucha:
Me llamo Noyud y soy una niña yemení. Tengo 10 años, o eso creo. En mi país los niños campesinos carecen de documentos, ya que no se les registra al nacer. Mi padre me casó a la fuerza con un hombre que me llevaba treinta años. Me ha pegado y ha abusado sexualmente de mí. Sin embargo, una mañana, cuando salí a comprar el pan, me subí a un autobús y me refugié en un tribunal hasta que un juez me quiso escuchar.
Consiguió el divorcio porque las leyes yemenís dicen que las niñas no pueden ser «usadas sexualmente» si todavía no tienen la regla... Noyud es la civilización. Y lo es el juez que la amparó, y la abogada de derechos humanos que la defendió. Ellos son la civilización, pero las leyes de su país, que permiten el matrimonio con niñas de nueve años, los textos sagrados que utilizan para justificar esa práctica, los padres que las casan cuando son niñas y los políticos que lo permiten son la barbarie.
Y pondré otro ejemplo: la civilización era el escritor bengalí Avijit Roy, muy famoso en su país por su defensa del pensamiento libre, y que fue asesinado a hachazos en febrero de 2015 por estudiantes de las escuelas coránicas de Bangladesh. Dos años antes habían matado a otro héroe de la civilización, Ahmed Rajib Haider, y un mes más tarde de la muerte de Avijit, el bloguero Washiqur Rahman, de veintisiete años, recibió diez puñaladas mortales en Tejgaon, en la ciudad de Dacca. Todos eran conocidos como los «blogueros ateos», porque habían defendido con valentía el derecho al laicismo y luchaban frontalmente contra el fanatismo islámico. La escritora bengalí Taslima Nasrin, amenazada de muerte y exiliada desde hace años por sus críticas directas al islamismo —su libro Vergüenza generó una gran conmoción—, dijo textualmente que los islamistas «estaban cazando a los freethinkers». Todos ellos, Taslima, Avijit, Ahmed, Washiqur y tantos otros que intentan iluminar la oscuridad del islamismo, son la civilización. Y de nuevo, sus asesinos son la barbarie.
Por último, para poner punto y aparte en la larguísima lista de historias luminosas protagonizadas por musulmanes de todo el mundo, también son muestra de civilización las aguerridas mujeres kurdas que han muerto defendiendo su tierra ante el avance del Estado Islámico o Daesh. Como muestra, la joven kurda Shireen Taher, que cayó defendiendo su ciudad, Kobani, ante el feroz sitio de los yihadistas. Su historia, contada por su hermano Mustafá, es la crónica poética de la brutal prosa de la guerra contra esa locura totalitaria. Este es el artículo que le dedicó y que reproduzco (en traducción libre del inglés) como homenaje a estas heroínas de nuestro siglo.
SHIREEN TAHER
(Escrito por su hermano Mustafá Taher, abogado y profesor de l...

Índice