XLIII
CONTRA MACÁRTATO, SOBRE LA HERENCIA DE HAGNIAS
INTRODUCCIÓN
Discurso no auténtico, de fecha incierta, ha sido pronunciado en una diadikasía cuyo objetivo es la atribución judicial de los derechos prevalentes a una herencia, la de Hagnias de Eo, que había sido ya causa de diversas controversias y adjudicada por el mismo procedimiento 1 . El discurso, por otro lado, no puede ser calificado de pieza oratoria de primer orden; es más bien flojo, pero resulta interesante para el estudio de los derechos de familia y sucesiones, a la luz de la ley relativa a las herencias que aparece en el número 51, y del árbol genealógico de los busélidas insertado en esta introducción.
Los hechos referidos son los siguientes: Hagnias II ha muerto sin descendencia masculina, y una sobrina suya, que había sido adoptada previamente por él, muere también al poco tiempo; con ello las normas relativas al epiclerato, las cuales habrían impedido, probablemente, que se suscitara toda la controversia posterior, no tienen aquí campo de aplicación. Queda, pues, abierta la sucesión a la herencia del finado según los preceptos que se leen en la ley del número 51. Glauco y Glaucón, hermanos uterinos del causante, presentan su reclamación, basada en un testamento; pero luego, en justicia, se demuestra la falsedad de dicho testamento, y la herencia es adjudicada a Filómaca II, que se halla dentro de la ankhisteía o parentesco próximo (hasta el quinto grado) por parte de su abuela Filómaca I. Mas la cuestión no queda resuelta así, sino que, después de diversos avatares y de la impugnación de la cualidad de hermana por ambas vías de Polemón que ostentaba Filómaca I, su homónima II pierde la herencia, y ésta pasa a manos de Teopompo, el padre de Macártato, quien ahora es poseedor de la misma por haberla recibido de aquél a su muerte.
Sin embargo, Filómaca II y su marido Sosíteo, el que pronuncia el discurso, no se resignan a perder la herencia, y recurren al procedimiento de la adopción postuma, que, sin estar recogida por las leyes, tenía como finalidad evitar que una casa quedase desierta y era, además, respetada por leyes y tribunales: de este modo Eubúlides III, hijo de aquéllos, es adoptado postumamente por Eubúlides II, padre difunto de Filómaca II, y como no ha transcurrido aún la prescripción de cinco años a contar desde la muerte de quien ha obtenido la adjudicación en justicia de la herencia, cita, por representación, al hijo, Macártato, su actual poseedor.
ASUNTO
Hagnias y Eubúlides eran primos; de éstos, Hagnias murió [1] sin hijos, y Eubúlides dejó una hija, Filómaca, quien reivindicó en justicia la herencia de Hagnias alegando que era su pariente más próxima. Se la disputaban cierto Glauco y Glaucón, apoyándose no en la proximidad de su parentesco, sino en un testamento. Como hubiera sido rechazado por falso en el tribunal, Filómaca recibe la herencia. Pero entrando en escena Teopompo, que se asoció con esos mismos vencidos y, además, con Eupólemo, citó a Filómaca a una atribución judicial de la herencia 1 , pues la ley concedía a quien quisiera la posibilidad de citar en justicia al vencedor y poseedor de la herencia. Preparado para un engaño el proceso, según dice Sosíteo, triunfó Teopompo. Éste murió dejando [2] un hijo, Macártato, y a Filómaca le nace un hijo, a quien llamó Eubúlides y dio en adopción a Eubúlides, su padre y primo de Hagnias, el que había dejado la herencia. Después de haberlo dado en adopción lo presentó a los miembros de la fratría de Eubúlides y Hagnias, y los fráteres lo aceptaron como introducido conforme a derecho. Hecho esto, el niño ha citado a Macártato, el hijo de Teopompo, a una atribución judicial de la herencia. Y pronuncia el discurso Sosíteo 2 , padre del niño por naturaleza.
[1] Puesto que también anteriormente, jueces, nosotros tuvimos procesos contra estos mismos sujetos por la herencia de Hagnias, y no cesan de transgredir la ley y cometer violencias con tal de tener de cualquier manera lo que no les corresponde, necesario es, quizás, exponer lo que desde un principio [2] se hizo. En efecto, vosotros, jueces, más fácilmente seguiréis cuanto se diga, y se demostrará qué clase de hombres son estos tipos y que, habiendo comenzado hace ya tiempo, no dejan de emplear malas artes y de creer que se ha de hacer lo que les venga en gana a ellos. Por tanto, jueces, os suplicamos que escuchéis benevolentemente cuanto se alegue y lo sigáis poniendo vuestra atención en ello. También yo procuraré informar con la mayor exactitud, según sea capaz, acerca de los hechos.
[3] En efecto, jueces, la madre de este niño, que era la pariente más próxima de Hagnias de Eo, reivindicó en justicia la herencia de Hagnias a tenor de vuestras leyes; de quienes litigaron con ella entonces por esa herencia, ninguno intentó prestar el juramento preliminar 3 de que era pariente más próximo que la mujer (pues se reconocía por todos que la herencia [4] era de la mujer por proximidad de parentesco), pero comparecieron Glauco de Eo y Glaucón, su hermano, después de haberse provisto de un testamento falso. Teopompo, el padre de Macártato, aquí presente, colaboró con aquéllos en todo eso y depuso la mayor parte de los testimonios. Pero se probó que el testamento que entonces presentaron era falso, y no sólo perdieron, sino que abandonaron el tribunal con fama de ser unos sinvergüenzas consumados. Aunque [5] entonces se hallaba aquí Teopompo, el padre de este Macártato, cuando el heraldo preguntó si alguien quería reivindicar o efectuar el depósito 4 por la herencia de Hagnias por razones de parentesco o de testamento, no tuvo valor para hacer el depósito, sino que, para sí mismo, juzgó él que de ningún lado le asistía derecho a nada de la herencia de Hagnias. Como estuviera [6] la madre de este niño en posesión de la herencia, después de que hubo vencido en el tribunal a todos los que se la disputaron, tan aviesos son estos tipos y creen que no se ha de obedecer a vuestras leyes y a las sentencias dictadas en la sala de justicia, sino que, intentando nuevamente de cualquier manera arrebatar a la mujer la herencia que vosotros votasteis a su favor, después de haberse conjurado, [7] redactado un contrato y depositado éste en manos de Medeo de Hagnunte, Teopompo, el padre de Macártato, aquí presente, Glaucón y Glauco, el anteriormente vencido, luego de haberse atraído otro compinche, el cuarto, uno de sus amigos (Eupólemo era su nombre), todos éstos, previa maquinación en común, citaron a la mujer ante el arconte 5 para una adjudicación judicial de la herencia de Hagnias, alegando que la ley prescribe que sea llamada a juicio de quien en justicia ha obtenido y está en posesión de la herencia, si alguien quiere disputarla.
[8] Cuando el arconte hubo introducido la causa ante el tribunal y fue preciso iniciar los debates, éstos tenían todo lo demás dispuesto con vistas al proceso, e incluso agua, según la cual habían de llevarse a cabo las alegaciones, recibieron cuatro veces más que nosotros. En efecto, jueces, al arconte le era forzoso verter un ánfora para cada uno de los litigantes y [9] tres congios 6 para la réplica. En consecuencia, a mí, que contendía en representación de mi mujer, me sucedió que no sólo no me fue posible hacer a los jueces una exposición según deseaba acerca del parentesco y demás cuestiones que debía tratar, sino ni siquiera defenderme de una mínima parte de los embustes que dijeron sobre nosotros, pues disponía de un quinto de agua. Su engaño consistía en esto, en colaborar entre ellos en el proceso, acordarlo [10] todo y decir de nosotros lo jamás sucedido. De este modo, mediante tal intriga y recíproca colaboración frente a nosotros, puestas cuatro urnas a tenor de la ley, verosímilmente, creo, los jueces fueron víctimas de su engaño, se dividieron y, extraviados por la maniobra, votaron lo que a cada cual le pareció. Los votos fueron más por muy pocos, tres o cuatro, en la urna de Teopompo que en la de mi mujer.
[11] Esto fue, jueces, lo que se hizo entonces. Mas cuando hubo nacido este niño y pareció que era la ocasión, no indignado yo por lo sucedido, sino considerando que era natural lo que les pasó a los jueces de entonces, presenté a los fráteres de Hagnias en interés de Eubúlides este niño, que era hijo de su hija, [12] a fin de que su casa no quedara desierta. En efecto, jueces, aquél, Eubúlides, que era el pariente más próximo de Hagnias, pedía ante todo a los dioses que le naciera un hijo, del mismo modo que le nació una hija, la madre de este niño. Mas como no hubiera alcanzado este deseo y no le hubiese nacido ni un solo hijo varón, posteriormente ya mostraba interés en que un hijo de su hija ingresara por adopción suya en su casa y la de Hagnias y fuera presentado a los fráteres del último, pues pensaba, jueces, que entre los supervivientes éste le sería más afecto, y principalmente así su casa se salvaría y no quedaría desierta. En esto le secundé yo, el marido de [13] la hija de Eubúlides, a la que obtuve en justicia 7 por ser el pariente más próximo, y llevé este niño a presencia de los fráteres de Hagnias y Eubúlides, con quienes Teopompo, el padre de Macártato, aquí presente, compartió mientras vivía la condición de miembro de la fratría, y también este mismo sujeto. Y los fráteres, jueces, de este Macártato, los mejor [14] informados del parentesco, viendo que este tipo no quería arriesgarse y no retiraba la víctima del altar si el niño no era introducido conforme a derecho, y que les pedía que violaran su juramento, habiendo cogido el voto mientras se consumían las víctimas y llevándolo desde el altar de Zeus Fratrio 8 , presente este Macártato, votaron, jueces, lo justo: que este niño era debidamente y según derecho introducido en la casa de Hagnias como hijo de Eubúlides. Después [15] de que hubieron votado eso los fráteres de este Macártato, por ser hijo de Eubúlides este niño citó a Macártato a una adjudicación judicial de la herencia de Hagnias, y presentó demanda ante el arconte, habiendo inscrito como representante suyo a su hermano; pues, jueces, a mí no me era posible figurar en la inscripción como representante, por haber dado al niño en adopción a la casa de Eubúlides. En interés de este niño la citación se realizó a tenor de la ley según la cual estos sujetos también citaron a su madre, que anteriormente había triunfado en el tribunal y se hallaba en posesión de la herencia de Hagnias. [16] Léeme la ley a cuyo tenor la citación se dirige al poseedor de la herencia.
LEY
Si se reivindicare una herencia o epiclera ya atribuidas en justicia, cítese ante el arconte a quien las hubiere obtenido en justicia, como en las demás acciones judiciales. Sea obligatorio para el reivindicante un depósito. En caso de que, sin haber hecho la citación, la obtuviere en justicia, será nula la adjudicación judicial de la herencia. Si no viviere quien en juicio hubiere obtenido la herencia, cítese a tenor de la misma norma a aquél para quien no hubiere transcurrido todavía la prescripción 9 . La reivindicación sea contra el poseedor sobre cómo obtuvo en justicia la herencia cuyos bienes posea.
Habéis oído la ley y os elevo, jueces, una súplica justa. [17] En efecto, si demuestro que son parientes de Hagnias más próximos que Teopompo, el padre de Macártato, Eubúlides, este niño y Filómaca, la madre de este niño, y que no sólo son muy próximos, sino que no existe ninguna otra persona en la casa de Hagnias que la madre del niño y este mismo niño, si logro demostrar eso, os suplico, jueces, que me ayudéis.
[18] Pues bien, jueces, en un principio pensé en, mediante anotación en una tablilla de todos los parientes de Hagnias, indicároslos así, uno por uno. Mas puesto que me parecía que su contemplación no sería posible por igual a todos los jueces, sino que los sentados lejos estarían en desventaja, necesario es, sin duda, informaros de palabra, pues esto es común a todos. Nosotros procuraremos hacer una exposición del linaje de Hagnias con las mínimas palabras que podamos.
Efectivamente, Búselo era de Eo, jueces, y a éste [19] le nacieron cinco hijos, Hagnias, Eubúlides, Estracio, Habrón y Cleócrito. Todos estos hijos de Búselo llegaron a hombres y les rerpartió la hacienda su padre Búselo, a todos con equidad y justicia, como era de derecho. Después de haber efectuado la partición, cada uno de ellos se casó con una mujer a tenor de vuestras leyes, a todos les nacieron hijos e hijos de sus hijos, llegaron a ser cinco casas de la casa de Búselo, que era una sola, y cada cual vivía aparte, con su propia casa y creando descendientes suyos. Bien, respecto de tres de los hermanos hijos de Búselo [20] y de los descendientes que les nacieron ¿por qué, jueces, os crearía yo molestias a vosotros, y a mí mismo, dando explicaciones de cada uno? En efecto, aunque están en el mismo grado de parentesco que Teopompo y son parientes igualmente de Hagnias, cuya es la herencia, ninguno de ellos jamás, ni antes ni ahora, nos ha ocasionado molestias ni disputado la herencia de Hagnias ni la hija epiclera, con quien estoy casado yo por haberme sido asignada judicialmente, pues piensan que no les asiste derecho a ninguno de los bienes de Hagnias. Me parece, pues, que es [21] superfluo decir algo acerca de ellos, salvo cuanto por necesidad se ha de recordar. Mas de Teopompo, el padre de Macártato, y del mismo Macártato, aquí presente, de estos sujetos sí que me es forzoso hablar. Pero el relato es breve, jueces.
En efecto, como poco ha habéis oído que a Búselo le nacieron cinco hijos, uno de éstos fue Estracio, bisabuelo de este Macártato, y otro Hagnias, bisabuelo de este niño. A su vez, a Hagnias le nació un hijo, [22] Polemón, y una hija, Filómaca, hermana de Polemón de un mismo padre y de una misma madre; de Estracio, el hermano de Hagnias, nacieron Fanóstrato y Caridemo, el abuelo de este Macártato. Y ahora os pregunto, jueces, ¿cuál de las dos partes es pariente más cercana y está más unida a Hagnias, su hijo Polemón e hija Filómaca, o Caridemo, el hijo de Estracio y sobrino de Hagnias? Pues yo creo que el hijo y la hija están más vinculados a cada uno de nosotros que un sobrino; y esto no es sólo reconocido entre nosotros, sino también entre los demás, griegos [23] y bárbaros. Así, pues, dado que se reconoce eso, ahora seguiréis fácilmente lo restante, jueces, y os daréis cuenta de que estos tipos son hombres violentos y desalmados.
En efecto, de Polemón, el hijo de Hagnias, fue hijo Hagnias, con el nombre de su abuelo Hagnias. Y este [24] segundo Hagnias murió sin hijos. De Filómaca, la hermana de Polemón, y de Filagro, a quien la dio en matrimonio Polemón, el hermano, por ser primo suyo (pues Filagro era hijo de Eubúlides, el hermano de Hagnias), de Filagro, pues, el primo de Polemón, y de Filómaca, la hermana de Polemón, fue hijo Eubúlides, el padre de la madre de este niño. Éstos fueron, por un lado, los hijos de Polemón y de la hermana de Polemón, Filómaca; por otro, de Caridemo, el hijo de Estracio, nació Teopompo, el padre de Macártato, [25] aquí presente. Así pues, os pregunto nuevamente, jueces, ¿cuál de las dos partes es pariente más cercana y está más unida a aquel primer Hagnias, el hijo de Polemón, Hagnias, y el hijo de Filómaca y de Filagro, Eubúlides, o Teopompo, el hijo de Caridemo y nieto de Estracio? Pues yo creo, jueces, que si realmente el hijo y la hija son los parientes más próximos, a su vez, el nieto y el hijo de la hija, éstos son familiares más cercanos que el hijo del sobrino y el que es de otra casa. Pues bien, a Teopompo le nació [26] un hijo, Macártato, aquí presente, y a Eubúlides, el hijo de Filómaca, que era primo de Hagnias por parte de padre, este niño, que es hijo del primo de Hagnias por vía paterna, puesto que Filómaca, la madre de Eubúlides, y Polemón, el padre de Hagnias eran hermanos, hijos de un mismo padre y de una misma madre. A Macártato, aquí presente, el hijo de Teopompo, no le nació descendiente que esté en la casa de éste y en la de Estracio. Siendo esto así, este niño [27] posee título de los mencionados en la ley y hasta los que la ley ordena que se extienda el derecho ...