La cultura en la Universitat de València: 1985-2019
eBook - ePub

La cultura en la Universitat de València: 1985-2019

  1. 450 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

La cultura en la Universitat de València: 1985-2019

Descripción del libro

Con motivo del XX Aniversario del Centre Cultural La Nau y del 520 de la Universitat de València, este libro recoge la historia de su actividad cultural entre 1985 y 2019. Toma como punto de partida la aprobación de sus Estatutos, que supusieron el inicio de su andadura democrática y autónoma, y que ya la definían como una institución difusora de cultura en el seno de la sociedad. Para cumplir con esta misión, la Universitat de València ha desarrollado innumerables iniciativas y programas en el terreno de las artes escénicas, la literatura, el cine, la música, las exposiciones, la cultura científica, el debate público o el patrimonio cultural. Esta obra recoge, por primera vez en un único volumen, el camino recorrido en cumplimiento de la que constituye una de sus principales funciones: el desarrollo de una cultura crítica transformadora de la realidad social y favorecedora de la convivencia democrática, plural y en igualdad.

Preguntas frecuentes

Sí, puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento desde la pestaña Suscripción en los ajustes de tu cuenta en el sitio web de Perlego. La suscripción seguirá activa hasta que finalice el periodo de facturación actual. Descubre cómo cancelar tu suscripción.
Por el momento, todos los libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Perlego ofrece dos planes: Esencial y Avanzado
  • Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
  • Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Ambos planes están disponibles con ciclos de facturación mensual, cada cuatro meses o anual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¡Sí! Puedes usar la app de Perlego tanto en dispositivos iOS como Android para leer en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso sin conexión. Perfecto para desplazamientos o cuando estás en movimiento.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Sí, puedes acceder a La cultura en la Universitat de València: 1985-2019 de Irene Liberia Vayá en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Pedagogía y Educación superior. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2021
ISBN de la versión impresa
9788491345787
ISBN del libro electrónico
9788491347323
Edición
1
Categoría
Pedagogía
CAPÍTULO III
LA ACCIÓN CULTURAL EN LA UNIVERSITAT DE VALÈNCIA (I): LOS VICERRECTORADOS DE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Y DE CULTURA
1. INTRODUCCIÓN
Tras la aproximación realizada previamente a los conceptos de responsabilidad social universitaria y misión cultural como preceptos que deben cumplir las universidades en tanto que servicio público, el capítulo que ahora se inicia y el próximo –dedicado a la acción cultural de la Universitat fuera del Vicerectorat de Cultura y del Vicerectorat d’Extensió Universitària– pretenden clarificar cómo se ha plasmado en la práctica el mandato cultural a lo largo de los casi 35 años de vida democrática y autónoma de la Universitat de València. Aunque de modo necesariamente no exhaustivo, en las páginas que siguen se expondrán algunos de los principales programas, actividades, unidades y estructuras que la institución ha dedicado o dedica en la actualidad al servicio cultural en un sentido amplio, y que tienen como destinatarios a la comunidad universitaria y, más allá, a la sociedad en general.
Como ya se advirtió al comienzo de este libro, primero el Vicerectorat d’Extensió Universitària, y a partir de 1994 el de Cultura, han sido los responsables más destacados en el cumplimiento de esa tercera misión que la Universitat de València recoge claramente en sus Estatuts de 1985.1 Así, aunque el Vicerectorat d’Extensió (y otras experiencias de extensión universitaria) existía previamente al proceso constituyente iniciado en 1984,2 como recuerda Isabel Morant (comunicación personal, 2019, 4 de febrero) –vicerrectora d’Extensió Universitaria entre 1984 y 1990–, la honda transformación que experimenta la institución a mediados de los ochenta se tradujo en una profunda remodelación de su organización, que afectó también a los contenidos de los vicerrectorados, incluyendo aquellos que ya existían con anterioridad. En este sentido, por ejemplo, el Vicerectorat d’Extensió Universitària pasó a llamarse «d’Extensió Universitària i Normalització Lingüística», una modificación muy significativa que evidenciaba el «tarannà sobiranista» de esa Universitat progressista, moderna i valenciana que había triunfado en las dos elecciones a rector pre y post Estatuts (1984 y 1986), que quedaba reflejada abiertamente en estos y que echaba a andar entonces con el rector Ramon Lapiedra al frente.
En lo que concierne a la extensión universitaria propiamente dicha, como ocurriera ya en las experiencias pioneras alemanas, belgas e inglesas del último tercio del siglo XIX, también en esta nueva etapa que estrena la Universitat de València un siglo después de aquellas se persigue la renovación académica y, especialmente, la apertura de la institución a toda la sociedad, llevando los saberes y conocimientos que genera a las clases y sectores sociales que históricamente no han tenido acceso a ellos. Así, como recuerda García Guatas (2005), aunque las circunstancias y el enfoque adoptado por la extensión universitaria en cada organización serán distintos, «en todas ellas latía una convicción en el carácter emancipador de la cultura y una voluntad en transmitirla desde la Universidad».
En el caso valenciano, la primera Junta de Extensión Universitaria se había creado ya en 1902, al calor de la celebración del cuarto centenario –tras la aprobación del proyecto presentado por el rector Manuel Candela en Claustro extraordinario el 15 de enero–, y aunque esta nueva función de la Universitat sufrirá muchos altibajos desde entonces, pasando incluso por momentos en los que la actividad prácticamente desaparece, también vivirá épocas de esplendor. Especialmente reseñable a este respecto es la década de los años veinte, cuando la Universitat se convierte en «un espai de gran producció cultural i científica» (Garcelán, 2020) que trasciende las fronteras institucionales, acercándose a distintos sectores de la sociedad y aproximándose así a la concepción actual de la extensión cultural entendida como motor de «comunicación activa y creadora de la comunidad universitaria con la sociedad» (Fresán, 2004: 49).
De vuelta a los Estatuts de 1985, estos incluyen el Servei d’Extensió Universitària entre los servicios generales de la Universitat, según el artículo 70, y en el 84 se identifica su objetivo principal con «la promoció i la realització d’activitats de difusió i divulgació dels coneixements, la ciència i la cultura al si de la societat» (Decret 172/1985, Secció Sisena, Article 84é). Por otra parte, existe una Comissió d’Extensió Universitària –a la que se dedica el artículo 85– que tiene carácter consultivo y asesor de la Junta de Govern y está formada por el rector, el director del Servei y representantes de los distintos centros y estamentos. A esta Comissió, además de otras funciones, le corresponde elaborar la programación de actividades de extensión universitaria, mientras que, como se expone en el artículo 149, los estudios de extensión están dirigidos a «la difusió i la divulgació social dels coneixements, la ciència i la cultura» (Decret 172/1985, Secció Quarta, Article 149é).
Prácticamente durante la primera década de Universitat democrática, el Vicerectorat d’Extensió Universitària –con el Servei d’Extensió como brazo ejecutor, que dependía de él, antes de aparecer el Vicerectorat de Cultura en 1994– fue una pieza fundamental en la consecución del «increment del nivell cultural de la població», que la propia institución se fijaba como uno de sus principales objetivos, según el preámbulo de los Estatuts (y que se ha mantenido hasta la versión más actual de estos). No obstante, como se indica en el artículo 33 del texto de 1985, también las facultades, escuelas técnicas superiores, colegios universitarios y otros centros tienen (entonces y ahora) entre sus funciones la de difusión de la cultura. La diferencia fundamental entre la extensión universitaria que se abría paso en 1985 como germen de la actual y la completamente asentada de 2019 radica precisamente –aunque no solo– en el camino ya recorrido y en el nivel de organización e institucionalización. Como apunta Morant, en aquel momento una parte muy importante de la extensión universitaria «se entendió como todo lo que correspondía a las relaciones de la Universidad con el exterior, y a eso sí que tuvimos que darle forma porque no había estructuras, hubo que darle contenido concreto a todo».
Para ello, como se verá en el siguiente apartado, la vicerrectora se apoyó en una serie de profesores y estudiantes de distintas áreas de conocimiento que pasaron a integrar la Comissió encargada de programar y llevar a cabo las iniciativas culturales de la Universitat. Entre ellas destaca la configuración de lo que luego serán las aulas culturales que han llegado a la actualidad o la organización de exposiciones, que entonces se desarrollaban en la única sala destinada a este fin en el edificio de La Nau. Paralelamente, el personal del Servei d’Extensió Universitària empezó a gestionar programas como Universitat als Pobles, los primeros cursos de extensión o la Universitat d’Estiu de Gandia a partir de su cuarta edición.3 Así comenzó a gestarse una estructura que irá cambiando con el tiempo, pero que ya no desaparecerá, y a formarse un personal que poco a poco se irá especializando y que trabajó muy intensamente «y con mucho esfuerzo, desde el cariño que tenían por la actividad que realizaban, a pesar de la falta de infraestructuras y de preparación específica» (L. Tortajada, comunicación personal, 2019, 13 de febrero). A todo ello hay que añadir, además, la importante labor desempeñada por los estudiantes a través de la ya aludida Comissió Gestora d’Estudiants.
En los próximos epígrafes y capítulos se explicará más concretamente el desarrollo de esta etapa inicial y, a través de la descripción e indagación en el trabajo cultural llevado a cabo desde entonces por los principales organismos y servicios que han ejercido funciones en este ámbito hasta la actualidad, se trazará una panorámica de lo que ha sido la cultura institucional en la Universitat de València durante el periodo democrático. Cabe destacar el rol central que ha jugado en este ámbito la sede histórica de la calle de la Nau, especialmente desde que en 1999 reabriese sus puertas convertida en centro cultural, hasta el punto de ser considerada a día de hoy uno de los espacios culturales de referencia en la ciudad y en todo el territorio valenciano.
No obstante, antes de entrar en materia, es importante insistir en el hecho de que el recorrido que ahora se inicia no puede ser sino limitado, ya que resulta imposible en una investigación de estas características realizar un retrato fiel y profundo que contenga en su totalidad el volumen extraordinario de acciones culturales impulsadas desde la Universitat o que recoja todos los órganos, centros, departamentos y servicios que desarrollan competencias en este terreno. Y es que la institución, a través de las personas que han pasado por los distintos puestos de responsabilidad y gestión cultural, ha trabajado muy intensamente para generar y transmitir otros conocimientos –más allá de los derivados de la docencia y la investigación– «que expresen valores cualitativos sobre los que aplicar objetivos de denuncia y transformación del individuo» (Cantos y González, 2007: 12). En definitiva, pese a las innegables limitaciones y carencias que aún perduran, desde la conquista de la democracia y de su propia autonomía, la Universitat de València ha hecho un gran esfuerzo por responder a las necesidades de «una formación integral centrada en la creatividad, comprensión, participación y construcción social del conocimiento» (Malagón, 2006: 86).
2. LA EXTENSIÓN UNIVERSITARIA DE 1985 A 1994: ENTRE LA EFERVESCENCIA Y LA INSTITUCIONALIZACIÓN
En las páginas que siguen se lleva a cabo una revisión de las competencias y principales líneas de actuación de los primeros vicerrectorados de Extensión Universitaria en época democrática, encabezados por Isabel Morant Deusa y Maribel Martínez Benlloch. Asimismo, se describe el recorrido que han seguido algunos de los programas lanzados entonces y que continúan en marcha en la actualidad, además de iniciativas surgidas más recientemente, sin olvidar otras áreas importantes en el ámbito cultural que se desarrollaron en los años posteriores a la aprobación de los Estatuts, como es el caso del trabajo realizado por la Comissió Gestora d’Estudiants.
2.1 VICERECTORAT D’EXTENSIÓ UNIVERSITÀRIA: PRIMERA DÉCADA
Antes de que la Universitat iniciase oficialmente su andadura democrática con la publicación de los Estatuts en el DOGV el 16 de diciembre de 1985, Isabel Morant Deusa había sido elegida para integrar el primer gobierno con una mujer al frente de un vicerrectorado. Esto ocurrió en las primeras elecciones a rector que ganó Ramón Lapiedra, en mayo de 1984, aunque, como la misma Morant apunta, quienes le abrieron camino para llegar hasta allí fueron los estudiantes. En concreto, se habían celebrado una serie de asambleas y reuniones para elegir un candidato a rector, que, a su vez, debía escoger a los candidatos a vicerrectores, pero entre los nombres que se barajaban no figuraba el de ninguna mujer. Ante esta situación, un grupo de estudiantes se mostró tajante: «era impresentable un equip només d’homes. També ho era un equip només amb una dona, però bé, […] era infinitament més que zero», como apunta Vicent J. Martínez (comunicación personal, 2019, 17 de abril), primer representante de estudiantes en el equipo de gobierno tras la dictadura (1984-1986). Estos apoyaron a Isabel Morant para que fuese la candidata: era joven, PNN y, dado que les había dado clase a muchos de ellos, conocían su activismo y su perfil encajaba perfectamente en lo que pensaban que debía ser la nueva Universitat. Pese a la oposición de algunos profesores, Morant logró salir elegida vicerrectora d’Extensió Universitària i Normalització Lingüística, aunque, como ella misma insiste:
Yo no fui elegida como los demás, yo fui elegida porque los estudiantes quisieron y porque hubo una gente (no solo estudiantes, también algunos profesores) que se dio cuenta de que era muy llamativo que no hubiese ninguna mujer en el primer equipo democrático de Gobierno en la Universitat (I. Morant, comunicación personal, 2019, 4 de febrero).
A partir de aquí, como se pondrá de manifiesto en las páginas que siguen, la colaboración entre el vicerrectorado y los estudiantes será continua y muy fructífera, ya que ambos habían iniciado juntos, luchando en el mismo bando, el camino hacia un proyecto nuevo de Universitat autónoma, democrática y basada en el compromiso cívico. En cuanto a los ejes fundamentales que definen el trabajo de Isabel Morant y su equipo en los seis años durante los que fue vicerrectora, pueden sintetizarse en tres: 1) la intensificación de la actividad dirigida al interior de la Universitat, 2) la apertura hacia el exterior y 3) el carácter rupturista y joven de muchas de las iniciativas desarrolladas.
En el caso de las acciones enfocadas a la comunidad universitaria, partiendo de un grupo de profesores, estudiantes y personal de administración y servicios que se reúnen en una comisión de cultura (formalmente denominada Consell Assessor d’Activitats Culturals i d’Extensió),4 se van lanzando una serie de actividades de cine, teatro, música, arte y también conferencias y mesas redondas en torno a temas de actualidad.5 Para apoyar estas actividades –que también son abiertas a la sociedad en general–, en julio de 1987 se crea el Servei d’Extensió Universitària, que, junto al Gabinet de Premsa y el Servei de Publicacions (adscritos todos ellos al Vicerectorat d’Extensió), dinamizan la red cultural universitaria. Asimismo, se celebran las primeras ediciones de la Festa de Benvinguda (organizada en sus comienzos entre el Vicerectorat d’Extensió y la Comissió Gestora d’Estudiants, y que ha llegado a nuestros días gestionada por el SEDI [Servei d’Informació i Dinamització d’Estudiants]) o las Nits de Sant Joan, que se consolidarán con el paso de los años. En términos generales, esta efervescencia cultural6 irá creciendo progresivamente hasta que se conforman estructuras estables y se nombra oficialmente a responsables de las distintas áreas, que también se transformarán con el tiempo.
De esta manera, nacen algunas de las aulas culturales que todavía funcionan en la actualidad: el Aula de Cinema, el Aula de Música y el Aula de Teatre (hoy Aula d’Arts Escèniques).7 Además, se genera una actividad regular en la Sala d’Exposicions8 de La Nau a partir de 1987, que, con el transcurso de los años y la apertura de nuevos espacios, se acabará convirtiendo en la actual Àrea d’Exposicions. Esta coordina hoy no solo las distintas salas de la sede histórica de la Universitat, sino que trabaja también en la programación y gestión expositiva de otros centros como el Col·legi Major Rector Peset, el Palau de Cerveró o el Jardí Botànic. Más adelante, bajo otros vicerrectorados se lanzarán nuevas aulas, aunque siguiendo generalmente la misma estructura: un profesor o profesora de la Universitat como responsable, con el que colaboran estudiantes, compañeros y, dependiendo del caso, personal técnico-administrativo asignado.
Paralelamente, en ese momento en el que se inicia la política y gestión cultural universitaria alrededor del Vicerectorat d’Extensió, se dan los primeros pasos en la recuperación y puesta en valor del patrimonio cultural –como se explicará con detalle más adelante–de la mano de quien ha sido el conservador de Patrimoni durante varias décadas, Daniel Benito Goerlich, y entre otras cosas, en 1987 comienza un proceso de restauración integral del Jardí Botànic, que concluirá en el año 2000 (hay que destacar a este respecto el importante esfuerzo realizado por su entonces director, Manuel Costa).
Por otro lado, aunque el Servei d’Extensió Universitària...

Índice

  1. Cubierta
  2. Anteportada
  3. Portada
  4. Página de derechos de autor
  5. Citación
  6. Índice
  7. Prólogo, por Antonio Ariño
  8. Nota preliminar
  9. CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN: LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD Y SU MISIÓN CULTURAL
  10. CAPÍTULO II. LA UNIVERSITAT DE VALÈNCIA, UNA HISTORIA DE 500 + 20 AÑOS
  11. CAPÍTULO III. LA ACCIÓN CULTURAL EN LA UNIVERSITAT DE VALÈNCIA (I):LOS VICERRECTORADOS DE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Y DE CULTURA
  12. CAPÍTULO IV. LA ACCIÓN CULTURAL EN LA UNIVERSITAT DE VALÈNCIA (II): LA CULTURA A TRAVÉS DE OTROS ÓRGANOS Y SERVICIOS
  13. CAPÍTULO V.A MODO DE EPÍLOGO: ECHANDO LA VISTA ATRÁS: 20 AÑOS DE CINC SEGLES Y DEL CENTRE CULTURAL LA NAU
  14. ANEXOS
  15. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS CITADAS
  16. ÍNDICE ONOMÁSTICO