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Presentación
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De la «tragedia» a la «potencia y virtud» de los comunes 17
Ecuador: paraíso del (bio)-conocimiento.
Abierto y común para el buen vivir
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Limitantes estructurales de la economía ecuatoriana para la generación de una acumulación económica sostenida 24
Bioconocimiento para el buen vivir
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Investigación responsable, emprendizaje social y solidario e innovación social (Ir + Ess + Is)
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Ecuador: « un paraíso de conocimientos abiertos y comunes»
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Disyuntivas en la gestión del conocimiento
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Hacia una biopolítica (cognitiva) no capitalista: emancipación social, sostenibilidad ambiental y proyecto político democratizador
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Bibliografía
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Anexo 1
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Hacia una nueva matriz social cognitiva
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Diagnósticos inadecuados que afectan las trasformaciones en el campo de la educación superior
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El sistema de educación superior como bien público 71
Los siete pilares de la tercera ola de transformación en el Ecuador
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A manera de conclusión: hacia una transformación del sistema universitario para constitucionalizar la sociedad ecuatoriana
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Bibliografía
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Prológo
El Buen Vivir: una referencia para nosotros
Pablo Iglesias Turrión
La moneda siempre tiene dos caras, sociedad del conocimiento es una de ellas, capitalismo cognitivo es la otra. Ambas describen un mismo objeto de estudio, pero desde puntos de vista opuestos. La primera se presenta exenta de conflicto, como si de un proceso natural se tratase, la segunda propone una crítica en torno a los modos y medios de la acumulación contemporá-nea capitalista. Una anuncia sumisión y explotación, la otra propone libertad y democracia, pero ¿en qué punto se diferencian? En la manera en la que se manufacturan y distribuyen los bienes comunes. Privatizar lo que es común significa imponer la cuadratura del círculo; hacer de lo que es pura cooperación y recurso compartido un objeto de apropiación privada, es un oxí-moron. De esta oposición entre dos conceptos contradictorios surge un tercero nuevo: una nueva forma de valorización del trabajo y una nueva forma de concebir la propiedad privada. El postfordismo altera la geografía del capital, tanto en su extensión planetaria como en su naturaleza, desbor-dando el espacio productivo más allá de la fábrica.
El saber y la cooperación siempre han sido la base de la expropiación; el capitalismo necesita de la existencia de una sociedad, de sus conocimientos y sus comunidades, para ponerlas a trabajar al servicio del gobierno de la plusvalía. La fábrica fordista fue la culminación moderna de esta expropiación sobre la cooperación, sometiendo al humano al ritmo de la máquina, haciendo de su conocimiento social un movimiento perpetuo de gestos simples y rutinarios. En el postfordismo esto sigue ocurriendo, pero ahora se combina con la forma neoliberal de acumulación por desposesión, que diría David Harvey, que la sobredetermina. En el régimen de las finanzas, es la cooperación social en la totalidad de la vida y ya no solo en la fábrica, la que es aspirada por el mecanismo de la deuda.
Como bien sabemos, la virtud contiene principalmente dos acepciones, 11
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una remite a la virtú política que Maquiavelo asocia a la construcción civil de los asuntos comunes. La otra hace alusión a lo que Paolo Virno considera como el buen hacer de quienes no hacen nada, del trabajo sin obra, sin ob-jetivar en un producto.
El libro que nos presenta René Ramírez vincula ambas en un mismo plano: lo virtuoso del común como virtú política que se concreta en el Buen Vivir, como resultado y aspiración de las políticas públicas del Gobierno ecuatoriano. René no sólo es un intelectual comprometido, sino uno de los arquitectos, como Secretario de Educación Superior Ciencia y Tecnología e Innovación de Ecuador, de una revolución ciudadana que está asom-brando al mundo, no por su retórica, sino por sus resultados.
Cuando el conocimiento opera como un recurso puesto al servicio del común de la sociedad se convierte en bienestar, en vida, como proyecto alternativo a la no vida de los modelos neoliberales que asolaron América Latina y que asolan hoy el Sur de Europa.
El conocimiento como recurso se enriquece cuanto más aumenta su uso, cuanto más se transmite y más cabezas lo comparten. Esa es la virtú vir-tuosa de los comunes que René Ramírez pone de manifiesto en este libro.
Esas son las políticas de conocimiento abierto que pone en marcha el gobierno de Ecuador. Esa es una apuesta de futuro para trabajar en el presente que para nosotors, en España, representa un modelo de referencia.
Presentación
René Ramírez Gallegos1
La civilización sufre una crisis sin precedente como consecuencia del apogeo del capitalismo.2 Usualmente se ha señalado que el mismo está en aprietos, pero su termómetro de salud, los niveles de concentración mundial del 1%
de la población, demuestra todo lo contrario.3 Las empresas y bancos se de-rrumban como castillos pero son absorbidos por los peces gordos del sistema. Negocio perfecto: ¡comprar empresas cuando agonizan!
A su vez, se puede señalar que el mundo está transitando del capitalismo industrial al capitalismo cognitivo. Dicho capitalismo genera un neodependentismo de los países del sur basado justamente en el conocimiento. El principal valor agregado de los bienes y servicios está asociado a la creatividad, innovación y conocimiento de las mentes humanas que son apropiados
–con mayor dificultad que en la época manufacturera– por los capitalistas.
Estos, quizás en uno de los ejercicios de mayor planificación de la «mano (in)visible» del mercado, construyen estrategias para programar la obsolescencia de sus productos y generar «fidelidad» de marca. El resultado es un neodependentismo programado a través de la articulación entre las grandes 1 Secretario Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación y Presidente del Consejo de Educación Superior del Ecuador; ex Secretario Nacional de Planificación y Desarrollo del Ecuador. Los contenidos vertidos en este documento no representan la posición institucional ni del Gobierno; por lo tanto, son responsabilidad exclusiva del autor.
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Si se hace el análisis global de la economía, se observa que efectivamente se está produciendo una tasa decreciente de ganancia sin precedentes a nivel mundial. No obstante, ma-nejamos como tesis que el capitalismo entraña por definición la acumulación de capital en pocas manos.
3 Si medimos, la tasa de ganancia del 1% de capitalistas más ricos del mundo se podrá observar que dicho grupo ha tenido ganancias significativas a pesar de la recesión. En efecto, de acuerdo al World Ultra Wealth Report, entre el 2009 y el 2013, la población ultra-rica del mundo (personas con activos superiores a los 30 millones de dólares, sin contabilizar casas, bienes de colección ni de consumo durables) creció un 42,7% y su riqueza se incrementó en un 44% (es decir, aumentó en 760 000 millones de dólares). Según el informe, la riqueza de las 199 235 personas ultrarricas del mundo suma el equivalente al 35% de la producción mundial.
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RENÉ RAMÍREZ GALLEGOS
corporaciones transnacionales que trabajan en connivencia con el Estado y con la aquiescencia de este, quienes las protegen a través del manejo comercial de la propiedad intelectual en los flujos globales. Lo paradójico de esto es que, principalmente en el caso de Estados Unidos, en su mayoría son cerebros del sur los que más aportan en la producción de valor cognitivo.4 La hipocresía del sistema capitalista es que mientras auspician –por un lado–
tratados de libre comercio (TLC) para que circulen libremente los bienes (claro está, en relaciones desiguales de intercambio), buscan –por el otro–
sobre todo a través de los mismos acuerdos comerciales y los tratados bilaterales de inversión (TBI) poner normas estrictas sobre la protección de la propiedad intelectual, negando de esta forma la libre circulación del conocimiento y las ideas.
Debe quedar claro que las herramientas o armas que utiliza el capitalismo para garantizar su supervivencia son los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual vinculados al Comercio (ADPIC y ADPIC+), los TLC, los TBI5, que a su vez se amparan en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI). A través de esta ingeniería institucional mundial garantizan la dependencia del conocimiento de los países menos industrializados tecnológicamente.6
La crisis de civilización es producto de un fracaso cognoscitivo mundial.
En efecto, esto es lo que está engendrando el sistema capitalista en sus entrañas, poniendo en riesgo la vida misma en todas sus expresiones. Su salida implica tener la creatividad de atacar la raíz que lo produce: la crisis de ideas y a su forma de procesamiento. Las reflexiones expresadas en estas páginas sostienen que la crisis de la vida planetaria está asociada a la forma de gestión 4
El Gobierno de Estados Unidos encargó una propuesta para la reforma curricular a la Academia Nacional de Ciencias de la Educación para diseñar un sistema educativo que tenga como uno de sus principales fines incentivar para que más jóvenes estadounidenses se in-clinen a estudiar carreras científicas. Dicha solicitud se basó en el análisis de que no tenían soberanía del conocimiento dado que la mayoría de científicos que trabaja en Estados Unidos son extranjeros (principalmente de la India y otros países asiáticos).
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Así por ejemplo, el Tratado Modelo Bilateral de Inversión de Estados Unidos señala: «ninguna parte podrá (…) imponer o establecer ningún requerimiento o establecer ningún compromiso u obligación: (…) a transferir ninguna tecnología en particular, un proceso de producción u otro conocimiento propietario a una persona en su territorio».
6 Un primer paso para romper con el neodependentismo de nuestros países implica quebrar la lógica sistémica que generan las instituciones mencionadas. Dicha ruptura será más difícil de hacer si no se genera institucionalidad regional en el marco de la integración regional.
No obstante, –como se discutirá más adelante– únicamente si se construyen sistemas cognitivos emancipadores se podrá poner fin a esta nueva forma de generar dependencia a nivel global por parte de los grandes Estados capitalistas.
Introducción
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del conocimiento (matriz cognitiva capitalista) que –a su vez– es el fundamento de la crisis del modo de acumulación, de la calidad de la democracia, de la calidad de vida en la cotidianidad y de la sostenibilidad ambiental.
En este contexto, cualquier proyecto emancipador de izquierda no puede eludir el debate sobre cómo gestionar el conocimiento en una sociedad particular pero en el ámbito de un sistema capitalista mundial; es decir, en el marco de una estructura de poder dada pero con miras a operar una transición hacia un tipo de sociedad cuyo fundamento sea el socialismo del «buen vivir».
El proyecto político ecuatoriano se ha impuesto este reto. Partiendo del hecho de facto del rol que ha ocupado Ecuador dentro del sistema mundial a lo largo de la historia busca construir un sistema que viabilice la emancipación social. Dicho esquema, parte de saber a ciencia cierta que la eman -
cipa ción social está ligada a la construcción de la base material que garantice las condiciones de re-producción de la vida y edifique una democracia humana sostenible (DHS).
Dicho de otra manera, la garantía de la construcción de una DHS se basa en la cimentación de un patrón de acumulación que respalde la sostenibilidad de vivir una vida digna (incluida, la de la naturaleza) para todos los ciudadanos. Es claro: no puede haber democracia de calidad con pobreza estructural; y, no se podrá salir de la pobreza estructural ni que la vida sea sostenible si no se cambia el patrón de acumulación de la economía. Es por esto la necesidad de producir un cambio en la matriz productiva del país que sea democratizante y democratizadora y que proteja la reproductividad de la vida humana y de la naturaleza.
Ahora bien, en las condiciones antes expuestas, ¿cómo es posible transformar la matriz productiva? Sabiendo que no puede haber emancipación con dependencia, ni democracia de calidad con un sistema de acumulación reproductor de pobreza y desigualdad, el corazón del cambio debe estar asociado a producir un sistema que ponga en el centro del debate a aquello que justamente genera esa dependencia y que no permite superar la pobreza y la desigualdad de manera estructural: el conocimiento/saber y la creatividad para la innovación y convivencia social. De esta forma, se vuelve imperioso un cambio en la matriz cognitiva que transforme la matriz productiva capaz de generar las condiciones para la consolidación de la «sociedad del buen vivir», donde todas y todos los ecuatorianos podamos vivir una vida digna, libre, pacífica y justa.
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En este sentido, la construcción de un nuevo sistema cognitivo implica edificar un patrón de especialización –siguiendo a David Harvey– sin desposesión ecológica, radicalmente democrático e instituciones (redes) de inteligencia social que canalicen la emancipación ciudadana desde sus derechos, necesidades y potencialidades, y que viabilicen el proyecto inconcluso, plurinacional e intercultural, llamado Ecuador en el marco de la integración latinoamericana.
Poner al conocimiento, los saberes y la creatividad en el centro del debate tiene a su vez una implicación adicional: la libertad individual. Claramente sostenemos que no puede haber libertad individual sin emancipación del pensamiento, de las ideas. La ignorancia no solo reproduce pobreza sino que mata la libertad individual y la soberanía nacional.
En este ambiente, la construcción de una democracia humana sostenible y el cambio en la matriz productiva implican un cambio en la matriz cogni -
tiva que permita, a su vez, la emancipación social y la libertad individual.
La transformación de la matriz productiva como mecanismo de edificación de una democracia sustantiva implica la construcción y recuperación de lo común y de lo público, tanto en el sistema de innovación social como en el educativo. Esto conlleva construir una pedagogía de los ojos abiertos (sentidos) en donde la sociedad y el medioambiente sean vistas como aula, la ciudadanía como compañera de clase y los derechos, las necesidades y las potencialidades de la humanidad y de la naturaleza como objeto de investigación para la búsqueda del bien común y la vida buena/digna de los seres vivos.
En este marco, si en el diseño institucional del capitalismo neoliberal la panacea fue la construcción de paraísos fiscales donde circule libremente el capital, en el socialismo del buen vivir se busca construir paraísos de cono -
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