CUBA-EEUU

De enemigos cercanos a amigos distantes (1959-2015)

,

• Editorial: El Viejo Topo
• Año: 2015
• ISBN del libro electrónico: 9788416288472
• Edición: 1
• Categoría: Política y relaciones internacionales
• Categoría: Relaciones internacionales

El objetivo de este libro es ofrecer una mirada que resuma el conflicto Cuba-Estados Unidos, sus raíces históricas, su evolución durante el proceso revolucionario y las perspectivas que se abren para ambos países una vez restablecidas sus relaciones diplomáticas el 20 de julio del 2015, tras cincuenta y cuatro años de hostilidad. Es pues la historia de encuentros y desencuentros, de aproximaciones y lejanías, de crisis profundas y acuerdos circunstanciales, al tiempo que se exploran las posibilidades de cambios en los próximos tiempos en relación al bloqueo y la mejora de las relacionescomerciales en tre ambos países.

Capítulo I

19

RAÍCES HISTÓRICAS DEL DIFERENDO CUBA-EE.UU.

19

1. Del colonialismo al neocolonialismo (1510-1959).

19

2. El triunfo de la revolución (1959).

24

3. De Eisenhower a Obama (1959-2015).

27

Capítulo II

PERCEPCIONES MUTUAS (1959-2015)

49

1. La política exterior de Cuba (1959-2015).

49

1.1. Principales períodos.

49

1.2. Las relaciones internacionales de Cuba en un orden mundial multipolar.

54

2. Percepciones diferentes de un conflicto.

60

2.1. La legitimación de la dominación en el imaginario de EE.UU.

60

2.2. Percepciones distintas en el diferendo Cuba-EE.UU.

68

2.2.1. Introducción.

68

2.2.2. El período 1959-1962. Del triunfo de la revolución a la crisis de los misiles nucleares.

70

2.2.3. El período 1962-1970. De la crisis de los misiles a la ruptura del aislamiento internacional.

74

2.2.4. El período 1970-1979. Del protagonismo internacional de Cuba a las ambivalencias de la administración Carter.

75

2.2.5. El período 1979-1989. Del activismo internacional de Cuba al derrumbe del

socialismo en la URSS y en Europa del Este.

78

2.2.6. El período 1989-2015. Del nuevo orden mundial unipolar-multipolar, al inicio y

culminación del proceso para restablecer

relaciones entre Cuba y EE.UU.

79

Capítulo III

DE ENEMIGOS CERCANOS A AMIGOS DISTANTES

85

1. Introducción.

85

2. Principales impedimentos para la solución del diferendo Cuba-EE.UU.

85

3. Actores principales que influyen en la política de EE.UU.

hacia Cuba.

87

4. Pasos dados hacia el restablecimiento de relaciones diplomáticas 89

4.1. Anuncio de un proceso para restablecer relaciones diplomáticas.

89

4.2. Rondas de negociaciones y restablecimiento de relaciones diplomáticas.

96

5. Circunstancias en los EE.UU. que hacen factible el restablecimiento de relaciones diplomáticas y avanzar hacia la normalización.

102

5.1. Factores que han propiciado el inicio de las negociaciones y el restablecimiento de relaciones.

102

5.2. Encuestas recientes.

108

6. Circunstancias en Cuba que hacen posible el restablecimiento de relaciones diplomáticas y su ulterior normalización.

110

7. ¿Qué será necesario para pasar del restablecimiento de relaciones diplomáticas a una verdadera “normalización” de las relaciones entre ambos países?

112

8. Principales áreas para la cooperación entre ambos países en temas clave de interés mutuo

118

8.1. Economía.

118

8.2. Defensa y Seguridad.

124

8.3. Salud Pública.

129

8.4. Ciencia, Cultura y Deportes

130

9. Conclusiones

133

Cronología de Cuba antes de la Revolución (1510-1959) 141

Cronología de las relaciones entre Cuba y EE.UU. (1959-2015) 143

Bibliografía.

161

Prólogo

El objetivo de este libro es ofrecer una mirada resumida del conflicto Cuba-Estados Unidos, de sus raíces históricas, de su evolución durante el proceso revolucionario, y de las perspectivas que se abren para ambos países, una vez restablecidas sus relaciones diplomáticas el 20 de julio del 2015, tras cincuenta y cuatro años de hostilidad.

El Capítulo I, “Raíces Históricas del diferendo Cuba-EE.UU.”, analiza la política de nuestro vecino hacia Cuba previo al triunfo de la revolución cubana; y luego, la de once administraciones norte -

americanas hacia el proceso revolucionario entre 1959 y 2015. El Capítulo II. “Percepciones Mutuas (1959-2015)”, estudia las di fe -

ren tes etapas de la política exterior de la revolución cubana y las percepciones diferentes del conflicto por parte de Cuba y de EE.UU. en distintos períodos. El Capítulo III. “De enemigos cercanos a amigos distantes”, se plantea: ¿Cuáles han sido los principa -

les obstáculos para la solución del diferendo Cuba-EE.UU.? ¿Cuá les son los actores principales que influyen en la política de EE.UU.

hacia Cuba? ¿Por qué es precisamente ahora que se han restablecido las relaciones diplomáticas? ¿Qué ha cambiado a nivel internacional, en EE.UU. y en Cuba, para que hayan ocurrido el 17D en 2014 y el 20J en 2015? ¿Qué será necesario para pasar del restablecimiento de relaciones el 20J a una verdadera “normalización”?

¿Cuáles son las principales áreas para la cooperación entre ambos países?

11

El libro incluye también una cronología y una bibliografía de las principales fuentes utilizadas en esta investigación.

Algunas de las principales hipótesis acerca de las que argumen-taremos en este libro son las siguientes:

1. Cuba fue la primera neocolonia de EE.UU. Representó un nuevo modelo de dominación y el inicio de su expansión imperial en América Latina y el Caribe y a nivel mundial.

2. Hasta el 17D, las negociaciones de Cuba y EE.UU. estuvieron restringidas a temas puntuales –Migración, África Sudoc cidental, Centroamérica, Elián González etc.–, pues EE.UU. desconocía la legitimidad y soberanía del estado cubano y exigía un cambio de sistema económico, político y social en la Isla para restablecer relaciones.

3. A partir del 17D y el 20J, es obvio que en EE.UU. existe una nueva política de estado con respecto a Cuba, que ha sido aceptada por el gobierno de la Isla, en la medida que reconoce el fracaso de la anterior política agresiva y acepta la legitimidad y soberanía de Cuba y de su gobierno, sin exigir un cambio de régimen político. Si bien los interlocutores de la nueva política son Barack Obama y Raúl Castro, y sin ignorar la au-dacia por parte de ambos para iniciar este nuevo camino, esto ha sido posible por un creciente consenso en la sociedad norteamericana y en la cubana, sobre la inviabilidad y perjuicios para los ciudadanos de ambas naciones de la política de hostilidad y bloqueo.

4. Pese a la asimetría entre ambos actores, los dos países tienen mucho que ganar con la nueva relación bilateral. Cuba en es-12

pecial en el aspecto económico y EE.UU. en lo que respecta a su imagen internacional y “poder blando”.

5. La difícil situación económica de Venezuela, principal aliado político, económico y comercial de Cuba, y la creciente fractura del consenso que se observa en ese país, ha sido un fuerte acicate para el gobierno cubano para restablecer las relaciones con EE.UU.

6. Las dificultades que enfrenta Cuba para “actualizar su modelo económico” con escasas inversiones externas y sometida al bloqueo de EE.UU., han sido un poderoso estímulo para restablecer las relaciones.

7. La aparición y desarrollo de gobiernos pos-neoliberales de carácter moderado –Brasil, Argentina, Uruguay– o ra di cal

–Ve nezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, El Salvador– en la región, más o menos críticos de la política tradicional de EE.UU. hacia América Latina y el Caribe, y que rechazan los esquemas integracionistas de Washington como el TLC, han aislado al gobierno de EE.UU. en la región y lo han llevado a cambiar su política hacia Cuba.

8. El cambio de política hacia Cuba no implica que EE.UU.

vaya a dejar de perseguir sus intereses hegemónicos en la región, como se observa en su política agresiva hacia Venezuela.

9. La creciente multipolaridad del orden mundial, pese a la unipolaridad militar de EE.UU., y la emergencia de nuevos actores como los BRICS, han influido decisivamente en la nueva política hacia Cuba de Obama.

13

10. Cuba y EE.UU. pueden pasar a ser de enemigos cercanos a vecinos ejemplares, en un marco de reconfiguración estratégica de las relaciones internacionales, concluida la Guerra Fría, y de intereses mutuos. Ambos países han logrado evitar la guerra nuclear, y la guerra frontal. Ahora el reto estriba en construir una paz duradera.

11. En la actual coyuntura internacional, latinoamericana, cubana y norteamericana –y pese a tensiones que aún existirán entre ambos países– lo más beneficioso para los intereses de Cuba y de EE.UU., una vez restablecidas las relaciones diplomáticas el 20J, es avanzar hacia la normalización de éstas.

12. Los factores que han tendido a agudizar el conflicto Cuba-EE.UU. desde el triunfo de la revolución son de carácter histórico, geográfico, geopolítico y económico. Sin embargo, la reconfiguración del orden internacional y de las relaciones de seguridad entre ambas naciones al concluir la Guerra fría, han implicado cambios internos y en la política internacional de los dos países, que ofrecen condiciones inéditas no solo para restablecer las relaciones como se hizo el 20J, sino también para normalizarlas.

13. La relación Cuba-Unión Europea ha sido más una relación triangular que bilateral, lastrada por el vínculo de ambos actores internacionales con EE.UU. El restablecimiento y normalización de las relaciones de Cuba con EE.UU., implicará un reacercamiento con la UE y seguramente la eliminación definitiva de la denominada “Posición Común”, que ha que-rido convertir a la política europea hacia Cuba en rehén de la agresiva política de EE.UU. hacia la Isla.

14

14. El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU. implica profundos cambios en las políticas migratorias de ambos países, en los acuerdos migratorios existentes entre ellos, y en los flujos migratorios entre las dos naciones, así como la posible derogación de la Ley de Ajuste Cubano.

15. El restablecimiento de relaciones da lugar a que se redi-mensione el potencial perspectivo que existe en las relaciones económicas Cuba-EE.UU., no solo en las áreas que más desa -

rrollo han tenido hasta el momento: remesas, turismo y comercio en alimentos. También en ámbitos como la energía, las telecomunicaciones y productos y servicios médicos avanzados –biotecnología, vacunas...– existe un gran potencial, entre otras áreas posibles de cooperación.

Durante mis estancias desde principios de los 80s en universidades norteamericanas, he actualizado mis estudios sobre las relaciones Cuba-Estados Unidos y publicado artículos y libros al respecto, algunos de los cuáles cito en la bibliografía.

La redacción de este breve ensayo la llevé a cabo entre diciembre de 2014, tras el 17D, y el 21 de julio de 2015. Pero el trabajo pre vio de investigación que llevé a cabo en 2010 en la Universidad de Riverside, asesorado por Ronald Chilcote y Sheryl Lutjens, en-riquecido por los profundos conocimientos sobre el tema de los editores de Latin American Perspectives, y apoyado con juicios y valiosa información bibliográfica por Rhonda Neugebauer, ha sido clave al respecto. También mi presencia en 2011 en el Bildner Center, en The City University of New York, me resultó de gran utilidad al respecto.

Quiero expresar mi profundo agradecimiento a Juan Valdés Paz, que me entregó en febrero de 2014 todos sus archivos digitales 15

sobre los aspectos más actuales de las relaciones Cuba-EE.UU. y con quién sostuve largas conversaciones sobre el tema. A Carlos Alzugaray que, en una larga sesión, me ofreció un interesante análisis sobre esta problemática y me facilitó amplia información al respecto. A Rafael Hernández, profundo conocedor del tema, con quién también dialogué y cuya ayuda ha sido inestimable. A mis extensos y fructíferos diálogos con Ramón Sánchez Parodi, cuyas vivencias sobre este diferendo –Jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington (1977-1989)– y sus investigaciones al respecto, lo han convertido en uno de los conocedores más profundos de esta temática. A Germán Sánchez, con quién discutí algunas de las hipótesis de este libro y quién ha sido siempre un estudioso de la política de EE.UU. hacia Cuba. A Armando Fernández, que también me facilitó información digital valiosa sobre el tema y sus interesantes juicios al respecto. A Oscar Oramas, que compartió conmigo sus vivencias como Embajador de Cuba en la ONU y en Angola, en momentos claves de la política de EE.UU. hacia Cuba, y que también me ofreció sus archivos digitales sobre esta temática.

A Esteban Morales, cuyas investigaciones al respecto son fundamentales, y el cuál me envió vía email consideraciones de utilidad.

A Juan Vela Valdés, que compartió conmigo sus archivos digitales y sus criterios sobre estos temas. A Jesús Arboleya, que me envió puntualmente sus artículos sobre esta temática y a quién consulté sobre algunos aspectos de esta investigación. A mis alumnos de los cursos de grado y posgrado del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de Cuba (ISRI), desde los 80s hasta la actualidad, con los que durante muchos años estudié esta temática y con cuyos análisis enriquecí mis conocimientos. Debo agradecer a mi esposa, Mi-reya Vilaseca González, los juicios que me ofreció en el curso de la investigación y sobre el manuscrito, cuya redacción revisó con su experiencia como editora.

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También vaya mi agradecimiento a mi excelente editor Miguel Riera, que me impulsó a darle redacción final a las ideas de este libro.

17

Capítulo 1

Raíces históricas del diferendo Cuba-EE.UU.

1. Del colonialismo al neocolonialismo (1510-1959) La Isla de Cuba tuvo inicialmente como formas productivas del capitalismo dependiente la encomienda (1510-1550) y la hacienda (1550-1700). Tras la quiebra del desarrollo autónomo (1700-1762) que ya había alcanzado la Isla, al recuperarse la metrópoli y reforzar su control monopólico sobre la colonia cubana (1700-1762), Cuba se convirtió en una economía de plantaciones (1762-1880), en es -

pe cial azucareras. Era el momento del tránsito del sistema capitalista internacional del mercantilismo (1510-1762) al librecambio (1762-1880), promulgado y hegemonizado por Inglaterra. Entre 1880 y 1902, Cuba transitó del colonialismo español (1510-1899) al neocolonialismo impuesto por EE.UU.

Cuba fue la última colonia de España en América y, tal vez precisamente por esto, la primera neocolonia de EE.UU. Intervinieron en la Guerra de 1895 prácticamente ganada por los cubanos y le escamotearon a Cuba su plena independencia. La República Cubana nació en 1902 con una soberanía menoscabada por la presencia norteamericana. Elaboraron un esquema para dominar a la nación cubana a través de una clase dominante subordinada y de instrumentos jurídicos como la Enmienda Platt y tratados de “re-19

ciprocidad” comercial que la especializaron como productora de azúcar y le impidieron industrializarse.1 El experimento cubano evitaba de este modo cruentas guerras de guerrillas como la que enfrentaron en Filipinas con Aguinaldo. En todo caso, al menor asomo de cuestionamiento de dicho orden intervendrían militarmente, c...

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