La revuelta de octubre
eBook - ePub

La revuelta de octubre

Orígenes y consecuencias

  1. 172 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

La revuelta de octubre

Orígenes y consecuencias

Descripción del libro

Cuando el 18 de octubre de 2019 miles de chilenas y chilenos salieron a la calle para expresar su malestar respecto de las condiciones de vida que experimentaban —ingresos, cobertura de salud, pensiones—, nadie de la élite política, económica o intelectual esperaba algo así. La mayor crisis política y social de Chile desde el Golpe de 1973 fue totalmente insospechada, porque, ¿cómo era posible un descontento semejante, en circunstancias de que se había reducido la pobreza a menos de un 10 por ciento en solo tres décadas, se universalizó la educación superior y se llegó al más alto nivel de desarrollo de América Latina?Este libro, que reúne trabajos de destacados académicos chilenos, aborda la revuelta de octubre y su posterior crisis institucional desde una perspectiva interdisciplinaria, incluyendo la sociología, la historia, la educación y la ciencia política. Así, entre las causas del malestar figuran la irrupción de una generación "desengañada" tras haber logrado estudiar en la universidad, la precariedad de una clase media que no accedió a las políticas sociales implementadas por el Estado, la batalla que se dio en la propia izquierda por contrarrestar los efectos del modelo neoliberal y la famosa paradoja del bienestar: la acelerada mejora en las condiciones materiales registradas por los chilenos desde el retorno de la democracia creó expectativas que no se pudieron cumplir y, en consecuencia, cundió la decepción.No se trata aquí de dilucidar "la" incógnita que está tras la rebelión de octubre, pero sus autores sí confían en que las ideas desplegadas en estas páginas ayuden a hacer más complejo un debate que, sin duda, seguirá tomando cuerpo en los próximos años.

Preguntas frecuentes

Sí, puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento desde la pestaña Suscripción en los ajustes de tu cuenta en el sitio web de Perlego. La suscripción seguirá activa hasta que finalice el periodo de facturación actual. Descubre cómo cancelar tu suscripción.
Por el momento, todos los libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Perlego ofrece dos planes: Esencial y Avanzado
  • Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
  • Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Ambos planes están disponibles con ciclos de facturación mensual, cada cuatro meses o anual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¡Sí! Puedes usar la app de Perlego tanto en dispositivos iOS como Android para leer en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso sin conexión. Perfecto para desplazamientos o cuando estás en movimiento.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Sí, puedes acceder a La revuelta de octubre de Jorge Atria,Carlos Peña,Patricio Silva, Cristóbal Otero en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Ciencias sociales y Sociología. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Editorial
FCEChile
Año
2021
ISBN del libro electrónico
9789562892445
Categoría
Sociología
CAPÍTULO 1
El malestar en la modernización:
el caso chileno
Carlos Peña
Introducción
A fines de 2019, Chile, uno de los países más prósperos de la región latinoamericana, se preparaba para acoger la conferencia del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (apec) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (cop25), que reuniría a casi 30 jefes de Estado. Apenas dos años antes, la derecha había ganado el poder por segunda vez en una década, algo que no había ocurrido en la historia política chilena durante todo el siglo xx. El Presidente Piñera en esos mismos días calificó a Chile como un oasis en América Latina y se preparaba para ejercer una fuerte influencia en la región.
No faltaban razones para que el Presidente describiera así al país. En un continente marcado por la debilidad institucional, Chile había vivido un largo período de estabilidad democrática y un rápido proceso de modernización. Entre 1990 y 2019 aumentó su producto per cápita de 4.511 a 25.974 dólares (a precios internacionales, Banco Mundial, 2020), mientras que entre 1990 y el año 2015 el pib se cuadruplicó en términos reales (pnud, 2017: 361). La encuesta Casen mostraba que la pobreza había disminuido, en tres décadas, desde casi un 50 por ciento a menos de 10 por ciento, y entre el año 2006 y el 2017 desde 29.1 a 8.6 por ciento (Ministerio de Desarrollo Social y Familia, 2019: 14). Entre el año 2002 y el 2017, el ingreso per cápita del 10% más pobre creció en un 145% real (pnud, 2017: 19). La desigualdad se redujo de 054 a 045, según el índice Gini. Otras investigaciones mostraban que si se la medía por cohortes, la desigualdad de ingresos disminuía aún más. Si se comparaban los datos de las encuestas Casen de los años 1992-2003, con la serie entre el año 2000 y 2013, el índice Gini había caído 26 puntos (Sapelli, 2016: 48, 49). Junto a lo anterior, el gasto en salud y educación se multiplicó casi por tres y se expandió el consumo, siendo Chile uno de los países donde proliferan los centros comerciales. Finalmente, se masificó la educación superior hasta el punto de hacerse universal (los estudiantes de ese nivel rondan ya el millón) y se creó un amplio estrato de grupos medios, que asciende a más del 60% de la población. En fin, otro informe del pnud, consistente con todos esos datos, situaba a Chile entre los países con alto o muy alto desarrollo humano (pnud, 2019: 344).
¿Qué pudo haber pasado para que un país que parecía estar en el umbral del desarrollo se transformara, de pronto, casi de la noche a la mañana, en una sociedad con un ambiente caldeado, violencia callejera y malestar permanente?
Las líneas que siguen intentan dilucidar ese problema. Por supuesto, sería un simplismo atribuir el malestar que experimenta la sociedad chilena a un solo factor, como por ejemplo la desigualdad o el rechazo a la Constitución aprobada en una dictadura que acabó hace 30 años. Ese tipo de argumentos, si bien se esgrimen con frecuencia en el debate, reconstruyendo normativamente los acontecimientos (Dancy, 2000), suelen ser argucias retóricas inspiradas por la competencia política más que por el afán de comprender el fenómeno. También se incurriría en un simplismo si se sugiere que lo que ocurrió en Chile se debe a factores puramente idiosincrásicos, ajenos del todo a otras experiencias.
La hipótesis que guía las líneas que siguen es que cualquier análisis de lo ocurrido en Chile ha de tener en cuenta factores generales asociados a los procesos de modernización y, al mismo tiempo, factores singulares propios de la trayectoria histórica reciente de Chile. El análisis debe considerar, como telón de fondo, el que tal vez sea el fenómeno más relevante del Chile contemporáneo: el gigantesco y rápido cambio que el país experimentó en sus condiciones materiales de existencia. Ese fenómeno que, en consonancia con el lenguaje de las ciencias sociales, podemos llamar modernización, ha transformado la cultura, modificado el clivaje de la política, creado una distancia generacional que ha dado origen a múltiples reivindicaciones de índole cultural y dejado pendientes algunas cuestiones que en sociedades dinámicas se hacen urgentes, como la distribución del riesgo de la enfermedad y la vejez. A ello ha de sumarse, argumentan las líneas que siguen, otros fenómenos que son propios de las sociedades modernas y que explican el malestar que siempre parece acompañarlas. Las causas son, así, muy variadas. Y una forma de asomarse a ellas consiste en distinguir entre la universalidad y la singularidad. La singularidad histórica son las particulares características de la sociedad en un tiempo y lugar determinados; la universalidad alude a los elementos estructurales que están a la base del fenómeno. Todas las sociedades que experimentan procesos de modernización comparten unos mismos rasgos básicos, por llamarlos así, estructurales. La vida se vuelve cada vez más individual, el bienestar material y el consumo se incrementan, los diversos aspectos de la vida social se diferencian cada vez más, la cultura se seculariza. Pero cada uno de esos aspectos estructurales adquiere, a la luz de la singularidad histórica de cada sociedad, rasgos particulares. Esa distinción puede ayudar a comprender, siquiera en parte, la situación chilena. En ella se expresan los rasgos universales de la modernización, pero se los modula de acuerdo con las características de su propia trayectoria. Distinguir entre ambas dimensiones puede ser útil para comprender algunas particularidades del Chile contemporáneo.
Los aspectos universales del malestar
Al revisar la literatura clásica, se advierte con relativa facilidad que hay un conjunto de fenómenos que acompañan, como una sombra, los procesos de modernización, este fenómeno de cambio radical en las condiciones materiales de la existencia. No es este, desde luego, el lugar para examinarlos pormenorizadamente (algo así nos alejaría del examen específico del caso de Chile), pero un vistazo general podrá contribuir a evitar la creencia de que el malestar chileno es un fenómeno puramente idiosincrásico.
La sociedad moderna, según se puede constatar en la amplia literatura que la describe, se encuentra atravesada por fenómenos que configuran lo que, hasta cierto punto, puede ser identificado como la incomodidad que la caracteriza. Desde luego, hay en ella una cierta escisión, un cierto doblez cultural que han subrayado desde George Simmel a Daniel Bell (Simmel, 2000: 55 y ss; Simmel, 1991; Bell, 1996: 17-41). La modernización supone una extrema racionalización y tecnificación de la vida; pero al mismo tiempo subsiste en ella un impulso hacia la autenticidad, el ideal cultural de que cada vida humana puede autoeditarse y ser fiel a sí misma. Es como si en la modernidad coexistieran el ideal cartesiano de una vida altamente racionalizada y planificada, por una parte, y un impulso hacia la espontaneidad del yo por la otra. Esta escisión puede rastrearse muy temprano en la obra de autores como Rousseau y el conjunto del romanticismo (Cfr. Starobinski, 1971: 36 y ss). Se trata de un fenómeno que, como se ha descrito en la literatura, se acentúa fuertemente en el mercado y la economía monetaria, que permiten una alta interacción pero con mínimo gasto comunicativo (Luhmann, 2017). Aquí parece radicar uno de los motivos de la frialdad del vínculo social que hiere o irrita a las nuevas generaciones. Como veremos un poco más adelante, es probable que este fenómeno y sus dimensiones contribuyan a lo que llamaremos la anomia generacional y confiera el matiz de lucha cultural que en buena medida posee la protesta chilena. Así pues, lo que enseña esa larga literatura es que el sujeto moderno vive de alguna forma escindido, sometido a la extrema racionalización de la vida y el intercambio que le provee bienestar material, pero sospechando una y otra vez que el precio que paga es demasiado alto. Los individuos modernos vivirían en medio de esa escisión, transitando entre el yo que cultivan y la identidad que eligen, y un mundo cada vez más atrapado en la impersonalidad de la técnica, lo cual parece ser la única forma de contar con el bienestar que anhelan.
El otro fenómeno que caracteriza lo moderno es lo que la sociología denomina diferenciación funcional, que consiste en que la sociedad pierde su centro y se difumina en múltiples subsistemas, cada uno con su específico código de comunicación. El fenómeno fue advertido muy tempranamente por Durkheim, con su famosa paradoja de la división del trabajo y, desarrollado en la literatura contemporánea por autores como Niklas Luhmann (y antes de él Parsons, 2021: 137 y ss). En términos generales, el fenómeno consiste en que la vida se hace cada vez más interdependiente; pero, a la vez, los vínculos sociales se adelgazan y debilitan. Las personas se necesitan cada vez más unas a otras, pero cada vez más reconocen menos la existencia de un mundo en común. Si a fines del siglo xix era fácil representarse la sociedad como una pirámide en cuya cúspide estaba el Estado y el poder político que la conducía y, hasta cierto punto, modelaba, ello en condiciones modernas ya no es posible. La diferenciación autonomiza a los subsistemas que, al perder el centro, se hacen indóciles al gobierno deliberado (Luhmann, 1990: 122 y ss; Luhmann, 2007: 589 y ss). Es lo que ocurre, sobra decirlo, con la economía globalizada frente a la cual los Estados nacionales son relativamente impotentes. Hay aquí, como veremos, la semilla de lo que se ha llamado crisis de representación o de legitimidad de la política.
Y a ello se agrega, todavía, la transformación del tiempo. En las sociedades que se modernizan el futuro adquiere más importancia que el pasado. Como observa Peter Sloterdijk, las sociedades se vuelven cinéticas: el movimiento parece regularlo todo, porque se trata de sociedades encerradas, por decirlo así, en un tiempo futuro cuyas facciones se desconocen (Sloterdijk, 2020). El tiempo se vuelve entonces performativo, se experimenta a través del movimiento y el cambio. Si las sociedades más tradicionales, como ocurría con la chilena, poseían una autocomprensión anclada en el pasado, ello hoy se debilita y las cadenas de la temporalidad se rompen (Giddens, 1990).
Estos factores parecen estar presentes en todas las sociedades que se modernizan desde el siglo xvii en adelante, hasta llegar a nuestros días. ¿Están presentes en Chile? Es posible conjeturar que sí. La protesta no fue simplemente una revuelta reivindicativa o de clase, animada por propósitos normativos de justicia; posee rasgos culturales que indican que la anima un malestar que es también cultural y de largo plazo. Pero, desde luego, no basta con identificar estos factores para explicar una situación de malestar como el del Chile contemporáneo. Como veíamos al inicio, una situación social es el fruto de un puñado de factores universales (los que ya examinamos) y una situación singular que es propia de la sociedad de que se trata. ¿Qué factores, pod...

Índice

  1. Portada
  2. Portadilla
  3. Créditos
  4. Índice
  5. La revuelta de octubre en Chile: una introducción
  6. Capítulo 1. El malestar en la modernización: el caso chileno
  7. Capítulo 2. La rebelión de octubre y sus raíces históricas
  8. Capítulo 3. La rebelión de una generación desengañada
  9. Capítulo 4. Políticas sociales, precariedad y malestar social en Chile
  10. Capítulo 5. La dinámica sociopolítica del proceso constituyente en Chile
  11. Más allá de la revuelta: el Chile que viene
  12. Los autores