Tú y yo
eBook - ePub

Tú y yo

Niccolò Ammaniti, Juan Manuel Salmerón Arjona

  1. 136 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
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Tú y yo

Niccolò Ammaniti, Juan Manuel Salmerón Arjona

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Información del libro

Encerrado en el sótano para pasar su semana de vacaciones lejos de todos, un introvertido adolescente de catorce años se dispone a vivir su sueño solipsista de felicidad: sin conflictos, sin molestos compañeros de escuela, sin comedias ni ficciones. El mundo, con sus reglas incomprensibles, ha quedado al otro lado de la puerta. Hasta que un día su hermana, nueve años mayor que él, irrumpe en su búnker llena de vitalidad y lo obliga a quitarse la máscara de adolescente difícil y a aceptar el juego caótico de la vida exterior. Una excepcional novela de formación que nos presenta una desgarradora visión de ese mundo adolescente. «Es un libro bellísimo, un relato perfecto. Doloroso y conmovedor» (Francesco Piccolo, l?Unità). «Enormemente atractiva..., tierna y emocionalmente perturbadora a la vez... Inolvidable» (Publishers Weekly). «Una novela que es pura dinamita, y deja al lector ávido, deseando más y más páginas» (Leyla Sanai, Independent on Sunday).

Encerrado en el sótano para pasar su semana de vacaciones lejos de todos, un introvertido adolescente de catorce años se dispone a vivir su sueño solipsista de felicidad: sin conflictos, sin molestos compañeros de escuela, sin comedias ni ficciones. El mundo, con sus reglas incomprensibles, ha quedado al otro lado de la puerta. Hasta que un día su hermana, nueve años mayor que él, irrumpe en su búnker llena de vitalidad y lo obliga a quitarse la máscara de adolescente difícil y a aceptar el juego caó­tico de la vida exterior. Una excepcional novela de formación que nos presenta una desgarradora visión de ese mundo adolescente. «Es un libro bellísimo, un relato perfecto. Doloroso y conmovedor» (Francesco Piccolo, l?Unità). «Enormemente atractiva..., tierna y emocionalmente perturbadora a la vez... Inolvidable» (Publishers Weekly). «Una novela que es pura dinamita, y deja al lector ávido, deseando más y más páginas» (Leyla Sanai, Independent on Sunday).

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Información

Año
2012
ISBN
9788433933713
Categoría
Literature

Roma

Diez años antes

1

La noche del dieciocho de febrero de dos mil me acosté temprano y me dormí enseguida, pero a media noche me desperté y ya no pude conciliar el sueño.
A las seis y diez, tapado hasta la barbilla con el edredón, respiraba por la boca.
La casa estaba en silencio. No había más ruidos que el de la lluvia batiendo contra la ventana, el que hacía mi madre en el piso de arriba yendo y viniendo del dormitorio al cuarto de baño, y el del aire que entraba y salía por mi tráquea.
No tardaría mi madre en venir a despertarme para llevarme con los otros.
Encendí la lámpara con forma de grillo que tenía en la mesita. La luz verde pintó un rincón de cuarto en el que se veía la mochila llena de ropa, el chaquetón y un bolso con las botas y los esquís.
Entre los trece y los catorce años di un estirón tremendo, como si me hubieran dado abono, y superé en altura a todos los de mi edad. Mi madre decía que me habían estirado dos caballos de tiro. Me pasaba un montón de tiempo ante el espejo, mirándome la piel blanca llena de pecas, el vello de las piernas. En la cabeza me crecía una mata de pelo castaño entre la que asomaban las orejas. La pubertad había remodelado mis facciones y me separaba los ojos verdes un narizón enorme.
Me levanté y metí la mano en el bolsillo de la mochila, apoyada junto a la puerta.
–La navaja está. Y la linterna. Todo –dije en voz baja.
Los pasos de mi madre en el pasillo. Debía de llevar los zapatos azules de tacón alto.
Me metí en la cama, apagué la luz y fingí que dormía.
–Lorenzo, arriba, que es tarde.
Alcé la cabeza de la almohada, me froté los ojos.
Mi madre subió la persiana.
–¡Qué día tan horrible!... Esperemos que sea mejor en Cortina.
La luz tétrica del alba dibujaba su fina silueta. Se había puesto la falda y la chaqueta gris que usaba en las ocasiones importantes. El suéter de cuello redondo. Las perlas. Y los zapatos azules de tacón alto.
–Buenos días –dije bostezando, como si acabara de despertar.
Mi madre se sentó en la cama.
–¿Has dormido bien, cielo?
–Sí.
–Voy a prepararte el desayuno... Tú, mientras, lávate.
–¿Y Nihal?
Me peinó el pelo con los dedos.
–A esta hora duerme. ¿Te dio las camisetas planchadas?
Dije que sí con la cabeza.
–Venga, levántate.
Eso quería yo, pero algo me oprimía el pecho.
–¿Qué pasa?
Le tomé la mano.
–¿Me quieres?
Ella sonrió.
–Pues claro que te quiero. –Se puso en pie, se miró en el espejo que había junto a la puerta y se alisó la falda–. Va, arriba. ¿También hoy hay que insistirte para que te levantes?
–Un beso.
Se inclinó sobre mí.
–Que no te vas a la mili, que te vas de semana blanca.
La abracé, hundí la cabeza en el cabello rubio que le caía por la cara y pegué la nariz a su cuello.
Olía bien. Me hacía pensar en Marruecos. Callecitas muy, muy estrechas, llenas de tenderetes con polvos de colores. Aunque yo nunca había estado en Marruecos.
–¿A qué hueles?
–A jabón de sándalo. El que uso siempre.
–¿Me lo prestas?
Enarcó una ceja.
–¿Para qué?
–Para lavarme con él y llevarte conmigo.
Retiró las mantas.
–¿Lavarte? ¡Qué novedad! Va, tonto, si ni te acordarás de mí.
Por la ventanilla del BMW iba mirando la tapia del zoo, cubierta de carteles electorales mojados. Allá arriba, en la jaula de las rapaces, se veía un buitre posado en una rama seca. Parecía una vieja de luto durmiendo bajo la lluvia.
La calefacción del coche me sofocaba y las galletas se me habían atragantado en la garganta.
Cesaba la lluvia. Una pareja, gordo él, delgada ella, hacía gimnasia en las escaleras cubiertas de hojas mojadas del museo de arte moderno.
Miré a mi madre.
–¿Qué pasa? –preguntó, sin apartar los ojos de la carretera.
Inflé el pecho queriendo imitar la voz grave de mi padre.
–Arianna, a ver si lavas el coche que parece una pocilga rodante.
No se rió.
–¿De tu padre te has despedido?
–Sí.
–¿Qué te ha dicho?
–Que no haga tonterías ni esquíe como un loco. –Hice una pausa–. Y que no te llame cada cinco minutos.
–¿Eso ha dicho?
–Sí.
Cambió de marcha y torció en la Flaminia. La ciudad empezaba a llenarse de coches.
–Llámame cuando quieras. ¿Lo llevas todo? ¿Música? ¿El móvil?
–Sí.
El cielo gris gravitaba sobre los tejados y entre las antenas.
–¿Y la bolsa de las medicinas la has cogido? ¿Has echado el termómetro?
–Sí.
Un muchacho en una moto reía con el móvil metido bajo el casco.
–¿Y el dinero?
–Sí.
Cruzamos el puente sobre el Tíber.
–Lo demás creo que lo miramos anoche. Lo llevas todo.
–Sí, lo llevo todo.
Estábamos parados en un semáforo. En un Cinquecento había una mujer mirando al frente. Por la acera pasaba un anciano tirando de dos perros labradores. En un árbol pelado cubierto de bolsas de plástico que sobresalía del agua color barro había una gaviota posada.
Si hubiera venido Dios y me hubiera preguntado si quería ser esa gaviota, habría dicho que sí.
Me quité el cinturón de seguridad.
–Déjame aquí.
Mi madre me miró como si no hubiera entendido.
–¿Cómo aquí?
–Sí, aquí.
El semáforo se puso en verde.
–Para, por favor.
Pero ella arrancó. Suerte que delante llevábamos un camión de la basura que nos frenaba.
–¡Mamá! Que pares.
–Ponte el cinturón.
–Te digo que pares.
–¿Por qué?
–Porque quiero llegar solo.
–No lo entiendo...
Alcé la voz:
–¡Para, por favor!
Mi madre se apartó a un lado, apagó el motor y se echó el pelo hacia atrás.
–¿Y ahora qué pasa? Lorenzo, por favor, no empecemos. Sabes que a estas horas no razono.
–Pasa que... –Apreté los puños–. Que todos vienen solos. Y yo no puedo presentarme contigo. Quedaría fatal.
–A ver si lo entiendo... –Se frotó los ojos–. ¿Quieres que te deje aquí?
–Sí.
–¿Y no puedo darles las gracias a los padres de Alessia?
Me encogí de hombros.
–No hace falta. Se las doy yo.
–Ni hablar. –Y giró la llave de contacto.
Me arrojé sobre ella.
–No... No... Por favor.
Me rechazó.
–¿Se puede saber qué te pasa?
–Que quiero ir solo. No puedo llegar con mi madre. Se reirían de mí.
–¡Qué tontería! Quiero ver si todo va bien, si puedo hacer algo. Me parece lo menos. No soy grosera como tú.
–No soy grosero. Soy como todos.
Puso el intermitente.
–No. De ninguna manera.
No había calculado yo que mi madre se empeñaría tanto.
Me estaba poniendo rabioso. Empecé a darme puñetazos en las piernas.
–¿Qué haces?
–Nada. –Agarré la manivela de la puerta con tanta fuerza que los nudillos se me pusieron blancos. Podía arrancar el retrovisor y romper el cristal de la ventanilla.
–¿Por qué eres tan chiquillo?
–Eres tú, que me tratas como a un... gilipollas.
Me fulminó con la mirada.
–No digas palabrotas. Sabes que no lo soporto. Y no hay necesidad de que me montes un número.
Di un puñetazo en el salpicadero.
–¡Mamá, quiero ir solo, maldita sea! –Me atragantaba de puro rabioso–. Vale. Pues no voy. Ya puedes estar contenta.
–Mira que me enfado, Lorenzo.
Yo tenía una última baza.
–Todos dijeron que irían solos. Yo soy el único que va siempre con su mamaíta. Por eso tengo problemas.
–Ahora no me eches a mí la culpa de tus problemas.
–Papá dice que debo ser independiente, que debo hacer mi vida, que debo despegarme de ti.
Mi madre entrecerró los ojos y apretó los finos labios como para impedirse hablar. Se volvió a mirar los coches que pasaban.
–Es la primera vez que me invitan... ¿Qué pensarán de mí? –seguí yo.
Miró a un lado y a otro como buscando a alguien que le dijera qué hacer.
Le cogí la mano.
–Mamá, estate tranquila...
Sacudió la cabeza.
–No, no estoy nada tranquila.
Con el brazo ciñendo los esquís, la bolsa con las botas en la mano y la mochila a cuestas, vi a mi madre dar media vuelta. Me despedí y espe...

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Estilos de citas para Tú y yo

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Ammaniti, N. (2012). Tú y yo ([edition unavailable]). Editorial Anagrama. Retrieved from https://www.perlego.com/book/3174903/t-y-yo-pdf (Original work published 2012)

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Ammaniti, Niccolò. (2012) 2012. Tú y Yo. [Edition unavailable]. Editorial Anagrama. https://www.perlego.com/book/3174903/t-y-yo-pdf.

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Ammaniti, N. (2012) Tú y yo. [edition unavailable]. Editorial Anagrama. Available at: https://www.perlego.com/book/3174903/t-y-yo-pdf (Accessed: 15 October 2022).

MLA 7 Citation

Ammaniti, Niccolò. Tú y Yo. [edition unavailable]. Editorial Anagrama, 2012. Web. 15 Oct. 2022.