Capítulo 1
La política universitaria argentina y su relación con la ciencia y la tecnología. El caso del Centro Universitario Regional Zona Atlántica de la Universidad Nacional del Comahue (CURZA UNCo)
Lic. Daniela Miranda
El sistema universitario argentino es claramente excepcional. Un sistema donde predomina la gestión pública, basado en los principios de la autonomía universitaria, extendido por todo el territorio nacional y con más de cien años de tradición académica. Claro está que existen controversias y detractores que constantemente lo ponen en duda, que cuestionan su eficiencia, el gasto, los resultados y hasta los fundamentos sobre los que se ha construido. Y no es una cuestión menor cuando la política a seguir varía entre los gobiernos de la ocasión, lo que tiende a vulnerar sus posibilidades de proyectar estrategias a mediano y largo plazo. Por ello, comenzaremos con una breve descripción de las características que tiene el sistema de universidades y de ciencia y tecnología argentinos, haciendo una mención particular sobre la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) y su Centro Universitario Regional Zona Atlántica (CURZA).
Una de las preguntas iniciales que guían el tema tratado en este capítulo es cómo afectan los cambios en la política universitaria a las prácticas docentes. Para lo cual iremos un poco más al fondo de la cuestión al indagar si hay una crisis reciente o de larga data tensionada por el contexto y las diferentes miradas políticas de los gobiernos nacionales del siglo XXI. Y en este sentido ¿cuáles son los principales cambios y continuidades que aparecen en las sucesivas gestiones? También nos preguntamos si hay una diferenciación considerable entre el quehacer docente y la producción científico-tecnológica del país, para poder visualizar las relaciones entre la política universitaria y la política de ciencia y tecnología argentinas. Por último, buscamos describir cómo se presenta en este contexto la situación de por sí compleja de la UNCO y el CURZA, agregando reflexiones epistemológicas sobre los puntos abordados.
El disparador de estos temas ha sido la necesidad de echar luz sobre lo que ocurre actualmente acaso pretendiendo tener alguna previsión respecto de los escenarios futuros, pero también con la intención de reivindicar las luchas históricas y las propuestas de cambios que mejoren las condiciones de desarrollo del país.
A- La configuración del sistema de universidades y de ciencia y tecnología en Argentina. Consideraciones elementales de las políticas públicas de estas áreas
El sistema de universidades y la política universitaria
Comenzamos describiendo algunos aspectos básicos para comprender la dinámica de las políticas que afectan el sistema universitario argentino y su vinculación con las políticas de ciencia y tecnología (CyT) (), describiendo la particular configuración de ambos sistemas que se complementan y articulan mutuamente.
En primer lugar, como marco regulatorio, la Ley de Educación Superior Nº 24521 sancionada en 1995, establece las modalidades que adopta la formación superior -universitaria o no universitaria-, y las instituciones (institutos y universidades) que lo integran, sean de gestión pública o privada, nacionales o provinciales (). Además determina el origen del financiamiento (nacional/provincial, público o privado según el caso), los fines de la formación, el régimen de títulos y planes de estudio, la evaluación institucional, el gobierno institucional, entre otras regulaciones; también enumera los principales agentes participantes: el estado (Ministerio de Educación de la Nación, Consejo Federal de Cultura -para los institutos-, Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), Consejo de Universidades (CU), Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), Consejo Regional de Planificación de la Educación Superior (CRPES), provincias y CABA) (), los docentes, los estudiantes.
Dicha ley se complementa con la Ley de Educación Nacional Nº 26206, que regula el Sistema Educativo Nacional y determina su estructura comprendiendo los cuatro niveles educativos: inicial, primario, secundario y superior (). Es importante remarcar que mientras los tres primeros niveles tienen un funcionamiento descentralizado, ya que dependen en gran medida de las gestiones provinciales y eventualmente municipales, el nivel superior es más diverso. Este último, abarca institutos y universidades que en su mayoría son gestionados por el estado nacional. Por ende, la política universitaria es parte de la política educativa nacional argentina cuyo objeto es la gestión de la educación superior, mientras que las provincias y los municipios no tienen injerencia directa en esta política ().
Expresamente, ambas leyes indican que le corresponde al Ministerio de Educación de la Nación, a través de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), la formulación de políticas en materia universitaria y que es su principal fuente de financiamiento en tanto debe sostener (además de organizar, supervisar y fiscalizar) el funcionamiento del sistema universitario nacional (). Esto conlleva la afectación de cuestiones que tienen que ver con los recursos destinados al sistema universitario y con las regulaciones que impone la administración del personal (régimen laboral y salarial), estudiantes, planes de estudio, funcionamiento y creación de universidades de gestión pública y de gestión privada. Incluye además una cuestión estratégica en torno a las prioridades, así como a la distribución geográfica en el territorio argentino de las unidades académicas, lo que incide en las decisiones que se enmarcan en la autonomía universitaria (esto es, decisiones que emanan de las universidades conforme sus ordenamientos y regulaciones internas).
Al mismo tiempo, vemos que cada universidad tiene su propia organización, sus estatutos y disposiciones, que se basan en la autonomía y se adecuan a diferentes realidades regionales. Lo que nos deja con un abanico de instituciones académicas atravesadas por historias, contextos y coyunturas diversas. Y ello es visible en aspectos relativos a la cantidad de carreras que ofrecen, a la inserción de las mismas en el medio, a la distribución de facultades y centros, infraestructura y concentración de recursos. Para ejemplificar, tomemos tres centros académicos del país, que pertenecen al sistema de universidades nacionales (UUNN). En primer lugar, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) fundada en 1613 es la más antigua del país, y una de las primeras de América, que se ubica en la ciudad de Córdoba, capital de la provincia de igual nombre, en el corazón de la geografía argentina. Tiene alrededor de 163000 estudiantes de pregrado, grado y posgrado, con más de 314 carreras de grado y posgrado y cuenta con quince facultades; dos colegios secundarios; 145 centros e institutos de investigación; veinticinco bibliotecas; diecisiete museos; un laboratorio de hemoderivados; dos hospitales; un banco de sangre; dos observatorios astronómicos; una reserva natural, y un multimedio de comunicación compuesto por dos canales de televisión, dos radios (AM y FM) y un portal de noticias ().
Para diferenciar, consideremos ahora el caso de la Universidad Nacional Tres de Febrero (UNTREF), que es una institución que data de 1995 y cuenta con alrededor de 34000 estudiantes de grado y posgrado, siendo una de las precursoras de la formación a distancia y/o virtual en el país. Tiene al menos 5 sedes distribuidas entre la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), y como oferta académica cuenta con más de 100 carreras de grado y posgrado, 20 institutos de investigación y extensión, un museo, entre otros ().
Y para completar el marcado contraste, tomemos una universidad patagónica como la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA) que funcionó desde 1962 a partir de institutos dependientes de la Universidad Nacional del Sur (UNS) -situada en Bahía Blanca, Buenos Aires-, que luego dieron origen a la primera universidad provincial en 1991, y que terminaría por insertarse en la órbita nacional a partir de 1996. Está ubicada en Santa Cruz, una de las provincias más al sur del país, y se distribuye en cuatro sedes. Ofrece más de 40 carreras entre tecnicaturas y títulos de grado, cuenta con más de 6000 estudiantes y tiene al menos 6 institutos de investigación ().
La selección aleatoria de estas tres universidades es ilustrativa de las diferencias que presentan las instituciones académicas, de su distribución, inserción regional, nacional e internacional, la infraestructura con la que cuentan, sus ofertas académicas, las actividades de investigación y extensión y su historia, lo que evidencia un sistema universitario nacional notablemente heterogéneo. Realidad tan dispar que debe entenderse a partir de los contextos de los que emergen y en los que se desarrollan.
A la vez, son depositarias de las desigualdades que asoman en el país, que también tienen que ver con su geografía y contexto histórico (). Es decir, que impacta en el territorio a la vez que responde a las desigualdades interregionales preexistentes, dado que la presencia de las universidades tracciona las posibilidades de desarrollo regional y viceversa. Además, las políticas de creación y fortalecimiento de las mismas dependen de las gestiones nacionales, tanto de los recursos que se destinan a cada institución, como de la implementación de medidas directas que contribuyen a su mejora, crecimiento y/o fundación, lo que ha variado históricamente. De este modo, sin contar las universidades más antiguas del país (Córdoba, Buenos Aires, Litoral, La Plata, Cuyo), se pueden ver oleadas de surgimiento de nuevas UUNN entre 1948-1956 (Tecnológica, del Sur, Nordeste), desde finales de los 60 y hasta 1975 (Rosario, Comahue, Río Cuarto, Luján, Mar del Plata, Salta, San Juan, San Luis) (), de mediados de los 80 hasta los 90 (Patagonia San Juan Bosco, Quilmes, La Rioja, Lanús, Patagonia Austral, Formosa) y entre 2002-2016 (Chilecito, Río Negro, José C. Paz, Hurlingham, Comechingones, de las Artes, Almirante Brown) (). Esto sin considerar la creación de universidades de gestión privada que merecen un análisis diferente ().
La Universidad Nacional del Comahue en el sistema universitario nacional y su sede CURZA
Para referirnos puntualmente a la UNCo, es una institución creada el 15 de julio de 1971, mediante la ley nacional 19117. Según indica su página web, con dicha creación:
Se cumplía una de las más sentidas aspiraciones de la comunidad regional era la culminación de un largo proceso que transitó por diversos y laboriosos caminos. No se trataba de poner en marcha una casa de estudios superiores, siguiendo los lineamientos formales de las que ya funcionaban en el país, sino que se tomaba como base la experiencia de la Universidad Provincial de Neuquén y los Institutos de Río Negro, que ya habían formado varias promociones de egresados. La historia de la Universidad no ha sido fácil ni ajena a los tiempos que le tocó vivir a nuestra Argentina. Su crecimiento está íntimamente vinculado con el desarrollo de las provincias a las cuales básicamente sirve. La Universidad está físicamente asentada en dos territorios con historias equivalentes, configurados en una sola unidad humana, social y cultural ().
Su inserción regional, es una singularidad en el conjunto de las universidades del país ya que abarca geográficamente dos provincias argentinas, Río Negro y Neuquén (con sede del rectorado en esta última), y sus actividades se desarrollan en diecisiete unidades académicas regionales (entre Facultades, Asentamientos, Escuelas y Centros Universitarios) repartidas en once localidades, cuya oferta académica se adecua al entorno de cada sede, surgiendo de demandas específicas y perfiles locales. Dicha cualidad implica una dispersión geográfica muy grande, de la cual derivan dificultades propias de la comunicación a distancia, aunque le permite estar inmersa en las diferentes microrregiones de la Patagonia norte donde confluyen los intereses y la historia regional.
Respecto de su forma de gobierno, se ejerce con la conformación de un Consejo Superior en donde están representados los cuatro claustros: estudiantes, docentes, no docentes y graduados, cuyas listas se suelen integrar con candidatos de distintas ciudades. Y la misma representación de claustros se replica en las unidades académicas locales. Una de las principales dificultades arriba mencionada es la distancia que deben recorrer las autoridades y los consejeros para participar de las instancias de gobierno superior y la concentración de actividades en Neuquén sede del Rectorado y dada su importancia regional entre las ciudades ubicadas en la confluencia de los ríos Limay, Neuquén y Negro, que es donde se concentra la mayor densidad poblacional de la Patagonia (). También se pueden observar diferencias entre las carreras debidas al peso específico y la antigüedad de cada una, lo que implica diferencias de presupuesto, de recursos humanos y de consolidación de sus procesos de enseñanza-aprendizaje, investigación e inserción comunitaria.
El Centro Universitario Regional Zona Atlántica (CURZA)
El CURZA está asentado en la zona este de la provincia de Río Negro, en la ciudad de Viedma, capital provincial (). Es un centro académico de la UNCo con una oferta académica variada, cuyo origen data desde la creación de la universidad en 1972 (). Algunas carreras fueron pensadas desde los institutos que precedieron a la misma, como psicopedagogía, administración pública, comunicación oral y escrita. Otras, emergieron con las necesidades regionales y en función del perfil y las demandas de las localidades del área, como gestión de la producción agropecuaria, ciencia política, diseño web, enfermería, y las más recientes del área de gestión de recursos humanos y arte.
Una de sus fortalezas es que concentra una gran cantidad de proyectos de investigación y extensión, y/o de voluntariado universitario (). Para dar cuenta de su dimensión presentamos a continuación una síntesis de dichas actividades en la actualidad de la UNCo y particularmente del CURZA.
La Secretaría de Ciencia y Técnica de la UNCo convoca, anualmente, a la presentación de Proyectos y Programas de Investigación (PIN y PROIN). Esta Secretaría subsidia anualmente alrededor de 240 proyectos () que nuclean aproximadamente 1240 investigadores pertenecientes a las distintas unidades académicas. Por su parte, la Secretaría de Extensión que también realiza convocatorias anuales de proyectos de extensión y voluntariado, contabiliza actualmente un total de 57 proyectos en ejecución.
Tanto los proyectos presentados como los informes finales son sometidos a evaluación externa, realizada por investigadores reconocidos dentro del sistema científico nacional. Dichos proyectos son llevados a cabo por grupos de trabajo integrados por docentes investigadores (categorizados o no, de diferentes cargos y antigüedad), becarios, pasantes, estudiantes e integrantes externos, conformando equipos interdisciplinarios (). Otros programas, en estrecha relación con los anteriores, tienen como finalidad la formación de recursos humanos en la investigación, aprovechando la capacidad de los grupos de investigación constituidos mediante: 1- Becas de Investigación (de Iniciación para Estudiantes de la UNCo, de investigación en las categorías Graduado de Iniciación y Graduado de Perfeccionamiento); 2- Programa de Formación de Recursos Humanos; 3- Programa Estímulo a la Pr...