Tecnología y neuroeducación desde un enfoque inclusivo

Alejandro Quintas Hijós, Cecilia Latorre Cosculluela

• Editorial: Ediciones Octaedro
• Año: 2022
• ISBN:
  9788419023124
• Edición: 1
• Categoría: Pedagogía
• Categoría: Psicología educativa

Las Ciencias de la Educación requieren un continuo planteamiento reflexivo que busque el sentido y finalidad de cada nuevo elemento que aparece a nivel social y estatal. En la actualidad, parece que el aceleracionismo de la sociedad ha afectado también al campo de la praxis educativa, así como el de la investigación pedagógica. Ello ha podido traducirse en ocasiones en innovaciones basadas en el espectáculo, el entretenimiento o la mera novedad.No obstante, cualquier cambio que se plantee en el ámbito educativo debiera tener detrás una meditada reflexión sobre los fines y los valores. Solo de esta manera la numerosa oferta de innovaciones educativas propuestas en la actualidad podrá ser sometida a análisis. El presente libro expone una firme apuesta en este sentido, una reflexión sobre temas especialmente relevantes y de actualidad como son la neuroeducación o la relación entre educación y tecnología, pero con un enfoque teórico y amplio, lo cual favorece reflexionar acerca de lo importante en educación, y no solo de lo urgente. Además, el enfoque de la atención a la diversidad y la inclusión se torna clave para repensar estos temas desde el presente y con perspectiva de pensar en todas las personas con independencia de su condición.Esta obra recoge novedosas aportaciones de autores procedentes de Italia, Andorra, España o EE. UU., así como perspectivas de especialistas en diferentes áreas de conocimiento, como son la didáctica de la tecnología, la educación musical, la educación artística y audiovisual, la educación física, la filosofía, la pedagogía o la didáctica de la educación especial. Los tres grandes pilares temáticos que se abordan son la tecnología educativa, la atención a la diversidad y la neuroeducación.

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De la brecha digital a la brecha cognitiva

VIRGINIA LARRAZ RADA

Universitat d’Andorra, Andorra

1. Introducción

La crisis sanitaria que estamos viviendo a nivel mundial, debida a la COVID-19, nos ha presentado desafíos únicos en todos los niveles: educativo, profesional y personal. Nunca antes habíamos tenido una dependencia tan grande de la tecnología, pasando a ser un producto y un servicio de primera necesidad, necesario para continuar trabajando, para seguir estudiando, y para seguir teniendo contacto con el entorno familiar y social.

La desigualdad digital ha reforzado todavía más la desigualdad social ya existente (Dijk, 2020). La brecha digital, definida como el acceso o no a la tecnología, se acrecienta con una nueva brecha llamada cognitiva que separa a las personas que, aun teniendo acceso a la tecnología, no saben utilizarlas. Ante tal situación la competencia digital se ve si cabe todavía más necesaria para formar ciudadanos perfectamente integrados en una sociedad del conocimiento claramente digital.

En este capítulo se realiza un repaso desde el concepto de brecha digital a brecha cognitiva analizando las amenazas que las provocan. Se recupera la importancia del desarrollo de la competencia digital de toda la ciudadanía y en concreto se analiza las aplicaciones e implicaciones para el ámbito socioeducativo, analizando cuatro sectores de la población: los alumnos, los profesores, las familias y la población en general. Aportando para cada uno de ellos posibles soluciones para paliar la desigualdad.

2. La brecha digital y la brecha cognitiva

Con el incremento del uso de ordenadores personales en la década de 1990 se empezó a utilizar el concepto de brecha digital para señalar a aquellas personas que no tenían acceso a tal tecnología (Eastin et al., 2015). Desde entonces el concepto de brecha digital ha ido evolucionando (Scherder et al., 2017) y desplazando el interés hacia las aptitudes y el tipo de uso que se realiza de la tecnología (Dijk, 2020), recibiendo el nombre de brecha digital de segundo nivel (Scherder et al., 2017) o brecha cognitiva (Álvarez-Araque et al., 2019), y se utiliza para señalar a aquellas personas que, aun teniendo acceso, no saben utilizar la tecnología.

En los últimos 25 años la investigación y la política sobre brecha digital han avanzado en tres niveles (Cabero y Ruiz, 2017; Scherder et al., 2017; Dijk, 2020):

1. El primer nivel, que recibe el nombre de brecha digital está marcado por la falta de acceso a dispositivos e Internet y diferencia las personas que pueden acceder a las TIC de las que no. Este enfoque está orientado al acceso a la infraestructura.

2. El segundo nivel, que recibe el nombre de brecha digital de segundo nivel o brecha cognitiva, está marcado por la falta de habilidades para usar las tecnologías y diferencia las personas que tienen un nivel de alfabetización o habilidades digitales que les permiten utilizar las TIC de las que no. Este enfoque está orientado hacia la capacitación.

3. El tercer nivel, que recibe el nombre de brecha digital de tercer nivel o, también, de brecha cognitiva, está marcado por la falta de competencia digital para realizar un uso crítico de la tecnología en la sociedad del conocimiento y diferencia a las personas que son simplemente consumidoras de las que son pro consumidoras. Este enfoque está orientado al uso de los recursos.

En la siguiente figura se ejemplifica la relación entre la brecha digital y la brecha cognitiva a partir de los tres niveles citados:

Figura 1. Relación entre brecha digital y brecha cognitiva. Fuente: Larraz (2021).

Tomando como referencia las 11 amenazas y los obstáculos de la brecha digital de Pimienta (2008), analizamos las amenazas para cada uno de los niveles de la brecha digital y la brecha cognitiva.

En el primer nivel de la brecha digital se presentan cinco amenazas: 1) que se acceda de manera física a la tecnología; 2) que se adecue el precio de acceso a la tecnología a las posibilidades económicas de las personas; 3) que el acceso a los recursos sea perenne y sostenible en el tiempo; 4) que la persona tenga una alfabetización básica funcional, y 5) que los recursos sean accesibles desde la lengua materna.

En el segundo nivel de la brecha cognitiva se presentan tres amenazas: 6) que la persona sea capaz de hacer un uso eficiente y efectivo de la tecnología; 7) que la persona tenga cierto nivel de experiencia que le permita apropiarse de la tecnología, y 8) que la persona sea capaz de hacer un uso de la tecnología que tenga un sentido social en los entornos de su ecosistema.

En el tercer nivel de la brecha cognitiva se presentan tres amenazas: 9) que la persona sea suficientemente experta para que la tecnología sea transparente en su uso social; 10) que la persona pueda transformar su realidad social a través de la apropiación social de la tecnología; y 11) que la persona sea capaz de crear soluciones originales.

3. La competencia digital

La sociedad del conocimiento supone un cambio en el día a día de los ciudadanos que necesitan adquirir nuevas competencias para ser ciudadanos activos y no quedar excluidos de una sociedad que cada vez es más digital.

La OCDE en 2005 definió las competencias clave que necesitaban todas las personas para su desarrollo y su realización personal y que les permita participar de manera activa en la ciudadanía. Dentro de las nueve competencias que define la OCDE está la competencia digital que es la que corresponde a la habilidad del uso de la tecnología de un modo interactivo.

La necesidad de formar a los ciudadanos en la competencia digital está presente en numerosos informes internacionales, destacamos tres de ellos que han estado motivados por la situación de pandemia que estamos viviendo:

• La Comisión Europea (2020) presenta el Plan de Acción de Educación Digital (2021-2027) en el que propone un conjunto de iniciativas para que los sistemas de educación y formación se adapten realmente a la era digital plateando la necesidad de mejorar la educación digital, como objetivo estratégico clave para la enseñanza y el aprendizaje de alta calidad en la era digital, más concretamente señala la necesidad de un enfoque estratégico y a más largo plazo para la educación y la formación digitales.

• El World Economic Forum (2020), entre las acciones potenciales que a corto plazo y de manera integral deberían incluir en los planes de contingencia los gobiernos y los actores de la industria, señala implementar el plan de estudios de las TIC en escuelas y universidades y proporcionar formación docente sobre habilidades de aprendizaje digital y remoto.

• La European University Association (2021) destaca, entre los desafíos y tendencias, el hecho de que las universidades han de garantizar el estudio y la evaluación del impacto de las nuevas tecnologías en nuestras sociedades y que los graduados deben estar preparados para los mercados laborales que están cambiando, debido a la digitalización y las nuevas tecnologías.

La competencia digital es el conjunto de destrezas y conocimientos que el propio individuo debe adquirir y consolidar como medio imprescindible para avanzar en sus estudios en cualquier etapa educativa y profesional (Gisbert et al., 2016); por ello, la competencia digital adquiere un rol protagonista en todos los aspectos del aprendizaje a lo largo de la vida (Selwyn, 2013).

4. Implicaciones para el ámbito socioeducativo

Partiendo de la idea que la brecha digital no es otra cosa que el reflejo de la brecha social en el mundo digital (Pimienta, 2008) en este apartado detallaremos cómo se puede abordar la competencia digital e...