
- 436 páginas
- Spanish
- ePUB (apto para móviles)
- Disponible en iOS y Android
eBook - ePub
Economía regional y urbana: el espacio importa
Descripción del libro
Este libro es un análisis de los principales problemas que plantea la economía cuando se incorpora el espacio geográfico y político. Su objetivo es explicar de manera didáctica las teorías económicas y de economía política que analizan los fenómenos que se dan en el espacio y en el tiempo en un país determinado, en sus regiones y sus ciudades.
Entre las teorías que presenta están la microeconómica, insumo-producto, macroeconómica, crecimiento en el espacio, centro y periferia, geografía económica, economía urbana, las instituciones en el espacio, la economía política clásica y moderna, y la centralización y concentración política y económica.
En su conjunto permite tener una aproximación analítica y con aplicaciones empíricas al complejo problema de la economía y la sociedad en el espacio.
Está destinado a los estudiosos de los problemas espaciales, regionales y urbanos, en un nivel introductorio y de manera didáctica. También a funcionarios públicos de los distintos niveles de gobierno, empresarios, y promotores de desarrollo local y regional.
Preguntas frecuentes
Sí, puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento desde la pestaña Suscripción en los ajustes de tu cuenta en el sitio web de Perlego. La suscripción seguirá activa hasta que finalice el periodo de facturación actual. Descubre cómo cancelar tu suscripción.
Por el momento, todos los libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Perlego ofrece dos planes: Esencial y Avanzado
- Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
- Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¡Sí! Puedes usar la app de Perlego tanto en dispositivos iOS como Android para leer en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso sin conexión. Perfecto para desplazamientos o cuando estás en movimiento.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Sí, puedes acceder a Economía regional y urbana: el espacio importa de Efraín Gonzales de Olarte en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Negocios y empresa y Negocios en general. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.
Información
Capítulo 1.
El espacio y el tiempo: unidad inseparable
El espacio y el tiempo: unidad inseparable
Ningún ser humano puede conocer fuera del tiempo y del espacio.
Emmanuel Kant
Introducción
Hasta donde sabemos, el espacio y el tiempo se crearon al mismo tiempo en el universo. Son dos dimensiones que interactúan permanentemente. Para recorrer una distancia en el espacio, en sus tres dimensiones, se toma simultáneamente un cierto tiempo, por ello se asume en la física que existen cuatro dimensiones, que incluyen el tiempo. Esta realidad, que parece sencilla, está en la base de cualquier análisis que incluya el espacio. Este es el ámbito en el que se desenvuelve la astronomía, la astrofísica, la física teórica, pero también, con varias precisiones y variantes, el espacio-tiempo se presenta en los temas terrenales, que son estudiados por la geografía, la historia, la geología, la meteorología, etcétera, pero, particularmente se presenta en la economía, cuando incluimos el espacio en el análisis económico. Este es el campo de la economía regional, de la economía internacional, de la economía urbana, que tratan de la comprensión de las economías nacionales, subnacionales o locales, del comercio internacional o interregional, de las migraciones, de la movilidad del capital de un lugar a otro, de la urbanización, etcétera, en sus respectivos espacios geográficos. La economía con espacio es la economía realmente existente.
La conformación del espacio sideral ha tomado millones de años1, la conformación de la Tierra bastante menos2, pero la historia de la humanidad y su asentamiento data de algunos miles de años y, aún más relevante, la historia de los asentamientos bajo la forma de ciudades data de unos diez mil años. Sin embargo, el mundo que conocemos hoy con todas sus transformaciones espaciales y sociales ha sido modificado en los últimos trescientos años. En consecuencia, la relación «fuerte» entre economía y el espacio es bastante reciente, pero también, y cada vez más, muy compleja.
El espacio-tiempo cósmico se rige por las cuatro grandes fuerzas: la gravedad, el electromagnetismo, la fuerza nuclear fuerte y la débil. Su dinámica en el tiempo se da por la interacción de estas fuerzas. En cambio, el espacio-tiempo en la Tierra se rige por las leyes de la naturaleza que permiten la vida, su reproducción y sus modificaciones, sin que nadie ni nada cambie su rumbo en el tiempo y en el espacio, es decir, aquella naturaleza que no ha sido o no es habitada por el hombre tiene sus propias fuerzas y leyes que generan dinámicas naturales. En el momento en que los hombres comenzaron a afectar este «estado natural» la naturaleza empezó a cambiar progresivamente hasta que, en los últimos siglos, sobre todo a partir de las revoluciones industriales y del acelerado poblamiento de la Tierra, la naturaleza ha sido afectada —y en varios aspectos alterada—, en algunos casos de manera severa. Frente a estos cambios, la naturaleza ha respondido en base a sus propias dinámicas, por ejemplo: frente al calentamiento global, las temperaturas se han elevado y está provocando la desglaciación de las montañas, amenazando con déficit futuros de agua dulce y, en consecuencia, amenazando la vida de los seres que dependen del agua para vivir. Es en este proceso de afectación de la naturaleza por el hombre que han aparecido varios fenómenos: la deforestación de los bosques naturales, la reducción de valles fértiles por la urbanización, la contaminación de fuentes de agua con los relaves mineros en los ríos o la formación de enormes islas de plástico en los océanos, que han afectado varias especies de animales y las amenazan en el futuro. Se presenta pues una tensión entre los estilos de vida modernos, las concepciones de bienestar, la racionalidad económica vigente y la sostenibilidad de la naturaleza. Todos ellos son fenómenos que acaecen en espacios y tiempos determinados.
El espacio ha sido estudiado por la astrofísica en el universo y por la geografía en la Tierra. De igual manera, el espacio-tiempo es el objeto de estudio de la física, mientras que los sucesos acaecidos en espacios determinados son el objeto de la historia.
Sin embargo, la geografía y la historia han trabajado de manera separada. En economía es necesario interrelacionarlas a través de los sucesos económicos ocurridos en el espacio y en el tiempo histórico.
La palabra latina spatium proviene del griego spodium (σπαδιου), cuyo significado es cualquier lugar extenso para caminar. Sin embargo, actualmente spatium significa el tiempo de espera entre dos momentos temporales y también se aplica a la distancia entre dos puntos. Como se observa, el espacio y el tiempo están relacionados, y este es el enfoque sobre el que se basan los temas que veremos en este libro. Adicionalmente, el espacio es una extensión indefinida que contiene y entorna objetos y tiene tres dimensiones; obviamente entre los objetos hay distancias y tiempos de desplazamiento.
En cuanto al tiempo, no entraremos en una definición precisa, pues no solo existen varias y complejas. Nos limitaremos al tiempo desde el punto de vista del tiempo histórico, que incluye los procesos económicos dentro del momento histórico en el que se llevan a cabo, que incluyen a su vez distintos modos o sistemas productivos que definen períodos económicos según los regímenes de acumulación, bastante influenciados por los cambios tecnológicos y las evoluciones institucionales. Desde una perspectiva fenoménica nos referiremos a la variación de los factores productivos como indicación de un corto o un largo plazo con un antes y un después.
En ciencias sociales, especialmente en la economía, hay por lo menos tres grandes vertientes en la concepción del espacio: la empírica, la materialista y la matemática.
1. Concepciones sobre el espacio
1.1. Concepciones empíricas
La geografía y la economía tienen las principales concepciones empíricas del espacio. El espacio geográfico es principalmente un espacio físico, con una geomorfología identificable y con ecologías variables, que permiten clasificaciones diversas: continentes, paisajes, regiones, pisos ecológicos, zonas de vida, países, que son descritos con los mayores detalles posibles y con todos sus componentes. La delimitación del espacio geográfico se hace en función de criterios de homogeneidad preestablecidos, por ejemplo: formaciones geológicas, zonas orográficas (costa, sierra y selva), zonas de vida, cuencas, etcétera. En consecuencia, son clasificaciones a priori basadas en criterios predeterminados, convencionales y, a menudo, arbitrarios. Esta concepción del espacio ha sido menospreciada por las ciencias sociales durante largo tiempo, pero en las dos últimas décadas ha ido siendo integrada por otras disciplinas, sobre todo la economía, para entender mejor los fenómenos sucedidos en el espacio.
El espacio económico se establece sobre un espacio geográfico, en el cual se desarrollan actividades productivas, de circulación de bienes y factores, y de distribución de la producción. El espacio económico está compuesto por productores de distintos bienes y servicios, por consumidores, por trabajadores, por capitalistas, empresarios y el Estado, que organizan el espacio en función de sus distintas funciones objetivo: producir para ganar, consumir para satisfacer necesidades, invertir para aumentar el capital y elevar las productividades. Esta concepción pone el acento en el funcionamiento económico, es decir en la asignación de los recursos y factores en el espacio, basados en cierta racionalidad económica que proviene de un conjunto de reglas establecidas.
1.2. Concepción materialista
En cambio, la concepción materialista del espacio parte de la idea de que el espacio geográfico es apropiado y es producido bajo determinadas relaciones socioeconómicas y políticas, y finalmente consumido, para luego volverlo a reproducir. En este sentido: «toda realidad material existente (y toda relación social tiene una forma de existencia material) tiene una dimensión espacial y una dimensión temporal y las categorías (intelectuales) de espacio o de tiempo se refieren a las condiciones de existencia material, al igual que las categorías de cantidad, de relación, etc.» (Lipietz, 1979, p. 19)3. Se trata, pues, de una visión en la que las sociedades ocupan y reproducen el espacio en el tiempo, sobre la base del tipo de relaciones sociales, económicas y políticas establecidas en cada época.
Los fundamentos espaciales de las relaciones sociales en el espacio exigen una correspondencia entre presencia y alejamiento, y entre participación y exclusión. Las actividades productivas y de consumo en el espacio no se podrían llevar a cabo sin la movilidad de personas, factores y tecnologías, que a menudo tienen sus centros de producción y centros de vivienda, de donde se mueven permanentemente. Por otro lado, en el espacio se dan fenómenos de participación y de exclusión, por ejemplo: las relaciones de producción son participativas, pues incluyen trabajadores, capitalistas, empresarios, gerentes, Estado, que conjuntamente intervienen en los procesos económicos. Por otro lado, los sistemas de propiedad del espacio (suelo, aguas, cielo, espectro radiofónico) excluyen a los que no son propietarios y es esta la definición jurídica establecida en cada país, la que históricamente ha delimitado la propiedad privada de la pública y estatal y, en un ámbito mayor, los países que tienen soberanía sobre sus espacios nacionales.
El geógrafo marxista británico David Harvey (2010) propone tres tipos de espacio en la tradición materialista: el absoluto, el relativo y el relacional. El espacio absoluto sería una cosa en sí misma, dotada de una existencia independiente de la materia, es un espacio sin incertidumbres ni ambigüedades que permitiría que los cálculos se hagan sin dificultades. Es el espacio de la geometría euclidiana, de Newton y Descartes, pero también el espacio de la propiedad privada y de las entidades territoriales (el Estado, las unidades administrativas). El espacio relativo, asociado a Einstein y la geometría no euclidiana, es relativo en dos sentidos: uno puede escoger entre varias geometrías y, a su vez, el cuadro espacial depende estrechamente de lo que es relativizado y por quién. Es decir, puede haber múltiples espacios. El espacio relacional dice que no hay espacio ni tempo fuera de los procesos que los definen, el espacio es interno a los procesos y no es posible separarlo del tiempo. El ciberespacio es un buen ejemplo de este concepto (Harvey, 2010, pp. 54-58).
Estamos frente a dos ideas de espacio distintas que, sin embargo, se pueden complementar para el análisis, pero no para temas normativos. En este libro daremos teoría e ilustraciones sobre ambas entradas.
2. El espacio producido y el espacio consumido
Un aspecto central en la conceptualización del espacio socioeconómico es distinguir entre la producción del espacio y su consumo4. Esta precisión es sumamente importante en dos aspectos: 1. Quien produce el espacio define su utilización, es decir su consumo. 2. El consumidor no tiene posibilidad de influir en la producción del espacio, solo en su utilización, la cual es además voluntaria. Es aquí donde se encuentra el corazón de la economía política espacial, porque la producción de un espacio (físico o abstracto) se lleva a cabo bajo ciertas reglas, con ciertos procedimientos y generando información, es decir, genera un ámbito económico, político o social para que otros lo usen, participen o lo consuman.
2.1. El espacio prod...
Índice
- Introducción
- Capítulo 1. El espacio y el tiempo: unidad inseparable
- Capítulo 2. Microeconomía espacial
- Capítulo 3. La estructura económica en el espacio
- Capítulo 4. La macroeconomía regional y urbana
- Capítulo 5. Dinámica temporal espacial: el crecimiento económico en el espacio
- Capítulo 6. El enfoque centro-periferia y la nueva geografía económica
- Capítulo 7. Economía urbana
- Capítulo 8. Las instituciones en el espacio
- Capítulo 9. Economía política espacial
- Capítulo 10. Concentración, centralización y descentralización
- Bibliografía