
- 40 páginas
- Spanish
- ePUB (apto para móviles)
- Disponible en iOS y Android
eBook - ePub
Cartas a un amigo
Descripción del libro
Comoes sabido, EstebanEcheverríadejó entre sus papeles inéditos en prosa una obra tituladaCartas aunamigo. Son un intentodenovelaepistolaryconfidenciadisfrazada de realidadautobiográfica.LasCartas a un amigo—treintaytresen total— pudieron haber sido escritas hacia 1830-1832.LasCartas a un amigode Esteban Echeverría recogen episodios de la vida del autor, como la pérdida de su madre, reflexiones que, a la postre, son el germen de muchas de sus ideas o, incluso aspectos tan íntimos como la fascinación ante una mujer virtuosa. Echeverría relata estos sucesos en unas epístolas que prefiguran el estilo exaltado de su obraLa Cautiva.
Preguntas frecuentes
Sí, puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento desde la pestaña Suscripción en los ajustes de tu cuenta en el sitio web de Perlego. La suscripción seguirá activa hasta que finalice el periodo de facturación actual. Descubre cómo cancelar tu suscripción.
Por el momento, todos los libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Perlego ofrece dos planes: Esencial y Avanzado
- Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
- Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¡Sí! Puedes usar la app de Perlego tanto en dispositivos iOS como Android para leer en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso sin conexión. Perfecto para desplazamientos o cuando estás en movimiento.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Sí, puedes acceder a Cartas a un amigo de Esteban Echeverría en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Literatura y Colecciones literarias. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.
Información
1. Las almas de fuego no sienten como las almas vulgares
Querido amigo: después de tu partida, un suceso infausto ha venido a interrumpir la tranquilidad de mi corazón. En el seno de mis ilusiones y al abrigo del cariño maternal yo me reposaba sin imaginarme, ni aun en sueños, que la desgracia avara del bien podía venir a arrebatarme de ese mundo de glorias engendrado por mi imaginación, para transportarme a otro lleno de imágenes sombrías y de realidades terribles. La previsión maternal me evitaba mil inquietudes y zozobras y mi ser en una armonía perfecta gozaba de aquel bien inefable que no tiene nombre en la tierra y que en la lengua de los ángeles se llama felicidad. Mi madre también era feliz al ver el esmero que yo ponía en agradarla, al paso que lisonjeado con la idea de que llegaría el día en que pudiese recompensar de algún modo sus bondades y cariños, proporcionándole una vejez cómoda y tranquila, yo me afanaba en enriquecer mi inteligencia correspondiendo a sus deseos para poder entrar a desempeñar con suceso en la sociedad los deberes de hombre. Pero temo, amigo, que mis esperanzas sean ilusorias: una melancolía profunda se ha amparado de su espíritu; ha renunciado a todo alimento y va perdiendo poco a poco sus fuerzas. Un presentimiento fatal le dice, como en secreto, que se acerca el término de su carrera y la hace desesperar de su salud. En vano trato yo de disuadirla para que aleje de su imaginación esas lúgubres ideas y se libre a su jovialidad ordinaria; en vano, amigo: una especie de vértigo embarga sus sentidos y no presenta a su espíritu enervado sino imágenes de muerte. Parece que una mano oculta la arrastra hacia el sepulcro. ¡Qué desdichado seré si pierdo a esta buena madre! ¿Quién será mi mentor y mi guía en el camino del mundo? Tiemblo al pensarlo solamente. Sin experiencia en la edad de las pasiones, devorado de mil deseos, ¿quién será mi consejo? ¿Quién me ayudará a retener estos impulsos violentos del corazón y me hará oír la voz de la razón en medio de la tormenta de las pasiones? ¿Quién me emulará en mis estudios y me enseñará el camino por donde se llega a la ilustración? ¿Quién será, en fin, mi verdadero amigo?
Una idea me atormenta: creo haber sido la causa involuntaria de la melancolía que la consume. Los halagos seductores de una mujer me arrastraron a algunos excesos; la ignorancia y la indiscreción propagaron y exageraron estos extravíos de mi inexperiencia: ella los supo y desde entonces data su enfermedad: calla por no afligirme, sin duda, pero yo he creído leer en su semblante mi acusación y mi martirio.
2. Junio 30 de 182...
Mis infaustos temores se van realizando. Ya no hay medicina para su mal. Cuando articula algunas palabras, el cansancio y la fatiga las ahogan entre sus labios. Paso los días y las noches al lado de su cama prodigándole mis inútiles cuidados, y no me canso de contemplar aquella fisonomía antes tan dulce y expresiva, ahora pálida y desfigurada con el lívido velo del dolor. Sin embargo, sus ojos conservan toda su expresión y son aún el espejo de aquel corazón tan sensible, tan puro y tan humano. Anoche lo pasé en vela a su lado, y por la mañana me retiré a descansar; pero al poco rato me hizo llamar. ¡Ah, qué escena tan desolante! Arrojéme sobre su cuerpo casi yerto, lo regué con mis lágrimas, imprimí mil y mil besos sobre su frío rostro y pareció animarse como con un éter vivificante al respirar mi aliento; recogió todas sus fuerzas y articuló estas palabra: «Hijo, yo me muero: la Providencia me llama a su seno... Ya mi hora va a sonar: tú quedas solo en el mundo... No te olvides de mis lecciones.. Eres joven; no te dejes arrastrar por tus pasiones... El hombre debe abrigar aspiraciones elevadas. La Patria espera de sus hijos: ella es la única madre que te queda: A...» y la palabra expiró en su garganta y la expresión de su fisonomía y de sus ojos me dijeron el resto con voz callada y elocuente. Mi dolor llegó a su colmo, me arrancaron de entre sus brazos y mi mente está aún tan turbada que me falta el tino para escribirte.
¡Qué preliminares tan espantosos los que preceden al pasaje de la vida a la muerte! Como si la distancia del ser al no ser fuese inmensa; como si un muro de diamante se interpusiese entre el sepulcro y la vida, se mueven mil resortes para evitar el golpe fatal; pero él cae como la cuchilla justiciera burlándose de nuestra previsión y poder y nos muestra en un instante que la vida y la muerte son dos puntos que se tocan o dos accidentes pequeños en la vida general del universo.
3. Julio, 28 de 182...
El verdadero motivo de mi silencio lo habrás, sin duda, adivinado. Llegó al fin el fatal momento y con él un cúmulo de aflicciones que ya me faltan fuerzas para soportar. La vigilia y el dolor me obligaron a hacer cama; no he podido verla más ni decirle el último adiós. Me ocultaron la catástrofe por algunos días; pero el semblante de los que me rodeaban hablaba elocuentemente a mi corazón. ¡Qué momentos tan crueles! Levantéme de cama; busqué a mi madre y no la encontré; estaba en el sepulcro. La eternidad la separaba de mí. Mis sentidos cayeron en estupor, la fuerza del sentimiento heló las lágrimas en mis ojos, y mi corazón quedó como deshecho. He permanecido por algunos días en una especie de pasmo o suspensión de que conservo una idea muy confusa: estuve, según me dicen, a punto de enloquecer. He salido por fin de ese letargo, pero para sentir más el horror de mi situación. Ven, amigo, y sabrás apreciarla, la pluma cae de mi mano. Perdí a mi padre cuando no podía aún apreciar su pérdida y en un mes he perdido lo que más adoraba y lo que hacía la felicidad de mi vida. ¿Qué es la vida, amigo, y la felicidad para el hombre? Vanos sueños, sombras fantásticas que se disipan en un momento.
4. Agosto, 1°
Ella expiró; pero su imagen está grabada aquí en mi corazón y en todas mis potencias con caracteres indelebles. Ella me consuela en mis sueños y me acompaña en todas partes. El hábito de verla y hablarla me lleva muchas veces a su cuarto: allí está la silla, el sofá, la mesa, la cama; pero todo desierto y silencioso... Salgo de allí como un frenético y corro por las calles hasta llegar a su sepulcro; me hinco sobre la fría losa que lo cubre; lloro, ruego, la llamo y una voz apagada me responde del seno de la tierra: «Está en el cielo». Sí, amigo, está en el cielo, pero yo no estoy con ella y estoy solo en el universo.
5. Agosto, 28
Tú me aconsejas un viaje a la capital donde los pasatiempos y la sociedad podrán proporcionarme alguna distracción y contribuir a aliviar mi dolor. Te engañas, amigo, si has creído que el ruido del mundo y el trato de los hombres puedan ser un bálsamo para mi corazón. Además no está entre los fel...
Índice
- Créditos
- Brevísima presentación
- 1. Las almas de fuego no sienten como las almas vulgares
- 2. Junio 30 de 182...
- 3. Julio, 28 de 182...
- 4. Agosto, 1°
- 5. Agosto, 28
- 9. Septiembre, 20
- 7. Octubre, 1°
- 8. Octubre, 2O
- 9. Noviembre, 2
- 10. Diciembre, 12
- 11. Diciembre
- 12
- 13
- 14
- 15. Enero, 23
- 16. Febrero, 1°
- 17. Febrero, 4
- 18. Febrero, 10
- 19. Febrero, 16
- 20. Febrero, 17
- 21. Febrero, 24
- 22. Febrero, 28
- 24. Enero, 5
- 27. Enero, 30
- 28. Febrero, 1°
- 29. Febrero, 3
- 30. Febrero, 8
- 31. Febrero, 10
- 32. Febrero, 12
- Libros a la carta