Historia y literatura
Confluencia de perspectivas
Edith González Cruz, Marta Piña Zentella, Francisco Altable Fernández, Juan Arturo Camacho Becerra, César Daniel Mora Hernández, José Ignacio Rivas Hernández, Gilberto Bañuelos Piñeda, Gabriel Rovira Vázquez, Francisco Peredo Castro, Rubén Olachea Pérez, Edith González Cruz, Marta Piña Zentella, Francisco Altable Fernández, Edith González Cruz, Marta Piña Zentella, Francisco Altable Fernández
- 409 páginas
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Historia y literatura
Confluencia de perspectivas
Edith González Cruz, Marta Piña Zentella, Francisco Altable Fernández, Juan Arturo Camacho Becerra, César Daniel Mora Hernández, José Ignacio Rivas Hernández, Gilberto Bañuelos Piñeda, Gabriel Rovira Vázquez, Francisco Peredo Castro, Rubén Olachea Pérez, Edith González Cruz, Marta Piña Zentella, Francisco Altable Fernández, Edith González Cruz, Marta Piña Zentella, Francisco Altable Fernández
Información del libro
Hasta hace relativamente poco tiempo, la investigación histórica de carácter profesional se realizaba en nuestro país con independencia de la literatura llamada de ficción y sobre la base de una concepción epistemológica ceñida al discurso cientificista de las grandes escuelas y dogmas historiográficos del siglo XX, que privilegiaban el acercamiento de la historia a las ciencias sociales y al método empírico-inductivo de las ciencias duras. Se consideraba incluso que la "ciencia histórica" debía mantenerse alejada de la narrativa literaria, esto es, del arte literario encarnadoen la novela, el cuento y la poesía. Esta forma de entender el quehacer historiográfico, sin embargo, ha venido cambiando vertiginosamente durantela segunda mitad de la centuria pasada y en lo que va del siglo XXI, no sólo por efecto de la marejada posmoderna, sino por reflexiones viejas y actuales de los teóricos en torno de las cualidades intrínsecas que el modo narrativo ofrece a la explicación histórica.1 Lo mismo ha de decirse enreciprocidad con respecto del quehacer literario, pues ahora se reconoce también que la generación de conocimiento histórico ha contribuido, y contribuye eficientemente, a la producción de las bellas letras. Surge así una sólida concepción que no excluye a lo literario de lo historiográfico, ni a lo historiográfico de lo literario, es decir, una concepción histórico-literaria, fundada en los trabajos ya célebres de múltiples y diversospensadores –literatos, filósofos e historiadores– que ven en la estructura narratoria, complementada con las aportaciones metodológicas y epistemológicas de otros ámbitos de conocimiento.