
- 208 páginas
- Spanish
- ePUB (apto para móviles)
- Disponible en iOS y Android
eBook - ePub
Descripción del libro
Los 8 hábitos de los mejores líderes tiene el objetivo de ayudar a los líderes a cultivar un crecimiento saludable en sus iglesias. Cada capítulo del libro está organizado como lecciones semanales que facilitan tanto el estudio en grupo como individual. El autor está muy comprometido a darle un enfoque de tareas de seguimiento que sirva para grupos de discipulado de líderes así como en cuanto al mentoreo de estudiantes ministeriales.
Preguntas frecuentes
Sí, puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento desde la pestaña Suscripción en los ajustes de tu cuenta en el sitio web de Perlego. La suscripción seguirá activa hasta que finalice el periodo de facturación actual. Descubre cómo cancelar tu suscripción.
Por el momento, todos los libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Perlego ofrece dos planes: Esencial y Avanzado
- Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
- Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¡Sí! Puedes usar la app de Perlego tanto en dispositivos iOS como Android para leer en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso sin conexión. Perfecto para desplazamientos o cuando estás en movimiento.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Sí, puedes acceder a Los 8 hábitos de los mejores líderes de Marcos Witt en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Teología y religión y Iglesia cristiana. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.
Información
Categoría
Teología y religiónCategoría
Iglesia cristiana
«YO JEHOVÁ TE HE LLAMADO EN JUSTICIA, Y TE SOSTENDRÉ POR LA MANO; TE GUARDARÉ Y TE PONDRÉ POR PACTO AL PUEBLO, POR LUZ DE LAS NACIONES».
Isaías 42.6
Era el año 2002. Había sido invitado a una congregación de habla inglesa de nombre Lakewood Church para participar en sus tres reuniones de fin de semana, donde celebrarían el anuncio oficial de que la ciudad de Houston, Texas, había votado a favor de venderles un enorme auditorio deportivo con más de dieciséis mil butacas. El ambiente de esas dos noches en la congregación era sumamente festivo y triunfal. Mi participación en esa ocasión consistía en cantar una canción y dar un breve testimonio acerca del impacto que el pastor John Osteen (papá del actual pastor, Joel Osteen) había tenido en mi vida de joven. Nunca imaginé que aceptar esa invitación cambiaría mi vida y la de mi familia por muchísimos años.
A los pocos meses de ese primer fin de semana, el pastor Joel Osteen me llamó para invitarnos a mi esposa Miriam y a mí a cenar con él y su esposa Victoria. Esa fue la noche que nos lanzó la invitación de fundar la congregación hispana de Lakewood. Yo no había pastoreado desde hacía muchos años y aun entonces había sido solo como apoyo a mi papá sirviendo de pastor asociado en una de las iglesias que fundó. Nunca había tenido la tarea de ser el pastor principal de una congregación. Desde 1987, mi esposa Miriam y yo habíamos iniciado un ministerio itinerante, cantando y predicando en toda América Latina. Nunca olvido una vez haber escuchado a mi amigo Alberto Mottesi decir que un predicador itinerante es un hombre dueño de siete trajes y siete mensajes. Aunque lo dijo en son de broma, está muy cerca de la realidad en algunos casos. Yo era feliz viajando por todos lados con el mismo mensaje que cambiaba de vez en cuando, según el Señor me daba algo nuevo para predicar.
DESCUBRIRÍA UNA SATISFACCIÓN INIGUALABLE AL VER A FAMILIAS RESTAURADAS.
Ahora, a través del pastor Joel Osteen, me enfrentaba a una invitación muy interesante, que nunca hubiera esperado en toda mi vida. La invitación consistía en fundar y pastorear una congregación con al menos una reunión semanal en español, paralela a la congregación en inglés y compartiendo el liderazgo. Seríamos parte de los ministerios que la iglesia ofrecía, utilizando los mismos materiales didácticos, ministeriales y administrativos que la iglesia en inglés utilizaba, pero traducidos al español. Seríamos un departamento ministerial dentro de la congregación general. La única cosa que me pidió específicamente el pastor Joel era que siempre tuviera una palabra fresca para la congregación cada fin de semana, y me encargara de trazar y comunicar una visión general ocupándome de la capacitación y el desarrollo de un equipo pastoral hispano. De todo lo demás, me dijo él, se encargarían ellos. Por si fuera poco, agregó que deseaban que mi predicación semanal fuera grabada para televisión y transmitida por todo el mundo hispano, con fondos provenientes de la tesorería general de la congregación. Me parecía un sueño. ¿A quién no?
El legendario ajedrecista americano Bobby Fisher dijo que para ganar en el ajedrez, como también en la vida: «Tienes que tener espíritu de lucha, forzar los movimientos y sobre todo, aprovechar las oportunidades». Sin embargo, no queríamos apresurarnos. Por algunos meses mantuvimos extensas conversaciones, sesiones de planeación, añadiendo mucha oración y búsqueda del Señor para que finalmente Miriam y yo aceptáramos la invitación de Lakewood Church con mucha alegría en el corazón.
LIDERAR ES UN PRIVILEGIO, Y SER PASTOR ES UN DELEITE.
Ese sueño se convirtió en una realidad que tocaría literalmente a millones de vidas. Fundaríamos la congregación el 15 de septiembre de 2002, y nuestras vidas nunca serían igual. Pronto me daría cuenta del inmenso gozo que siente un pastor al convivir con las personas de su congregación. Disfrutaría una nueva dimensión del rol de liderazgo. Descubriría una satisfacción inigualable al ver a familias restauradas, matrimonios reparados, individuos liberados. Sentiría aquel gozo que solo un pastor puede reconocer. Cada fin de semana, durante los diez años que estuvimos de pastores principales en aquella congregación, veríamos a miles de personas pasar al frente para entregar sus vidas a Jesucristo. Cuán grande es el gozo que siente un pastor al ver esos rostros llenos de lágrimas, vidas quebrantadas encontrando esperanza y fe en Jesucristo, el Señor. Qué privilegio tan grande es llevar a los pies de Jesús al cansado y atribulado para que reciba el descanso del Señor. Nunca me aburrí de ese momento del llamado, semana tras semana al finalizar la predicación. Nunca me cansé de ver ese desfile hermoso de almas rendidas a los pies de mi Señor, y sé que cuando lleguemos a la gloria, me encontraré con grandes multitudes de hombres y mujeres que me abrazarán con alegría y agradecimiento por haberles invitado a tomar la decisión más importante de todas sus vidas: entregar sus vidas a Jesucristo.
Liderar es un privilegio, y ser pastor es un deleite. Es un gozo. Nunca me aburrí de ser pastor. Por más que la tarea no fuera fácil, nunca me fastidió. Aunque tuve hermanos con quienes trabajar muchas cosas por cambiar, nunca sentí frustración con mi congregación. Solo privilegio y gozo. Me sentí honrado de ser el encargado de alimentar, proteger y cuidar las vidas delicadas y hermosas ante los ojos del Señor, y los míos. Sentí una preciosa y privilegiada responsabilidad de explicarles cómo Dios podría funcionar en sus vidas cotidianas, y de explicarles la Biblia de manera amena y sencilla para que la pudieran entender y aplicar a su realidad.
Desde muchos años antes de mi experiencia en la iglesia Lakewood, una de mis mayores satisfacciones ha sido presenciar ese momento especial en el que se «prende una luz» en el corazón de alguien cuando el Espíritu Santo le abre el entendimiento a una verdad eterna, y la persona la capta, la entiende y la abraza. Qué momento más glorioso es ese cuando el Espíritu Santo, el gran Maestro, prende la luz de la Palabra e ilumina el corazón de los hombres. ¡Qué privilegio es liderar!
MIS NOTAS

«POR LA GRACIA QUE SE ME HA DADO, LES DIGO A TODOS USTEDES: NADIE TENGA UN CONCEPTO DE SÍ MÁS ALTO QUE EL QUE DEBE TENER, SINO MÁS BIEN PIENSE DE SÍ MISMO CON MODERACIÓN, SEGÚN LA MEDIDA DE FE QUE DIOS LE HAYA DADO».
Romanos 12.3, NVI
Hace unos años me hice consciente de la siguiente verdad: si el tan conocido y amado salmo 23 comenzara diciendo «Marcos Witt es mi pastor…», las palabras a coro que terminarían diciendo mis liderados de turno serían: «Todo me faltará». Al contarle esta ocurrencia a mi congregación, la gente siempre se reía. A pesar de que es mi sincero deseo hacer el mejor trabajo como pastor y líder, no puedo evitar el reconocer que soy un pastor y un líder sumamente inferior al Pastor de los pastores y Líder de líderes. Jehová es el pastor. Es Su ejemplo el que nos guía, nos enseña y nos inspira a ser líderes más completos. Mi humanidad y la suya nos impiden que seamos líderes perfectos, y por eso necesitamos un paradigma ideal. Claro que continuamente a mi ego le encantaría hacerme creer que soy el pastor o el líder perfecto. Sin embargo, mi constante deseo de ser real, la Biblia, el Espíritu Santo y, por qué no mencionarlo, la opinión de otros, me obligan a darme cuenta de que estoy lejos de la perfección.
Sin embargo, sí existe un pastor perfecto: es Jehová, y esa no es una afirmación liviana o disfrazada de espiritualidad. Objetivamente, Jehová es el que todo puede, todo sabe, todo suple, todo sustenta, todo guarda y protege. Él no tiene carencias. Él es perfecto en todo lo que hace. Él es quien sostiene todo con la diestra de Su poder. Es quien conoce el fin desde el principio y puede soplar vida donde hubo muerte. Es quien restaura, renueva, inspira, libera, perdona y eleva nuestras vidas a todo el potencial que Él sabe que hay en ellas. Solo Él puede ser el pastor perfecto. Nadie más. Es importante que tanto pastores como ovejas nos acordemos constantemente de que Él es el dueño de las ovejas. Le pertenecen a Él. Dios es el único gran Pastor.
SOY UN PASTOR Y UN LÍDER SUMAMENTE INFERIOR AL PASTOR DE LOS PASTORES Y LÍDER DE LÍDERES.
El día en que los líderes terrenales nos demos cuenta de que las ovejas le pertenecen a Jehová, será el día más liberador de nuestras vidas. No son nuestras. Contamos con el privilegio de tener una apertura a sus corazones y decisiones, y de guiarlas por las sendas que el Señor nos muestra en Su Palabra. Podemos acompañarlas en sus momentos de triunfo o derrota, asistirlas en su curación, alimentarlas y cuidar de sus vidas, pero al final de todo, Jehová es el Pastor de las ovejas y nosotros no. Nos ha encomendado la tarea de cuidar de ellas, en nombre de Él, pero son propiedad de Jehová, el único, perfecto y Buen Pastor.
OVEJAS DE SU PRADO
Muchos líderes y pastores vivimos sumamente desubicados en el tema de la propiedad y la autoridad. Como enseña John Maxwell, con quien he tenido la oportunidad de trabajar de cerca, liderazgo es sinónimo de influencia, y sea que tengamos el rol de pastor o estemos en una posición de liderazgo, lo que nos toca desde una perspectiva cristiana es influenciar a las personas como quiere el Señor.
Por eso, asumimos un papel indebido en cuanto a lo que podemos o no decidir en las vidas de las ovejas si intentamos manipularlas a nuestra conveniencia. Primero, recordemos que no somos dueños de las ovejas. Jehová lo es. El salmo 24 dice: «De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan» (énfasis añadido). Todo le pertenece a Él. En el salmo 100.3 leemos: «Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado» (énfasis añadido). En estos pasajes constatamos que no somos dueños de las ovejas ni de la tierra donde se recuestan ni del pasto que comen. Todo, absolutamente todo, le pertenece al Señor. Nosotros solo somos administradores de aquello que le pertenece a Él. En ese sentido, tenemos autoridad y responsabilidad limitada en cuanto a las decisiones que podamos tomar en relación a la vida de las ovejas que nos ha encomendado. Nunca debemos olvidar que al final de cuentas, el dueño de las vidas de aquellos que amamos y cuidamos es Jehová. Los mejores líderes cristianos nunca olvidan esta premisa tan básica y fundamental.
LO QUE NOS TOCA DESDE UNA PERSPECTIVA CRISTIANA ES INFLUENCIAR A LAS PERSONAS COMO QUIERE EL SEÑOR.
Liderar es un privilegio y no un derecho. Piense en esa afirmación por unos segundos. Cópiela en algún lado y hasta le recomiendo hacer con ella un pequeño cuadro para poner en su oficina.
Ahora sigamos. Cuando tenemos la oportunidad de ser agentes de la dimensión espiritual y catalizadores de la obra de Dios en la vida de otras personas, tenemos que admitir que es una gracia que podamos ser instrumentos del amor de Dios. Por esa razón, me da mucha tristeza cuando veo a líderes operar con una autoridad excesiva, incluso hasta abusiva, sobre las ovejas, y me da pena por ellos al observar que simple y sencillamente no entienden su papel como pastores terrenales en las vidas de personas que no les pertenecen. Igualmente, me da mucha pena por las ovejas que están siendo sometidas a una autoridad incorrecta y desmesurada, viviendo como esclavas ante este líder o pastor que no entiende que su autoridad no es absoluta sobre sus vidas. Viven con un temor a lo que el líder dirá u opinará sobre cada cosa que hagan. Viven esclavas de las órdenes, los pensamientos, las opiniones y decisiones de una persona desubicada que no entiende la naturaleza llena de gracia de su rol.
A los líderes cristianos nunca se nos debe olvidar que somos solamente mayordomos (2 Corintios 5.10). Igualmente, a la oveja nunca se le debe olvidar que su pastor es Jehová. En ese delicado y correcto balance, podemos ser de bendición el uno para el otro y vivir gozosos, descubriendo todos los pastos delicados que nuestro pastor Jehová ha preparado para nosotros. Como pastores, qué alegría es llevar a las ovejas a esos pastos, provistos por nuestro Señor. Como ovejas, es un deleite gozar de los pastos delicados y las aguas de reposo que nuestro pastor terrenal nos ha ayudado a descubrir bajo la guía, la tutela, la autoridad y el cuidado de Jehová, el Pastor de todos los pastores. No nos desubiquemos ni el uno ni el otro. Hay una perfecta armonía y equilibrio en que el pastor terrenal esté sometido al Pastor Principal y que la oveja esté sometida a su pastor terrenal, sabiendo que este vive sometido a Jehová, a quien rendirá cuentas como dueño único de todas las cosas. Mantener esa sincronía es un arte que consiste en estarnos recordando constantemente quiénes somos en relación con aquellos que nos siguen y que han encomendado su cuidado espiritual en nuestras manos. Es un constante y diario ejercicio de humillación ante Jehová, el Pastor. Es una entrega diaria de nuestros pensamientos, nuestras opiniones y decisiones al Pastor de pastores. Debemos vivir abiertos a la posibilidad de que Él cambie nuestros planes y los reoriente de la manera que a Él mejor le parezca. Es un ejercicio continuo y diario de humillación y sometimiento para ser mejores mayordomos del don que ha sido depositado en nuestras manos.
NO USURPEMOS UNA AUTORIDAD QUE NO HEMOS RECIBIDO.
Para ser más preciso, al escribir este capítulo tengo la bendición de estar en la República Dominicana. Mi esposa y yo somos huéspedes en una hermosa y enorme casa vacacional, al lado de la playa, perteneciente a una familia que ama y valora nuestro ministerio. Nos han hecho este gran regalo de estar varios días en su bella residencia, atendidos por algunas de las personas más hermosas que existen en el mundo: una cocinera, dos camaristas, un mozo, un jardinero y el mayordomo, Francisco, quien es el administrador general de esta bella finca. Nos están tratando como reyes, rodeados de una belleza natural indescriptible que caracteriza a este hermoso país. Francisco es un hombre capaz e inteligente. Además de esta casa, es administrador de varias más. Su trato gentil y amable con las personas lo destaca. El equipo que tr...
Índice
- Cover Page
- Title Page
- Copyright Page
- CONTENIDO
- PRÓLOGO
- CAPÍTULO 1: LA RESPUESTA A UN LLAMADO
- CAPÍTULO 2: EL LIDERAZGO COMO GRACIA
- CAPÍTULO 3: UN BUEN PASTOR
- CAPÍTULO 4: LA PROVISIÓN
- CAPÍTULO 5: LA VITALIDAD DEL DESCANSO
- CAPÍTULO 6: EL EFECTO DEL AGUA
- CAPÍTULO 7: LOS BRAZOS DEL PASTOR
- CAPÍTULO 8: ¿HACIA DÓNDE VAMOS?
- CAPÍTULO 9: EN MEDIO DE LOS VIENTOS
- CAPÍTULO 10: EL REGALO DE LA DISCIPLINA
- CAPÍTULO 11: EL MISTERIO DE LA TOALLA
- CAPÍTULO 12: EL LEGADO