BTV # 12: Manual de investigación teológica
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BTV # 12: Manual de investigación teológica

Nancy Jean Vyhmeister

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BTV # 12: Manual de investigación teológica

Nancy Jean Vyhmeister

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Información del libro

Trabajos de investigación, de Nancy Vyhmeister, se está convirtiendo con rapidez en el libro de texto de referencia modelo para redactar documentos de investigación en el campo de la religión y la teología. El mismo conduce al estudiante desde el principio de la asignación de un trabajo, a través de la fase de investigación, hasta que el trabajo es terminado. Esta segunda edición ofrece mejoras y un material adicional para cosas tales como el creciente campo de investigación en línea y cómo hacer la investigación relativa a la iglesia de una manera profesional. Los recursos para hacer la investigación se actualizan en todo el libro.

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Información

Editorial
Vida
Año
2013
ISBN
9780829778960

SEGUNDA PARTE

RECURSOS Y TÉCNICAS PARA LA INVESTIGACIÓN

Ahora que se han visto los posibles tipos de investigación, se debe elegir uno. Surgen muchas preguntas a la vez: ¿Qué voy a investigar? ¿Dónde consigo informaciones? ¿Cómo voy a organizar toda la información que encuentre? ¿Cómo me aseguro una buena nota? Los capítulos 9 al 19 ayudarán a contestar estas preguntas. Las actividades que se describen pueden darse todas juntas; el orden de los capítulos es arbitrario, solo para facilitar la organización del libro.
Lógicamente, se comienza por la selección del tema. Sin embargo, la biblioteca es el mejor lugar en que buscar información para tomar esa decisión. Por eso se comienza por allí. La búsqueda de fuentes ocurre al mismo tiempo que se planifica la investigación y se toman apuntes de lo que se ha descubierto. Estos capítulos intentan describir todo el proceso.
Siguiendo las instrucciones de esta sección, los estudiantes pueden llegar a completar con felicidad su trabajo de investigación y escribir con éxito los resultados. Se reconoce que, para algunos casos, pueden faltar detalles. Es difícil imaginarse todas las necesidades de los estudiantes. Sin embargo, tengo la convicción de haber puesto información de más antes que de menos.

CAPÍTULO 9

LA BIBLIOTECA

La biblioteca es el mejor lugar para comenzar una investigación. Los materiales que allí hay son indispensables para escoger un tema. Allí se encuentran fuentes apropiadas y se tiene acceso a los recursos necesarios. Es cierto que hoy Internet se ha tornado tan importante que merece un capítulo aparte, pero la biblioteca —lugar tradicional para comenzar la investigación— sigue siendo el mejor punto para comenzar. Es la piedra fundamental de la investigación, no solo porque hay miles de páginas de recursos, sino porque esos materiales han sido escogidos por expertos para apoyar los programas académicos que se ofrecen en cada institución. La biblioteca es también la puerta académica a Internet.
La primera tarea del novel investigador es conocer cabalmente cada departamento de la biblioteca de la institución donde estudia. Es necesario conseguir toda la información posible sobre la biblioteca: en papel, en Internet, en persona. Hay que pasearse por la biblioteca, viendo dónde se encuentran las diferentes colecciones: los índices, las obras de referencia, los medios electrónicos. Hay que localizar los puestos de atención al público para referencia y circulación; allí hay que informarse de cuáles son los servicios que ofrecen. Las bibliotecas suelen ofrecer al comienzo del período lectivo una introducción a sus servicios; hay que aprovechar estas visitas guiadas. Es preciso conocer todos los reglamentos que rigen los préstamos de diferentes materiales y también cómo se hace el préstamo interbibliotecario.
Si en la biblioteca hay una persona especializada en la sección teológica, se puede pedir orientación específica a esa sección. No te detengas hasta saber todo lo que puedas acerca del tesoro que es la biblioteca.
Es posible que para una monografía de pregrado no haga falta buscar más allá de la propia biblioteca, pero si se está haciendo una investigación más complicada o una tesis, es indispensable mirar más allá de las fronteras. Si la biblioteca tiene convenio con alguna otra buena biblioteca, es sabio aprovecharlo. Cuando hacen su tesis doctoral, los alumnos deben visitar varias bibliotecas, a veces a bastante distancia de casa.
Todo uso de la biblioteca debe comenzar con el catálogo, ya sea en fichas o electrónico. Después seguirá por todos los otros departamentos de la biblioteca.

El catálogo

Se obtiene acceso a los materiales de una biblioteca por medio del catálogo, donde están registrados todos los materiales que la biblioteca posee (libros, revistas, audiovisuales y otros). Si bien hay diferencia entre el sistema electrónico y el de fichas de cartulina, la forma de buscar es similar para ambos sistemas.
Fichero
El primer paso para usar eficientemente el fichero es descubrir cómo está organizado. En estas cajoneras de fichas, los materiales están archivados por autor, por título y por tema. En un catálogo “dividido” los libros están agrupados por autores en una sección, por título en otra y por tema en la tercera. Un catálogo “unificado” tiene una sola lista en la cual aparecen entremezclados, pero en orden alfabético, autores, títulos y temas.
La ficha contiene toda la información necesaria para confeccionar la entrada bibliográfica para el trabajo de investigación: autor, título, lugar de publicación, fecha de publicación, editor, ilustrador, serie a la cual pertenece el libro, además del tamaño del libro, número de páginas y alguna información adicional. Aparece también, normalmente en la esquina superior izquierda, el código de llamada o número de clasificación, el cual le da al investigador la ubicación del libro en la biblioteca. Además, en la parte inferior de la ficha se encuentra por lo menos un tema bajo el cual está catalogado ese ítem.
Cuando uno sabe el autor o el título de una obra, puede comenzar la búsqueda por allí. Por supuesto, se busca por apellido del autor. Por otra parte, si se busca por título, vale la primera palabra importante, dejando de lado el primer artículo. Es decir, se buscaría Deseado de todas las gentes en vez de El deseado de todas las gentes. Sin embargo, los artículos del resto del título valen para la búsqueda.
Sin saber quién ha escrito una obra ni cuál es su título, se puede buscar por tema. Si bien, a la larga, esta técnica rinde más, al principio es algo difícil. Pasa que los temas están predeterminados. No los pone el bibliotecario ni de tu biblioteca ni de la mía. Están predeterminados por el sistema de catalogación. Y fácilmente no son los que uno se imagina. Por ejemplo, el tema que se quiere investigar es “cómo plantar una nueva iglesia”. Quien inventó el sistema no estaba pensando en esa posibilidad y no incluyó ese tema. Pero sí oí hablar a Russell Burrill sobre el tema. Ni me acuerdo del título de su libro ni estoy segura de la materia (tema) que se le ha asignado. Voy al catálogo electrónico de la biblioteca de Andrews University (www.andrews.edu/library) y pongo lo que sé: bajo autor, escribo “Burrill, Russell”. Aparece allí un libro: Rekindling a Lost Passion: Recreating a Church Planting Movement. Miro los detalles de la entrada y veo que una de las materias que se le ha asignado al libro es “Church development, New”. Hago clic allí y aparecen 75 libros bajo esa materia. Encontré la mina de oro que buscaba, pero tuve que dar un rodeo para llegar. (Este experimento comprueba la importancia del inglés en la investigación teológica y pastoral. Junto con los idiomas bíblicos es básico.) Todos los temas que tienen que ver con las Escrituras comienzan con la palabra “Biblia”. Se encuentra: “Biblia. NT. Hechos”. Aparecen en orden alfabético porque los bibliotecarios no esperan que la gente sepa los libros de la Biblia en orden.
No todos los libros que tratan de un mismo tema están clasificados bajo el mismo tema. Si el enfoque es sociológico, la clasificación será diferente que si el enfoque es psicológico o religioso. Eso significa que es preciso usar la imaginación para pensar en muchas y diversas posibilidades. Uno debe preguntarse: ¿qué otras palabras podrían emplearse para describir mi tema?
Los códigos de llamada en las fichas dicen dónde encontrar el libro. Los sistemas más usados son el Dewey y el de la Biblioteca del Congreso (EE.UU.), aunque existen otros. No importa el sistema que se use, el número de llamada proporciona una huella digital del libro. La primera línea (en Dewey) y las dos primeras (en Biblioteca del Congreso) dan la categoría del tema de la obra. La segunda (o tercera) línea, que comienza con una letra del abecedario y sigue con un número, identifica al autor. La tercera (o cuarta) línea da la fecha de publicación. El aprender bien el sistema de catalogación de la biblioteca que uno frecuenta, aunque lleve un par de horas, a la larga ahorra muchísimo tiempo.
Catálogo electrónico
Los catálogos electrónicos de biblioteca se están tornando de uso corriente. No solo son más rápidos, también permiten al investigador transferir información a una impresora o a su propia computadora. Para sacarle mayor provecho, saber algo de cómo funcionan las computadoras y cómo escribir a máquina da mayor agilidad y precisión. También ayuda el manejar bien el inglés.
La información que se encuentra en un catálogo electrónico es la misma que aparece en las tradicionales fichas: autor, título, datos de publicación, temas y número de llamada. Lo que difiere es el sistema. Lo que se dijo más arriba acerca del contenido de las fichas vale. La forma de usar un catálogo electrónico puede variar algo de una biblioteca a otra. Sin embargo, después de aprender a usar uno, los otros resultan fáciles.
Cuando se ingresa al catálogo electrónico se encuentran diferentes opciones para realizar la búsqueda: las hay sencillas y complicadas. Por lo general, las opciones son: palabra clave, autor, título y tema (o materia). Es preciso recordar que el catálogo se basa en una computadora y la computadora es totalmente estúpida y falta de imaginación. Si uno se equivoca en una letra, ¡la pobrecita no tiene cómo imaginarse que el autor que buscas es “Viera, Juan Carlos” y no “Vieira, Juan Carlos”! Vale mucho la precisión. Para efectos prácticos, la búsqueda por palabra clave (en el título o en las notas) es la más eficiente.
La búsqueda por tema presupone que el investigador sabe cuál es el tema que se le ha asignado al libro. Felizmente, el catálogo electrónico puede ayudar, porque aquí, si uno se equivoca, da las posibilidades más cercanas. Una vez que se ha encontrado un libro sobre el tema deseado, se puede ver cuáles temas (materias) se le han asignado. Entonces se usan esos encabezamientos de tema o materia para buscar todos los libros que estén catalogados bajo ese mismo tema.
Algunos catálogos electrónicos permiten buscar por número de llamada. Si se hace clic en el número del libro que interesa, aparecen otros libros que tienen número de llamada similar. Es como si uno fuera al anaquel y mirara los otros libros que se encuentran en el estante junto al que es de mi tema.
A fin de entender mejor el catálogo electrónico (y otras búsquedas electrónicas), hay dos conceptos básicos: campos y operadores booleanos.
Campos
Este nombre se usa para designar las áreas donde el buscador electrónico va a buscar. Los catálogos más simples tienen al menos autor, título, palabra clave y tema. Por ejemplo, la biblioteca de la Universidad de Loma Linda ofrece la posibilidad de buscar en los siguientes campos: palabra clave, título exacto, título de periódico, autor, tema médico, tema general, número de llamada, ISSN/ISBN.1 Si esa amplia gama de posibilidades parece mucho, el catálogo electrónico de EBSCOhost Research Databases, al cual se debe ingresar por medio de alguna biblioteca afiliada, tiene 17 campos.
Al elegir en cuáles campos buscar, se comienza por aquellos de los cuales uno está más seguro o aquellos que son más limitados. Por ejemplo, si quiero averiguar sobre la historia del cristianismo en África, no voy a poner solo “historia cristianismo”, sino que añadiré “África” para limitar la búsqueda.
Uno de los campos cuya búsqueda rinde bien es el de la “palabra clave”. Este sistema busca palabras específicas en cualquier campo. Si se escribe “crecimiento de iglesia” va a buscar en todas partes: en el título, en las notas (si las hay) y en el autor (Instituto de Crecimiento de Iglesia). Es diferente de la búsqueda de temas o materias porque mira en todas partes y no solo en las frases que los bibliotecarios le han asignado como tema al libro.
Operadores booleanos
En homenaje a George Boole, matemático inglés del siglo XIX, estos términos para buscar se denominan booleanos. Sirven para decirle al buscador cuáles términos queremos combinar y de qué manera. Es como si el buscador del catálogo electrónico supiera restar y sumar. Los más comunes —los damos también en inglés porque se los usa así con mucha frecuencia— son los siguientes:
Y (AND): Gato Y perro recupera solo campos que tienen las dos palabras.
O (OR): Gato O perro recupera todos los campos que tengan uno u otro.
NO (NOT o AND NOT): Gato NO perro recupera lo que tiene gatos pero no perros.
E...

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