El futuro del trabajo

Tino Fernández

• Editore: Plataforma
• Anno: 2019
• ISBN:
  9788417886240
• Argomento: Business
• Categoria: Business generale

La palabra mágica de hoy es empleabilidad, pero ¿qué significará esto dentro de 5 o 10 años?Inteligencia artificial, machine learning, robots, big data, internet de las cosas… Son los términos que parece que marcarán nuestra vida muy pronto, y es evidente que todo esto impactará en la manera en la que trabajaremos y en nuestras carreras profesionales. ¿Cómo nos preparamos para la evolución del mercado laboral?Sin importar la edad que tengamos, todos somos trabajadores en transición, obligados a la reinvención continua, a la adaptación y al aprendizaje constante, así como a mantener una actitud optimista para que estos nuevos retos nos permitan crecer profesional y personalmente.El autor de El futuro del trabajo explica en esta obra todo lo que hay que saber sobre: • las habilidades profesionales más valoradas, • los sectores con más futuro, • los mitos más frecuentes sobre el mundo laboral, • las 50 profesiones sobre las que habrá más demanday las que deberán reinventarse, y• cómo prepararse para afrontar estos cambios y sobreviviral nuevo escenario.

1. Saber buscar empleo, la clave para acertar

Parece simple —aunque no lo es—, pero una clave para resolver estos dilemas que tienen que ver con encontrar el camino profesional adecuado es «saber buscar». Esa capacidad para rastrear cuando se está preocupado por conseguir un empleo o por cambiar de trabajo en un escenario laboral incierto resulta determinante para acertar con la profesión de futuro y lograr, de verdad, la reinvención.

Quizás en los últimos meses a usted le hayan entrado dudas acerca del trabajo que tiene, el puesto al que acude cada día, el sector en el que opera su empresa o acerca de la carrera que estudió y que le ha llevado al empleo actual. Si es así, se habrá dado cuenta de que muchas de las profesiones que hoy tienen éxito y proporcionan un trabajo seguro no existían hace apenas cinco años y de que los perfiles que estarán entre los más cotizados y demandados dentro de un lustro apenas se pueden imaginar en estos momentos.

Por si esto fuera poco, es posible que a esta incertidumbre se añada un deseo —o una necesidad— de cambio profesional. Y seguramente el consejo que usted recibe desde hace meses es «reinvéntese», «haga las cosas de forma diferente» o «emprenda una transformación radical». Hecha la sugerencia, solo queda comprobar si es posible y si esta reinvención laboral es el camino adecuado para llegar a una profesión con futuro.

CONOCERNOS. Si existiera una receta eficaz para ayudarnos a buscar empleo, la primera recomendación es básica: conocernos a nosotros mismos. En ese análisis personal es necesario saber cuáles son nuestras fortalezas y debilidades, ya que lo más importante para enfrentarnos al futuro es saber para qué servimos. Y qué busca el mercado en ese preciso momento. Nuestras fortalezas son las competencias diferenciales que nos permitirán dedicarnos a distintas profesiones. Hoy ya no podemos pensar en una sola actividad, en una única carrera o en una relación de por vida con una empresa o un mismo empleador. Tenemos varias identidades profesionales y ya no es conveniente aferrarse a una sola. Además, potenciar nuestras fortalezas identificando en qué sectores, empresas y profesiones son más necesarias y útiles es una garantía para el éxito profesional.

EL ATAJO DE LOS PUESTOS QUE NO SE CUBREN. Hay un camino para encontrar las profesiones de éxito: busque los puestos que no se cubren. Es una paradoja extraña, pero en un entorno laboral con altas cifras de desempleo, las empresas no son capaces de encontrar profesionales adecuados a algunas actividades. Esto es aún más evidente en el mundo de las start-ups, que, por definición, satisfacen nuevas necesidades y generan por tanto perfiles profesionales que la formación tradicional no puede satisfacer. Carlos Blanco, fundador de Nuclio Ventures y Nuclio Digital School, recuerda que actualmente hay una necesidad muy clara de nuevas profesiones que pueden satisfacer la actividad que generan nuevas empresas y start-ups. Hay algunos sectores con paro cero sobre los que más adelante hablaremos. Resulta muy complicado encontrar a los profesionales adecuados que puedan desarrollar las nuevas actividades de éxito.

Jordi Canals, quien fuera director general del IESE durante quince años, también cree que detectar los puestos que no se cubren puede ser una pista fiable para identificar las profesiones con futuro. En el difícil trabajo de encontrar un empleo, y ante el reto de dar con la profesión ideal (de éxito), tan importante como conocerse a usted mismo y saber lo que quiere es saber cuáles son los puestos difíciles de cubrir. Y que, de hecho, no se cubren. Analizarlos y conocerlos implica tener referencias valiosas sobre nuevas oportunidades laborales complicadas de conseguir.

Canals está embarcado en la iniciativa Education for Jobs, que ha producido el informe El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro, que concluye que el 72 % de las empresas manifiesta que encuentra dificultades graves para contratar a los candidatos ideales. Ya hace casi un lustro, un informe de ManpowerGroup en Estados Unidos4 concluía que el 52 % de los empleadores revelan graves dificultades para llenar ciertas posiciones por lo que denominan «escasez de talento».

Jordi Canals asegura que «nadie enseña a quien busca la profesión de éxito» y sugiere que «aquel que la busca debe tener una preferencia por alguna empresa o sector. Es necesario que el candidato investigue sobre esto y que rastree en los portales de ofertas de trabajo, fijándose en aquellas que permanecen constantes en un periodo de tiempo. Esto indica que no se están cubriendo».

Canals no duda de que las organizaciones sean conscientes de lo que necesitan realmente, pero cree que deben ser espoleadas para acercarse y ayudar al sistema educativo en la detección del talento: «El empleo ha de ser una variable de la responsabilidad social de la empresa. Las compañías tienen información y deben ser más proactivas en todo lo que se refiere a la colaboración con el sistema educativo».

Las empresas deben tener muy claro lo que buscan y esperan sus empleados y resulta fundamental averiguar las expectativas de los candidatos, conociendo qué es lo importante cuando se trata de incorporarse a un proyecto profesional. Las firmas deben tratar de resultar atractivas. La capacidad de ofrecer una propuesta de valor, de reputación y de líderes que respondan con coherencia multiplica sus posibilidades de captar a esos perfiles profesionales que son escasos y complicados de cubrir.

Existen dificultades para encontrar determinadas competencias que implican una adaptación y que no todos los candidatos tienen. Pero muy pocas organizaciones están implantando las estrategias necesarias para solucionar los déficits en la atracción de talento. Y esto resulta fundamental para funcionar con eficacia en los nuevos modelos de mercado que surgen.

SUPERAR LA BRECHA. Al plantearse la necesidad de saber buscar empleo conviene tratar el dilema de la brecha que existe entre el mundo académico y el mundo real, y por qué a los reclutadores no les sirve el perfil profesional que usted tiene ahora. Por qué lo que ha estudiado ya no sirve para encontrar trabajo. Esa brecha provoca dudas acerca del peso que la educación ha de tener si buscamos una fórmula magistral del empleo. La carrera que escogemos, las habilidades adquiridas en nuestra formación o la distancia entre la universidad (y lo que allí se enseña) y lo que pide el mercado y los empleadores pueden ser una causa de fracaso en la búsqueda de la profesión con éxito y, por tanto, en nuestra reinvención profesional.

El CEO de LinkedIn, Jeff Weiner, sostiene el lema «capacidades, no títulos» y ha dicho en alguna ocasión que «LinkedIn busca pasión, ética en el trabajo, perseverancia, lealtad y mentalidad de crecimiento. Y estas cualidades no se encuentran necesariamente en un título universitario. Se trata de capacidades que hacen que las personas muestren una mayor diferencia dentro de nuestra organización».

Esto implica que el potencial está antes que el pedigrí académico. Según ha contado Weiner en algunas declaraciones, su compañía empezó a reclutar usando una lista increíblemente corta de universidades, y muchas empresas en Silicon Valley hicieron lo mismo. Una reciente investigación sobre los profesionales que trabajan en aquella meca tecnológica, usando los perfiles de LinkedIn, reveló que apenas un 5 % de ellos tenía un background no tradicional. Sin embargo, en los últimos años, cada vez más compañías han decidido tomar caminos formativos que no tienen que ver con la educación superior que se considera tradicional.

Antes que Weiner, Laszlo Bock, quien fuera vicepresidente de Recursos Humanos de Google, escandalizaba en 2013 a muchos al declarar en The New York Times que su compañía contrataba cada vez a más gente que no ha pasado por la universidad.

Bock, que aseguraba entonces que un 14 % de profesionales contratados por su empresa nunca había pisado una facultad, se fue de Google y creó Humu en 2017, una start-up fundada junto con otros dos exgooglers, Jessie Wisdom y Wayne Crosby, que usa la tecnología y las tendencias en comportamiento humano para conseguir que la gente sea feliz en su trabajo, que sea más productiva y esté verdaderamente motivada.

Bock está convencido de que un buen candidato no tiene por qué haber pasado por la formación reglada tradicional, y sostiene que tan importante como la competencia técnica que puede tener un aspirante a un puesto es la «capacidad para contar una historia acerca de su carrera». Es el storytelling como nueva capacidad profesional, que nos puede ayudar a encontrar un empleo. Es un storytelling personal, una especie de discurso del ascensor particular sobre lo que somos, sabemos y queremos. Se trata, ni más ni menos, que de saber venderse. De alguna manera, Bock admira a aquellos candidatos que presentan una gran habilidad para contar lo que son, qué hacen y cuánto valen. Y defiende que esta es una capacidad profesional decisiva en un momento en el que no basta solo con ser competente.

Quizá haya que incluir esta sugerencia entre las que conforman la idea de saber buscar empleo. También Richard Branson, emprendedor en serie y fundador de Virgin, cree que esta nueva cualidad puede hacernos eficaces, valiosos y productivos, pues sostiene que «más que de tener un buen producto o de lo que uno es, se trata de cómo se lo cuentes a los demás y qué permites que sepan sobre ti».

SEGUNDAS OPORTUNIDADES. Lo anterior nos recuerda que, aunque la universidad sigue siendo una opción válida, parece que esta no se adapta con la agilidad necesaria a lo que exigen los empleadores. Y esto es importante, sobre todo si nadie puede aconsejarnos con certeza sobre el camino que debemos tomar para llegar a la profesión con futuro. Está claro que, para muchas de las nuevas profesiones, la universidad va más despacio de lo que necesitan las compañías que generan nuevos perfiles. Silvia Leal es la primera persona a quien escuché hablar de las segundas oportunidades como solución a la brecha entre el mundo académico y la realidad de las empresas. Esta asesora de la Comisión Europea, mentora de Human Age y experta en transformación digital, tiene una visión de esas segundas oportunidades nada apocalíptica ni catastrófica. Su perspectiva optimista y esperanzada las considera como una oportunidad, un complemento a la formación tradicional que podría resolver el abismo formativo que dificulta llegar hasta muchas de las profesiones con futuro.

Precisamente, un estudio de la Comisión Europea sobre e-skills5 que analiza el estado de los programas executive del sector TIC concluye que, de los 1.091 estudiados, solo 21 garantizan la empleabilidad. Hay un gap de formación que no responde a las necesidades de las empresas y, por tanto, una evidente necesidad de nuevos conocimientos.

Silvia Leal pone un ejemplo: hay cientos de miles de profesionales que pueden definirse como expertos en el internet de las cosas, pero en poco tiempo la necesidad de profesionales formados y que dominen esta materia se multiplicará por quince. Se trata de un perfil necesario difícil de cubrir, que es precisamente el que alimenta el big data, uno de los sectores con mayor proyección y oportunidades de empleo entre las nuevas ocupaciones más demandadas.

Así, volvemos a la cuestión de que hay trabajos que no se cubren en un escenario de desempleo. Se abren segundas oportunidades para aquellos que no han tenido la opción de estudiar una carrera universitaria y están preparados para ciertos puestos y perfiles profesionales. Las tecnologías ofrecen puestos de trabajo muy especializados que requieren una formación muy concreta. Antes se sacaba a los profesionales de una carrera. Todo esto provoca que cada vez más candidatos a un puesto puedan dirigir su formación hacia ámbitos complementarios.

La dificultad está en distinguir entre lo bueno y lo anecdótico, y aquí podemos recoger de nuevo la sugerencia de Jordi Canals, antiguo director general del IESE, en el sentido de que las empresas pueden intervenir para aconsejar a los más jóvenes y lograr que disminuya la brecha entre el mundo académico y lo que piden los empleadores.

Las segundas oportunidades profesionales en caminos formativos no tradicionales representan una posibilidad real en un nuevo entorno profesional en el que la formación ya no se refiere solo a conocimientos, sino también a una serie de habilidades muy diferentes.

Entre estas segundas oportunidades se encuentra, sin duda, la formación profesional, que es ya una palanca para encontrar un empleo y constituye un acceso estable al mercado laboral. Modelos como el de la FP muestran una gran flexibilidad, con contenidos adecuados a lo que necesita la empresa. Se trata de una oportunidad para aquellos que persiguen la reinvención profesional, y no solo para los que ya trabajan, sino también para quien aún está estudiando o formándose.

Actualmente encontramos salidas profesionales relacionadas con la FP en administración y gestión; informática y comunicaciones; en la rama sanitaria (en los ciclos de técnico superior en imagen para el diagnóstico y medicina o en los de técnico de cuidados auxiliares de enfermería); en el ámbito industrial (especialistas en electricidad, electrónica o mecánica, o mecatrónicos, electronicistas y quimitrónicos); en hostelería y turismo.

Hay que tener en cuenta que en los próximos años va a haber muy poca oferta de empleo no cualificado, y para aquellos que sí tienen cualificación ya se está dando un fenómeno de sobrecualificación que implica una merma en las oportunidades laborales. Por eso resulta interesante destacar las posibilidades de una «segunda oportunidad» como la FP en áreas de tecnología e industria, mantenimiento e instalación o automoción, industria alimentaria y robótica. Se trata de un nuevo entorno formativo y profesional que tiene mucho que ver con la incorporación de tecnologías y por la necesaria voluntad de seguir formándose. Es lo que los expertos llaman learnability, una de esas nuevas habilidades sobre las que más adelante hablaremos y que resulta clave para que los profesionales no se pierdan ni fracasen en la transformación digital que ya se está produciendo en las empr...