Teoría Monetaria Moderna
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Teoría Monetaria Moderna

Manual de macroeconomía sobre los sistemas monetarios soberanos

L. Randall Wray, Carlos García Hernández

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Manual de macroeconomía sobre los sistemas monetarios soberanos

L. Randall Wray, Carlos García Hernández

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El esfuerzo intelectual que se realizó en el campo de la física tras la aparición de la teoría de la relatividad o del modelo copernicano, no se llevó a cabo en la economía tras la aparición del dinero fíat. Teoría Económica Moderna es la plasmación de dicho esfuerzo intelectual. En este libro se expone claramente qué es el dinero en realidad y lo que es más importante se exponen las políticas económicas que deberían llevarse a cabo para llevar a la práctica un programa político coherente con dicha realidad.

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Information

Publisher
Lola Books
Year
2015
ISBN
9783944203188
Edition
1

1

Fundamentos de la contabilidad macroeconómica

En este capítulo vamos a empezar a poner los cimientos necesarios para comprender el dinero moderno. Por favor, tenga un poco de paciencia. Es posible que al principio la razón por la cual esto es importante no sea obvia. Sin embargo, no es posible comprender el debate sobre el presupuesto del sector público (y la crítica que ha calado recientemente en muchos países bajo la forma de histeria sobre el déficit) si no se comprenden los fundamentos de la contabilidad macroeconómica. De manera que sea paciente y preste atención. No son necesarias ni matemáticas complejas, ni el conocimiento de intrincadas normas contables. Se trata de cosas básicas y simples que se encuentran dentro del campo de la lógica (de la lógica más sencilla posible).

1.1 Fundamentos de la contabilidad de stocks y de flujos

El activo financiero de una persona es el pasivo financiero de otra

Un principio fundamental de la contabilidad establece que por cada activo financiero existe un pasivo financiero igual que lo compensa. Los depósitos corrientes (también llamados depósitos a la vista) son activos financieros de los hogares que son compensados por un pasivo del banco (o pagaré). Un bono del gobierno o un bono corporativo represeta un activo del hogar, pero representa un pasivo del emisor (ya sea este el Gobierno o una corporación).
Los hogares también tienen ciertos pasivos, como por ejemplo préstamos para pagar estudios superiores, hipotecas o préstamos para comprar coches. Dichos pasivos son activos del acreedor, que puede ser un banco o algún tipo de institución financiera como los fondos de pensiones, los fondos de cobertura o las compañías aseguradoras.
El patrimonio financiero neto de un hogar es igual a la suma de todos sus activos financieros (es decir, su patrimonio financiero) menos la suma de sus pasivos financieros (todos los pagarés en forma de dinero que ha emitido). Si se obtiene un número mayor que cero, la economía doméstica posee un patrimonio financiero neto positivo.

Patrimonio interno frente a patrimonio exterior

A menudo, es útil distinguir entre los diferentes tipos de sectores económicos. La distinción más básica se establece entre el sector público (que incluye todos los niveles gubernamentales) y el sector privado (que incluye los hogares y las empresas). Si tomáramos todos los activos y pasivos financieros emitidos por el sector privado, es de lógica establecer que la suma de los activos financieros tiene que ser igual a la suma de los pasivos financieros. En otras palabras, el patrimonio privado neto tendría que ser igual a cero si solamente se toman en consideración los pagarés del sector privado. A veces a esto se le llama “patrimonio interno”, ya que se encuentra “en el interior” del sector privado.
Para que el sector privado acumule patrimonio financiero neto, este tiene que tomar la forma de “patrimonio exterior”, es decir, de derechos financieros sobre otro sector. Partiendo de la división básica entre sector público y sector privado, el patrimonio financiero exterior toma la forma de pagarés gubernamentales. Así, el sector privado detenta moneda gubernamental (incluyendo monedas y billetes), así como toda la gama de bonos del gobierno (letras a corto plazo y bonos de vencimiento más tardío) a modo de activos financieros netos, que son una parte de su patrimonio neto positivo.

Un apunte sobre el patrimonio no financiero (los activos reales)

Los activos financieros de una persona son el pasivo financiero de otra. A nivel agregado, el patrimonio financiero neto debe ser igual a cero. Sin embargo, los activos reales representan un patrimonio propio que no se ve compensado por el pasivo de otra persona. Por tanto, a nivel agregado, el patrimonio neto es igual al valor de los activos reales (no financieros).
Digámoslo más claramente. Usted puede haber adquirido un coche incurriendo en una deuda. Su pasivo financiero (el préstamo para el coche) se compensa mediante el activo financiero adquirido por la empresa que le ha dado el préstamo. Dado que en términos netos esto suma cero, lo que se conserva es el valor del activo real (el coche).
Durante la mayor parte de la exposición que viene a continuación, nos ocuparemos de los activos financieros y de los pasivos, pero mantendremos en la cabeza que el valor de los activos reales proporciona patrimonio neto tanto a nivel individual como a nivel agregado. Una vez restados todos los pasivos financieros de los activos totales (tanto reales como financieros), lo que nos queda son los activos no financieros (reales), o lo que es lo mismo, el patrimonio neto agregado. (Véase la exposición de la sección 1.4).

El patrimonio financiero patrimonio neto es igual a la deuda pública

Los flujos (tanto de los ingresos como de los gastos) se acumulan en forma de stocks. La acumulación que hace el sector privado de activos financieros netos durante el curso de un año solo es posible porque sus gastos son menores que sus ingresos durante ese mismo periodo. En otras palabras, ha ahorrado, lo que le ha permitido acumular un stock de patrimonio bajo la forma de activos financieros.
En nuestro sencillo ejemplo en el que solo había un sector público y un sector privado, estos activos financieros son pasivos gubernamentales (moneda del Gobierno y bonos del Gobierno). A su vez, estos pagarés gubernamentales solo pueden acumularse cuando el sector público gasta más de lo que recibe en forma de impuestos. Esto es un déficit público, que se obtiene al restar el flujo del gasto público del flujo de la recogida de impuestos medido en la moneda contable durante un periodo de tiempo determinado (normalmente un año). Este déficit se acumula en un stock de deuda púbica que es igual a la acumulación de patrimonio financiero que hace el sector privado durante el mismo periodo.
Más adelante se dará una explicación completa del proceso del gasto público y de las tributaciones. Para nuestro ejemplo con solo dos sectores, lo que es necesario entender en este momento es que los activos financieros netos en poder del sector privado son exactamente iguales a los pasivos financieros netos acumulados por el sector público. Si el sector público siempre mantiene un presupuesto equilibrado, en el que el gasto es siempre igual a lo recogido mediante los impuestos, el patrimonio financiero neto del sector privado será igual a cero. Si el sector público mantiene superávits presupuestarios permanentes (si gasta menos de lo que recauda con los impuestos), el patrimonio financiero neto del sector privado será necesariamente negativo. En otras palabras, el sector privado se endeudará con el sector público.
Esto lo podemos resumir en forma de “dilema”: en nuestro modelo de dos sectores es imposible que el sector público y el sector privado tengan al mismo tiempo superávits. Así, si el sector público tiene superávits, el sector privado incurrirá en déficits. Por tanto, si el sector público tuviera superávits durante un periodo de tiempo suficiente como para cancelar todas sus deudas pendientes, el sector privado incurriría en déficits equivalentes, disminuyendo así su patrimonio financiero neto hasta que esta alcanzara el nivel cero para después tomar valores negativos.

Las deudas del resto del mundo son activos financieros a nivel doméstico

Otra forma útil de dividir la economía es formando tres sectores: un sector privado nacional, un sector público nacional y el sector “resto del mundo” (RDM) conformado por los sectores públicos, empresas y hogares extranjeros.
En este caso sí que es posible que el sector privado nacional acumule derechos netos con respecto al RDM, incluso si el sector público nacional mantiene un presupuesto equilibrado en el que el gasto es siempre igual a lo recogido mediante los impuestos en ese periodo de tiempo. En ese caso, la acumulación de activos financieros netos por parte del sector privado doméstico equivale a los pasivos financieros netos acumulados por el RDM. Por último (y más realistamente) el sector privado doméstico puede acumular patrimonio financiero neto basada tanto en los pasivos públicos domésticos como en los pasivos del RDM. También es posible que el sector privado doméstico acumule deuda pública (cosa que aumentaría su patrimonio financiero neto) y al mismo tiempo esté endeudado con el RDM (cosa que reduciría su patrimonio financiero neto). En la siguiente sección discutiremos detalladamente los balances sectoriales.

Fundamentos de la contabilidad sectorial y sus relaciones con los conceptos de stock y flujo

Continuemos con la división de la economía en tres sectores: un sector privado doméstico (hogares y empresas), un sector público doméstico (que incluye a los gobiernos locales, estatales o provinciales y nacionales) y un sector exterior (el resto del mundo, incluidos las economías familiares, las empresas y los sectores públicos).
Cada uno de estos sectores puede ser considerado como si tuviera un flujo de ingresos y un flujo de gastos durante el periodo contable, que consideraremos de un año. Así, no hay ninguna razón para que un sector individual equilibre sus flujos de ingreso y de gasto cada año. Si gasta menos que sus ingresos, ese año incurre en los que se llama superávit presupuestario. Si gasta más de lo que ingresa, ese año incurre en lo que se llama déficit presupuestario. Un presupuesto equilibrado indica que durante el año los ingresos han sido iguales a los gastos.
Por lo expuesto anteriormente se comprenderá que un superávit presupuestario es lo mismo que un flujo de ahorro que conlleva una acumulación neta de activos financieros (un aumento del patrimonio financiero neto). Por la misma razón, un déficit presupuestario reduce el patrimonio financiero neto. El sector que incurre en déficit tiene que o bien reducir sus activos financieros acumulados en años anteriores de superávit, o bien tiene que emitir pagarés nuevos para compensar sus déficits. Para exponerlo claramente, decimos que el sector en particular “paga” su déficit gracias al intercambio de sus activos por depósitos bancarios gastables (esto se llama “desahorro”) o gracias a la emisión de deuda (“préstamos”) para obtener así depósitos bancarios gastables. Cuando se le acaban los activos acumulados no tiene otra opción más que aumentar su endeudamiento cada año que incurra en déficit presupuestario.
Por otra parte, un sector que incurra en superávit presupuestario lo que hará será acumular activos financieros netos. Este superávit tomará la forma de derechos financieros sobre por lo menos uno de los otros sectores.

Otro apunte sobre los activos reales

Aquí surge una pregunta: ¿Qué pasa si se usan los ahorros (un superávit presupuestario) para obtener activos reales en vez de para acumular activos financieros netos?
En ese caso, los activos financieros simplemente son entregados a otra persona. Por ejemplo, si usted gasta menos de lo que ingresa, usted puede acumular depósitos en su cuenta corriente. Si decide que no quiere mantener sus ahorros bajo la forma de depósito a la vista, usted puede escribir un cheque para adquirir, por ejemplo, un cuadro, un coche antiguo, una colección de sellos, propiedades inmobiliarias, una máquina o incluso una empresa. Así convierte un activo financiero en un activo real. Sin embargo, el vendedor ha realizado la transacción opuesta y ahora posee el activo financiero.
La cuestión es que si el sector privado tomado en su conjunto incurre en superávit presupuestario, significa que alguien está acumulando activos financieros netos (derechos sobre otro sector), aunque las actividades internas del sector privado puedan hacer que dichos activos financieros netos pasen de un “bolsillo” a otro.

Conclusión: el déficit de un sector es igual al superávit de otro

Lo anterior nos conduce al importante principio contable que establece que si se suman los déficits en los que incurren uno o más sectores, el resultado debe ser igual a los superávits en los que incurre otro sector (o sectores).
Siguiendo la estela de la obra de Wynne Godley (pionero en la materia) podemos expresar este principio mediante una sencilla ecuación:
Balance Privado Doméstico + Balance Público Doméstico + Balance Exterior = 0.
Por ejemplo, digamos que el sector exterior tiene equilibro presupuestario (balance exterior igual a cero en la ecuación anterior). Digamos que los ingresos del sector privado doméstico ascienden a 100 mil millones de Dólares y que sus gastos son de 90 mil millones de Dólares, lo cual nos da un superávit presupuestario de 10 mil millones de Dólares durante el año en cuestión. Entonces, según la ecuación, el déficit presupuestario del sector público doméstico para el año en cuestión es igual a 10 mil millones de Dólares.
Por lo expuesto anteriormente, sabemos que el sector privado doméstico acumulará durante el año un patrimonio financiero neto de 10 mil millones de Dólares basado en los 10 mil millones de Dólares correspondientes a los pasivos del sector público doméstico.
Pongamos otro ejemplo. Digamos que el sector exterior gasta menos que sus ingresos, lo cual da un superávit presupuestario de 20 mil millones de Dólares. Al mismo tiempo, el sector público doméstico también gasta menos que su sus ingresos, lo cual da un superávit presupuestario de 10 mil millones de Dólares. Según nuestra ecuación contable, sabemos que durante el m...

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