Lo primero que se debe aprender, para poder dominar esta técnica, es saber cómo se forman las velas japonesas.
La diferencia más obvia, con respecto a la manera con la cual el operador suele observar un gráfico financiero, se refiere a la transformación de la línea de precios en muchas barras individuales que tienen forma de vela.
Cada una de ellas se forma gracias a dos factores:
• Un muestreo temporal que se establece durante la formación del gráfico de precios;
• Una medición de la volatilidad que el instrumento financiero enseña durante el periodo de tiempo observado.
Estos dos factores resultan ser culminantes e interesantes. Las velas son capaces de ofrecer una representación visual diferente de la volatilidad de los precios. Esto se traduce en un factor que facilita enormemente el trabajo de interpretación de los mercados. La forma más fácil de comprensión de esta diferencia consiste en comparar el mismo instrumento financiero con su representación gráfica.
Los gráficos que solemos observar en las páginas de prensa especializada y en los principales medios financieros son de tipo lineal.
En la imagen de abajo podemos ver cómo la tendencia de los precios es básicamente una línea que varía con el tiempo.
Este tipo de gráfico nos permite comprender de un simple vistazo el movimiento de una tendencia (denominada en este caso ‘bajista’ o ‘a la baja’):
La diferencia más obvia, con respecto a la manera con la cual el operador suele observar un gráfico financiero, se refiere a la transformación de la línea de precios en muchas barras individuales que tienen forma de vela.
Cada una de ellas se forma gracias a dos factores:
• Un muestreo temporal que se establece durante la formación del gráfico de precios;
• Una medición de la volatilidad que el instrumento financiero enseña durante el periodo de tiempo observado.
Estos dos factores resultan ser culminantes e interesantes. Las velas son capaces de ofrecer una representación visual diferente de la volatilidad de los precios. Esto se traduce en un factor que facilita enormemente el trabajo de interpretación de los mercados. La forma más fácil de comprensión de esta diferencia consiste en comparar el mismo instrumento financiero con su representación gráfica.
Los gráficos que solemos observar en las páginas de prensa especializada y en los principales medios financieros son de tipo lineal.
En la imagen de abajo podemos ver cómo la tendencia de los precios es básicamente una línea que varía con el tiempo.
Este tipo de gráfico nos permite comprender de un simple vistazo el movimiento de una tendencia (denominada en este caso ‘bajista’ o ‘a la baja’):
En el lado izquierdo de la barra hay un guion que indica el precio de apertura, mientras que en la derecha es posible apreciar el precio de cierre. Por lo tanto, vamos a agrandar ahora el gráfico para entender de manera más detallada lo que acabamos de exponer:
El tamaño de los altibajos de una jornada le puede permitir entender de manera valiosa la evolución del mercado y la guerra de precios que se produce entre compradores y vendedores.
Aun así, es sobre todo gracias a las velas japonesas que podemos obtener una visión gráfica aún más interesante:
Además de tener una medida de la tendencia (lineal) y una comprensión de aperturas y cierres de los precios, el color de la barra nos proporciona inmediatamente una relación visual con respecto a la preponderancia de las compras o de las ventas:
La parte interesante de esta representación es que las velas situadas entre las tendencias máximas y mínimas nos ofrecen unos indicadores valiosos capaces de adelantarnos la posible continuación o inversión de tendencia de los precios. Por lo tanto, el estudio de las velas japonesas nos permitirá anticipar estos cambios con el fin de utilizar de manera mucho más rentable nuestras operaciones comerciales.