Currículo y emprendimiento

Experiencias en perspectiva

Libardo Enrique, Pérez Díaz

• Publisher: Ediciones Unisalle
• Year: 2014
• eBook ISBN: 9789588844589
• Topic: Education
• Subtopic: Education General

Este texto se configura como primera aproximación a la sistematización de un proceso que esperamos sea de largo aliento. Uno en el que se aborda el emprendimiento de la "empresa" como un dispositivo monolítico, como una agencia de estructura rígida, de producción de bienes materiales y orientada por el lucro per se como único telos que le da sentido. Se presenta aquí un conjunto de acercamientos diversos y con distintos niveles de elaboración que dan cuenta de experiencias contribuidas por varias instituciones de educación superior, y que muestran su manera de considerar el currículo como una medición importante en la formación del espíritu y la actitud emprendedora.

Algunas experiencias universitarias

Formación de emprendedores: estrategia para generar desarrollo humano, integral y sustentable en la sociedad

John Alirio Sanabria Téllez^*

Introducción

La Universidad de La Salle, en el cumplimiento de su vocación, tiene un proyecto educativo institucional que se inspira en el modelo educativo católico¹ y en el estilo educativo lasallista. En su misión promueve una educación integral y busca generar conocimiento que aporte a la transformación social y productiva del país (Universidad de La Salle, 2007a). Este aporte ayuda en la construcción de una sociedad justa y en paz. El perfil de los profesionales lasallistas se identifica por su “conocimiento, sus valores, su capacidad de trabajo colegiado, su sensibilidad social y su sentido de pertenencia al país”, características que le permiten buscar “la equidad, la defensa de la vida, la construcción de la nacionalidad y el compromiso con el desarrollo humano integral y sustentable” (Universidad de La Salle, 2007b).

Con este objetivo, la Universidad incluye siete horizontes de sentido: 1) el pensamiento social de la Iglesia; 2) la reflexión sobre la universidad, la cultura, la ciencia y la tecnología; 3) la reflexión educativa lasallista, que se centra en la relación pedagógica a través del acompañamiento, la formación integral y la enseñanza de los valores cristianos, reconociendo la autonomía del ser humano y su capacidad de participar en forma responsable de su propia formación, comprender su realidad y responder desde su ser y con identidad a los requerimientos de su entorno; 4) el desarrollo humano integral y sustentable, que orienta la acción de la Universidad hacia el respeto y defensa de la dignidad de la persona como centro de desarrollo social, científico y cultural; 5) la democratización del conocimiento; 6) la normatividad y las políticas públicas, y 7) el desarrollo del ser a través de los valores.

En el proceso formativo la Universidad reconoce cinco procesos articuladores: 1) la docencia con pertinencia, que expresa el interés institucional en flexibilizar sus currículos de forma tal que permita la movilidad de estudiantes y profesores, la actualización permanente, la reflexión indagadora y la respuesta a las tendencias del mundo y a los avances de la ciencia; 2) la investigación e innovación con impacto social, en la que maneja dos principios fundamentales: la responsabilidad con la sociedad a través de la reflexión y el aporte a los problemas que la afectan, y la coherencia que la convierte en referente por su vocación de actor social eficaz y la reflexión social constructivista de la investigación, la ciencia y la tecnología; esto lo comparte con los estudiantes a partir de la investigación formativa; 3) la gestión dinámica del conocimiento que promueve la transdisciplinariedad de sus procesos y la inclusión participativa de la comunidad; 4) la formación integral para el desarrollo humano, y 5) el compromiso con una sociedad más democrática y justa, entendiendo allí la responsabilidad de ampliar las oportunidades para la población y potencializando al ciudadano.

Esta presentación de la Universidad de La Salle da origen a la presente investigación, que busca conocer cómo el emprendimiento forma parte de los procesos formativos de la Universidad, los cuales lo reconocen como un motor para el crecimiento económico de la nación y al emprendedor como un agente activo de cambio que promueve este crecimiento (Schumpeter, 1934).

La reflexión que se realiza parte de una serie de premisas que orientan la consulta: 1) se entiende que el perfil emprendedor no se desarrolla con la sumatoria de asignaturas en una estructura curricular de programa; 2) tampoco se logra formar emprendedores con la generación aislada de una ley que comprometa a las universidades y a los colegios en incluir el tema en su proceso formativo (Ley 1014 de 2006), y 3) se reconoce la necesidad de hacer transversales los procesos de aprendizaje que promuevan el emprendimiento y de gestionar estrategias con características y criterios homogéneos que permitan la institucionalidad de la vocación emprendedora en el perfil profesional en formación. Estos criterios pueden ser matizados en el contexto de cada programa y asociados a las características propias de cada disciplina, lo que significa que el programa de formación de cualquier facultad debe permitir que todos los estudiantes puedan construir herramientas y desarrollar una actitud proactiva para gestionar su ser profesional mucho más allá de constituirse o entenderse como un empleado, y convertirse así en un emprendedor.

¿Qué es emprendimiento?

Para comprender los procesos formativos y la gestión curricular para el emprendimiento, se debe primero comprender qué es emprendimiento, sus alcances, actores e implicaciones. Diversos autores han planteado la definición de emprendimiento y emprendedor. Schumpeter (1950, citado por Castillo, 1999) reconoce al emprendedor como aquel individuo que con sus acciones genera inestabilidad en el mercado (agente de cambio). La escuela austriaca, con Carl Menger como su representante, entendía que el emprendedor no es un agente de cambio, sino un agente de ajuste, dado que reconoce y mejora las redes comerciales existentes y responde a las tendencias del mercado para estabilizarlo (Castillo, 1999).

Estas dos escuelas lideran el pensamiento en temas de emprendimiento; sin embargo, se realiza un breve recorrido teórico para identificar la evolución del concepto a partir del trabajo de Rodríguez (1999). Cantillón define al emprendedor como “agente que compra los medios de producción a ciertos precios y los combina en forma ordenada para obtener de allí un nuevo producto”, y también como aquel agente que no posee un retorno seguro, siendo él quien asume los riesgos del mercado; Say afirma que el emprendedor “es un individuo líder, previsor, tomador de riesgos y evaluador de proyectos, y que moviliza recursos desde una zona de bajo rendimiento a una de alta productividad”; Max Weber reconoce el emprendimiento como “capacidad creativa en pos del mejoramiento social”; Friedrich A. von Hayek lo define como una acción en la cual, “mediante los planes subjetivos personales, el empresario introduce el dinamismo en la actividad económica”.

En la Ley 1014 de 2006 se define al emprendedor como “una persona con capacidad de innovar; entendida esta como la capacidad de generar bienes y servicios de una forma creativa, metódica, ética, responsable y efectiva”. También define al emprendimiento como

una manera de pensar y actuar orientada hacia la creación de riqueza […] centrada en las oportunidades, planteada con visión global y llevada a cabo mediante un liderazgo equilibrado y la gestión de un riesgo calculado, su resultado es la creación de valor que ben...

Table of contents

• Cubierta
• Portada
• Créditos
• Contenido
• Presentación
• ¿Por qué gestión curricular del emprendimiento?
• La voz de los expertos
• Algunas experiencias universitarias