Los Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos
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Information

Índice

Nota preliminar
I. Introducción
II. Orígenes
1. Expedientes a corto plazo
2. La respuesta del Fondo
3. Reforma radical
4. Los Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos (AGP)
III. Principales disposiciones, 1962–82
1. Fin
2. Importe total
3. Acuerdos de crédito individuales
4. Activación
5. Peticiones de fondos
6. Rembolso
7. Transferibilidad
8. Tipo de interés
9. Renovación y enmiendas
10. La adhesión de Suiza
11. Aumento del acuerdo de crédito de Japón
IV. El funcionamiento de los AGP, 1962–82
1. Activaciones
a. El decenio de 1960
b. El decenio de 1970
2. Principios y prácticas
3. Críticos
4. Reformas aplazadas
V. La reforma, 1982–83
1. Razones que fundamentaron la reforma
2. La respuesta
3. Las modificaciones
a. Importe total
b. Acuerdos de crédito individuales
c. La participación de Suiza
d. Acuerdos paralelos para la obtención de préstamos
e. Acuerdo paralelo con Arabia Saudita
f. Uso de los AGP en beneficio de no participantes
g. Otras modificaciones
Tipo de interés
Denominación
Rembolso
Transferibilidad
Modificaciones técnicas
h. Plazo de renovación y revisión
VI. Perspectivas
VII. Conclusión
Apéndices
I. Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos: Decisión original
II. La carta de Baumgartner
III. Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos: Texto revisado
IV. Acuerdo para la obtención de préstamo con Arabia Saudita paralelo a tos Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos
V. Distribución de las peticiones de fondos a tenor de los Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos
Bibliografía seleccionada
Cuadros
1. Los AGP: Acuerdos de crédito individuales, 1962
2. Financiamiento del Fondo con recursos de los AGP, 1964–70
3. Financiamiento del Fondo con recursos de los AGP, 1977–78
4. Los AGP ampliados: Acuerdos de crédito individuales
5. Préstamos obtenidos por el Fondo al amparo de los AGP, 1964–70
6. Préstamos obtenidos por el Fondo al amparo de los AGP, 1977–78

1. Fin

Los Acuerdos Generales tuvieron por objeto dotar al Fondo de recursos suficientes para influir en los mercados cambiarios y contrarrestar la especulación, así como también para hacer frente a las crisis en los mercados cambiarios. Permitieron que el Fondo tomara préstamos de los países miembros entre los cuales presumiblemente habría movimientos de capital a corto plazo y consiguiera en esa forma el apoyo de los países que recibían capital para ayudar a un país que sufría los efectos de la salida de capitales20. Constituían una línea adicional de defensa, incorporada a los procedimientos ordinarios de concesión de crédito del Fondo, junto con las reservas de los participantes y los derechos de giro ordinarios en el Fondo.
Con todo, se trataba de una línea condicional de defensa. En virtud de la decisión del Fondo que estableció los AGP, cada participante se reservó el derecho a decidir si prestaba o no al Fondo, siendo éste el único acuerdo de obtención de préstamos del Fondo sujeto a esa disposición. Sin embargo, como contrapeso de esta estipulación, los participantes, “animados de un espíritu de amplia y positiva cooperación”, convinieron en que estarían dispuestos a prestar sus monedas al Fondo, hasta por las sumas especificadas, cuando se necesitaran recursos adicionales “para evitar o hacer frente a un deterioro del sistema monetario internacional”, en las nuevas condiciones de extensa convertibilidad21. También era posible, aunque no en virtud de la decisión de los AGP, sino con arreglo a los procedimientos de consulta establecidos por los propios participantes, que los participantes decidieran colectivamente (por votación) atender una propuesta petición de fondos del Fondo, decisión que normalmente obligaría a los participantes individuales a conceder préstamos22.

2. Importe total

Los acuerdos de crédito, denominados en la moneda nacional de los participantes, totalizaban originalmente el equivalente de $6.000 millones23. Esta cifra se consideró suficiente para atender el uso concurrente de los recursos del Fondo por Estados Unidos y el Reino Unido, la posibilidad más plausible entonces, o financiar giros importantes de los otros grandes países industriales. De este modo, el Fondo podría hacer frente a un gran déficit de pagos de Estados Unidos con los países de Europa continental o viceversa.
En particular, los estudios realizados por el personal del Fondo indicaron que éste podría necesitar alrededor de $2.000 millones en dólares, además de sus tenencias en dólares y oro, para atender posibles giros de los principales países industriales, excluido Estados Unidos, y de los países en desarrollo. Este fue un factor importante en la determinación de la cuantía del acuerdo de crédito de Estados Unidos. En esos mismos estudios se demostró que podrían necesitarse alrededor de $3.500 millones a $5.000 millones en monedas distintas del dólar de EE.UU. y la libra esterlina, para atender una combinación de demandas de los dos centros de reserva y de los países industriales más pequeños. Con todo, el personal del Fondo no pudo calcular la magnitud precisa de la posible necesidad de libras esterlinas que tendría el Fondo. El total de $6.000 millones que en definitiva se convino se ajustaba a la amplitud sugerida por estos cálculos.

3. Acuerdos de crédito individuales

En el cuadro 1 se indica el importe de los acuerdos de crédito de cada participante.
Cuadro 1. Los AGP: Acuerdos de Crédito Individuales, 19621
images
1 Tanto el Banco de Suecia como el Banco Federal Alemán están facultados, con arreglo a la legislación nacional respectiva, a conceder préstamos al Fondo. Por lo tanto, son participantes por derecho propio en los AGP y no solamente agentes de sus gobiernos respectivos. El compromiso de Suecia se transfirió al Sveriges Riksbank entre diciembre de 1961, cuando el Grupo de los Diez acordó en establecer los AGP, y octubre de 1962 cuando éstos entraron en vigor.
2 El importe correspondiente a Canadá, inicialmente establecido en Can$208.938.000, se aumentó antes de que entraran en vigor los Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos a fin de mantener la línea de crédito en el equivalente de $200 millones luego de la devaluación del dólar canadiense en mayo de 1962.
La principal justificación económica de las participaciones asignadas a los países fueron sus reservas de oro y divisas, por considerarse que, al menos en el corto plazo, eran una medida más apropiada que su cuota de su capacidad de facilitarle recursos al Fondo. Este fundamento era congruente con las nuevas directrices, que entonces se estaban discutiendo en el Fondo, para seleccionar las monedas con las cuales se financiarían las transacciones con los países miembros24, y también con la opinión de que la concesión de préstamos al Fondo no entrañaba más que un cambio de composición de las reservas de los participantes.
El importe de los nueve participantes, excepto el Reino Unido, se basó, en términos muy generales, en un porcentaje similar (15 por ciento por término medio) de sus reservas a finales de 1961. El del Reino Unido, sin embargo, si bien no discordaba con su cuota en el Fondo, representaba un porcentaje considerablemente mayor de sus reservas (30 por ciento). Esto se debió, en parte, al bajo nivel de las reservas del Reino Unido en relación con la magnitud económica del país y, también, a la importancia que tenía en esa época la libra esterlina en el comercio y los pagos internacionales. El importe correspondiente a Estados Unidos, un tercio del total, fue determinado por las necesidades previsibles del Fondo de dólares, que se explicó antes, y por el nivel de las reservas de Estados Unidos.
Los factores políticos y la negociación fueron igualmente importantes. Los seis participantes de la Comunidad Europea, por ejemplo, sostuvieron con éxito que su participación combinada debía como mínimo ser igual a la de Estados Unidos. En el caso del Reino Unido, el prestigio y el deseo de tener un número elevado de votos en los procedimientos separados de consulta establecidos entre los participantes de los AGP25 fueron acaso tan significativos como la necesidad del Fondo de atender una demanda excepcional de libras esterlinas.
Estas consideraciones políticas eran inevitables. Consideraciones políticas similares hicieron posteriormente difícil reordenar las participaciones de los participantes en las renovaciones siguientes. Se prefirió el statu quo a la institución de modificaciones posiblemente controversiales.

4. Activación

Los procedimientos oficiales de activación de los AGP se establecieron en una decisión del Directorio Ejecutivo del Fondo de enero de 196226. Estos procedimientos se complementaron con arreglos por separado, dentro del Grupo de los Diez, que se describen en la carta de Wilfrid Baumgartner (entonces Ministro de Hacienda de Francia y Presidente de los ministros de Hacienda del Grupo de los Diez), de diciembre de 1961, a los demás participantes en los AGP27.
Conforme a la decisión de 1962, el Fondo podía recurrir a los AGP para financiar un acuerdo de derecho de giro o una “transacción de cambio” (sin acuerdo de derecho de giro) con un participante28. El propósito central, pero no estipulado por escrito, de los AGP era atender los giros de gran cuantía previstos, en virtud de acuerdos de derecho de giro, en los tramos de crédito de uno de los centros de reserva o de ambos. Dichos giros normalmente se dividirían en fases y estarían sujetos a condiciones acordes con las “normas y prácticas” del Fondo29. La expresión “transacción de cambio” dejaba también abierta la posibilidad de que los AGP se pudieran emplear para financiar giros más o menos automáticos, sujetos a poca o ninguna condicionalidad, en el tramo de oro (ahora de reserva)30 o en el primer tramo de crédito. La facultad del Fondo para recurrir a los AGP a fin de financiar giros en el tramo de oro no se discutió específicamente al tiempo de establecerse los Acuerdos Generales; sin embargo, los participantes acordaron luego un procedimiento a este fin, en 1968, cuando confirmaron también que los Acuerdos Generales se podrían utilizar para atender giros de todos los participantes (esto es, no sólo de los dos centros de reserva)31.
Teóricamente, si no en la práctica, el Fondo proponía y el Grupo de los Diez disponía. Con arreglo a los procedimientos oficiales de la decisión de 1962, luego que un participante solicitaba un giro al Fondo había que cumplir cinco grandes etapas. Primero, el Director Gerente debía determinar, previa consulta, que los recursos de los AGP eran necesarios para evitar o hacer frente a un deterioro del sistema. Seguidamente, debía consultar a los directores ejecutivos y a los participantes en los AGP respecto de una posible propuesta para activar los AGP. Los participantes en los AGP tenían entonces que aceptar colectivamente la propuesta. Cada participante notificaba entonces al Fondo que aceptaba la petición de fondos propuesta a tenor de su acuerdo de crédito. Por último, la petición propuesta debía ser aprobada por el Directorio Ejecutivo, que también debía aprobar la solicitud del participante de utilizar los recursos del Fondo. El Directorio Ejecutivo quiso tener la última palabra, de modo que el Fondo no se viera obligado a tomar préstamos de los AGP sólo porque los participantes hubieran convenido en conceder préstamos.
En los acuerdos separados previstos en la carta de Baumgartner se dio gran importancia a las consultas, basadas “en un espíritu de cooperación internacional32” dentro del Grupo de los Diez. Se estimaba que estas consultas eran un arbitrio para que el Grupo de los Diez pudiera evaluar la necesidad de recursos suplementarios del Fondo, examinar las políticas de ajuste del futuro beneficiario y convenir en la distribución entre estos países de los recursos solicitados por el Fondo.
Aunque el objetivo de los participantes era llegar a un “acuerdo unánime33” en sus consultas, en la carta de Baumgartner también hay disposiciones para votar sobre una propuesta del Director Gerente en caso de no darse esa unanimidad. Todos los participantes, excepto el posible beneficiario, tienen derecho a votar aunque no estén incluidos en la propuesta, ya que más adelante se les puede pedir que provean sumas sustitutivas. Sólo se admite la abstención si la posición de balanza de pagos y reservas del país es débil, lo cual justificaría que el participante se negara a efectuar un préstamo. Una decisión favorable requiere una mayoría integrada por las dos terceras partes del número de participantes que intervengan en la votación y una mayoría integrada por las tres quintas partes de sus votos ponderados de acuerdo con la cuantía del acuerdo de crédito de cada participante.
Este sistema de votación difiere del empleado en el Fondo en dos aspectos importantes. En el Fondo, los votos se ponderan fundamentalmente de acuerdo con las cuotas de los p...

Table of contents

  1. Cover Page
  2. Title Page
  3. Copyright Page
  4. Contents
  5. Nota preliminar
  6. I. Introducción
  7. II. Orígenes
  8. III. Principales disposiciones, 1962–82
  9. IV. El funcionamiento de los AGP, 1962–82
  10. V. La reforma, 1982–83
  11. VI. Perspectivas
  12. VII. Conclusión
  13. Apéndices
  14. Bibliografía seleccionada
  15. Cuadros
  16. Footnotes