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Informe Anual 2000 : Por una economía mundial para todos
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Information
Publisher
INTERNATIONAL MONETARY FUNDYear
2000eBook ISBN
9781557758453Capítulo 1. El entorno: Evolución económica mundial en el ejercicio 2000
Durante el ejercicio1, la situación económica y financiera avanzó en la medida en que la economía mundial resistió mejor de lo que se había estimado inicialmente las crisis financieras surgidas en 1997-98 (véanse el cuadro 1.1 y el gráfico 1.1). En promedio, el producto aumentó o continuó siendo elevado en las economías avanzadas, los países en desarrollo de Asia, y los países en transición, si bien se redujo en África, Oriente Medio, y el continente americano. La inflación subyacente se mantuvo en niveles generalmente estables o se redujo en la mayoría de las regiones, pero en algunos países los desequilibrios fiscales y externos siguieron representando un problema. Si bien en 1999 se registró un aumento de los flujos financieros hacia los mercados emergentes, y se redujo en cierta medida el costo del financiamiento, en muchos países las condiciones fueron inestables e impidieron la recuperación. Al mismo tiempo, la intensidad de la demanda en Estados Unidos y Canadá, y la creciente demanda en Europa y en parte de Asia suministraron mercados de exportación para los países que salían de la recesión.
Cuadro 1.1 Panorama de la economía mundial
(variación porcentual anual, salvo indicación contraria)

Fuente: FMI, Perspectivas de la economía mundial (mayo de 2000).
1 Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia.
2 Promedio simple de los precios de entrega inmediata de las variedades de crudo U.K. Brent, Dubai y West Texas Intermedíate.
Gráfico 1.1 Indicadores mundiales
(variación porcentual anual, salvo indicación contraria)

Fuente: FMI, Perspectivas de la economía mundial (mayo de 2000).
1Volumen de bienes y servicios.
Entre los acontecimientos más importantes de 1999 y principios de 2000 figuran también el encarecimiento mundial del petróleo, que alcanzó su nivel más alto desde 1991, en tanto que el precio de muchos otros productos básicos tocó fondo, la estabilización de las tasas de interés en las economías avanzadas, con excepción de Japón y las ganancias registradas en la mayoría de los mercados bursátiles como resultado, especialmente, del precio de las acciones de las empresas relacionadas con la tecnología. No se materializaron los problemas económicos o financieros de alcance sistémico vinculados con los efectos informáticos del año 2000 (“A2K”) gracias, en parte, a las medidas correctoras y de planificación adoptadas por el sector privado, los gobiernos y las instituciones internacionales.
En 1999/2000 se observó una recuperación de la actividad económica en el grupo de países en desarrollo, en gran parte debido a los avances logrados en los países de Asia afectados por la crisis y, en menor medida, en Rusia. En América Latina, en cambio, el producto económico, en promedio, no registró cambios, si bien no experimentó la fuerte caída prevista inicialmente, cuando la crisis económica azotó la región a fines de 1998 y comienzos de 1999. De hecho, la producción industrial comenzó a recuperarse en los principales países de la región a mediados de 1999. En las economías avanzadas el producto continuó registrando diferentes resultados. En Estados Unidos, Australia, y algunos países más pequeños de Europa la economía siguió creciendo a un ritmo acelerado, aunque Europa registró una leve desaceleración durante el año. Sin embargo, en el segundo semestre de 1999 y comienzos de 2000 se observó un creciente impulso de la actividad económica en los países más grandes de la zona del euro. En 1999, los resultados económicos en Japón siguieron siendo deficientes, registrándose fuertes fluctuaciones de la demanda durante todo el año. El auge de la demanda mundial, la recuperación en ciertas regiones y las condiciones desfavorables en otras contribuyeron a la evolución de los mercados financieros y de productos básicos y a la recuperación del comercio mundial.
Condiciones económicas mundiales
En los mercados de productos básicos se triplicó prácticamente el precio mundial del petróleo a partir del bajo nivel de alrededor de $10 por barril a fines de 1998 y comienzos de 1999; al cierre del ejercicio, el precio se mantenía entre $25 y $30. Este encarecimiento se atribuyó en parte a la reducción voluntaria de la producción en algunos de los principales países productores y a una recuperación económica más sólida de lo previsto en Asia. El aumento del precio del petróleo aumentó las presiones inflacionarias en 1999 y comienzos de 2000—si bien no en la misma medida que el incremento registrado en los años setenta—y los índices de inflación subyacente se vieron escasamente afectados a principios de 2000. El aumento del precio del petróleo contribuyó a suavizar las condiciones financieras en los países exportadores de petróleo. Otros productos básicos registraron un leve aumento de precio, y el índice de precios de los productos básicos no combustibles del FMI aumentó en alrededor del 3% durante el ejercicio, finalizando así una trayectoria descendente de alrededor del 30% iniciada cuando los precios alcanzaron su nivel máximo anterior en 1996. Sin embargo, la evolución de los precios varió según el producto, y no todos los exportadores experimentaron una mejora de la relación de intercambio.
El volumen del comercio mundial se recuperó en 1999, contribuyendo a mejorar las condiciones externas en muchos países. Las importaciones de las economías avanzadas registraron un fuerte incremento debido, en gran parte, al continuo crecimiento de la demanda interna en Estados Unidos y a la recuperación en Europa, que se inició en el segundo semestre de 1999. El nivel de las importaciones de las economías avanzadas en la región de Asia y el Pacífico también fue elevado, con excepción de Japón, donde en gran medida la demanda interna estuvo paralizada. Entre los países en desarrollo, los datos preliminares indican que aumentaron las importaciones en Asia, en gran parte gracias a la recuperación tras la crisis en Tailandia y en otros países. En China, la demanda de productos y servicios del extranjero también registró un fuerte aumento, si bien el incremento declarado de las importaciones refleja, en parte, una vigorosa campaña contra el contrabando. En cambio, en otras regiones se redujo el volumen de las importaciones. En el continente americano, el ajuste macroeconómico que hacía falta se tradujo en una caída de las importaciones en todos los principales países en desarrollo, con excepción de México. En Rusia también se registró una reducción de las importaciones, lo cual desalentó la demanda de exportaciones en los países vecinos, sobre todo durante los primeros meses del año.
En 1999, el flujo de capital hacia los mercados emergentes se mantuvo a un nivel bajo, registrándose una leve mejora con respecto a unos niveles afectados por la crisis en 1998, aunque siguieron siendo inferiores al nivel medio de la década. Además, el financiamiento privado suministrado por los bancos fue remplazado por el financiamiento mediante emisión de bonos y acciones. El aumento de las corrientes financieras se produjo principalmente a través de la emisión de acciones. Estas corrientes se orientaron, casi en su totalidad, a países de Asia, donde la recuperación se encontraba más avanzada. De hecho, la recuperación en las economías emergentes de Asia provocó, prácticamente, una duplicación de las corrientes financieras privadas brutas a la región. Los flujos hacia los países en desarrollo de Oriente Medio y África también aumentaron, si bien en el continente americano no registraron prácticamente cambios, y los flujos hacia Europa se redujeron.
Aunque en 1999 se registraron fluctuaciones del costo del financiamiento para los mercados emergentes, que han seguido observándose en 2000, dichos costos siguen siendo elevados en comparación con los del período anterior a la crisis en Asia, lo cual es reflejo tanto de las amplias diferencias entre los tipos de interés como de una leve tendencia al alza en las tasas de los países avanzados. A comienzos de 1999, la crisis financiera que afectó a América Latina provocó un aumento pronunciado de los márgenes de rendimiento en algunos países (reduciendo además la disponibilidad de fondos), pero los efectos se desvanecieron rápidamente pues los países afectados adoptaron medidas correctivas. En general, las diferencias entre los tipos de interés parecen haber sido mayores en los mercados emergentes ya que los prestamistas tomaron más en cuenta los riesgos específicos de cada país; debido a esto, el peligro de contagio fue menor que en otras situaciones anteriores de inestabilidad de los mercados financieros. El incumplimiento de las obligaciones de pago de la deuda externa por parte de algunos países a fines de 1999 y en 2000 no parece haber creado presiones sistémicas sobre los márgenes de rendimiento en los mercados secundarios. A comienzos del último trimestre de 1999 los mercados de deuda reaccionaron (reduciéndose además el diferencial para los mercados emergentes) a medida que los inversionistas mostraban más confianza en que se evitarían los problemas informáticos por el paso al año 2000. La creciente confianza facilitó la reacción, la mayor diferenciación y un financiamiento en términos generales más estable, que a su vez fomentaron la recuperación en Asia en 1999 y, posteriormente, en otras regiones.
En general, las tasas de interés denominadas en dólares y euros aumentaron durante el período para los vencimientos a corto y largo plazo, si bien a principios de 2000 las curvas del rendimiento tendieron a nivelarse. Los bancos centrales de Estados Unidos, Canadá y Europa adoptaron una política monetaria más restrictiva a fin de atajar la inflación en el futuro. En Estados Unidos, la Reserva Federal aumentó las tasas de interés entre mediados de 1999 y el 30 de abril de 2000. Durante ese período la Reserva Federal modificó radicalmente la política de reducción de las tasas de interés aplicada en 1998 a fin de suministrar liquidez a los mercados tras la crisis financiera de Rusia, y la peligrosa situación por la que atravesó uno de los principales fondos de alto riesgo, que amenazó el buen funcionamiento de los mercados financieros. En la zona del euro—donde la recuperación económica fue más lenta—las tasas de interés se aumentaron a fines de 1999. En Japón, en cambio, el Banco de Japón ha venido aplicando una política de tasas de interés “de casi cero” desde comienzos de 1999, como una de las medidas adoptadas para avivar la economía.
En los mercados cambiarios, las tres monedas principales registraron importantes variaciones. El euro—introducido como la moneda común de 11 países europeos el 1 de enero de 1999—se depreció en el transcurso del año frente al yen y el dólar de EE.UU., en tanto que el yen se apreció frente al dólar de EE.UU. durante el segundo semestre (véase el capítulo 2). En general, en 1999 las monedas de las principales economías emergentes, con pocas excepciones, se mantuvieron estables, especialmente en comparación con los años anteriores. En los países de Asia afectados por la crisis, la moneda se apreció o se mantuvo generalmente estable durante 1999 y a comienzos de 2000 como resultado del cambio de la situación económica y financiera en esos países. En América Latina, el real brasileño se depreció frente al dólar de EE.UU. y las monedas de sus países vecinos cuando Brasil adoptó un régimen de tipo de cambio flotante a comienzos de 1999, aunque más adelante la moneda se estabilizó; en Chile se adoptó un régimen de tipo de cambio de libre flotación tras haberse aplicado durante varios años un sistema de banda móvil, sin que ello haya afectado mayormente la tendencia del valor de la moneda. Otras monedas importantes de la región se mantuvieron generalmente estables frente al dólar de EE.UU. De igual forma, se redujo mucho la inestabilidad del rublo ruso, especialmente a fines de 1999.
Aspectos más relevantes de los mercados emergentes y las economías avanzadas
En Asia, la recuperación tras la crisis de 1997-98 y la posterior recesión ha sido extraordinaria. En Corea, Malasia y Tailandia la aplicación de medidas fiscales y monetarias expansionistas—que contribuyeron a un giro radical de la demanda interna—facilitaron la recuperación. Además, el auge de las exportaciones en la región y hacia Estados Unidos aportó una fuente de crecimiento y permitió que las importaciones aumentaran sin crear los déficit de cuenta corriente existentes antes de la crisis. Así, en 1999, la región se transformó en proveedor neto de recursos financieros a los mercados mundiales de capital. En Indonesia también se inició una recuperación del producto, registrándose un crecimiento positivo del PIB real en 1999, tras la fuerte contracción del producto en 1998. En China hubo una leve desaceleración del ritmo de crecimiento en 1999, en tanto que en India se registró una cierta recuperación. En ambos países la expansión económica se mantuvo a un ritmo que bastó para que siguiera aumentando considerablemente el ingreso per cápita y para reducir la pobreza. En China, el crecimiento económico estuvo respaldado por la mejora de las condiciones en otras economías de la región—lo que se tradujo en el excelente resultado de las exportaciones—y por los efectos iniciales del programa de estímulo fiscal adoptado en el segundo semestre de 1999. La caída de los precios, que se había convertido en un creciente problema de política, comenzó a aminorar a partir de mediados de 1999, si bien el desempleo siguió constituyendo motivo de inquietud. En India, el aumento de la producción industrial en 1999 contribuyó a contrarrestar la disminución del ritmo del producto agrícola en el segundo semestre del año.
En América Latina, el efecto macroeconómico de la crisis financiera de 1998-99 fue menos grave que en la crisis de Asia, y a finales de 1999 ya estaba creciendo la actividad en la mayoría de las economías de la región. En Brasil, la recuperación se inició a comienzos de año, impulsada por el incremento del producto agrícola e industrial, este último respaldado por la mayor competencia. En Argentina, la demanda interna en 1999 dio muestras de atonía, pero la producción industrial comenzó a crecer a mediados de año, reflejando el giro del desempeño económico. Del mismo modo, el aumento de la producción industrial en Chile fue reflejo de una sólida recuperación. En México, se evitó la desaceleración económica en 1999 gracias a la fuerte demanda de importaciones en Estados Unidos, su principal socio comercial, al incremento del precio del petróleo y de ingresos asociados con ese incremento y al crecimiento de la demanda interna. La rápida recuperación económica estuvo apoyada, en la mayoría de estos países, por índices de inflación relativamente bajos, que fomentaron la confianza y permitieron a las economías más débiles adoptar algunas medidas de política. Sin embargo, en Colombia, Ecuador y Venezuela se produjo una contracción económica más pronunciada.
En África, se registró una desaceleración del crecimiento económico en 1999, debido sobre todo a la atonía en varios de los países principales. La crisis financiera mundial tuvo un efecto directo en Sudáfrica, cuyos mercados sufrieron también los efectos secundarios de la crisis. Por su parte, el aumento del precio del petróleo registrado durante el año benefició a Nigeria y a otros países exportadores de petróleo durante el segundo semestre de 1999, si bien influyó muy poco en los indicadores económicos anuales. Kenya, así como varios otros países, resultaron perjudicados por el bajo nivel del precio de los productos básicos no combustibles, que junto con el encarecimiento de la importación del petróleo, acentuaron la tendencia a la baja de su relación de intercambio. Además, la falta de lluvia afectó a la actividad económica en muchos países al sur del Sahara en 1999; en algunos países de la región, la actividad se vio afectada por desviaciones con respecto a la política prevista. No obstante, en los países de la región que han adoptado programas de reforma respaldados por el FMI se registró una recuperación del crecimiento económico medio. En algunos de estos países se aplicaron medidas de alivio de la deuda en el contexto de la primera etapa de la iniciativa para los PPME (véase el capítulo 5).
El ingreso nacional de los países exportadores de petróleo de Oriente Medio registró una fuerte subida gracias al aumento del precio del ...
Table of contents
- Cover Page
- Title Page
- Copyright Page
- Contents
- Lo más destacado del ejercicio 2000
- Carta de remisión
- Directorio Ejecutivo y altos funcionarios
- Junta de Gobernadores, Directorio Ejecutivo, Comité Monetario y Financiero Internacional y Comité para el Desarrollo
- Panorama general
- 1. El entorno: Evolución económica mundial en el ejercicio 2000
- 2. Supervisión bilateral, mundial y regional del FMI
- 3. Evaluación de la supervisión y los estudios del FMI
- 4. La reforma de la arquitectura financiera mundial
- 5. Reducción de la pobreza y alivio de la deuda en los países pobres
- 6. Operaciones financieras y respaldo a los países miembros
- 7. Asistencia técnica y capacitación
- 8. Organización, funcionarios y presupuesto
- Apéndices
- Siglas y abreviaturas
- Recuadros
- Footnotes