Como vimos más arriba, la noción de bilis negra desarrollada en el CH se asoció en casos excepcionales a una perturbación mental, y el verbo
se usa una sola vez en un tratado apócrifo para denotar un estado alterado o la falta de juicio
30. Por su parte, Aristóteles ni siquiera utiliza el verbo, y tampoco dice mucho sobre el humor de la bilis negra y su dependencia de un eventual trastorno mental, a excepción del
Problema XXX (Roussel 1988: 304). Para el Estagirita la bilis negra es un “residuo”
ubicado cerca del corazón, que es la región nutritiva. Generalmente se encuentra este humor en los tratados biológicos y tiene una primera característica: es una secreción o excreción que en muchos casos es eliminada del cuerpo, al igual que los excrementos. El término
(“secreción, excreción”) es un compuesto que figura únicamente desde el
Corpus Aristotelicum en adelante, y denota siempre un exceso o una condición exagerada
31. No se debe perder de vista que se designa al melancólico al comienzo del
Problema XXX con el adjetivo “extraordinario” o “excesivo”
, otro compuesto formado por
.
Los textos donde figura la bilis negra o la bilis simplemente (en algunos casos no se especifica) provienen fundamentalmente de sus tratados biológicos como
Historia de los animales,
Sobre las partes de los animales,
Sueño y vigilia, y los
Problemas. En
los dos últimos influye en el carácter del hombre. Un importante pasaje de
Historia de los animales (511b 10) muestra que Aristóteles no adhirió a una fisiopatología de los humores, sino a lo que denominó homeomerías sólidas y húmedas que forman parte de los “tejidos y de los órganos” (Roussel 1988: 304). Para Aristóteles las homeomerías, o sustancias de las cuales están hechas todas las cosas –tal como las describe en su interpretación de la filosofía de Anaxágoras en la
Metafísica (984a 13)–, son en los animales la sangre, las fibras, la carne, la piel, los tendones, los pelos, las uñas y las “excreciones”
; esto es, según el pasaje de
Historia de los animales (511b 10): “el excremento, la bilis amarilla y la bilis negra”
. Entonces la bilis amarilla y la bilis negra están al mismo nivel que la materia fecal. Otro pasaje del mismo tratado (487a 1), que está conectado con el anterior, precisa que entre las homeomerías húmedas se encuentran “la sangre, el suero, la grasa, el sebo, la médula, el semen, la bilis, la leche
y las excreciones
como la flema
”. Aquí la flema es el residuo y no sabemos si la bilis comprende también a la bilis negra, porque no se especifica. Asimismo, el carácter residual de la bilis se conecta al de otros humores, ya que cuando están compuestos “por una sangre menos pura”
, se dice en
Sobre las partes de los animales (677a 25), “este excremento que se genera es la bilis”
. Como sugiere
Historia de los animales (521a 34), la bilis negra puede ser una transformación de la sangre o una variedad de la bilis, ya que la “sangre”
difiere según la edad “en su cantidad”
y “en su forma”
, en los animales más jóvenes es abundante, en los viejos es espesa, “negra”
y “poca”
, y en
los que están “en la plenitud de la vida”
posee una cualidad “intermedia”
.
Aristóteles insiste en
Sobre las partes de los animales (677a 13) en la idea de que la bilis que se produce en el resto del cuerpo “es una excreción o disolución”
, al igual que la generada a partir del hígado, y en algunos casos es una sustancia excretoria que proviene de los alimentos. En esta misma obra (649b 32) la bilis se caracteriza por su “densidad”
y “calor”
, y al parecer no tiene una finalidad clara –según otro pasaje (677a 29)–, “sino que es una impureza”
. Eijk (1990: 51) explica que para Aristóteles no existe un propósito en todas las cosas: de hecho, existen algunas sustancias que son el resultado de cosas que tienen una finalidad, pero que en sí mismas son inúti...