Manual profesional del masaje
eBook - ePub

Manual profesional del masaje

Jesús Vázquez Gallego

Share book
  1. 656 pages
  2. Spanish
  3. ePUB (mobile friendly)
  4. Available on iOS & Android
eBook - ePub

Manual profesional del masaje

Jesús Vázquez Gallego

Book details
Book preview
Table of contents
Citations

About This Book

El arte del masaje se ha practicado desde la Antigüedad en muchos países, hoy en día es una de las formas de cuidado de la salud más popular. Se usa con buenos resultados en los campos terapéutico, estético y deportivo ya sea para buscar la relajación o como parte del tratamiento en diversas enfermedades.Este libro es un compendio sobre el masaje, que abarca desde las nociones básicas como los conceptos anatómicos, los efectos fisiológicos y las normas e indicaciones generales para su práctica hasta el desarrollo de los distintos tipos de masaje. Se tratan en detalle el masaje clásico -masaje sueco y quiromasaje-, los masajes específicos -masaje reflejo, drenaje linfático, entre otros- las técnicas orientales -shiatsu y masaje chino-, los masajes mecánicos y combinados y el masaje para poblaciones especiales -masaje deportivo, infantil y en la tercera edad-. Se incluyen también capítulos dedicados a la osteopatía, la acupuntura, el masaje en la fibromialgia y el masaje en el entorno Pilates.Asimismo, se acompañan las detalladas explicaciones de las técnicas con ilustraciones y fotografías.

Frequently asked questions

How do I cancel my subscription?
Simply head over to the account section in settings and click on “Cancel Subscription” - it’s as simple as that. After you cancel, your membership will stay active for the remainder of the time you’ve paid for. Learn more here.
Can/how do I download books?
At the moment all of our mobile-responsive ePub books are available to download via the app. Most of our PDFs are also available to download and we're working on making the final remaining ones downloadable now. Learn more here.
What is the difference between the pricing plans?
Both plans give you full access to the library and all of Perlego’s features. The only differences are the price and subscription period: With the annual plan you’ll save around 30% compared to 12 months on the monthly plan.
What is Perlego?
We are an online textbook subscription service, where you can get access to an entire online library for less than the price of a single book per month. With over 1 million books across 1000+ topics, we’ve got you covered! Learn more here.
Do you support text-to-speech?
Look out for the read-aloud symbol on your next book to see if you can listen to it. The read-aloud tool reads text aloud for you, highlighting the text as it is being read. You can pause it, speed it up and slow it down. Learn more here.
Is Manual profesional del masaje an online PDF/ePUB?
Yes, you can access Manual profesional del masaje by Jesús Vázquez Gallego in PDF and/or ePUB format, as well as other popular books in Medicine & Alternative & Complementary Medicine. We have over one million books available in our catalogue for you to explore.

Information

Publisher
Paidotribo
Year
2011
ISBN
9788499101323
C A P Í T U L O
1
INTRODUCCIÓN Y ETIMOLOGÍA
 
 
 
Dr. J. Vázquez Gallego
 
 
 
La palabra MASAJE no tiene un origen muy claro, de manera que se le atribuyen diversas raíces. Se cree que puede derivar de cualquiera de estos vocablos:
 
  MASS (del árabe: tocar con suavidad, frotar suavemente)
  MASSEIN (del griego: amasar, frotar, o friccionar)
  MASHECH (del hebreo: palpar, tantear)
  MASSER (del francés: amasar, sobar, masar, dar masaje).
 
Al principio la palabra se asoció al ejercicio. Posteriormente Le Gentil la usó por primera vez en el siglo XVIII (año 1799) en su obra médica, por lo que es probable que cualquiera de los anteriores fuese el vocablo que dio lugar a la palabra francesa MASSER (masar, amasar, masajear), pero refiriéndose ya en concreto a maniobras manuales de una persona (terapeuta) sobre otra (paciente) y en clara referencia a las maniobras de amasar la piel (carne) con suavidad.
En general, cuando hablamos de masaje, solemos referirnos a manipulaciones sobre el músculo y tejidos blandos de muy diversas formas. En otros casos el trabajo se realiza sobre puntos concretos o líneas de energía.
El masaje consiste en una serie de movimientos ejecutados por las manos del terapeuta sobre la superficie corporal del paciente con objetivos salutíferos, calmantes, sedantes y en ocasiones estimulantes o simplemente higiénicos. La combinación de estos movimientos más o menos intensos, rítmicos y profundos (homogéneos o no) da como resultados finales efectos fundamentalmente analgésicos, relajantes y sedativos.
Expresado en términos más científicos, el masaje podría definirse como: “La acción de suprimir o disminuir la sensibilidad dolorosa por medio de actuaciones manuales sobre la sensibilidad superficial (corpúsculos de Meissner) y la sensibilidad profunda (corpúsculos de Golgi y Pacini)”.
Sea como fuere, el masaje es un remedio terapéutico que ha acompañado al hombre desde el albor de los tiempos con un objetivo principal: “eliminar o atenuar el dolor y mejorar la calidad de vida” de las personas que por unos u otros motivos sufren. En algunas culturas primitivas fue el único e indispensable remedio contra ciertas enfermedades. Después el masaje estuvo más ligado a la higiene corporal y posteriormente se situó en un plano netamente terapéutico (similar al actual).
Por sus escasas contraindicaciones y efectos secundarios, así como por su facilidad de administración y disponibilidad, el masaje es una técnica universal, presente en prácticamente todas las latitudes y culturas desde el albor de los tiempos, si bien actualmente se requiere un alto grado de especialización profesional para que cualquier modalidad de masaje sea terapéuticamente efectiva.
Para unos el masaje es un arte, para otros es una técnica que requiere ser más o menos depurada, pero en la que el aspecto psicoafectivo desempeña un papel importante.
Se dice que hay personas que “han nacido para el masaje” por la destreza, habilidad manual e intuición de sus manos, y es evidente que otras personas, por muchos cursos y prácticas que realicen, nunca llegarán a alcanzar el nivel óptimo para garantizar la eficacia de la técnica. De ahí que podríamos llegar a la conclusión de que “no se aprende a dar masaje; se nace para el masaje”.
A pesar de la velocidad en el descubrimiento de nuevos procedimientos de diagnóstico y tratamiento y de la alta tecnificación de la medicina actual, el masaje (técnica manual ancestral) continúa prodigándose y aplicán-dose, y es un elemento terapéutico que todos los médicos tenemos presente en la medicina contemporánea.
 
C A P Í T U L O
2
HISTORIA DE LOS MASAJES
Dr. J. Vázquez Gallego
“EL MASAJE: el lenguaje de las manos no es de hoy, es del pasado, ha existido siempre y prevalecerá; no tiene sustituto”.
El libro de Kong-Fou (“El arte del hombre”) de los bonzos, discípulos de Lao-Tse, escrito unos 2.700 años a.C., es el primer tratado escrito que recoge las primeras recomendaciones empíricas conocidas e indicaciones del masaje y la gimnasia respiratoria con fines terapéuticos. El libro lleva el título “The Kong-Fou of Lao-Tse”. En consecuencia el masaje, aunque con otro nombre o sin él, se remonta al menos a unos 3.000 años a.C., si bien el arte de “tocar”, “comprimir”, “sobar” y “amasar” los tejidos se remonta a los albores de la humanidad, tal vez desde la existencia del denominado “pithecanthropus erectus”.
El mítico Houng-Ti o “Emperador Amarillo” escribió el Nei-King: “Libro del Hombre interior” (clásico de la Medicina China), tratado de Medicina Interna o doctrina de lo interior, hacia los años 2697-2596 a.C. (cuando Occidente estaba en la Edad del Bronce). El libro, escrito en forma de preguntas y respuestas entre el emperador y su primer médico y/o ministro Ch´i-Po cubre todos los campos de la medicina. Está dividido en dos partes: El Sou-Wen (fisiología, patología e higiene) y el Ling-Chou, que trata de los meridianos, acupuntura, moxas, sangrías y MASAJE. De aquellas épocas, unos 2.200 años a.C., en Sumeria se encuentran las primeras recetas médicas.
El masaje en China se contempla desde dos vertientes más o menos diferenciadas: El TUI-NA (em- pujar-sujetar-contener) y el AN-MO (presionar-rozar). El segundo es un masaje suave y sutil. El primero es una técnica vigorosa que se asocia a movilizaciones articulares. En el siglo II a.C. ya los médicos chinos utilizaban la acupuntura con fines terapéuticos.
El Ayur-Veda (“ciencia o conocimiento de la vida”, 1800-1500 a.C.) en la India contiene diversos consejos higiénicos y de masaje (frotamientos, fricciones) con fines curativos, higiénicos y preventivos para actuar a nivel físico y mental, dentro de un amplio contexto de normas dedicadas a la medicina, y tratar las zonas dolorosas con frotaciones (citado en los llamados “Libros del Ganges” o Libros Veda). Diversos tratamientos de la medicina ayurvédica del período brahmánico estuvieron vigentes hasta los siglos VII-VIII. No obstante, en la India tanto los masajes como los baños se hallaban ligados a rituales de tipo religioso.
En algunas tumbas egipcias pertenecientes a famosos médicos faraónicos y en los “Papiro Smith” y “Papiro de Ebers” de aproximadamente 1700-1550 a.C., se han encontrado dibujos que representan diversas escenas quirúrgicas y descripciones de técnicas terapéuticas, entre ellas maniobras de masaje (fig.2.1).
En el siglo V a.C. un filósofo y posible médico, Empédocles, afirma que el Universo se compone de cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra, en cuatro estados físicos: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra.
Los etruscos utilizan prótesis dentales que unen con laminillas de oro (650 a.C.).
Figura 2.1. Masaje en el antiguo Egipto
Los asirios, babilonios, caldeos y otros pueblos del Oriente Próximo ya utilizaban las grasas de los animales para confeccionar emplastos y rudimentarias pomadas y ungüentos que extendían y con los que frotaban partes lesionadas del cuerpo.
Hipócrates, nacido en la isla griega de Cos, padre de la medicina (460-380 a.C.), fue posiblemente el médico más sobresaliente de la Antigüedad. En los escritos que se conservan habla ya de diversas actuaciones (fricciones) sobre la piel, músculos y vísceras que atenúan el dolor corporal y facilitan ciertas acciones fisiológicas (manipulando y resfregando los tejidos). Habla de maniobras en sentido ascendente, en sentido hacia el corazón a modo de tratamiento: “anatripsis”, resfregar, etc.
Desgraciadamente muchos de los escritos de Hipócrates se perdieron al ser destruidos por el trágico incendio acaecido en la biblioteca de Alejandría en 391, durante la invasión turca.
Algunos de sus métodos naturales de curación se han vuelto a retomar en nuestros días. En la isla de Cos había surgido el primer centro dedicado al dios ASCLEPIO (dios de la medicina, hijo de Apolo y Coronis), al que acudían y en el que permanecían para curarse los enfermos. Posiblemente fue el primer hospital de la historia, si bien menciona la leyenda que llegaron a existir más de 200 templos dedicados a Asclepio. A partir de Hipócrates la medicina helenista deja de tener carácter teúrgico para convertirse en ciencia de sanación. El famoso “juramento hipocrático” está todavía presente en la mayoría de los consultorios y despachos médicos de hoy (fig. 2.2).
Praxágoras, discípulo de Hipócrates, utilizaba el masaje para el tratamiento del íleo oclusivo. Las obras del filósofo Aristóteles (384-322 a.C.), discípulo de Platón, sobre botánica, física y astronomía, junto con las enseñanzas hipocráticas, serán bases de la ciencia médica durante más de un milenio.
En Grecia y Roma era habitual la utilización del masaje con fines terapéuticos, pero en Roma estos fines fueron poco a poco degradándose hasta llegar a fundamentarse, no pocas veces, en una serie de actuaciones eróticas. Como consecuencia, las técnicas inicialmente terapéuticas caen en descrédito, en especial una vez estabilizado el cristianismo que combatía cualquier roce o tratamiento corporal.
Figura 2.2. Juramento hipocrático (cedido por LIBER EDICIONES)
En las grandes termas romanas existían estancias en las que se practicaban técnicas de masaje por medio de aceite de oliva y diversas sustancias, ungüentos, etc. Era administrado por los traclatores, masajistas con toda probabilidad precursores de nuestros actuales fisioterapeutas.
Asclepiades de Bitinia (siglo I a.C., 125-56 aproximadamente), médico de origen griego, pero que ejerció su actividad en Roma, recomendaba tratamientos a base de masaje, dieta, vino y medicamentos procedentes de diversas plantas y cataplasmas. Fue, asimismo, un fervoroso defensor del baño como medida terapéutica. Concretamente, en materia de masaje recomendaba las fricciones y las frotaciones (resfregar) sobre la columna vertebral para distintas enfermedades que cursaban con convulsiones, espasmos y dolor. Resumiendo, sus tratamientos tenían como base tres principios: “el masaje”, “las curas hidroterápicas” y “el ejercicio”. Asclepiades intentó restaurar con estos métodos el movimiento normal de los líquidos, si bien no hablaba en qué dirección debían ser ejecutados para mejorar o curar estas trabas del movimiento anormal de los líquidos tisulares.
Areteo, discípulo de Asclepiades, fue otro de los médicos romanos partidarios de los masajes por fricción y también del ejercicio físico. Entre otros remedios empleaba con sus enfermos el ejercicio físico, unciones y fricciones.
Plinio, cuyo nombre era Cayo Plinio Segundo o Plinio el Viejo (años 23-79), escribió una amplia enciclopedia, cuyo ejemplar fue publicado en Venecia el año 1489, que contenía todos los saberes de su tiempo, que abarcaban física, astronomía, botánica, zoología y medicina, y que, a pesar de contener numerosos errores y prácticas supercheriles y exotéricas, dejó constancia de técnicas manuales para el tratamiento de ciertas enfermedades.
Galeno, nacido en Pérgamo (actual Bergama, Turquía, 131-201? o 216?), ejerció la medicina en Esmirna, Corintio y Alejandría. Regreso a Pérgamo en 157. Finalmente en 162 se traslada definitivamente a Roma llegando a ser médico de los emperadores: Marco Aurelio, quien lo nombró médico de la corte imperi...

Table of contents