Encontrar tu voz
El funcionamiento de la voz humana es complejo. Si produce un sonido tan exquisito, es debido a su flexibilidad, adaptabilidad y expresividad. En una sola frase hablada intervienen muchos músculos de la garganta y del rostro. Cada palabra que pronuncias requiere un trabajo conjunto y perfectamente coordinado de la mandíbula, la lengua y los labios. Cada palabra tiene un patrón de movimiento específico, y toda la información necesaria para pronunciarla se almacena en un área sensorial concreta del cerebro.
Tu voz revela a los demás lo que piensas y lo que sientes. Dependiendo del tono que uses, la frase «¿Otra vez estás ocupado?» puede transmitir muchos mensajes diferentes. Tu tono de voz revela si estás triste o alegre, si te sientes aburrido, emocionado, asustado o calmado. La forma de decir una frase puede cambiar su sentido. La actriz, poeta y cantante americana Maya Angelou lo expresó muy bien cuando dijo: «Las palabras significan mucho más que lo que pone en el papel. Necesitamos los matices de la voz humana para dotarlas de un significado más profundo».
La velocidad, el tono y la intensidad (o falta de intensidad) en tu forma de hablar definen tu carácter, tu temperamento y tu disposición. Tu manera de hablar, por otra parte, es la que te convierte en la persona que eres.
Todos necesitamos la voz para comunicarnos, y aunque no seamos muy duchos en cantar, recitar o hablar en público, está claro que tener una buena voz es esencial para comunicarse con claridad. Sin embargo, al igual que a diario realizas muchos actos de forma automática, a menudo hablas o cantas sin pensar demasiado en la voz, y sin saber siquiera qué es lo que te permite hablar. Saber cómo funciona la voz y qué componentes crean el sonido puede ser de utilidad para mantener una voz saludable y en buen funcionamiento. Así pues, veamos cómo funciona la voz:
Los principales componentes de la producción vocal son:
- ❍ La fuente de energía: los pulmones
- ❍ El mecanismo vibrador: las cuerdas vocales
- ❍ Las cajas de resonancia: la garganta, el interior de la boca y la nariz
- ❍ Los articuladores: la boca, la lengua, los dientes y los labios
❍ La fuente de energía
La potencia de tu voz proviene del aire que exhalas. Como ya hemos visto, cuando inhalas el diafragma desciende y la caja torácica se expande para que entre aire en los pulmones. Cuando exhalas se produce el proceso inverso: el diafragma se eleva y expulsa el aire de los pulmones. Se crea una corriente de aire que sale por la tráquea y pasa a través de la laringe y las cuerdas vocales, que producen ondas de sonido, y estas son las palabras que pronunciamos. Cuanto más potente es la corriente de aire que pasa a través de la laringe, más fuerte es la voz que tendrás, siempre y cuando los resonadores funcionen bien. Si creas una corriente de aire fuerte y constante, emitirás sonidos fuertes y claros. De modo que uno de los factores que más influyen en tu voz es tu respiración. En resumen, no hay sonido sin respiración, porque hasta para susurrar necesitas aire.
EJERCICIO 25
- Intenta contener totalmente la respiración mientras dices: «Amaba Amanda a Amador, ya se le acabó el amor.»
Seguramente no podrás emitir ningún sonido. Si haces algún sonido, será involuntario, y se deberá a que se escapa algo de aire por la glotis (el espacio entre las cuerdas vocales)
❍ El mecanismo vibrador
La laringe (o aparato fonador) está situada encima de la tráquea, donde se encuentra la nuez de Adán. En el interior de la laringe hay dos cuerdas (o pliegues) vocales que trabajan conjuntamente. Para producir un sonido, el aire entra en la laringe y pasa entre las cuerdas vocales, que se acercan una a otra. Estas cuerdas son músculos elásticos que vibran cuando el aire pasa entre ellos. Pueden vibrar a una frecuencia variable, entre cien y mil veces por segundo, dependiendo del tono del sonido que emitas. El tono viene determinado por la longitud, el grosor y la tensión de las cuerdas vocales, que están controladas por la laringe.
Las cuerdas vocales funcionan más o menos como un globo que se desinfla. Al apretar el cuello de un globo cuando se está desinflando, lo haces vibrar y produces un sonido agudo. Algo así es lo que ocurre cuando empujas el aire a través de las cuerdas vocales.
Cuando respiras con normalidad, las cuerdas vocales se separan (son abducidas), pero cuando cantas o hablas, l...