III. HERRAMIENTAS
MEDIOS
• 3.1. SITUÉMONOS
Aquí está la justificación y excusa que motiva todo este pequeño trabajo y las reflexiones que contiene.
Confío en ser suficientemente ecuánime para que después de su lectura nadie saque conclusiones erróneas sobre si estoy a favor de..., o en contra de…
Mi pretensión es comentar con realismo, cariño y respeto el mundo, el entorno en el que me toca vivir, pues no me serviría de razón personal, ni decir que no he vivido y practicado ciertos métodos, lenguajes, modos de trabajo, etc., como el hecho real de que estoy ahora jubilado y no en primera línea, pero que sin embargo tampoco estoy tan apartado de las realidades como para no poder valorarlas, al menos en sus conceptos y aspectos generales.
Veamos. Sin ser un experto en informática, sistemas, redes, aplicaciones, programación..., sería también falso decir que no entiendo algo, que no tengo un mínimo de capacidad intelectual o técnica como para poder distinguir lo fundamental de lo accesorio, lo nuclear de lo circunstancial, los medios de los fines.
En mis momentos de máximo trabajo profesional, compromisos laborales y de responsabilidades, tampoco era un súper experto en la mayoría de los métodos y técnicas con los que me tocaba convivir e implantar. A nadie que haya tenido puestos de mando y equipos a su cargo le extrañará que el delegar en quien sabe, el fomentar y promocionar nuevas líneas y sistemas, entraba dentro de nuestras áreas de trabajo y responsabilidades.
Pues bien, ni a mí, ni a tantos y tantos dirigentes de equipos, digamos que equilibrados, nos creó ningún complejo tomar y promocionar a gente o métodos que nos superaban. Al contrario, el hecho de que casi todos supieran más que uno, en sus temas concretos, nos daba sensación de buen hacer. Bastante tenemos o teníamos con dirigir, coordinar, fomentar y dirigir a tantas personas, casuísticas y procedimientos.
Por tanto, complejos fuera, ínfulas de superioridad ni una, de inferioridad menos, y valentía para saber priorizar, delegar y llamar o traducir a las cosas importantes por su nombre, todo.
Sigamos con nuestro lenguaje coloquial, no ofensivo, pero poniendo ciertos nombres o denominaciones, como para entendernos, de modo que todos sepan o se confiesen a sí mismos, si se les está o no se les está nombrando y en qué grado, si se identifican íntima y honradamente con alguna de las peculiaridades, características o críticas que se irán nombrando.
Como en todos los órdenes de la vida y de la actividad social, digamos que también en la empresa hay mucho teatro. ¡Calma! Como he advertido, se trata de ayudar sin ofender, pero sin taparnos las vergüenzas más que lo imprescindible.
En esta libertad personal que me da la edad y el haber sobrevivido a una larga trayectoria profesional, sabiendo a quiénes me dirijo y apelando a la claridad y cariño con las que quiero comentar algunas prácticas empresariales, creo tener asegurado el perdón y comprensión de gran parte de mis pocos lectores.
Veamos. Sin ningún mérito por mi parte, he sido hijo de padres universitarios y bastante más brillantes que yo, que dieron a sus hijos carrera y los estudios los que quisimos y pudimos hacer, por lo tanto, el mérito personal de haber hecho carreras, másteres y todo tipo de preparaciones, el justo.
Complejos de haber tenido estos hábitat propicios, ninguno, solo agradecimiento a Dios, padres y diversos profesores.
Eso sí, una responsabilidad de trabajar con el legado y transferirlo a los demás, no solo a los hijos, sino también a la sociedad.
Estas intimidades creo que no sobran o al menos espero que sirvan para que nadie que pueda leer estas líneas piense que las escribe ni un fenómeno, ni un resentido, ni un frustrado de nada. Solo un empresario agradecido.
• 3.2. FORMACIÓN: MEDIOS DE FORMACIÓN
Formación - 1
Como el tema es amplio y parte de una lejana cronología para lo que es la formación profesional de una persona, abreviaremos todo lo posible, máxime en los periodos vitales de sus formaciones de primaria, bachiller, así como en los supuestos periodos universitarios.
Parece con esto que se va a quedar sin contenido el trabajo, pero considero suficiente un rápido vuelo sobre estas etapas para profundizar algo más en los estudios de posgrado, los inmediatos al periodo laboral propiamente dicho, y en las formaciones que necesariamente y de modo continuo tiene y debe recibir el profesional que se ha incorporado ya al mundo laboral.
No hay colegio que se precie hoy en día, público o privado, que no destaque su formación bilingüe como prueba de su “aggiornamento ”, categoría o nivel de formación.
Veamos. En mi experiencia como profesor de máster, que generalmente coincidía con los últimos meses del curso, la mayoría de mis alumnos se acercaban en privado para que les revisara el modo y forma en el que habían elaborado un currículum cargado de ilusiones para ser repartido en esa búsqueda del puesto de trabajo.
Tuve que organizar alguna sesión concreta y darles algunos consejos, según me aconsejaba mi experiencia personal como empresario, sobre qué hechos serían más relevantes para un futuro analizador de currículums o un empleador que reclamara candi...