Quintana Roo

Historia breve

Lorena Careaga Vilesid, Antonio Higuera Bonfil, Alicia Hernández Chávez, Yovana Celaya Nández

• Publisher: Fondo de Cultura Económica
• Year: 2012
• ISBN:
  9786071640697
• Topic: Ciencias sociales
• Subtopic: Antropología física

Desde cuatro líneas conductoras arranca esta historia de Quintana Roo: la diversidad cultural y étnica, la particularidad del estado, la viabilidad y el peligro de desaparición y mutilación, el periodo de la presidencia de Adolfo López Mateos y la gubernatura de Javier Rojo Gómez, hasta la explosión social y económica que caracteriza hoy a Quintana Roo.

SEGUNDA PARTE

por Antonio Higuera Bonfil

VI. ORÍGENES Y FORMACIÓN DE QUINTANA ROO

UNA NUEVA ENTIDAD FEDERATIVA

¿ES FÁCIL CREAR UNA ENTIDAD FEDERATIVA dentro de un país? ¿Surge por una disposición jurídica, en la que el ámbito político tiene el mayor peso? ¿Así nació hace más de un siglo Quintana Roo? ¿Qué condiciones sociales, económicas y políticas propias de principios del siglo XX favorecieron la creación —en la frontera con Belice— de uno de los últimos territorios federales en México? El origen de una entidad federativa no está ligado a una sola circunstancia. El efecto de su creación es muy amplio, pues resulta de una decisión tomada con base en muchos factores: situación geográfica, importancia geopolítica de la zona, condiciones de desarrollo de la población local y regional, actividad económica, etcétera.

El territorio federal de Quintana Roo surgió a la vida en un escenario complejo, cuando era imperativo recuperar para la federacion un territorio frontera por donde entraban armas de contrabando y salían sin pagar aranceles todo tipo de mercaderías, a la vez que era un territorio codiciado por Inglaterra, que ya se encontraba en Belice y deseaba expandirse hacia esa parte de la frontera sur. Durante la última década del siglo XIX el gobierno de Porfirio Díaz tomó diferentes decisiones que conformaron un plan para obtener el control de la zona oriental de la península de Yucatán.

Como se ha dicho anteriormente, al independizarse México de España en 1821, la Provincia de Yucatán se extendía a lo largo y ancho de la península del mismo nombre. Sin embargo, el crecimiento de los asentamientos humanos, lo complejo de la vida en esa región de México y las disputas económicas y políticas de los grupos locales dieron lugar a la creación del estado de Campeche en 1862, que ocupa la zona occidental de la península, frente al Golfo de México. Pasaría casi medio siglo para que nuevamente cambiara la configuración regional. Ello ocurrió en 1902, cuando Quintana Roo —la segunda entidad de la península— quedó aislada del estado de Yucatán por acuerdo de la federación, bajo el estatus de territorio federal en el extremo oriente, en la frontera con Honduras Británica (hoy Belice) y de cara al Caribe.

Hay que considerar que en 1901 el conjunto de acciones emprendidas por el gobierno de Porfirio Díaz había transformado las condiciones de la región fronteriza con Belice. La llegada de un fuerte contingente militar para “pacificar” a los mayas había seguido la estrategia de avanzar hacia los dominios de aquéllos desde diversos frentes; la vigilancia del consulado mexicano para asegurar la interrupción del tráfico de armas entre ingleses y mayas y la labor de estudio de la zona sureste de la península para contribuir a la campaña militar, la confirmación de que los mayas de Icaiché se mantendrían fieles al gobierno nacional y no tendrían enfrentamientos con los ingleses, el establecimiento de una aduana fronteriza, la fundación de Payo Obispo y la atracción de familias beliceñas de ascendencia yucateca para vivir en esa población naciente consolidaron la posibilidad de ocupar los puntos de mayor importancia de la resistencia maya: Bacalar y Santa Cruz.

Así, a finales de marzo de 1901 el general José María de la Vega salió del campamento Zaragoza con 350 hombres, dejando una compañía de soldados en Payo Obispo y, remontada la desembocadura del Río Hondo, 50 efectivos en Santa Lucía y Chac —estero que comunica el Río Hondo con las lagunas Mariscal y Bacalar—, para realizar el avance combinado por agua y tierra hacia la población de este último nombre.

A diferencia de lo esperado, De la Vega entró a Bacalar sin encontrar resistencia, y tomó posesión del lugar a principios de abril de 1901. Un mes después, el 4 de mayo, el general Ignacio A. Bravo también ocuparía sin ningún enfrentamiento armado Santa Cruz, capital maya que desde 1850 había sido el centro religioso y militar que daba coherencia a la resistencia y organización cruzoob.

El dominio de estas dos poblaciones fue de gran importancia para el ejército mexicano, comenzando a inclinar la balanza a su favor. Este avance fue el primer paso hacia la finalización de la campaña militar de Yucatán, que si bien duraría tres años más, no se caracterizó por confrontaciones de gran envergadura. Con estas condiciones prevalecientes en la frontera con Belice, Porfirio Díaz propuso la creación de un territorio federal en la zona oriental de la península de Yucatán, lo que hoy es Quintana Roo.

De esta forma, a partir de 1902 la zona dominada militarmente fue ocupada paulatinamente por el ejército mexicano, que estableció rutas terrestres entre los campamentos de la costa y los de tierra adentro, a las que los arrieros abastecían de productos básicos y mantenían la comunicación; envió a miembros de la Comisión Geográfico-Exploradora —que había reconocido y mapeado el territorio nacional— para conocer, estudiar y trazar límites de la geografía de la vasta área que se iba a rescatar. Se tendió una línea telegráfica que comunicó a Santa Cruz, Bacalar y varios puntos del Río Hondo y una telefónica que comunicaba a éstos con Payo Obispo, y a partir del 1° de julio se emitió un decreto exceptuando por un año el pago de varios derechos, entre ellos el de importación, se tratara de alimentos, ropa, herramientas y medicinas llegadas por las aduanas situadas en la costa oriental de la península de Yucatán, para ser consumidos en lo que sería el territorio federal de Quintana Roo.

Así, el 24 de noviembre de 1902 Quintana Roo adquirió el estatuto de territorio federal, dando inicio a una etapa histórica nueva, donde casi todo estaba por hacerse. Desde su nacimiento ha tenido una extensión de 50 844 kms², y sus límites no se han alterado: al norte colinda con el Golfo de México; al sur, con Belice y Guatemala; al este, con el Mar Caribe; al oeste, con el estado de Campeche y, al noroeste, con el estado de Yucatán.

Tomar el control de una región tan alejada del centro del país requirió de un gran esfuerzo. No sólo se trataba de dominar militarmente la zona, sino de fomentar su ocupación mediante la activación productiva; ello atraería a trabajadores, permitiría el desarrollo de familias e incrementaría el tamaño de las poblaciones nacientes. El gran reto era poblar la selva tropical, crear condiciones para que los grupos humanos que iban llegando tuviesen una presencia continua, buscando que estas poblaciones florecieran en el mediano plazo. Las autoridades de Yucatán y las del gobierno federal desconocían las zonas oriental y sur de la península. Por la intermitente guerra contra los mayas, que se extendió 50 años, sabían que en Holbox residían algunas familias, que Isla Mujeres contaba con tierras de mediana calidad y las había fértiles en Cozumel, pero poco se conocía del resto de Quintana Roo. Lo cierto era que en la zona de la selva tropical era posible la explotación de chicle, palo de tinte y maderas preciosas, así como fomentar el cultivo de maíz, caña de azúcar y la cría de ganado.

El general de marina José María de la Vega fue nombrado, en diciembre de 1902, jefe militar y el primer jefe político de Quintana Roo. No sólo tenía a su cargo la conducción de la campaña militar, también se le encomendó el gobierno y la administración pública del naciente territorio federal. Pronto informó que el territorio contaba con 3 798 habitantes distribuidos en las siguientes poblaciones: Campamento General Vega, 395; Isla Mujeres, 729; Cozumel, 802; Cedral, 115; Holbox, 544; Petcacab y su jurisdicción, 627; Xcalak, 562; Bacalar, 207, Payo Obispo, 170; en diversos asentamientos de Río Hondo residían 191 personas. Había 14 poblaciones más en Quintana Roo: Santa Cruz de Bravo, Río Huache, Calderas, Santa Elena, Santa Lucía, Sacxán, Ramonal, Pucté, San Felipe, Xcan, Cankumil, Cedral, Holbox, Puerto Morelos e Icaiché.

Las escuelas eran escasas a principios del siglo XX. Cozumel, una de las poblaciones más grandes de la época, contaba con una escuela diurna para varones con 46 alumnos, una nocturna con 15 alumnos y una para niñas con 30 estudiantes, mientras que en Cedral sus 18 alumnos eran atendidos en un plantel. También existía este servicio en Payo Obispo, Xcalak e Icaiché, y la Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán preparaba el establecimiento de una escuela mixta. Isla Mujeres contaba con una escuela para niños y una para niñas, que juntas tenían un total de 39 estudiantes. En la isla de Holbox el plantel de niñas no funcionaba por falta de profesora y el de niños atendía 18 estudiantes.

MAPA V.I 1. Avance del ejército y fundación de nuevas poblaciones, 1899-1911

FUENTE: Don E. Dumond, El machete y la cruz, op. cit.

Las vías de comunicación terrestre eran caminos y veredas que corrían hacia los cuatro puntos cardinales y comunicaban la zona central de Quintana Roo tanto con el estado de Yucatán como con el sur del territorio. Esta red tenía varias rutas y fue conectando a las nacientes poblaciones. Los caminos enlazaban Peto, Santa Cruz de Bravo, Petcacab, Bacalar y Santa Lucía, en el Río Hondo. Además, Santa Cruz de Bravo estaba comunicada con Tulum, Vigía Chico y Batunzonot; de Xcalak podía transitarse a La Aguada. Asimismo, por veredas se conectaban Santa Cruz de Bravo con Pichoil Viejo, San Antonio, San Ignacio, Sacachen y Kankumil; Petcacab con Yonzoot, Scanzul...