Cómo utilizar la información de este capítulo
Este capítulo se divide en cuatro conjuntos de normas mínimas:
Evaluación de la seguridad alimentaria y la nutrición;
Alimentación del lactante y del niño pequeño;
Tratamiento de la malnutrición aguda y las carencias de micronutrientes;
Seguridad alimentaria.
El cuarto conjunto, seguridad alimentaria, se subdivide en tres secciones: seguridad alimentaria - distribuciones de alimentos; seguridad alimentaria - entregas de dinero en efectivo y de cupones; y, seguridad alimentaria - medios de subsistencia.
La información de este capítulo se debe aplicar de conformidad con los principios de protección y las normas esenciales.
Aunque su objetivo principal es guiar la respuesta humanitaria después de un desastre, las normas mínimas pueden aplicarse también a la preparación para desastres y al período de transición hacia las actividades de recuperación y reconstrucción.
Cada sección contiene los aspectos siguientes:
Las normas mínimas, que son de índole cualitativa y especifican los niveles mínimos que deben alcanzarse en una respuesta humanitaria en lo relativo al suministro de alimentos y la nutrición.
Las acciones clave, que son actividades y aportes que se sugiere realizar para cumplir las normas.
Los indicadores clave, que son las “señales” que permiten comprobar si se ha cumplido o no una norma. Ofrecen una forma de medir y comunicar los procedimientos y resultados de las acciones clave. Están relacionados con las normas mínimas, no con las acciones clave.
Las notas de orientación, que versan sobre los puntos específicos que han de tenerse en cuenta a la hora de aplicar las normas mínimas, las acciones clave y los indicadores clave en situaciones diferentes. Ofrecen una orientación para resolver dificultades prácticas, así como puntos de referencia y consejos sobre temas prioritarios. Pueden abarcar también cuestiones cruciales relacionadas con las normas, las acciones o los indicadores, y exponen dilemas, puntos polémicos o lagunas que subsisten en los conocimientos actuales.
Si no se pueden cumplir los indicadores y las acciones clave, habrá que evaluar las consecuencias negativas que ello implica para la población afectada y tomar las medidas de mitigación que corresponda.
En los anexos figuran listas de verificación para las evaluaciones, orientaciones para medir la malnutrición aguda y determinar la importancia en materia de salud pública de las carencias de micronutrientes y las necesidades nutricionales. Se proporciona también una selección de referencias y lecturas complementarias tanto sobre temas técnicos específicos como sobre cuestiones generales.
Índice
Introducción
1. Evaluación de la seguridad alimentaria y la nutrición
2. Alimentación del lactante y del niño pequeño
3. Tratamiento de la malnutrición aguda y las carencias de micronutrientes
4. Seguridad alimentaria
4.1. Seguridad alimentaria: distribuciones de alimentos
4.2. Seguridad alimentaria: entregas de dinero en efectivo y de cupones
4.3. Seguridad alimentaria: medios de subsistencia
Anexo 1: Lista de verificación para la evaluación de la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia
Anexo 2: Lista de verificación para la evaluación de la seguridad de las semillas
Anexo 3: Lista de verificación para la evaluación de la nutrición
Anexo 4: Cómo medir la malnutrición aguda
Anexo 5: Medición de las carencias de micronutrientes y su importancia para la salud pública
Anexo 6: Necesidades nutricionales
Referencias y lecturas complementarias
Introducción
Relación con la Carta Humanitaria y el derecho internacional
Las normas mínimas sobre seguridad alimentaria y nutrición son una expresión concreta de las ideas y los compromisos que comparten las organizaciones humanitarias, así como de los principios, los derechos y las obligaciones comunes, enunciados en la Carta Humanitaria, por los que se rige su acción. Fundados en el principio de humanidad y consagrados en el derecho internacional, dichos principios abarcan el derecho a vivir con dignidad, el derecho a la protección y a la seguridad, y el derecho a recibir asistencia humanitaria según las necesidades. En el anexo 1 (Haga Clic aquí 404) figuran a modo de referencia una lista de documentos jurídicos y normativos fundamentales, en los que se sustenta la Carta Humanitaria, así como comentarios explicativos destinados a todo el personal humanitario.
Aunque son principalmente los Estados los que deben garantizar el cumplimiento de los derechos arriba enunciados, las organizaciones humanitarias tienen la responsabilidad de trabajar con las poblaciones afectadas por un desastre de manera que se respeten esos derechos. De esos derechos de alcance general se derivan varios otros más específicos, como el derecho a la participación, el derecho a la información y el derecho a la no discriminación, los cuales constituyen la base de las normas esenciales, así como los derechos específicos al agua, a la alimentación, a la vivienda y a la salud, en los que se sustentan estas normas esenciales y las normas mínimas contenidas en el presente manual.
Toda persona tiene derecho a una alimentación adecuada. Este derecho, reconocido en los instrumentos jurídicos internacionales, engloba el derecho de toda persona a no sufrir hambre. Cada vez que una persona o un grupo no pueda, por razones que escapan a su control, disfrutar del derecho a una alimentación adecuada por los medios a su alcance, los Estados tienen la obligación de garantizar el ejercicio de ese derecho directamente. El derecho a la alimentación implica para los Estados las obligaciones siguientes:
“respetar el acceso existente a una alimentación adecuada”: requiere que los Estados no adopten medidas de ningún tipo que tengan por resultado impedir ese acceso;
“proteger”: requiere que los Estados adopten medidas para velar por que las empresas o los particulares no priven a las personas del acceso a una alimentación adecuada;
“realizar” (facilitar): significa que los Estados deben participar activamente en actividades encaminadas a fortalecer el acceso y la utilización por parte de la población de los recursos y medios que aseguren sus medios de subsistencia, incluida la seguridad alimentaria.
En situaciones de desastre, los Estados deben suministrar alimentos a las personas necesitadas o pueden solicitar asistencia internacional si sus propios recursos no bastan. Asimismo deben garantizar un acceso seguro y sin trabas a la asistencia internacional.
Los Convenios de Ginebra y los Protocolos adicionales prevén el derecho al acceso a los alimentos en situaciones de conflicto armado y de ocupación. Queda prohibido, como método de guerra, hacer padecer hambre a las personas civiles, así como atacar, destruir, sustraer o inutilizar los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, tales como los artículos alimenticios y las zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el ganado, las instalaciones y reservas de agua potable y las obras de riego. Cuando un Estado ocupa otro por la fuerza, el derecho internacional humanitario obliga a la Potencia ocupante a abastecer a la población en víveres e importar los artículos necesarios cuando sean insuficientes los recursos del territorio ocupado. Los Estados deben hacer todo lo posible para que los refugiados y los desplazados internos tengan acceso en todo momento a una alimentación adecuada.
Las normas mínimas enunciadas en el presente capítulo recogen lo esencial del derecho a la alimentación y contribuyen a la realización progresiva de este derecho en todo el mundo.
La importancia de la seguridad alimentaria y la nutrición en situaciones de desastre
El acceso a los alimentos y el mantenimiento de un estado nutricional adecuado resultan cruciales para la supervivencia de las personas en casos de desastre. Las personas afectadas por un desastre suelen estar ya en un estado de desnutrición crónica. La desnutrición es un grave problema de salud pública y una de las principales causas de muerte, sea directa o indirecta.
Las causas de la desnutrición son complejas. El marco conceptual que figura más adelante es una herramienta analítica que muestra la interacción entre los diversos factores que contribuyen a la desnutrición. Las causas inmediatas de la desnutrición son la enfermedad y/o la ingesta alimentaria insuficiente, que se derivan de la pobreza subyacente, la inseguridad alimentaria de los hogares, las prácticas de atención deficientes tanto en el hogar como a nivel comunitario, el abastecimiento de agua inadecuado, la falta de saneamiento e higiene, así como el acceso inapropiado a la atención de salud. Desastres como los ciclones, terremotos, inundaciones, conflicto...