CapÃtulo 1
Estrategias para una comunicación interna eficaz
Sinceramente… ¿creemos que la comunicación es realmente importante?
¿Qué comunicamos? ¿Lo hacemos todo junto de una vez? ¿De qué modo es más conveniente? ¿Cuál va a ser el mensaje? ¿Resultará comprensible? ¿Se lo contamos a todos? ¿En qué momento? Estas y muchas otras preguntas son las que surgen cuando definimos un plan de acción, tomamos la decisión de comunicarlo y queremos transmitÃrselo a nuestros colaboradores.
Empecemos un poco antes. ¿Creemos que la comunicación es efectivamente importante? Allà está el interrogante fundamental. En las compañÃas solemos poner el foco en el hacer, en cumplir con los objetivos marcados, en alcanzar la planificación diseñada. Es decir: nos centramos en el qué. Pero, al momento de pensar en la comunicación, necesitamos poner el foco de nuestra mirada en el cómo. Y esto no es algo demasiado considerado en nuestras responsabilidades. Dov Seidman, experto en gestión de empresas, escribió al respecto un libro muy interesante cuyo tÃtulo es How. Why How We Do Anything Means Everything in Business… (and in Life) (Cómo. Por qué la forma en que hacemos algo significa todo en los negocios... [y en la vida]).
Hasta hace un tiempo, las diferentes áreas de una compañÃa trabajaban por separado, con responsabilidades particulares y con el control de la autoridad como modelo de gerenciamiento. Eran pocos los que delineaban los planes y muchos los que los llevaban a cabo. Pero eso era antes. Hoy, con la velocidad que adquirió la información, es muy fácil conocer nuevas culturas, otras maneras de organizar las empresas, y los más jóvenes abrazan rápidamente los nuevos modelos y, en consecuencia, reclaman y exigen modificaciones reales en los valores sobre los que se construya una organización.
En este cambio la comunicación es un eslabón esencial. Hoy, la colaboración y motivación que los lÃderes infunden en sus equipos llevándolos a dar lo mejor de sà en cada momento resulta esencial. Nadie queda afuera. Todos somos estimulados a contribuir y a desarrollar nuestro empowerment, a evaluar riesgos, haciéndonos cargo de las decisiones que tomamos y las consecuencias que ello acarrea. La comunicación entre los distintos miembros de una compañÃa es el modo en el que efectivamente las personas se conectan, se crean vÃnculos confiables que lograrán que los equipos se comprometan a alcanzar los objetivos planificados.
Volviendo al plan de acción diseñado, este puede ser magnÃfico, pero hace falta que los involucrados se motiven con él. Para lograr el éxito todos hacen falta; para llegar a buen puerto no alcanza con nuestra idea o con nuestra planificación. Realizar una comunicación eficiente resulta fundamental para alcanzarlo.
¿Qué es comunicar? Comunicación proviene de la palabra en latÃn communicare, que quiere decir compartir. Indudablemente, de eso se trata: de compartir con los demás nuestras ideas y, asÃ, involucrar a todos en el asunto. Si pensamos en una organización, el comunicar ayuda a conseguir el compromiso y la motivación de los colaboradores para llegar a los objetivos planificados. No basta con ser capaz de pensar una idea fantástica o armar un gran plan. La diferencia radicará en conseguir conectar a todos para que, en equipo, puedan hacer frente a los retos. Y eso lo lograremos… ¡comunicando!
¿Cómo realizarlo de un modo eficaz? Es habitual que, para simplificar, pensemos en comunicarles a todos a través de un mismo mensaje. Pero es posible que eso no sea lo que más convenga. En el dÃa a dÃa, cada uno lo va a interpretar según su contexto. No puede preverse cómo decodificará cada uno el mensaje que comunicamos. Al transmitirlo solo damos el puntapié inicial para que cada uno lo escuche de acuerdo con su background, sus prejuicios, ideales, valores y vivencias. De todos modos, compartimos la responsabilidad en esa escucha y esa es el área sobre la que tenemos que trabajar para poder hacerlo lo mejor posible.
Antes, al pensar en un plan de comunicación, el foco estaba puesto en el emisor. Pero hoy –con la necesidad de hacerse cargo de la multiplicidad del auditorio– hay que prestar especial atención al receptor. Si a nuestros clientes internos no les queda claro lo que queremos contar, nada de lo que hagamos tendrá sentido ¡Ese es nuestro reto! Entonces, es necesario pensar de qué manera comunicar nuestro mensaje de un modo eficaz, aun siendo conscientes de que cada uno lo interpretará de manera personal y, en consecuencia, ¿diferente?
Claves para un plan de comunicación interna eficaz
Para alcanzar con éxito lo que queremos lograr es fundamental que nuestro plan tenga en cuenta algunas estrategias.
SÃntesis
Lo bueno, si breve, dos veces bueno, es una expresión que se le atribuye al escritor español Baltasar Gracián, del siglo XVII. Y suele ser asÃ. Hay tres motivos que contribuyen para justificar esta frase: primero, cada vez destinamos menos tiempo a leer; segundo, paradójicamente somos blanco de cada vez más mensajes, y tercero, el multitasking está a la orden del dÃa, vamos de un tema a otro y dedicamos cada vez menos tiempo a cada uno.
La generación Millennial, aquella nacida entre comienzos de la década de 1980 y principios de la de los 2000, representará en 2025 en todo el mundo el 75% de la fuerza laboral y ellos están caracterizados por desarrollarse en un mundo digital desde temprana edad. Los que vinieron después, la Generación Z, ya llegaron con un Ipad como prolongación de su mano, y YouTube es el canal por el que se comunican. Leemos cada vez menos. Lo audiovisual es el camino; hoy en dÃa se suben a YouTube 300 horas de video por minuto. Y, anualmente, aumenta un 50% la cantidad de horas que se destinan a mirar su contenido.
La cantidad de mensajes que recibimos crece a diario. Es habitual que cualquier ejecutivo encuentre más de cien mails todos los dÃas en su casilla de correo y los pendientes de lectura se van acumulando. ¡El desafÃo es que abran y lean el nuestro!
Tenemos que lograr que nuestros mensajes seduzcan al receptor para que se sienta invitado a prestarnos atención. Aunque más no sea durante algunos segundos. Hoy nos exponemos a la inmediatez. Cambiar un canal, cerrar un mail o no prestarle atención a un aviso son acciones inmediatas que responden a que, actualmente, el cambio es un valor. Y esta nueva realidad también se verifica en la comunicación.
Lo impreso está perdiendo frente a lo audiovisual. Y eso implica una modificación en el modo en que comunicamos. Cuantas menos palabras, mejor. Y, asÃ, volvemos al comienzo:
• Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Ser coherentes
Cada mensaje se interpreta de acuerdo con las creencias, vivencias y valores de quien lo lee. Si les damos a leer el mismo texto a tres personas diferentes, es posible que ...