Isabel Bongard

Susana Pacheco

• Publisher: Editorial Universidad de La Serena
• Year: 2017
• eBook ISBN: 9789567052745

Como muchos profesionales europeos, traídos por el gobierno de la época, la maestra alemana Isabel Bongard, se puso al servicio de la educación chilena y logró plantar la semilla de la impronta normalista, dando forma a la personalidad de los profesores chilenos. Y marcó -con su sello- los usos y costumbres que rigieron la vida de miles de educadores, pilares del desarrollo de Chile, durante muchos años. La educación normalista fue decisiva para establecer la identidad nacional. Fue la herramienta para poner el silabario en manos de los niños del pueblo e iniciarlos como miembros activos de la sociedad. Isabel Bongard fue una persona clave en todo este vital y difícil proceso. Con diligencia y pericia, promovió los primeros pasos para el logro de la movilidad social de la clase obrera y campesina de su época y los años venideros.

REGRESO DEFINITIVO A LA ESCUELA NORMAL DE LA SERENA

En el mes de marzo de 1909 se produce la vacante en la Dirección de la Escuela Normal de La Serena, por renuncia de la directora Carolina Burson, y el gobierno chileno le ofrece a Isabel Bongard este puesto. Ella lo acepta de inmediato, sin considerar las pérdidas desde el punto de vista económico que este traslado le significa, pues en el Liceo Fiscal de Niñas de Iquique ella goza de una renta muy superior a la que obtendrá como directora de la Escuela Normal de La Serena. Sin tardanza, se traslada a la ciudad que guardaba sus recuerdos más gratos.

En este período, el foco pedagógico estaba centrado en la enseñanza que proporcionaba el Estado, tanto en la educación elemental como en la superior, y existía el consenso general de que ambas dependían de la preparación y entusiasmo de los maestros.

Podemos afirmar que entre 1900 y 1920 no se constataron cambios relevantes en el sistema educacional diseñado a lo largo del siglo XIX. Continuó rigiendo el precepto del estado docente, cuyas manifestaciones principales se advirtieron en la enseñanza primaria gratuita y en la Universidad de Chile a cargo de la formación de los profesores para la educación secundaria. Los mayores esfuerzos de la época se concentraron en reducir los niveles de analfabetismo y, por ello, se otorgó especial atención a conseguir la promulgación de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria, respondiendo a la necesidad de incrementar los derechos de los sectores populares.

Los profesores normalistas contribuyeron y fueron decisivos para el logro de la movilidad social de la clase obrera y campesina hacia la clase media.

Como valioso testimonio de esa época, podemos mostrar la notable gestión educacional llevada a cabo por Isabel Bongard, la que es posible conocer a través de las diversas actividades que han sido consignadas en el “Libro de Crónica de la Escuela Normal de La Serena” testimonio escrito de su puño y letra. Esta crónica abarca los años comprendidos entre 1909 y 1918.

Isabel escribe con tinta negra, con muy bella caligrafía, con redacción perfecta y detallada de cada acontecimiento. Llama la atención el dominio del castellano.

A través de las páginas de esta Crónica, ha sido posible conocerla tanto en el ámbito personal como en el profesional. Aquí se la reconoce como gran motivadora del personal a su cargo, al valorar mucho el trabajo de su equipo. Se le advierte como una persona de bajo perfil; su letra la delata como una maestra ordenada, cumplidora de su deber, preocupada de obtener los mejores logros, promotora de la armonía y de la cordialidad.

Desde Iquique, Isabel llega renovada. Tal vez el contacto con las señoritas del liceo de Iquique la hacen ver a esta juventud normalista con más consentimiento. (La prueba de esto la encontramos en la crónica del 30 de octubre de 1909, en la que relata que, anteriormente, las alumnas normalistas en sus salidas se cubrían completamente con un manto oscuro, pero desde hoy, por disposición de la Dirección, usarán para las salidas un uniforme consistente en falda azul marino, blusa blanca, sombrero de paja con adorno muy sencillo. Vestidas de esta manera, las alumnas normalistas, sin duda, presentaban un aspecto más alegre y más acorde a su edad).

LA RECEPCIÓN EN LA SERENA

Una comisión compuesta de los profesores más antiguos del establecimiento: José Jüttner, M. Elvira Botarro de la Torre, Dominga Aguirre, y de las profesoras Flora Videla y Rejina Pulvermüller viajan a recibirla a Coquimbo, en el primer tren que partía de La Serena a ese puerto. Como el vapor ya había llegado, la directora estaba en tierra. La comisión le dio una calurosa bienvenida, volviendo de inmediato a La Serena.

La Escuela Normal se vistió con sus mejores galas para recibirla. A la entrada del vestíbulo, una pequeña alumna de la Escuela Anexa le daba la bienvenida, ofreciéndole un ramillete de flores.

Isabel Bongard, conteniendo su intensa emoción, contestó agradeciendo con afecto la espontánea y tierna recepción de que había sido objeto, al mismo tiempo que exponía sus ideales de adelanto, y pedía el concurso de sus colaboradoras y alumnas.

Una Comisión de Maestras, que habían sido alumnas de Isabel, se presentó también a darle la bienvenida, ofreciéndole un artístico cojín de flores naturales y una valiosa tarjeta de oro, donde estaban grabados los nombres de todas las alumnas que ya servían como maestras en la Provincia de Coquimbo.

Al inaugurar el año escolar, la directora recomendó a las alumnas “amoldar su conducta y aplicación a las exigencias del Reglamento y no defraudar las bellas esperanzas que tanto sus padres como la Patria tienen cifradas en su porvenir”. Además hizo entrega de la nómina de ubicación de las alumnas en los comedores, en la capilla, en los dormitorios y en las filas, para que desde el principio se acostumbrasen al orden y a la disciplina. La educación de la época consideraba a la educación moral como la base para la formación del carácter de la alumna y, además, la convertía en el primer peldaño de todo el sistema educativo. Respeto, obediencia a la ley, así como una severa noción del deber y de la responsabilidad, fueron los principios fundamentales en la formación de las alumnas de la Escuela Normal. Como vemos en este duro ejemplo tomado de la crónica del 2 de junio 1911:

La alumna externa Jesús Miranda por haber comprado a las alumnas internas del 2° año, ácido de limón, fue suspendida por varios días de la asistencia a clases. Además sería pasada del 2°año al 1°año. Igualmente se acordó castigar a la alumna Felipa Carvajal por haber mandado a comprar el ácido de limón a fin de enflaquecerse.

Isabel tal vez quiso, a través de esta medida, exponer la vanidad como una falta y, mediante el castigo, buscar la manera de que la alumna dedujera que la maestra no debe ser vanidosa. La maestra cristiana, aquella inspirada en la Santa Angela de Merici, fundadora de las Ursulinas, con quienes se había formado Isabel, recuerda que “ninguna cosa sirve tanto para conservar la disciplina como la observancia de las reglas”.

REGLAMENTO INTERNO.
CONCRETANDO EL PLAN DE ESTUDIO

El reglamento del Plan de Estudio (de 1916) dispuso que las clases por la mañana, debían empezar con una breve ceremonia, encaminada a disponer a las alumnas para las tareas del día. Para tal efecto, en esta Escuela Normal se comenzó con el sistema de alocuciones:

Antes de las 8 de la mañana el alumnado, reunido en el aula, para escuchar la primera alocución que versó sobre el tema: “La vida es un tesoro”. Finalmente las alumnas cantaron a tres voces el tema “Dios guarde a Chile”.

El Plan de Estudio, como pieza angular de la Escuela Normal, fue cumplido celosamente por Isabel Bongard, desde los más pequeños quehaceres hasta el de la práctica profesional en escuelas del Estado.

Estas escuelas fiscales se constituyeron en un verdadero faro del sistema educativo que se desarrollaba en todo el país, otorgando a las futuras maestras una noción exacta del rol a cumplir y el conocimiento de las diversas tareas que les exigiría el desempeño de su profesión.

En el mencionado Plan, se ponía mucho énfasis en la gimnasia escolar y los paseos semanales. Se advertía que las excursiones fomentaban en las alumnas el espíritu de observación, de reflexión, de la experiencia, todo lo cual se transformaría en conceptos y que vinieron a ser una aplicación cotidiana de la “educación de los sentidos”.

La directora, cumplidora de las exigencias del Plan de Estudio, organizaba las excursiones de sus alumnas tanto las de la Escuela de Aplicación como las normalistas:

Las secciones inferiores fueron de excursión al bosque, otras al cerro Santa Lucía y otras hicieron la vuelta yendo por la Pampa Baja hasta las cuatro esquinas y volviendo por el camino de la Pampa Alta. Todas regresaron a las 4 P.M.

Las alumnas de las secciones preparatorias, visitaron el Jardín Botánico y enseguida marcharon por el camino que conduce al bosque. Allí, en el conjunto de los árboles y en una pequeña convivencia se organizaron agradables juegos.

Excursión de todas las alumnas: por la mañana los cursos superiores se fueron a la playa i los cursos inferiores a los campos cercanos.

El reglamento era muy claro para quienes ingresaban a las aulas normalistas. El cumplimiento del deber y de las normas se iba acrecentando en cada una de las actividades organizadas al interior de la comunidad educativa, y todas las Escuelas Normales funcionaban en red. He aquí un ejemplo:

En conformidad con reglamento sobre promoción y graduación en alumnas de las Escuelas Normales, Isabel Bongard pone en conocimiento de las directoras de las Escuelas Normales N° 1, 2, 3 de Santiago y a la Directora de la Normal de Valparaíso que, por Decreto Supremo de Enero último, habían sido separadas de este establecimiento doce alumnas por falta de aptitudes y seis por enfermedad... (cuyos nombres agrega).

Esta notificación se hacía con el objeto de informar a las otras Escuelas de las alumnas que no habían tenido buenos logros y ya habían tenido su oportunidad y, por tanto, no les era permitido volver a postular a ninguna otra Escuela Normal del país.

ISABEL Y SU RELACIÓN CON LAS MAESTRAS DE LA ZONA NORTE DE CHILE

Isabel mantenía una estrecha relación con todo el profesorado de la zona norte. La podemos vislumbrar tanto en su benéfica influencia social y académica, como en el vigor con que se entrega por promover a la persona:

Esta Dirección ha propuesto a consideración de la Dirección General a doña Primitiva Molina, antigua maestra con 14 años de práctica en escuelas primarias y tomando en cuenta que ella misma se ha preparado con su constancia i aplicación, la cree apta para desempeñar con acierto dichas clases...

Y aun cuando en las primeras décadas del siglo XX el incremento de Escuelas Normales fue muy importante, existía un gran porcentaje de profesoras y profesores sin formación profesional. Eran los llamados “interinos”; personas con licencia secundaria, que trabajaban como profesores, Por esta razón, la Dirección General de Educación Primaria les ofrecía cursos y exigía rendir exámenes.

Isabel Bongard, con una gran poder de organización, coordinaba de tal manera a su personal: constituía una Comisión encargada de tomar exámenes, tanto teóricos como prácticos, y la Escuela Normal cumplía su misión de entregar atención profesional a las maestras interinas del norte. Así lo relata la crónica escrita por ella misma:

El 7 de diciembre de 1910 se dio principio a los exámenes de las maestras interinas. Como se habían inscrito más de sesenta, se las dividió en tres grupos. El primer grupo dio el examen oral i escrito de Metodología general. La Comisión examinadora fue formada por la Directora de este establecimiento Srta. Isabel Bongard, la Subdirectora y la Regente de la Escuela diurna de Aplicación.

El 16 de marzo las maestras interinas continuaron con el examen oral i escrito de Aritmética El día 19 continuaron con otras asignaturas, quedando para después de Semana Santa los exámenes prácticos que se rendirán con las alumnas de la Escuela de Aplicación anexa a esta Normal.

El 1° de abril se presentaron a esta Normal las señoritas interinas de las escuelas de Iquique y de Tacna. Una vez terminados sus exámenes a cada una se les dio un certificado para justificar el tiempo que habían permanecido f...

Table of contents

• Portada
• Título
• Créditos
• Índice
• Introducción
• Isabel en su Alemania natal
• Año 1842 en Chile
• La llamada desde el fin del mundo
• Escuela Normal de La Serena
• 1891. La crisis política en Chile
• Isabel Bongard alejada de sus funciones
• Regreso definitivo a la Escuela Normal de La Serena
• Isabel lucha por un edificio definitivo para la Escuela Normal
• Visitas ilustres. Isabel, gran anfitriona y noble amiga
• Relaciones con la comunidad
• Adiós Isabel Bongard Cordes, Maestra de Maestras
• Cronología de acontecimientos relevantes (1842-1995)