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Motivación para la realización de un TFM
DOI: https://doi.org/10.36006/16260-01
ÁLVARO MUELAS PLAZA,1 ÁNGEL LUIS GONZÁLEZ OLIVARES2 Y ÓSCAR NAVARRO MARTÍNEZ2
1Universidad Villanueva, 2Universidad de Castilla-La Mancha
Resumen
El proceso de profesionalización de todo estudiante universitario requiere la elaboración de un proyecto de investigación en el que aplica los aprendizajes adquiridos a lo largo de sus estudios. Se pondrán en práctica procesos de indagación con el adecuado rigor académico, aportando un estudio original teórico y/o práctico para su posterior divulgación científica. Este capítulo pretende dar una visión general de cómo abordar el comienzo de un trabajo fin de máster. Se debe encontrar la motivación adecuada para conseguir la implicación del discente en esta tarea. Se partirá de la búsqueda de un tema innovador y original, sobre el cual se buscarán los principales estudios precedentes, que permitirán concretar esta idea inicial que marcará las posteriores fases. Será el momento de plantear el problema de la investigación a través de la formulación de hipótesis que más adelante se contrastarán. Para determinar una buena línea de investigación, será necesario determinar unos objetivos, preguntas, justificación y viabilidad de todo el proceso. De esta forma, se podrá elaborar un trabajo que contribuya a fomentar el conocimiento científico para futuras investigaciones que se realicen sobre el tema.
Palabras clave: Trabajo fin de máster, motivación, investigación, planteamiento
En la actualidad, donde en las sociedades avanzadas los medios, fundamentalmente tecnológicos, son incalculables y las personas tenemos la posibilidad de poder realizar innumerables trabajos, en todos los ámbitos de la vida, la variable motivación juega un papel fundamental en general, y en el ámbito educativo en particular. En este capítulo se pretende dar a conocer puntos fundamentales para que en todo momento un estudiante se encuentre motivado a la hora de realizar la investigación, con el objetivo de alcanzar los objetivos propuestos en su trabajo fin de máster (TFM). A la hora de cursar esta última asignatura de sus estudios de máster, es esencial que desde un principio el investigador acote con claridad el tema a investigar (Muñoz, 2015). Una vez definido, conviene conocer los estudios que se han realizado sobre el tema, para saber con certeza en el punto de trabajo en que se encuentra el TFM. A continuación, es prioritario establecer un objetivo general y varios específicos, y en relación con ellos, establecer unas hipótesis, unos resultados y unas conclusiones, las cuales tienen que responder a los objetivos previamente establecidos. Es importante que todo investigador tenga claro que las conclusiones a las que se lleguen en todo TFM deben responder a los objetivos establecidos; y en esa idea es lo que quiere incidir la siguiente comunicación.
1. Inicio de una investigación
La realización de un TFM responde a conocer y diseñar una investigación académica en el escenario universitario que perfila un estudio más profundo y detallado de un contexto específico de actuación. Para muchos estudiantes es el inicio de la experiencia científica, pero también puede ser la consolidación práctica de un aprendizaje desarrollado de manera muy completa, pero generalmente teórica. El inicio de una investigación puede tener distintas formas de originarse. Partirá en principio de una idea más o menos concreta que irá perfilándose según evolucione el proceso, satisfaciendo los intereses del investigador.
1.1. Tema de investigación
Uno de los momentos clave será la decisión de plantear un tema relevante que permita iniciar la investigación. Esta partirá de una idea y será la primera aproximación a la realidad que se quiere investigar (Hernández, Fernández y Baptista, 1998). Se pueden encontrar multitud de situaciones o planteamientos a partir de los cuales realizar un TFM. Entre las posibilidades a desarrollar, mencionan materiales, observación de la realidad más cercana, de distintas teorías o experiencias individuales. En cuanto a estas últimas, pueden ser un punto inicial muy interesante y que permitirán una mejor y más sencilla contextualización de la investigación que se va a realizar. El hecho de conocer el tema y tener un acceso más directo favorece la motivación y una mayor significatividad del investigador por un contenido que considera más cercano a nivel personal (Zamora, 2015). De esta forma, se puede lograr una actitud más positiva del alumnado hacia la investigación en general y la realización de esta asignatura en particular (Gallego y Díaz-Martín, 2015).
El hecho de abordar un tema relevante, actual o interesante, no implica siempre calidad de la investigación. En un estudio intervienen muchos factores y variables que condicionan los resultados del proceso. La utilización de metodología y procedimiento adecuados determinarán la relevancia y adecuación de la investigación.
1.2. Estudios precedentes sobre el tema
La revisión de investigaciones precedentes, con similitud a la actual, puede determinar en gran parte la evolución del trabajo. Se deben abordar las temáticas similares, pero teniendo en cuenta el entorno donde se desarrollan, pues los estudios en contextos sociales están expuestos a multitud de variables que pueden condicionar los resultados y conclusiones de planteamientos, en principio similares (Ghiso, 2012). El conocimiento de investigaciones anteriores sobre el tema, o con un enfoque comparable, puede ayudar a establecer las líneas de actuación adecuadas. Se pueden evitar errores o dificultades que hayan surgido en situaciones similares. La existencia o no de otros estudios relacionados puede mostrar la originalidad y alcance de nuestro trabajo, determinando la conveniencia o no de continuar en esa dirección.
En este proceso será el momento de establecer qué pretendemos que aporte nuestra investigación en referencia a trabajos previos y cuál va a ser el enfoque del estudio. Este planteamiento puede ayudar a (Hernández, Fernández y Baptista, 1998):
a) Plantear una investigación novedosa, un tema no estudiado anteriormente o que aporte un conocimiento complementario, profundizando sobre ese contenido.
b) Estructurar la investigación adecuadamente. A partir de otros trabajos similares se puede delimitar cuál es la metodología apropiada, los instrumentos de evaluación más precisos o el enfoque más relevante.
c) Determinar la perspectiva principal de la investigación. Pueden aflorar distintos puntos de vista, se debe concretar un enfoque preferente y otros complementarios.
Teniendo en cuenta estas premisas, se puede vislumbrar una primera aproximación mucho más concreta a las ideas iniciales que se planteaban. Ya se deberán tener en cuenta las competencias a desarrollar y los resultados de aprendizaje que se quieren lograr cursando el TFM. (Pro et al., 2013)
1.3. Concreción de la idea inicial
A partir del primer planteamiento del TFM, donde se ha buscado una temática que pueda tener repercusión dentro del ámbito investigador, se debe ir perfilando una idea más concisa que permita estructurar un proceso más concreto.
Comienza un periodo de personalización, donde las experiencias previas o las características particulares de cada individuo tienen un peso específico en las decisiones que se han de tomar en un futuro próximo. Se puede optar por métodos deductivos o inductivos, más teóricos o prácticos, etc., en función de la situación concreta a la que se enfrenta el investigador. Es importante atender a los intereses, iniciativas, preocupaciones y necesidades reales del alumnado a la hora de abordar esta tarea (San-Mateo-Valdehíta et al., 2018). En esta fase es cuando se debe pensar un primer título para el TFM. No tiene por qué ser la denominación definitiva, pues una vez terminado, o al menos muy avanzado, puede surgir un nombre más acorde al trabajo realizado a partir de una perspectiva global de todo el estudio. En definitiva, se produce la primera familiarización con el ámbito de conocimiento en el que se instala esta primera idea inicial. Posteriormente, se deberán conocer los estudios previos sobre el tema, así como establecer un enfoque y marco teórico que fundamenten toda la intervención.
Para finalizar este apartado, aportan criterios básicos que pueden ser útiles en la determinación de lo que se denominan buenas ideas (Hernández et al., 1998):
a) Las buenas ideas motivan al investigador: si el tema elegido es del agrado del alumnado, se conseguirá una motivación más intrínseca y existirá una mayor predisposición hacia la realización de las tareas.
b) Las buenas ideas deben ser novedosas: no siempre han de ser nuevas, sino que pueden referirse a temas ya estudiados, pero, ante todo, deben ofrecer un avance o innovación respecto a estudios o investigaciones anteriores.
c) Las buenas ideas aportarán la solución a problemas reales o teorías: un buen planteamiento puede tener tanto un enfoque práctico para la solución de problemas de la vida real como para la fundamentación y elaboración de teorías.
2. Planteamiento...