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LO EMERGENTE, ES UNA imaginación radical (Castoriadis, 1998) o una forma de pensar y sentirnos humanos, esto quiere decir: productores de las medidas humanas que bajo el aspecto de invenciones crecen y se diluyen en la dynamis social (poiesis); lo emergente, el lindero entre lo revelado y lo insospechado, las visiones entre las cualidades dadas por el ser humano a los ángulos de mirada en que se ha ubicado, y las perspectivas de un movimiento inadecuado que fundan ángulos inéditos de superstición y de transición hacia lo considerado verdadero, sin que lo sea. Emerger (del latín emergo) que significa salir, reaparecer, mostrarse (Blanco, s. f.), se actualiza en la acción de imaginar, en cuanto a la capacidad de creación ontológica que puede enunciarse bajo la siguiente sentencia: ¡o creamos o nos siguen creando! En otras palabras, nos imaginamos o solo replicamos lo que nos dicen que somos.
Radical, porque lo que imaginamos lo creamos siempre en relación con algo, nunca negando. Lo emergente se origina desde un contexto de aparición, nunca separado de la realidad y solo a partir de ella inventar. Esta construcción de emergencia presenta la historia del pensamiento cotidiano porque se suscita en “las relaciones de un sujeto con sus circunstancias y la permanente fractura consigo misma, en la cual se asienta la reflexión con la necesidad de re-comenzar permanentemente” (Gentile, 2009, p. 13).
Variadas son las teorías del emergentismo. Una de estas son las teorías generales sobre la evolución emergente o teoría idealista del desarrollo (1920) cuya geopolítica se ubica en la filosofía británica o neorrealismo de la mano de Samuel Alexander (1922), Conwy Lloyd Morgan (1923) y Charlie Dunhbar Broad (1925). Sus producciones parten por identificar el cambio o lo nuevo como producto de transformaciones irracionales, esto es, incomprensible desde la lógica fáustica en donde la fuente del orden social es la razón de la vida social o modelación cultural y morfológica de los espacios urbano/rurales.
Una alusión breve del teórico Alexander (1920) sobre lo emergente distingue que la simplicidad de la existencia suscita los niveles superiores de la misma, para lo cual no hay explicación. Lo emergente se halla en la vida básica y ordinaria que eleva la existencia, al hacerse compleja en su construcción diaria.
The higher quality emerges from the lower level of existence and has its roots therein, but it emerges therefrom, and it does not belong to that lower level, but constitutes its possessor a new order of existent with its special laws of behaviour. The existence of emergent qualities thus described is something to be noted, as some would say, under the compulsion of brute empirical fact, or, as I should prefer to say in less harsh terms, to be accepted with the “natural piety” of the investigator. It admits no explanation. (1920, pp. 46-47)
La emergencia es la cualidad de lo emergente. La cualidad de la emergencia se origina de algo que aflora bajo una nueva estructura con una nueva cualidad que ni es anterior —preestablecida— ni anticipada —previsible— porque es “expressible without residue in terms of the processes proper to the level from which they emerge” (Alexander, 1920, p. 45).
Las teorías de Ernest Nagel y Karl Poppeer (Nagel, 1961) afirman que la emergencia presenta dos formas de comprenderse: es una imprevisibilidad o una tesis evolucionista que expone el origen de estructuras novedosas.
It is clear, therefore, that to say of a given property that it is an “emergent” is to attribute to it a character which the property may possess relative to one theory or body of assumptions but may not possess relative to some other theory. Accordingly, the doctrine of emergence (in the sense now under discussion) must be understood as stating certain logical facts about formal relations between statements rather than any experimental or even “metaphysical” facts about some allegedly “inherent” traits of properties of objects. (p. 369)
Bajo esta óptica, Nagel hace observar que lo emergente es referido por una teoría cuando esta encuentra una propiedad que le permite expandir su conocimiento pero que luego, al enunciarse, deja de serlo. Lo emergente es solo una condición epistemológica, esto es; explicativa de un nivel de conocimiento que todas las teorías poseen y no tiene nada de particular ni de especial.
Popper (1977) argumenta que lo emergente se refiere a la aparición de lo nuevo, lo repentino:
[…] the fact that in the course of evolution new things and events occur, with unexpected and indeed unpredictable properties; things and events that are new, more or less in the sense in which a great work of art may be described as new. (p. 22)
Este autor enfrenta a tres corrientes que están en contra de lo emergente: 1) los deterministas que defienden las consecuencias que determinan el pensamiento y las acciones humanas, 2) los atomistas, seguidores de Demócrito (s. V a. C.) postulan que todo lo existente depende de los átomos, ya que estos al ser inmutables y poseer movimiento combinatorio conforman lo indivisible de la realidad y 3) la teoría de la potencialidad, de las partículas físicas cuyo eje central es el sostenimiento de la armonía a través de magnitudes físicas o valores derivados de propiedades físicas, que pueden ser medidos y describir la evolución o variaciones probables.
Y sin embargo, esta inmutabilidad eurocéntrica que hace posible nombrar la condición de que nada emerge, es afirmada de otro modo en América Latina; por ejemplo bajo la perspectiva del borde o:
[…] razonamiento del umbral que se refieren a formas de conocimiento social que resulta de búsquedas en espacios diferentes y con modalidades distintas, posibilitando el ascenso de las racionalidades culturales, y con ello, otras formas de incertar la creatividad del hombre en la infratextura de su contexto. (Torres y Torres, s. f., p. 2)
La fuerza de lo (i)-mergente o lo opuesto a lo emergente, es decir, todo aquello que está considerado como: previo, configurado, definido y determinado sitúa a lo emergente como el “foco epistemológico en la batalla racional contra la razón cristalizada, fijada u osificada” (Zemelman, 1992b, p. 110).
Lo emergente se origina, siguiendo el pensamiento liminal de Zemelman (1992b) en el proceso de abstracción. Esto último parte de la observación de un objeto de la realidad creando una relación de distancia o identificación,
[…] que consiste en la transformación de la realidad del objeto. Ello supone concebir la abstracción en términos...