Cinco pruebas de la existencia de Dios
eBook - ePub

Cinco pruebas de la existencia de Dios

Edward Feser

Share book
  1. 288 pages
  2. Spanish
  3. ePUB (mobile friendly)
  4. Available on iOS & Android
eBook - ePub

Cinco pruebas de la existencia de Dios

Edward Feser

Book details
Book preview
Table of contents
Citations

About This Book

Cinco pruebas de la existencia de Dios recoge una exposición y una defensa detallada y actualizada de las cinco pruebas filosóficas más importantes de la historia a favor de la existencia de Dios. Asimismo aporta una respuesta clarividente a las principales objeciones que se han planteado contra ellas.Esta obra de E. Feser constituye además una defensa rigurosa y amplia de la teología natural tradicional. Su objetivo es claro: la existencia de Dios, como han enseñado grandes filósofos del pasado, puede establecerse con certeza por medio de argumentos puramente racionales. De este modo, sirve para refutar tanto el ateísmo como el fideísmo.

Frequently asked questions

How do I cancel my subscription?
Simply head over to the account section in settings and click on “Cancel Subscription” - it’s as simple as that. After you cancel, your membership will stay active for the remainder of the time you’ve paid for. Learn more here.
Can/how do I download books?
At the moment all of our mobile-responsive ePub books are available to download via the app. Most of our PDFs are also available to download and we're working on making the final remaining ones downloadable now. Learn more here.
What is the difference between the pricing plans?
Both plans give you full access to the library and all of Perlego’s features. The only differences are the price and subscription period: With the annual plan you’ll save around 30% compared to 12 months on the monthly plan.
What is Perlego?
We are an online textbook subscription service, where you can get access to an entire online library for less than the price of a single book per month. With over 1 million books across 1000+ topics, we’ve got you covered! Learn more here.
Do you support text-to-speech?
Look out for the read-aloud symbol on your next book to see if you can listen to it. The read-aloud tool reads text aloud for you, highlighting the text as it is being read. You can pause it, speed it up and slow it down. Learn more here.
Is Cinco pruebas de la existencia de Dios an online PDF/ePUB?
Yes, you can access Cinco pruebas de la existencia de Dios by Edward Feser in PDF and/or ePUB format, as well as other popular books in Philosophie & Philosophische Metaphysik. We have over one million books available in our catalogue for you to explore.

Information

Year
2021
ISBN
9788418467110
1. La prueba aristotélica
Presentación informal del argumento: Fase 1
El cambio ocurre. Estamos inmersos en una plétora de ejemplos de cambio. El café de tu taza se enfría. Una hoja del árbol que hay fuera cae al suelo. Aquel charco crece a medida que va lloviendo. Aplastas una mosca y muere.
Estos ejemplos ilustran cuatro tipos de cambio: el cambio cualitativo (el café que se enfría); el cambio con respecto al lugar (la hoja que cae al suelo); el cambio cuantitativo (el charco que crece en tamaño); y el cambio sustancial (el ser vivo que se convierte en materia muerta). Que cambios de este tipo ocurren es evidente a partir de nuestra experiencia sensible del mundo extramental.
Pero supongamos que nuestros sentidos nos engañan. Imagina que toda tu vida ha sido un largo sueño o una alucinación, del tipo que Descartes describió en sus Meditaciones y que ha sido llevado a la pantalla en películas de ciencia ficción como Matrix. Aún así, no habría ninguna duda de que incluso en este escenario descabellado el cambio ocurre. Tienes una experiencia, después tienes otra. Te planteas si estás durmiendo o alucinando, después desechas la idea como demasiado estúpida, más tarde descubres que aún te preocupan los argumentos que lees en Descartes y te preguntas si no será que hay en ellos algo de verdad. Todo esto es un tipo de cambio: cambio con respecto a tus pensamientos y experiencias.
¿Podría ser que incluso estos cambios fueran una ilusión? Al fin y al cabo, el filósofo griego Parménides argumentó que, cuando analizamos con cuidado lo que cualquier cambio debería implicar, descubrimos que es imposible. Piensa una vez más en tu café, que empieza siendo caliente y tras estarse un rato sobre la mesa se enfría. Podríamos decir que la frialdad del café, que no existe mientras éste es caliente, empieza a existir. Pero entonces tenemos un problema, dice Parménides. Y es que si la frialdad del café inicialmente era no-existente, entonces en ese momento era nada; y cuando posteriormente empieza a existir, entonces es algo. Pero algo no puede salir de nada. Por tanto, la frialdad del café no puede empezar a existir y, con ello, el café no puede enfriarse. Lo mismo cabría decir frente a cualquier supuesto ejemplo de cambio: cualquiera tendría que implicar algo saliendo de la nada, lo cual es imposible. Por tanto, concluye Parménides, en realidad el cambio nunca puede ocurrir.
Quizás sospechas que hay alguna trampa en el argumento, y si así es, estás en lo cierto. Un problema es que no es posible aceptar de modo coherente esta posición. Supón que intentas convencer a alguien, incluso a ti mismo, de que el cambio es ilusorio, sea por medio del argumento de Parménides o de cualquier otro. Te abres camino por el argumento paso a paso hasta que tú o tu interlocutor quedáis convencidos. Pero que tu mente sopese una premisa después de otra y alcance finalmente la conclusión es ello mismo una instancia del cambio que el argumento niega. Así, el mismo acto de dudar del cambio presupone su existencia.
Hay aún otro problema con el argumento de Parménides. Y es que, como señaló un filósofo griego posterior, Aristóteles, es un error pensar que el cambio implica que algo sale de la nada. Volvamos a nuestro café. Es cierto que mientras el café está caliente, su frialdad no está presente en acto. Aún así, está ahí potencialmente de un modo en el que no están otras cualidades. El café no tiene, por ejemplo, la potencia de alimentar un motor de gasolina, o de convertirse en sopa de gallina, o ya puestos de transformarse en una gallina de verdad y ponerse a cloquear. Pero sí tiene la potencia de enfriarse, y muchas otras más: la de mantenerte más alerta si lo bebes, la de manchar el suelo si lo derramas, etcétera. Que tiene la potencia de enfriarse al tiempo que carece de otras potencialidades muestra que su frialdad no es exactamente nada, aunque aún no sea actual.
Lo que el cambio implica, pues, para Aristóteles es la actualización de una potencia. El café tiene la potencia de enfriarse, y tras estarse un rato sobre la mesa esta potencia es actualizada. Esto no es un caso de algo saliendo de la nada –lo cual, Aristóteles coincide, es imposible– porque, de nuevo, una potencia ya es algo.
En resumen, el cambio ocurre. Nuestra experiencia ordinaria así lo muestra, y un poco de reflexión filosófica no sólo refuerza este juicio, sino que consigue explicarlo. ¿Pero cómo ocurre el cambio? Esto, por supuesto, depende del tipo de cambio. El enfriarse del café no es el mismo proceso que el caer de la hoja, el crecer del charco o la mosca siendo aplastada. Aún así, cualquiera que sea el tipo de cambio en cuestión, habrá algo que lo provoque.
Es decir, el cambio requiere un cambiador. De nuevo, estamos rodeados de ejemplos de esto en nuestra experiencia cotidiana. La temperatura de la habitación enfría el café. Un movimiento de tu muñeca aplasta la mosca con el matamoscas. Pero la tesis de que el cambio requiere un cambiador es algo más que una mera generalización a partir de casos como éstos. Se sigue de lo que el cambio es: la actualización de una potencia. Hemos visto que mientras el café es caliente, su frialdad no es exactamente nada, dado que está potencialmente en el café de un modo en el que otras cualidades no lo están. Pero sigue estando ahí de manera meramente potencial y no actual, pues si no, estaría ya frío incluso mientras es caliente, lo cual por supuesto no es así. Pero la frialdad potencial difícilmente puede hacer nada, precisamente porque es sólo potencial. Únicamente lo que es actual puede hacer algo. En concreto, la frialdad potencial del café no puede actualizarse a sí misma. Sólo algo que ya sea actual puede hacer tal cosa: la frialdad del ambiente, o quizás algunos cubitos de hielo que dejas caer en la taza. En general, ninguna potencia puede ser actualizada si no es por algo que ya sea actual. Y en este sentido, todo cambio requiere algún tipo de cambiador.
Por tanto, el cambio ocurre y todo cambio requiere un cambiador; o por ponerlo de modo menos coloquial pero más preciso: algunas potencias son actualizadas, y cuando lo son, tiene que haber algo que ya sea actual que las actualice. Ahora date cuenta de que, a menudo, lo que es cierto de la cosa que cambia lo es también de la cosa que produce el cambio. La frialdad del ambiente de la habitación enfría el café, pero ella misma era meramente potencial hasta que el aire acondicionado la actualizó. El movimiento de tu muñeca provoca que el matamoscas caiga con fuerza, y su impacto, que la mosca muera. Pero el movimiento de tu muñeca era meramente potencial hasta que la activación de determinadas neuronas motoras lo actualizó. Así, cuando algo produce un cambio, a veces es porque él mismo está experimentando un cambio; y cuando tal es el caso, ese cambio también requiere un cambiador. O, por ponerlo de nuevo de modo menos coloquial pero más preciso, a veces cuando una potencia es actualizada, lo que la actualiza es algo que ha ido también de la potencia al acto; y si es así, tiene que haber aún otra cosa que lo haya actualizado.
Date cuenta de que no he dicho que todo lo que causa un cambio tiene que estar cambiando. Eso no se sigue de nada de lo que hemos dicho hasta el momento y, como veremos, no es cierto. El punto es más bien que si algo que produce un cambio está él mismo experimentando cambio, entonces requiere un cambiador propio. Así, a veces tenemos una serie de cambiadores y de cosas que cambian. La frialdad del café fue causada por la frialdad del ambiente, que fue causada por el aire acondicionado, que se encendió cuando presionaste cierto botón. La mosca murió por el impacto del matamoscas, causado por un movimiento de tu muñeca, producido por la activación de ciertas neuronas motoras, debido a tu fastidio ante la mosca volando por la habitación. Una potencia es actualizada por otra cosa, que a su vez es actualizada por otra, que a su vez es actualizada por otra.
Hasta el momento, todo esto es sentido común complementado con algo de jerga más o menos técnica. Pero dicha jerga nos va a ayudar a ir más allá del sentido común, no para contradecirlo, sino para desplegar sus implicaciones. Considera a continuación que las series de cambiadores del tipo que acabamos de describir comúnmente se extienden hacia atrás en el tiempo, en lo que podríamos llamar un modo lineal. El café está frío porque el aire de la habitación lo enfrió, el aire estaba frío gracias al aire acondicionado, el aire acondicionado se encendió porque tú presionaste cierto botón, etcétera. Ahora supongamos que esta serie se extiende hacia atrás en el pasado infinitamente, sin comienzo. Presionaste el botón, tu deseo de enfriar el ambiente te llevó a hacerlo, el efecto del calor sobre tu piel produjo en ti este deseo, el sol generó dicho calor, y así sucesivamente sin que haya en esta serie de cambios y cambiadores ningún primer miembro en sentido temporal. El mundo material, estaríamos suponiendo, siempre ha estado ahí y siempre ha estado cambiando. Tal es, justamente, lo que Aristóteles mismo pensab...

Table of contents