El manuscrito Ochtagán
eBook - ePub

El manuscrito Ochtagán

Descubre el lado oscuro de la sociedad

  1. 180 pages
  2. English
  3. ePUB (mobile friendly)
  4. Available on iOS & Android
eBook - ePub

El manuscrito Ochtagán

Descubre el lado oscuro de la sociedad

About this book

El manuscrito Ochtagán es un "libro maldito" que destapa las oscuras simas donde se esconde el Mal, muy a menudo disfrazado de la más alta bondad y de los conceptos más sublimes y solidarios, y hábilmente utilizado por los poderosos de todos los tiempos para conseguir sus fines empleando las más maquiavélicas estrategias, que aquí se desvelan.Julián Gutiérrez Conde sitúa al lector al otro lado del espejo, donde cada uno ha de afrontar el negativo más genuino de su ser, el retrato más negro y desolador de su propia realidad, y recorrer solitario los vericuetos más tenebrosos de sus sentimientos y de su conciencia. Todo ello sin paz ni descanso, con un vértigo que se va acelerando con la narración y que no deja escapar de ella, como un terrible remolino que nos absorbe y contra el que luchamos pero del que no es posible salir indemnes.

Frequently asked questions

Yes, you can cancel anytime from the Subscription tab in your account settings on the Perlego website. Your subscription will stay active until the end of your current billing period. Learn how to cancel your subscription.
At the moment all of our mobile-responsive ePub books are available to download via the app. Most of our PDFs are also available to download and we're working on making the final remaining ones downloadable now. Learn more here.
Perlego offers two plans: Essential and Complete
  • Essential is ideal for learners and professionals who enjoy exploring a wide range of subjects. Access the Essential Library with 800,000+ trusted titles and best-sellers across business, personal growth, and the humanities. Includes unlimited reading time and Standard Read Aloud voice.
  • Complete: Perfect for advanced learners and researchers needing full, unrestricted access. Unlock 1.4M+ books across hundreds of subjects, including academic and specialized titles. The Complete Plan also includes advanced features like Premium Read Aloud and Research Assistant.
Both plans are available with monthly, semester, or annual billing cycles.
We are an online textbook subscription service, where you can get access to an entire online library for less than the price of a single book per month. With over 1 million books across 1000+ topics, we’ve got you covered! Learn more here.
Look out for the read-aloud symbol on your next book to see if you can listen to it. The read-aloud tool reads text aloud for you, highlighting the text as it is being read. You can pause it, speed it up and slow it down. Learn more here.
Yes! You can use the Perlego app on both iOS or Android devices to read anytime, anywhere — even offline. Perfect for commutes or when you’re on the go.
Please note we cannot support devices running on iOS 13 and Android 7 or earlier. Learn more about using the app.
Yes, you can access El manuscrito Ochtagán by Julián Gutiérrez Conde in PDF and/or ePUB format, as well as other popular books in Negocios y empresa & Liderazgo. We have over one million books available in our catalogue for you to explore.

Information

Publisher
Kolima Books
Year
2020
eBook ISBN
9788418263552
Edition
1
Subtopic
Liderazgo
An glao (la llamada)
En que cuento cómo me vi envuelto en esta aventura
Lo que menos podía imaginarme aquel día lluvioso que invitaba a permanecer en casa es que al otro lado del teléfono alguien de un hospital en Irlanda preguntaría por mí. Y aún me creó más confusión el hecho de que pronunciara el nombre de J. Walterson y me preguntara si le conocía.
–Por supuesto –respondí–. Fuimos compañeros de colegio y hemos mantenido nuestra amistad desde entonces. ¿Sucede algo?
–¿Sería usted tan amable de venir hasta aquí?
–Bueno, sí; podría hacerlo. Pero ¿qué sucede? ¿Necesita algo Waltcie?
–No me está permitido darle esa información por teléfono. Solo puedo decirle que el señor Walterson nos ha pedido que le llamáramos y que desearía verle.
–De acuerdo. ¿Es muy urgente?
–Bueno, diría que no es necesario que venga de inmediato pero que convendría que lo hiciera en el más breve plazo posible.
Cuando alguien de un hospital te dice algo así, las perspectivas nunca son demasiado halagüeñas.
–De acuerdo –respondí–; mañana podría estar allí. Procuraré llegar lo antes posible. Y...
–¿Sí?
–Si sucede algo, por favor no deje de llamarme nuevamente. Dígale a Waltcie que le mando un abrazo.
–Así lo haré. Muchas gracias –respondió la afable voz femenina al otro lado del hilo.
–Gracias a usted por su interés en localizarme.
–¡Ah!, una cosa más. Pregunte por mí. Soy la doctora O´Sullivan.
–¡Oh!, muchas gracias; así lo haré. Llegaré por la tarde a primera hora.
El viaje resultó una mezcla entre la inquietud que me había producido aquella llamada y el hermoso paisaje de la serpenteante carretera. Conducir por Irlanda siempre me había producido un extraordinario placer así que hacer ese viaje en mi viejo, aunque impecable, Land Rover era algo que estaba dispuesto a aprovechar.
Cuando entré en el Hospital St. John pregunté por la consulta de la doctora O´Sullivan.
–Mr. Gui… –se atascó intentándolo de nuevo–. Giu…; –volvió a trastrabillarse la recepcionista tras el pupitre de información.
–No se esfuerce, no será capaz –me reí–. Mi apellido es Gutiérrez, pero es imposible de pronunciar para ustedes. Será más fácil si me llama por mi segundo apellido, Conde.
–Ok, Mr. Conde –dijo con una sonrisa de alivio que al tiempo quería ser una excusa–. Ahora le acompañamos al despacho de la doctora O‘Sullivan. Nos ha pedido que la contactáramos según llegara, así que le está esperando.
En el rótulo de aquella puerta aparecía escrito Dra. Marion O´Sullivan.
Era una mujer de cabello rojizo recogido en una coleta. Su piel sin embargo no dejaba ver más que algunas escasas pecas dispersas, lo cual rompía con el mito de que todas las pelirrojas son intensamente pecosas.
Tras saludarme amistosamente y darme las gracias por mi atención al desplazarme hasta allí, me requirió:
–Mire, no se lo tome a mal, pero ¿podría identificarse? Debe comprender que…
–Por supuesto –la interrumpí.
–Le voy a contar lo que sabemos de su amigo –dijo tras examinar rápidamente mi documentación.
–¿Cómo se encuentra, por cierto? –me adelanté preocupado.
–Bueno, digamos que estable.
–¿Es grave lo que padece?
–Espere. Le contaré lo que ha sucedido. Verá. Hace dos semanas ingresó en el hospital el que luego hemos sabido que es su amigo. No recordaba nada en aquel momento. Estaba perdido y desorientado. Vestía ropa de deporte y traía consigo una mochila, pero no había documentación alguna entre sus pertenencias. Probablemente la perdió. En todos estos días no hemos sido capaces de que saliera de su estado de amnesia. Solo ayer pronunció su nombre. Nos dijo que contactáramos con usted y que era escritor. Lo siguiente ya lo conoce.
–Bueno. ¿Y cuál es su estado ahora?
–Mire, el señor Walterson es un misterio para nosotros. Aún no hemos sido capaces de descubrir qué es lo que padece. Tenemos una colección de síntomas, pero no mucho más.
–¡Ufff! –respondí–. Qué mala señal es que un médico te diga eso.
–Solo ha hablado para repetirnos que le localizáramos. Está obsesionado con eso. Quizá usted pueda conseguir más información. Sería muy importante para poder avanzar.
–Bien; en tal caso ¿puedo verle?
–Sí, desde luego, le acompañaré.
Cuando entré en la habitación, mi amigo se encontraba recostado sobre un almohadón. Su aspecto me impresionó. No era ese dechado de vitalidad que siempre había conocido sino que más parecía un cuerpo entregado y desplomado sobre la cama.
–Waltcie –le dije afectuosamente–. Aquí estoy, amigo.
Tuve que insistirle dos veces para que reaccionara. La mueca de una sonrisa apareció en aquel rostro demacrado y blanquecino. Parecía que no hubiera visto la luz en años. Estaba casi irreconocible.
Me ofreció su mano haciendo un notable esfuerzo para acercarla a la mía y quiso mostrar que me la apretaba, aunque la presión que noté fue poco más que la que hubiera ejercido sobre mí una pequeña l...

Table of contents

  1. Prólogo
  2. Introducción
  3. PRIMERA PARTE
  4. An glao (la llamada)
  5. The Caoirigh history (la historia del carnero)
  6. An dú shlán (el reto)
  7. DE BHRÍ AN COMHAIRLE (Comienza la aventura)
  8. An tearmann (el santuario)
  9. AN FLAGMHÁIL (El contacto)
  10. AN LITIR ROIMHE SEO(La carta previa)
  11. SEGUNDA PARTE
  12. Lámhsceíbhinn Ochtagán (el manuscrito ochtagán)
  13. An seasamh (la posición)
  14. Margaíocht chonaic (mercadeo de conciencias)
  15. Athchlárú do choinsiasa (reprograma tu conciencia)
  16. Ach éifeachtacht (simplemente eficacia)
  17. Motúcháin (sentimientos)
  18. Miotas eiticiúil (mito ético)
  19. Leas a bhaint as (aprovéchate)
  20. Margaíocht ceannaireacht (marketing del liderazgo)
  21. Tionchar (influencia)
  22. Eagla (miedo)
  23. Fóntais (utilidad)
  24. Inniúlacht (ingenuidad)
  25. Na puppies (los cachorros)
  26. An praise (el elogio)
  27. An spiorad (el espíritu)
  28. An ceann scríbe (el destino)
  29. An díoltas (la venganza)
  30. Freagracht (responsabilidad)
  31. Jugglers (juglares)
  32. Caipíni (conflicto)
  33. Dlithe (leyes)
  34. An diabhálach (lo dañino)
  35. Ceirtléan (aglomeración)
  36. Charnadh (acumular)
  37. Tubaiste indíraech (dominación indirecta)
  38. Trócaire (piedad)
  39. Teannas (tensión)
  40. An dúshlán (el reto)
  41. Slachtmbar (perfidia)
  42. Míshuaimhneas (vanidad)
  43. Éirí as (resignación)
  44. Insamhalta (simulación)
  45. Dífhoirmiú (deformación)
  46. Neamhda’smhasreachte (inmortalidad)
  47. An bheith (el ser)
  48. An dorchadas (la oscuridad)
  49. TERCERA PARTE
  50. Pointe finscéalta Ecdon(la leyenda de Ecdon Point)
  51. An solas (La luz)
  52. Deiridh (Final)
  53. Anan tuarascáil danish(EL REPORTERO DANÉS)
  54. an admháil (la confesión)
  55. Epílogo
  56. AGRADECIMIENTOS
  57. Glosario de palabras y expresiones irlandesas