
- 124 pages
- English
- ePUB (mobile friendly)
- Available on iOS & Android
eBook - ePub
Cartas íntimas desde el exilio (1962-1964)
About this book
Cuando a principios de junio de 1962, Dionisio Ridruejo cruzó la frontera clandestinamente, ya era un referente de la oposición al franquismo. Su asistencia al IV Congreso del Movimiento Europeo para reunirse con demócratas españoles del interior y del exilio le condenó a vivir dos años en el destierro. Se instaló en París desde donde desarrolló una campaña política contra la dictadura que le llevó a viajar por media Europa y los Estados Unidos.Mantuvo entonces esta intensa correspondencia con su esposa, Gloria de Ros. Las cartas, inéditas hasta ahora, se leen como la crónica privada de la vida de un conspirador.
Frequently asked questions
Yes, you can cancel anytime from the Subscription tab in your account settings on the Perlego website. Your subscription will stay active until the end of your current billing period. Learn how to cancel your subscription.
At the moment all of our mobile-responsive ePub books are available to download via the app. Most of our PDFs are also available to download and we're working on making the final remaining ones downloadable now. Learn more here.
Perlego offers two plans: Essential and Complete
- Essential is ideal for learners and professionals who enjoy exploring a wide range of subjects. Access the Essential Library with 800,000+ trusted titles and best-sellers across business, personal growth, and the humanities. Includes unlimited reading time and Standard Read Aloud voice.
- Complete: Perfect for advanced learners and researchers needing full, unrestricted access. Unlock 1.4M+ books across hundreds of subjects, including academic and specialized titles. The Complete Plan also includes advanced features like Premium Read Aloud and Research Assistant.
We are an online textbook subscription service, where you can get access to an entire online library for less than the price of a single book per month. With over 1 million books across 1000+ topics, we’ve got you covered! Learn more here.
Look out for the read-aloud symbol on your next book to see if you can listen to it. The read-aloud tool reads text aloud for you, highlighting the text as it is being read. You can pause it, speed it up and slow it down. Learn more here.
Yes! You can use the Perlego app on both iOS or Android devices to read anytime, anywhere — even offline. Perfect for commutes or when you’re on the go.
Please note we cannot support devices running on iOS 13 and Android 7 or earlier. Learn more about using the app.
Please note we cannot support devices running on iOS 13 and Android 7 or earlier. Learn more about using the app.
Yes, you can access Cartas íntimas desde el exilio (1962-1964) by Dionisio Ridruejo in PDF and/or ePUB format, as well as other popular books in Literatura & Colecciones literarias. We have over one million books available in our catalogue for you to explore.
Information
[I]
[París] Jueves 14 [de junio de 1962]
Querida:
Te tengo muchos días sin noticias directas aunque he mandado una serie de recados. Hoy, por otra parte, te llamaré por teléfono. No he querido hacerlo antes para no dar noticias precisas de mí y por no abusar de los amigos que me hospedan. Vivo en casa de Víctor Hurtado (a María Elisa, su mujer, la conociste el verano pasado en casa de los Rosa [2]). Mis huéspedes son encantadores, liberales y comodísimos. He resuelto, por otra parte, el problema económico inmediato, para mí y para mis compañeros. Ninguna preocupación, pues, en ese aspecto, durante algún tiempo.
La operación ha salido en conjunto mejor de lo que era razonable esperar e incluso el inmenso beneficio de la reacción del Gobierno me parece una gracia caída de los cielos. De momento eso asustará un poco pero pronto vendrá la reacción. Lo que se ha hecho es lo único que puede dar confianza a la gente sobre el porvenir y yo no cejaré hasta llevar las cosas a sus mejores consecuencias. Esta es la razón por la que no me apresuro a volver ni a aceptar la residencia en Fuerteventura —que es una isla dura pero preciosa— o en Carabanchel. Tengo mejores cosas que hacer por el momento. Cuando estas cosas estén hechas, volveré a España seguramente y que ellos tomen la responsabilidad.
Pero por debajo de todo esto me preocupo mucho por ti. No me atrevo a pensar sobre tu estado de ánimo. ¿Te vas a sentir desamparada? ¿O acaso esta situación va a ayudarte a reaccionar y a devolverte el gusto y la alegría que tanto necesito que sientas? Irás recibiendo noticias con mis planes que nos permitirán —creo— vernos pronto. Quizá conviene que mantengas el plan de veraneo acordado anticipando incluso la fecha de ir a la costa. Así todo será más fácil. En el aspecto material puedes usar la totalidad del dinero que quedó en el sobre 1.º. Lo del otro dinero no lo sueltes entre tanto no te lo pidan. Si los amigos te ofrecen ayuda, acéptala sin reparos. Sin embargo, escribo a varias personas —incluido Fermín [Solana][3]— para ver de poner en orden las cosas que teníamos entre manos y para que se encarguen de todo sin que tengas que preocuparte. Como tampoco me sería imposible ayudarte desde aquí, dime lo antes posible cómo están las cosas.
Necesitaré que tengas a punto una maleta grande: pantalón de franela y las dos americanas sueltas, traje azul de verano, un pantalón de verano suelto, las camisas, suéters y polos; un par o tres de camisas sastre, calcetines, pañuelos, etc. Ya te hablaré de papeles que pueda necesitar.
Busca el original (1.ª copia) de nuestra traducción de Philip y llévasela a Tecnos (O’Donnell, 27). Les enviaré el prólogo desde aquí.[4]
Te seguiré escribiendo.
Pienso en vosotros todo el día. Con muchísimo amor,
Dionisio
[2]
[París] Miércoles [20 de junio de 1962]
Querida:
Aprovecho el viaje de un amigo para enviarte esta carta. Sigo en casa de los amigos que me acogieron y aún no sé cuándo cambiaré de residencia. Ya tengo trabajo bien pagado para los cuatro meses próximos.[5] Mi libro [Escrito en España] ya salió en B[uenos] A[ires]. Saldrá aquí en septiembre y parece que ya están adelantadas las gestiones para USA y para Alemania.[6] Las perspectivas de acomodo no nos [son] difíciles ni obtusas pero planeo para corto plazo porque me horroriza la idea de convertirme en un exiliado. Habrá que dejar pasar la ola de histerismo y mala fe y luego veremos. Si en unos pocos meses no han adelantado mis proyectos ni la situación ahí se ha variado, pensaremos en reunirnos aquí. Entre tanto me convendría mucho que desistieses de quedarte en Madrid porque en la Costa Brava estaréis más cerca y podría verte con los niños en Perpignan o lugar parecido. Dame noticias concretas de tus planes. Aún no he recibido carta tuya por ningún conducto.
Aún no he recibido la maleta —no olvides calcetines, pañuelos, algunas corbatas, zapatos, etc.—. Si esta llega a tiempo, me gustaría me enviases también dos carpetas de las que están en mi despacho pequeño: una con varios escritos entre los que hay la «Carta a un joven falangista» y algún original más (no te equivoques, pues creo que del mismo original hay otra copia que no vale en otra carpeta) y una que tiene papeles varios, entre ellos algunos escritos a máquina y otros manuscritos de mi mano: todo de trabajos en preparación. Todas las otras carpetas procura ordenarlas, y recoger en carpetas también los papeles flotantes. Si algo que veas te parece que me sería útil puedes enviármelo. Siempre a mano y sin prisa.
Me parece bien que te defiendas y no te conviertas en viuda provisional política. Pero no exageres, que ya te conozco. Hay que dar al César lo que es del César. Tampoco me gustaría que te supusieran indiferente a mis cosas. Un ten con ten sería lo bueno y no perder de vista a los amigos que pueden —y quizá quieren— ayudar.
Pero ante todo y sobre todo quiero que te cuides y te distraigas y que cuides la moral de los niños, sobre todo la de Dionisín que no debe sentirse perplejo ni abandonado. Dime si Gloria piensa hacer el intercambio de Dijon porque en tal caso procuraré estar con ella algunos días. Respecto a ti, si quieres venir a verme cuando pase un poco de tiempo arreglaré las cosas para que lo hagas con comodidad. Lo deseo mucho pero no quiero complicarte la vida.
Escribo hoy varias cartas para ver de no perder el control sobre mis asuntos económicos y para que tú no tengas dificultades de ese tipo.
Aquí vamos siendo muchos: [Jesús] Prados [Arrarte], Fernando [Baeza], Pablo [Martí Zaro], Pepe Suárez Carreño, Vicente V[entura], [Isidro] Infante, [Enrique] Ruiz García, [Ignacio] F[ernández] de Castro. Tengo noticias de Barcelona —reacción general excelente—, de Madrid —mala reacción, como siempre—. Ahora veo claro que la maniobra es astuta. No se trata de un error: se trata de echarnos la culpa de las dificultades que el Régimen tiene para integrar España en el Mercado Común: si Franco no puede entrar —ni en el fondo quiere— será bu...
Table of contents
- Jordi Amat y Jordi Gracia
- VIDA PRIVADA DE UN CONSPIRADOR
- NOTA EDITORIAL Y BIBLIOGRÁFICA
- CARTAS INTIMAS DESDE EL EXILIO
- EPÍLOGO