Principia
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Elisa Díaz Castelo

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Elisa Díaz Castelo

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Información del libro

Los poemas de Principia son rezos ateos que celebran aquello que no podemos ver. Elisa Díaz Castelo no sólo se apropia del lenguaje de la ciencia para hablar de la intimidad, también cuestiona la certidumbre que estos lenguajes imponen. ¿De qué estamos seguros, realmente? ¿Cuál es el espacio de la Verdad, con su V mayúscula tan dura, ocupa en la poesía? ¿Con qué herramientas avanzamos en un territorio del que no existe mapa alguno? —Isabel Zapata

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Información

Año
2022
ISBN
9786078749300
Edición
1
Categoría
Literatur
Categoría
Poesie
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INSTRUCCIONES PARA REALIZAR UN EXPERIMENTO

I. Escoge una situación medular. [Por ejemplo,
Querétaro a las cinco: el calor
incurable
brota de las banquetas, los niños se queman
cuando caen de rodillas.

Las horas rotas por la campana de la iglesia.
Por ejemplo, son las cuatro de la mañana,
el calor no anochece. Escuchas a tu madre susurrar
en el cuarto de junto.

Una voz que narra la oscuridad.]
II. Lleva a cabo una investigación. [Camina por las mismas
calles empedradas, bajo las sombras
de los edificios. El polvo se levanta como entonces
y brilla en el sol, a sotavento. Anota:
el vacío no existe. Nada
es inocuo
.]
No olvides el trabajo de campo. [Visita de nuevo
la vieja casa y diles
que tú solías vivir ahí y pídeles
que te dejen entrar o párate en la plaza
y observa la sombra del campanario
crecer hasta tocarte.

Recuerda la larga hora del verano
minada por las hormigas rojas.

Mapea sus rutas militantes y vierte
agua hirviendo en los nidos para que no florezcan.]
Sobre todo, recuerda. [Tu madre tomaba baños
en la noche
porque el calor no la dejaba dormir.]

Coloca estos eventos sobre la lengua
como una moneda;
habla sin tiempo,
en presente continuo. Es normal
que haya experimentos similares.
III. Identifica fuentes de variación.
[Cada noche cubrías la jaula de los canarios
con un manto negro.]
[A veces, antes de la operación, Madre y tú
fingían ser turistas
y se colaban a la alberca del hotel. Bajo la superficie
se miraban
divididas y unidas
por el agua.]

Pero quizá nada de esto es
estadísticamente significativo.
Determina los factores bloque, establece los subgrupos. Visita el antiguo laboratorio. Determina los factores ruido [tu madre llorando en la regadera, la palabra dolor tiene dos ojos, tu madre todo el día en la oscuridad].
IV. Manipula deliberadamente las variables.
Vincula las causas.
Prescribe.
V. Reduce la investigación a un problema fácilmente comprobable. [Por ejemplo, ¿cómo es posible imaginar esa muerte? Por ejemplo, ¿cómo es posible?] [A mansalva, caminando por un estacionamiento, tu padre te lo dice. Aleatorización: tu padre te lo dice en un estacionamiento, en un parque, en un hospital, te lo dice tu padre: cuerpo extraño, y sus palabras anegadas en la boca:
tumor,
palabra redonda y de bordes imprecisos. La palabra es un cuerpo extraño que crece en la boca. Mastícala.]
Contravariables: [Es posible sentir en un idioma desconocido. Hace meses que dejaste de ir a misa. La palabra tumor se disuelve en tu boca como la hostia. Te daba pena comerte el cuerpo (extraño) de Cristo.]
VI. Cuantifica las causas:
[la alimentación, el estilo de vida
y sobre todo
la herencia:
el padre de tu madre
desvivido,
su idioma sin remedio.

Madre no conoce
su lengua paterna. La escucha
y es agua pasada bajo el puente
y es viento
roto
en las ventanas abiertas
de edificios altísimos. La escucha
y la extraña, es decir, le es ajena
pero también le hace falta,
la escucha
como quien siente crecer
un cuerpo
extraño
en el vientre.]
VII. Determina el intervalo de confianza: el desierto siempre es aleatorio. [Los ventanales daban hacia la arena. Ahí, donde se anuda el silencio, mirando el desierto que no parpadea, esperabas a tu padre. Nivel de significación: el laboratorio aún fresco, recién construido, ladrillos y ventanas y casi siempre solo, a la intemperie. Varían conjuntamente:
Tu padre te presta plumones de colores para dibujar
en el pizarrón.

Tu padre usa una pequeña guillotina
para descabezar ratas.
Cuando baja el calor, caminas junto al bioterio. Conoces a los animales por el olor del aserrín y el excremento. No puedes verlos, pero los escuchas. Se mueven, o eso piensas, como si supieran que están a punto de morir. Cada respiración entrecortada, cada movimiento nervioso, inútil, colmado de su muerte.]
VIII. Desarrolla la hipótesis (es una afirmación incierta).
[Madre no morirá.
Madre morirá.]     
[El tumor es un cuerpo hermanado al tuyo, un hermano desbastado, redondo. Si se necesita entrar de nuevo (al cuerpo), si en la antesala venenosa, anestesia, cicatriz. Si la hace menos mía, si esa pequeña muerte es redonda o.] Hipótesis: sucede cuando no se afirma sin una condición implícita: sí, si, sí, si. Quizá el eco de toda afirmación sea la duda, la cadencia de la circunstancia, el azar.
IX. Realiza un experimento piloto. [Una mañana, el canario amaneció muerto. Las hormigas rojas le habían vaciado la sangre.]
X. Registra los resultados. [La cicatriz de tu madre es un camino de hormigas en el vientre fruncido.]

APOCALIPSIS

No creo en el apocalipsis pero ya casi no veo pájaros. Se habrán hecho ceniza. No creo en el apocalipsis, pero la Tierra terminará de mala manera: crecerá el Sol moribundo hasta alcanzarla. Hipertrofiado, más luminoso que nunca, devorará uno a uno los planetas. Quizá se adelantó y está pasando. Hace tanto calor que se evaporan los edificios, las paredes terminan hechas aire. Se volatilizan las palabras, duran poco las sílabas. Vivimos el mal gris, la media muerte. Mi abuela con la suya hizo lo mismo, la regaló a la flama y se volvió cenizas. Duró poco su corazón, su sangre roja. Se evaporaron sus ojos. Lo que toca el fuego pronto se convierte.
De pequeña me gustaba atravesar la flama de una vela con el dedo. No me dolía. Mi abuela me encontró y ordenó que la apagara. Pero al final le dio su cuerpo. Al final todos quedarán hechos polvo. Se expandirá el Sol embravecido, nos lamerá con sus mil lenguas. Cuando llegue a la tierra, nosotros estaremos muertos. Pero no importa. Nuestro planeta no podrá huir: su órbita es demasiado constante. Estará atado a su cercanía. Así acabó mi abuela a mis espaldas, en un cuarto de acero y luego era de polvo. Caeremos en el cuerpo furioso del Sol, se acabarán los miércoles, seremos sólo una forma de consumirnos. Como siempre. Me asomo po...

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