CAPĂTULO 1
INTRODUCCIĂN GENERAL
CAPĂTULO 1.1
SITUACIĂN EPIDEMIOLĂGICA ACTUAL
DE LAS ZOONOSIS EN EL MUNDO
Eduardo MartĂnez Manzanares
EncarnaciĂłn Clavijo Frutos
1.1.1 Aspectos histĂłricos de las zoonosis
Si repasamos la historia de la humanidad, comprobamos cĂłmo las enfermedades infecciosas han tenido una enorme influencia en el curso de nuestra historia. La plaga mĂĄs devastadora que asolĂł el mundo griego fue la âpesteâ de Atenas (428 a. C.), documentada con detalle por TucĂdides. En 1994, un equipo de arqueĂłlogos descubriĂł en el cementerio de Kerameikos de Atenas una tumba que contenĂa al menos 150 cuerpos. Se realizaron diferentes estudios, el primer paso consistiĂł en la amplificaciĂłn de secuencias de ADN y se pudo determinar que el patĂłgeno causante de esta plaga fue Salmonella typhi. El Imperio romano tampoco se librĂł de las epidemias. Marco Aurelio fue vĂctima de la primera gran epidemia en el siglo II en Roma, donde llegaron a morir entre el 165 y 180 de nuestra era cerca de 5.000 personas al dĂa por su causa. Los anĂĄlisis de ADN demuestran que el agente causal fue el virus de la viruela. No cabe ninguna duda de que las grandes epidemias han tenido una gran influencia a lo largo de la historia de la humanidad. AsĂ, se cree que el fracaso de Justiniano en restaurar la unidad imperial en el MediterrĂĄneo se debiĂł en gran parte al efecto de la conocida como Plaga de Justiniano, la pandemia que apareciĂł en 541 que diezmĂł a los habitantes de Constantinopla y a una buena parte del resto del Imperio bizantino. La hipĂłtesis causal mĂĄs aceptada de esta epidemia es la peste bubĂłnica. Los microorganismos influyeron tambiĂ©n en la conquista europea del continente americano, y en los problemas para colonizar zonas tropicales, lo que impidiĂł que NapoleĂłn invadiera Rusia y que la construcciĂłn del canal de PanamĂĄ se retrasara de forma considerable.
1.1.2 IntroducciĂłn al problema de las zoonosis
Seguro que alguna vez nos hemos preguntado de dĂłnde proceden los microorganismos que nos infectan.
La mayorĂa de las enfermedades infecciosas en humanos tiene su origen en virus, bacterias, hongos y parĂĄsitos procedentes de animales. Si estudiamos las enfermedades emergentes podemos comprobar que, segĂșn la OIE, entre el 60-80 % de las nuevas infecciones humanas tiene su origen en los animales (Figura 1).
Fuente: http://www.oie.int/es/para-los-periodistas/una-sola-salud/
Hoy en dĂa, podemos encontrar en la naturaleza microbios en distintos estados de adaptaciĂłn al ser humano: desde algunos que solo se encuentran en animales hasta otros que son exclusivamente humanos, aunque tengan un origen animal (Figura 2).
A lo largo de nuestra propia historia, los cambios sociales facilitan la extensiĂłn de las enfermedades emergentes, muchas de ellas de origen animal. La creaciĂłn de nĂșcleos urbanos, los factores demogrĂĄficos, el desarrollo de la agricultura, la domesticaciĂłn de los animales, la facilidad de viajar a zonas exĂłticas y la importaciĂłn de vectores de trasmisiĂłn, entre otros muchos, han influido tambiĂ©n en nuestra relaciĂłn con los microorganismos. Muchos de ellos provienen de nuestro contacto con animales domĂ©sticos, monos, roedores y aves principalmente.
Por tanto, es esperable que en el futuro puedan ocurrir mĂĄs casos de este âtraspasoâ de microbios animales al hombre (spillover: tĂ©rmino actual utilizado para este fenĂłmeno) y de que aparezcan nuevos tipos de infecciones. El control de estas enfermedades en el ser humano se consigue controlando la infecciĂłn en los animales.
El tĂ©rmino zoonosis se refiere a cualquier agente infeccioso procedente de un animal que afecte al hombre. Fue acuñado en 1855 por Rudolf Virchow, padre de la patologĂa y la teorĂa celular de la enfermedad. La OMS las define como âenfermedades e infecciones que se trasmiten de forma natural de los animales vertebrados al hombre, y viceversaâ.
Como ejemplo antiguo documentado de zoonosis tenemos la enfermedad de Lyme padecida por Ătzi, el hombre de hielo, hace 5.000 años.
Las enfermedades zoonĂłticas son producidas por una gran variedad de agentes etiolĂłgicos (Tabla 1). El 45 % de las mismas son producidas por virus, el 28 % por bacterias, el 20 % de origen parasitario y el 7 % por agentes micĂłticos.
Las enfermedades de origen animal a las que el hombre es sensible, como la influenza aviar, la rabia, la fiebre del Valle del Rift o la brucelosis, representan riesgos mundiales para la salud pĂșblica. Otras enfermedades de transmisiĂłn esencialmente de persona a persona circulan en animales o tienen un reservorio animal identificado, y pueden causar graves crisis sanitarias, como ha quedado de manifiesto con la epidemia de la enfermedad por el virus del Ăbola o la fiebre de Lassa, que tambiĂ©n es una enfermedad hemorrĂĄgica viral grave que ocurre en el este de Ăfrica. Estos riesgos se acentĂșan con la globalizaciĂłn, el cambio climĂĄtico y el comportamiento humano, lo que multiplica las oportunidades para que los patĂłgenos colonicen nuevos territorios y evolucionen bajo nuevas formas. TambiĂ©n se incrementa el riesgo en caso de emergencias por desastres naturales o humanitarios.
Los efectos negativos de las zoonosis son extensos. âSu alta incidencia continĂșa causando una morbilidad y mortalidad significativa tanto en humanos como en animalesâ, escribe Roses. âSu impacto econĂłmico se refleja en la pĂ©rdida de productividad laboral tanto como en la enfermedad, reducciĂłn de los viajes, del turismo en las ĂĄreas afectadas y producciĂłn de alimentos. TambiĂ©n provoca la muerte de los animales afectados y restricciones al comercio internacional. Por eso, las zoonosis pueden afectar seriamente a la economĂa de un paĂs, con repercusiones en la salud de la sociedadâ (Etili, 2003).
1.1.3 EpidemiologĂa de las zoonosis
SegĂșn la OMS, la epidemiologĂa es el estudio de la distribuciĂłn y los determinantes de estados o eventos (en particular de enfermedades) rela...