Lo mismo y no lo mismo

Roald Hoffmann, Leticia García Urriza

• Éditeur: Fondo de Cultura Económica
• Année: 2014
• ISBN:
  9786071624789
• Sujet: Ciencias físicas
• Sous-sujet: Química

Roald Hoffmann, Premio Nobel de Química en 1981, ha conseguido en esta obra una proeza que a muchos les parecía imposible: fascinar a los profanos con los descubrimientos de una ciencia que ha sido considerada, junto con las matemáticas, como una asignatura tediosamente obligatoria. Hoffmann nos demuestra que la química es una ciencia fundamental que nos descubre todo un universo; más aún: el universo mismo.

LI. QUIRÓN

NO MENOS DE CUATRO de los signos del zodiaco son dualistas: Géminis, Libra, Piscis y Sagitario. Prefiero ver las constelaciones no como vestigios de épocas oscuras, sino como un indicador atemporal de esa irreprimible cualidad del alma humana que con el tiempo condujo a la ciencia: la curiosidad, y una búsqueda de formas.

Sagitario es un centauro. Mi favorito de estas criaturas de la mitología griega mitad hombres mitad caballos es Quirón. Él era hijo de Cronos (el padre de Zeus) y Filara, hija de Océano.¹ El inmortal Quirón era sabio y bondadoso. Desde su cueva en el monte Pelión enseñó a Asclepio el arte de curar, y a Aquiles el arte de montar, cazar y tocar la flauta. Enseñó a Diómedes, quien se convirtió en Jasón de los Argonautas, y enseñó a Eneas. El maestro que hay en mí admira a este maestro.

Las buenas acciones (y ningún mito testifica lo contrario) no dieron a Quirón una vejez feliz. Mientras miraba una típica lucha entre centauros, en la que no participaba, fue herido por una flecha envenenada (me pregunto cuál era el veneno) arrojada por su amigo Heracles. El gran centauro gritó de dolor, pero no podía morir pues era inmortal. Finalmente, Zeus le concedió la paz, efectuando en el proceso una significativa conjunción entre el sabio centauro que a dioses y a hombres enseñara y el rebelde titán, Prometeo, quien dio el fuego a los hombres. Prometeo habla en las palabras de Esquilo:

Mejor oíd las miserias de los hombres,
Antes eran tontos, yo les di el poder del pensamiento.
Por mí conquistaron sus mentes...
Ellos veían sin ver, oían sin oír.
Llevaban una vida azarosa como los sueños...
Yo les hice conocer los astros que las estaciones revelan, sus ortos y sus ocasos difíciles de observar.
Y el número, de los inventos el mejor,
yo lo enseñé a ellos, y a unir las letras en palabras.
Les di a conocer a la madre de todas las artes,
el difícil arte de la memoria.²

FIGURA LI.1. El centauro Quirón instruye a Aquiles, por Jean-Baptiste Regnault, 1782. De la colección del Louvre, reproducido con autorización.

Por esto Prometeo fue castigado, por habernos enseñado a ver. Fue encadenado en una cima del Cáucaso, donde un águila “devoraba con violencia el ennegrecido hígado” del Titán cuyo nombre significa “previsión”.

Hermes, el mensajero de Zeus, dice a Prometeo:

No esperes el fin de esta agonía
Hasta que un dios se ofrezca a sufrir por ti
A tomar para sí tu dolor, y en tu lugar
Desciende adonde el sol se vuelve oscuridad,
Las profundidades sombrías de la muerte.³

Fue Quirón quien estuvo dispuesto a morir por Prometeo. Y en una de las más grandes pérdidas que siento yo que hem...