1. Primavera
La primavera tocaba la puerta, un toque suave y caluroso. Anunciaba la llegada de las flores y los colores. Revelaba algunos rayos de sol, todo brilla, todo es joven. La primavera ha llegado para mostrar el renacimiento, la renovaciĂłn y el florecimiento del corazĂłn.
El florecimiento del corazĂłn en la primavera viene acompañado de la reflexiĂłn alrededor de lo que nos sucede en la compañĂa de otro, o lo que nos sucede cuando ese otro ya no hace parte de nosotros y sentimos un renacimiento del ser pleno y completo que estamos llamados a ser. La primavera es un respiro cargado de vida, donde los sueños se unen para tejer un nuevo destino, donde la creaciĂłn cobra vida y el amor a sĂ mismo reaparece como lo mĂĄs valioso para crear y entregar a otros.
En primavera renace el amor, renace la vida, renace la consciencia y se mezclan las esperanzas por los nuevos amores cargados de flores.
Y a ti, ÂżQuĂ© nuevas flores te ha traĂdo tu primavera?
Palabras
Los recuerdos en la mente.
Repetitivos, llenos de ilusiones y alegrĂa.
Los recuerdos de palabras pertenecientes a una antagonĂa.
Entusiasmo y aceptaciĂłn.
Palabras como parte de mi creaciĂłn.
Palabras como parte de tu creaciĂłn.
Las invitamos palabras a hacer parte de esta canciĂłn.
Se llama lenguaje y aĂșn estĂĄ en composiciĂłn.
No se entiende muy bien,
pero estamos atentos a esta hermosa creaciĂłn.
Comprendiendo las palabras,
EntonĂĄndolas solo con el lenguaje del amor.
Dos cuerpos
Unas manos extrañas arribaron a un cuerpo.
Unas manos colmadas de placer,
Conocimiento e inconsciencia.
Un cuerpo, decide despertar ante el placer suscitado.
Un cuerpo decidido a dar paso a lo inevitable.
Un cuerpo y unas manos transformados.
Ahora son dos cuerpos.
Dos cuerpos descubriendo la faceta del placer elevado.
Dos cuerpos conociendo el despiadado e inolvidable sabor del tacto. Ese sabor que los deja presos en la confusiĂłn posterior del pensamiento obligado.
Dos cuerpos poseĂdos por pensamientos con direcciones ambiguas en el tiempo, direcciones provocadas por la ignorancia que los sofoca.
Dos cuerpos naufragando en el océano de la inconsciencia, a través de los movimientos provocados por su esencia.
Recuerdos de un manantial
Y en un recuerdo manifiesto los placeres que le causas a mi ser.
Tan solo recordarte y de inmediato un sentir incesante sobre mi cuerpo.
Tan solo añorarte y desear tenerte pronto a mi lado.
Luego dejas de ser recuerdo y tu presencia se hace realidad ante mis ojos.
Empiezo a sentir tus brazos rodear mi cintura,
y siento como cortas mi respiraciĂłn por instantes.
Tan solo es el inicio de la intranquilidad que me provocas, acompañada del recuerdo de un éxtasis que deseo interminable.
Y es ahĂ, cuando el Universo pareciese ser cĂłmplice para dejarnos a solas.
Cuando todo parece ser perfecto para sentirte tan solo una vez mĂĄs.
Cuando por tiempos indefinidos se aleja el formalismo para
dar paso al deseo expresado de mil formas.
Tan solo dejo de pensar en el mundo que nos rodea y empiezo
a confiar en que el Universo no nos dejarĂĄ al descubierto.
El temor de ser sorprendidos pasa a ser un ingrediente mĂĄs del placer suscitado.
Y lo Ășnico que estoy dispuesta a hacer es dar paso a tus caricias que parecieran ser las forjadoras de las curvas de mi cuerpo.
Tus caricias, esas Ășnicas caricias.
Acompañadas de toda la miel de tus besos.
Besos que parecen ser el camino mĂĄs perfecto hacia ese sin fin de sensaciones
besos que hacen imposible la negaciĂłn de lo que suscitas.
Besos sentidos, besos añorados, besos vividos.
Y todo continĂșa con mi cuerpo enredĂĄndose en un sĂ y un no,
en un continua y un detente,
en una dualidad sin fin pronosticado.
Y es ahĂ, donde inicia un manantial formado por ti y por mĂ.
Un manantial con nombre, un manantial propio construido por instantes de placer sublime.
Un manantial Ășnico, causado por tu ser y el mĂo.
Manantial que nadie conoce, manantial indescriptible donde
los protagonistas son los encargados de escribir la historia.
La vida
Hermosa e incompresible vida atada con la mås fina inteligencia y perfección nudos grandes, nudos pequeños no importa,
todos tienen un fin, que no puede ser visto de inmediato.
No son visibles a l...