VĂctimas del absolutismo
Paradojas del poder en la España del siglo XVIII
José Luis Gómez Urdåñez
- 392 pages
- Spanish
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VĂctimas del absolutismo
Paradojas del poder en la España del siglo XVIII
José Luis Gómez Urdåñez
Ă propos de ce livre
El siglo de la IlustraciĂłn es tambiĂ©n el siglo de la autoridad, y eso lo expresaba muy bien la polĂtica de la cuerda tirante, metĂĄfora usada por Floridablanca que se referĂa a lo conveniente de tener siempre a un ahorcado en una picota o su cabeza en una jaula colgando de la puerta de una ciudad para disuadir a pobres o presos. Esta medida se empleĂł para que las levas de vagos tuvieran Ă©xito; para que los gitanos tuvieran miedo y no intentaran huir de los arsenales; para que, en fin, los amotinados escarmentaran ante esa horrorosa visiĂłn.Bajo la invocaciĂłn de la mĂĄxima autoridad âque fue sacralizadaâ, los ilustrados pudieron aplicar universalmente la mĂĄs refinada polĂtica represiva. QuerĂan orden, limpieza, seguridad, obediencia, uniformidad de los sĂșbditos en lengua y religiĂłn, y⊠mantenimiento de sus privilegios.Todos han pasado a los manuales de historia de España, sin embargo, como prĂłceres virtuosos, pero aquĂ los veremos en su lado mĂĄs oscuro. Ensenada, cruel con los gitanos; el duque de Alba, "hombre de tan buena fama como mal corazĂłn"; el conde de Aranda, capaz de dictar penas de muerte sin inmutarse; Floridablanca, que tenĂa claro que "los pobres son peligrosĂsimos". La crueldad se aprendĂa en la prĂĄctica diaria y, luego, se empleaba tambiĂ©n contra los enemigos polĂticos. Cuesta imaginar, en la "España feliz borbĂłnica", un navajazo a Floridablanca o un intento de envenenamiento a Jovellanos y quizĂĄs tambiĂ©n a Saavedra. Hasta el reinado de Carlos IV, al menos las canalladas se hacĂan con refinamiento."Las vĂctimas del absolutismo que desfilan por este libro pueden serlo por los ataques de la reacciĂłn aristocrĂĄtica o clerical, por los intrigantes de la Corte o por sus propios colegas ilustrados, dispuestos a la zancadilla o a algo peor por motivos normalmente poco confesables, por aspirar al poder, por salvaguardar su posiciĂłn, por ejercitar la venganza. Eso en cuanto a las vĂctimas individuales, pero el autor tambiĂ©n nos habla de las colectivas, de aquellos que sufren la miseria, que estĂĄn discriminados por motivos raciales o religiosos, que estĂĄn atados al duro banco de una galera (y no turquesca), que yacen en las prisiones inquisitoriales o que, como en el caso de los gitanos, sufren una espantosa persecuciĂłn y una amenaza de acciĂłn genocida por parte âno solo, pero tambiĂ©nâ de los absolutistas ilustrados".Del prĂłlogo de Carlos MartĂnez Shaw